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TÉCNICAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA®

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INDICADORES EMOCIONALES EN EL DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA INFANTIL.

Lic. Eduardo Maggio

Lic.  Marcela Alvarez

Cuando evaluamos la figura humana en niños, al igual que en el test de Bender, se realizan 3 líneas o ejes de valoración.

1-       La adecuación de detalles de contenido presentes respecto a lo esperable para la edad cronológica del niño.

2-       La presencia de indicadores emocionales, es decir núcleos sintomáticos actuales relacionados con preocupaciones, miedos, ansiedades estados de tensión….

3-       Presencia de ítems ligados a organicidad.

En este material nos abocaremos a explorar en particular la presencia de indicadores emocionales que puedan estar presentes en el niño. Se trata de un niño de 10 años que presentaba importantes dificultades interpersonales y de rendimiento escolar.

Como sabemos el DFH –dibujo de la figura humana- permite evaluar y considerar el estado psicosocial del niño. Su adaptabilidad, la conformidad consigo mismo, la percepción de su entorno y el cómo se posiciona en el. Si existen temores, ansiedades, preocupaciones el DFH será un buen interlocutor de estos estados psicológicos.

Al igual que en adultos el DFH vehiculiza primariamente aspectos más ligados a la realidad actual o más reciente, por ende es un test sensible a la hora de captar la situación vital actual del niño antes que aspectos más estables o estructurables de su personalidad.

Todo dibujo de figura infantil está atravesado por el nivel de desarrollo evolutivo, se considera DFH infantil a los dibujos realizados por niños pequeños hasta los 12 años, a partir de allí se evaluara con otros criterios de análisis que serán los mismos parámetros que se consideran n un DFH de adolescentes y adultos.

De los 30 indicadores emocionales que componen la tabla propuesta por K. Koppitz, encontramos en el dibujo  realizado por el  niño  10 ítems asociados a perturbaciones emocionales.

Sabemos que a partir de la presencia de 3 IE comienzan a ser significativos de conflictivas psico-emocionales subyacentes, por lo cual en este material podemos decir que el niño presenta una perturbación psico-afectiva significativa.

Vemos un tamaño desproporcionado de la cabeza en donde se ha hecho mucho énfasis en cada rasgo facial incluso el bigote y la barba que no son usuales en niños. La nariz esta acentuada y ennegrecida en las fosas nasales.

Presenta sombrero.

El cuerpo es significativamente micrográfico y está totalmente ennegrecido.

Como detalles accesorios suma un piso largo de calibre ancho de trazo y descendente. Presencia de un árbol grande y que desborda a izquierda y en la parte superior de su follaje. La presencia de un sol grande pero de tensión floja y desvitalizada en su coloración y en sus rayos. Hay un ave en vuelo que se tacha.

Como indicadores emocionales encontramos los siguientes:

Cuerpo desproporcionado y asimétrico: esto denota estados de Inestabilidad, impulsividad, inadecuado nivel de madurez dada la edad del niño, lo cual indica la presencia de estados de regresión y  fuertes perturbaciones emocionales.

Sombreado del cuerpo  completo por lo cual involucra extremidades y brazos, cuello… (Todos ellos independientemente son indicadores emocionales) Esto aunado al tamaño micrográfico suele asociarse a presencia de sentimientos de culpa.

Hay en la dinámica e estos indicadores  una lucha interna entre la impulsividad y el hipercontrol, entre la conducta hostil y los sentimientos de culpa a posteriori.

El tamaño pequeño de la figura nos da cuenta de sentimientos de inseguridad retraimiento, depresión, respecto a esto el piso largo y descendente puede interpretarse en esta misma dirección, la presencia de un  sol desvitalizado puede indicar una imago paterna no valorada o con poca inferencia en la vida del niño. Se trata de un vínculo carente.

Finalmente el estilo de dibujo se ve como grotesco, esto se relaciona con una autoimagen desvalorizada, con sentimientos de inadecuación.  Los ojos bizcos  y los dientes, junto con la figura inclinada dan cuenta de la incomodidad que experimenta el niño en relación con su realidad actual. De ello se defiende agrediendo o con conductas de ira y rebeldía. En cierta forma estos ojos bizcos dan cuenta de que el niño no quiere o no puede ajustarse a los modos de conducta esperables, su rebeldía su hostilidad es su defensa y su supervivencia.

Este material es una primera aproximación al tema, el material

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