Pericia Forense

LA EVALUACION DEL ESTADO PSICOLOGICO EN LAS PERICIAS FORENSES.

Lic. Eduardo Maggio

Lic. Marcela Alvarez.

El objetivo en este material es reflexionar e interrogarnos en sus aspectos esenciales respecto a que implica y cuáles son los puntos de valoración básicos que permitan determinar el estado de equilibrio  psicológico presente en la persona evaluada considerado desde los recursos, diagnostico y comprensión del caso que puede proporcionar una Evaluación Psicodiagnóstica profunda.

Es en el ámbito de la Pericia Forense donde uno de los puntos de pericia recae usualmente en determinar al momento de la misma cual es el estado psicológico del actor en razón  de los sucesos traumáticos vividos, y con ello la presencia o no de daño psíquico y en qué grado; por ejemplo cuando éste ha sido o bien directamente víctima de un accidente o alguien de su entorno familiar.

También en ámbitos no forenses sino clínicos en pacientes que han sufrido algún tipo de descompensación, estrés, bournout, brote psicótico, poder considerar el estado psicológico actual luego de estos episodios es de fundamental importancia para la dirección de la cura, tratamiento, ajuste de la medicación.

El estado de equilibrio guarda relación en parte con el nivel de bienestar psicológico y somático que la persona siente respecto a su vida actual, por supuesto en estructuras de personalidad o situación psicopatológica con criterio de realidad mantenido pese a la sintomatología que pueda presentar.

Todo factor estresor cuando es de índole traumático obliga al sujeto a reorganizarse en sus mecanismos de defensa y modalidades usuales de afrontamiento, que no siempre le son efectivas en esta nueva situación vital acaecida.  A veces determinados accidentes dejan secuelas en lo físico que pese a la rehabilitación perdurarán en el tiempo con lo cual la persona deberá readaptarse desde esa nueva condición resignando por ejemplo una actividad que antes realizaba por ejemplo deportiva. Sobre esto pueden establecerse aspectos psicoemocionales sintomáticos que antes no estaban presentes en la vida del mismo.

La salud mental actual y potencial de una persona incluye como mencionamos el sentimiento de bienestar sentido y fantaseado que es por supuesto subjetivo, el nivel de autonomía, recursos emocionales potenciales,  la capacidad para tolerar la frustración, funcionamientos cognitivos eficaces, la plasticidad para ir generando una consolidada readaptación entre la vida anterior al hecho traumático y la posterior al mismo.

Al evaluar el estado psicológico de una persona debemos considerar la presencia o ausencia de sufrimiento psíquico y emocional significativo  aun luego de pasado un tiempo del evento traumático. Consideremos que en general el dictamen que da lugar a la solicitud de una Pericia Psicológica se produce pasado 2 o 3 años del mismo, con los cuales las condiciones psicológicas, físicas, etc. pudieron o no haber cambiado en pro de un mejoramiento y alivio sintomático, no evolucionar favorablemente, o empeorar.

Todo esto depende en gran medida de la estructura de personalidad previa del actor, la presencia de hechos concausales significativos o bien preexistentes o posteriores al mismo o por consecuencia del mismo  sumándose  al hecho traumático vivido.

Hay una condición psíquica que se refiere al nivel de vulnerabilidad que un  sujeto puede tener potencialmente en razón del tipo de estructura psicopatológica y estructura yoíca con mayor o menor integración y fortaleza. Por ejemplo en estructuras de personalidad de base de tipo narcisista, Borderline o fronterizas, psicóticas, ese nivel de vulnerabilidad es destacado.

Sumamos a estos elementos la Evaluación de los siguientes aspectos significativos de la personalidad que son influyentes en la posibilidad de mantener un adecuado equilibrio en el estado psicológico o restablecerlo cuando transitoriamente puede verse afectado.

·       Nivel de autoestima y autoconcepto (narcisismo, apreciación de sí mismo)

·       Capacidad para manejar en forma efectiva la propia vida y su relación con el entorno (afrontamientos, capacidad decisoria, nivel de actividad)

·       Calidad de vínculos interpersonales tanto familiares, íntimos como sociales, laborales, es decir poder sostener vínculos saludables.

·       Presencia de un proyecto de vida, metas, fantasía prospectiva.

·       Actividad laboral con algún grado de realización.

·       Sentimientos de que se avanza, evoluciona y crece positivamente en la vida aun pese a experiencias negativas sufridas.

·       Capacidad de autodeterminación, decisión, autonomía.

·       Permitirse solicitar ayuda,  aceptarla cuando no puede recurrir a sus propios recursos o estos son insuficientes.

·       Contar con redes de apoyo en situaciones críticas.

·       Aceptación y resignación ante limitaciones personales que no pueden modificarse actualmente ni a futuro.

·       Humor positivo.

·       Recursos cognitivos adecuados (reflexión, claridad mental, capacidad de análisis, abstracción, atención, memoria, inteligencia )

Tomemos en cuenta que a la par de la Información que vamos obteniendo en lo evaluado a lo largo de la Batería de Test administrada al evaluado, sumamos la entrevista focalizada y biográfica para integrar aspectos de la historia personal que nos permiten un nivel de comprensión y singularización de los indicadores relevados. Es decir esos indicadores que representan, que peso tienen en la situación psíquica y el estado psicológico actual de esta persona en particular.

Cuando no hay una buena capacidad de recuperación del sujeto luego del evento traumático, es decir mas allá de la sintomatología que se presenta como esperable luego de acontecimientos traumáticos (presencia de indicadores de TEPT activos) se observaran aun pasado el lapso de 3 a 6 meses de malestar agudo que un evento traumático puede ocasionar en quien lo padece presencia aun luego de unos años de síntomas tales como: re experimentación vía pesadillas, imágenes (flash back) del suceso vivido, evitación conductual o del lugar donde se produjo el suceso traumático, evitación de utilizar ese medio de transporte (auto, tren, colectivo, moto) si fue ese el medio involucrado en el accidente, hiperactividad (dificultad para concentrarse, insomnio) estado de susceptibilidad y irritabilidad acentuado; alteraciones cognitivas, como distracción, o dificultad para mantener la concentración, estado de ánimo variable o humor pesimista.

 Todo por supuesto repercute en su vida cotidiana y en su vida de relación y laboral si es que ha podido reincorporarse a su trabajo. Los trastornos más frecuentes asociados a un estrés postraumático son TAG (trastornos de ansiedad generalizada), TOC (trastorno obsesivo compulsivo), Depresión, aislamiento social, Fobias, posibilidad (según la estructura de personalidad previa) de conductas adictivas (psicofármacos, drogas, alcoholismo)…

Para finalizar este trabajo, sería importante administrar una batería de base conformada principalmente por: HTP (Test del Árbol, Test de la Casa y Test De la Persona), PBLL, (Test de la Persona bajo la lluvia), Test de Bender, Test de la Familia, Cuestionario Desiderativo y TRO (test de las relaciones objetales de Phillipson) a esta se podrá sumar como técnicas complementarias o de ampliación diagnostica: Test de depresión (Beck , Hamilton por ejemplo o similar), Test de ansiedad (STAI) SCL 90 o algún inventario de síntomas similar, algún test de atención (Toulouse-Pieron, D2, Stroop), Rorschach, MMPI 2 según criterio y necesidades de profundización en el diagnostico y determinación de la estructura psicológica y psicopatológica del actor.