CENTRO DE FORMACIÓN EN
TÉCNICAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA®
CENTRO DE FORMACIÓN EN
TÉCNICAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA®
Material exclusivo de nuestro Centro de Formación®.
Resiliencia Infantojuvenil.
Lic Eduardo Maggio.
Lic Marcela Alvarez.
El video sobre este material lo podrás encontrar en:
http://www.youtube.com/watch?v=J_4dAKA-OmM
En este material nos gustaría reflexionar acerca del diagnóstico de Resiliencia en la clínica con niños y adolescentes.
La Resiliencia en su concepto esencial se refiere a la capacidad que tiene el ser humano para enfrentar y posicionarse activa y positivamente ante situaciones de adversidad tales como enfermedades, pérdidas significativas, disfunciones familiares graves (entornos donde hay violencia, situaciones de abuso, alcoholismo o algún tipo de adicción en alguno de los padres…) y aún habiéndolas atravesado sin embargo salir fortalecido de ellas y haber podido de adulto forjar una vida saludable en un sentido integral y amplio de vida.
La Resiliencia se comienza a construir ya en la temprana infancia. Primero el eje generador de resiliencia tiene su mayor peso en el entorno que rodea al niño su gran proveedor y garante para su supervivencia y como sabemos a través del vínculo materno y luego paterno en primera instancia comienza a perfilarse la percepción del mundo como facilitador, continente o como un lugar inseguro y temible. Paralelamente el eje de resiliencia comienza a evolucionar como recurso dentro del propio niño al articular lo bien recibido de su entorno familiar con los rudimentarios propios recursos que en principio se sostienen en los de su familia.
Así los investigadores del tema han llegado a un punto de inflexión respecto a que es lo que hace que un niño, luego adolescente y más tarde adulto haya logrado consolidar un nivel considerable de resiliencia para sortear situaciones que le son hostiles y difíciles. El acento no está como en los inicios de este concepto entre hacer recaer el peso en condiciones preexistentes en el niño (temperamento, inteligencia) como algo innato, tampoco lo está en pensar que todo recae en un entorno cuasi perfecto o al menos con pocos factores de riesgo, antes bien hoy las investigaciones nos demuestran lo importante de la interacción entre ambos es decir la persona y su entorno, particularmente el tipo de comunicación y apertura entre los mismos.
La Resiliencia es uno de los temas más estudiados en el campo de salud en las últimas décadas (aproximadamente la década del 80) desde ángulos diferentes, desde la prevención, desde las distintas políticas de salud para generar particularmente en la población infantojuvenil distintas estrategias para promover contextos educacionales, sociales, familiares generadores de resiliencia, desde la investigación científica (médica, psicológica, psiquiátrica, pedagógica…) considerando tanto los factores de riesgos como los protectores en el desarrollo de la resiliencia como parte de la personalidad humana.
Es importante siempre ver como un concepto y un enfoque relacionado con la Salud como es la Resiliencia surge como objeto de conocimiento para la comunidad científica.
Aquí les comentaremos una muy pequeña síntesis de los principales antecedentes de esta.
Desde los años ochenta fue in crecendum el interés por tener información acerca de aquellas personas que desarrollan competencias resilientes a pesar de haber sido criados en condiciones adversas, o en circunstancias que aumentan las posibilidades de presentar patologías mentales o sociales.
La investigación más concreta y objetiva parte de los trabajos realizados por una investigadora llamada Werner en la década del 90 quien realizó un trabajo de campo haciendo el seguimiento de un grupo de personas desde su nacimiento hasta los 40 años. Allí como resumen a sus observaciones advirtió que algunos niños que procedían de estratos socioeconómicos muy carenciados, madres solteras que los tuvieron de adolescentes, grupos étnicos con cierta exclusión social, algunas condiciones de desnutrición, vivir en contextos de grandes carencias o de peligrosidad… no obstante todos estos factores de riesgo lograban en el futuro convertirse en adultos capaces de formar una familia estable, gozar de salud mental y haber logrado un importante y creativo desarrollo personal y en algunos casos profesional. A estos niños los llamo “niños invulnerables”.
Se entendió el término “invulnerabilidad” como el desarrollo de personas sanas en circunstancias ambientales insanas. Como hemos reflexionado antes estas primeras investigaciones se centraban en investigar casi exclusivamente los factores de riesgo.
El término de invulnerabilidad para muchos indirectamente aludía a condiciones genético-biológicas y a categorías por ende más absolutistas por lo cual progresivamente comienza a surgir el término que finalmente quedó formalizado de Resiliencia. Se concluyó que el adjetivo resiliente, tomado del inglés resilient, expresaba las características mencionadas anteriormente y que el sustantivo "resiliencia" expresaba esa condición. En español y en francés (résilience) se emplea en metalurgia e ingeniería civil para describir la capacidad de algunos materiales de recobrar su forma original después de ser sometidos a una presión deformadora, en otras acepciones es un rebotar.
De este modo el término Resiliencia fue adoptado por las ciencias sociales para caracterizar a aquellos sujetos que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y socialmente exitosos.
En consecuencia luego siguió un próximo término y a la vez objetivo de investigación que es el de personalidad resiliente. Así se considerará resiliente a aquella persona que mas allá de su edad evidencie potencialidades y recursos personales que le permiten afrontar situaciones adversas y salir fortalecido, a pesar de haber estado o estar expuesto un entramado de factores de riesgo. Así son capaces de utilizar distintos factores protectores para sobreponerse a la adversidad, crecer y desarrollarse adecuadamente, llegando a madurar como seres adultos competentes, pese a los pronósticos desfavorables.
Es importante destacar que aunque presente y desarrollada en un sujeto la resiliencia como recurso nunca al igual que el sentimiento autoestimativo es absoluta y estable para siempre, antes bien es un proceso dinámico que se activara en esas situaciones vitales difíciles a lo largo del ciclo de la vida. Particularmente en niños y adolescentes que aun están en etapas de construcción de su identidad y consolidación del desarrollo puede tener flaqueo y altibajos. Por ejemplo un niño que se siente muy exigido puede atravesar estados depresivos.
Entonces en el abordaje científico de la Resiliencia será importante evaluar como constituyentes de la misma cuales son los factores de riesgo, cuales son los factores de protección y cuales las características de personalidad que nos permitan concluir en que tal niño, adolescente o adulto tiene un nivel de capacidad resiliente en su personalidad.
Recordemos que se considera factor de riesgo a cualquier característica o cualidad de una persona o comunidad que conlleve una elevada probabilidad de dañar la salud. Por lo contrario un factor protector está conformado por las condiciones o los entornos capaces de favorecer el desarrollo de individuos o grupos y, en muchos casos, de reducir los efectos de circunstancias negativas. Estos pueden ser externos e internos. Los primeros se refieren a condiciones del medio que actúan reduciendo la probabilidad de daños: familia extensa (abuelos, tíos, primos), apoyos de un adulto significativo (ej. Un maestro), o integración social (escuela) y laboral (empresa en el caso de adultos). Los segundos se relacionan con atributos de la propia persona: autoestima, seguridad y confianza de sí mismo, facilidad para comunicarse (habilidades sociales ej. empatía), autonomía.
Entonces el resultado de un equilibrio saludable y dinámico entre factores de riesgo, factores protectores y la personalidad del ser humano es igual a lo que hemos denominado Resiliencia Activa (RA).
Integrando ahora con nuestro campo de trabajo el quehacer psicodiagnóstico en el campo de la evaluación psicológica será importante explorar paralelamente a la evaluación que realizamos a través de los test y demás instrumentos evaluativos el nivel potencial y actual de resiliencia que posee el niño y su familia en primer lugar. Luego en función del motivo de consulta por ejemplo cuando gira en torno a dificultades en el aprendizaje y la vida escolar podemos seguir ampliando al entorno educativo en el que el niño participa.
Es decir lo que queremos significar es que a la anamnesis tradicional que conforma la primera etapa de recolección de información en la clínica infantil podríamos pensarlo también junto con el concepto de series complementarias de Freud la evaluación del nivel y presencia de resiliencia en el niño y sus entornos. El fin será de proseguir luego de la indicación de un tratamiento psicológico un aporte más a la “dirección de la cura” y para lograr comprender en qué condiciones vitales y contextos ha emergido esta “sintomatología inicial” del niño sobre la cual se consulta.
Si como resultado de esta anamnesis hemos identificado la presencia de uno o varios hechos potencialmente traumáticos que por supuesto también se verán reflejados en la producción grafica y verbal del niño en el proceso Psicodiagnóstico, será importante valorar si han existido lo que Boris Cyrulnik - que ha hecho grandes aportes al tema que nos ocupa- denomina “Tutores de desarrollo” sino en la figura de los padres, de algún adulto significativo y positivo en la vida del niño, ejemplo un abuelo, un hermano…
Sabemos que hace falta aunque sea una mínima base de estabilidad interna y ambiental para que el niño pueda desarrollar factores de resiliencia en su personalidad.
Transcribimos un párrafo de este”La Resiliencia del niño se construye en la relación con el otro, mediante una “labor de punto” (el utilizaba como metáfora del vinculo de niño con su entorno considerarlo con las características de un tejido) que teje el vinculo. La comunicación intrauterina (fantasmáticas y expectativas maternas de cómo será el niño por supuesto miedos y ansiedades están incluidos), la seguridad afectiva (estilo y nivel de vínculos de apego parental) desde los primeros meses de vida y más tarde la interpretación que da el niño a los acontecimientos son otros tantos elementos que favorecen la resiliencia”.
Se trata de una dialéctica podríamos decir entre el discurso social (que rodea al niño) y el discurso intimo, el que el niño ha construido en su interior, el concepto que ha edificado de quien es, quienes son, como son y qué es lo que piensan de él quienes le rodean.
En relación a la historia de la pareja parental que antecede al nacimiento del niño dice que esta organiza lo que él denomina “burbuja sensorial”
Todo niño necesita una atmosfera sensorial estable, organizada (por ejemplo a través de los distintos rituales de cuidado, alimentación...) pautada para poder lograr consolidar un mundo interior estable. Melanie Klein podría decirnos con suficientes objetos buenos (protectores, gratificadores) capaces de ayudar a regular los primitivos y ansiogenos impulsos del niño en sus primeros años de vida.
Así las representaciones y fantasmáticas de los padres así como sus conductas concretas van dan sentido al nuevo mundo que rodea al niño.
De esta manera esta “burbuja sensorial” en principio tiene un componente más biológico y sensorial ya que son los sentidos los primeros nexos comunicantes del niño con su entorno, ejemplo al ser tocado y tocar, ser acariciado, los olores, los alimentos, Freud diría la erogenizacion positiva del cuerpo del niño y más tarde la comunicación y el dialogo con el desarrollo del lenguaje. Es entonces un medio ambiente seguro y bien organizado por los papas el que activa ese núcleo o germen de la estabilidad interior que forma parte al hacerlo menos vulnerable a la posibilidad de construir una personalidad resiliente.
Para finalizar este trabajo describiremos el relato textual que un niño de 12 años hace de la lamina 1 del TAT (Test de apercepción Temática) llamada el niño y el violín.
“Pablo era un niño el cual tenía mucho interés por el violín de su padre pasaba horas y horas mirando sus notas musicales junto con su violín es lo primero que hacia al llegar del colegio no se sacaba ni siquiera el delantal que ya estaban sus ojos posados allí en ese violín pero no se animaba ni a apoyar su dedo en el ya que no sabía cómo usarlo. Un día su padre le ofreció enseñarle como usar el violín para sacarle la curiosidad el niño muy feliz respondió que si comenzó a tocar el violín y al cabo de poco tiempo ya tocaba con su padre, entonces el padre le dijo que componga algo solo para que el niño abra su mente y es así como Pablo se dedicaba a componer su canción y a practicar con el violín de su padre”.
Al leer fragmentos de este relato ¿podríamos pensar que hay elementos que nos haga pensar que el niño está construyendo y posee actualmente una personalidad con componentes potenciales de resiliencia?
Transcribimos nuevamente el texto y ahora ponemos con negrita algunas palabras que nos resultan importantes para plantar una respuesta en principio hipotética.
Cabe comentarles que los papas de este niño habían estado separados 3 años y luego cuando el niño tenía 10 años se habían vuelto a juntar y actualmente la relación era buena. El niño tuvo al inicio cierta actitud de distancia respecto al padre pero en la actualidad era mejor y había mayor comunicación en el vínculo. Este había sido el principal motivo de consulta ya que al principio cuando el padre se mudo a la casa había mucha tensión. El niño era hijo único y ninguno de los padres había tenido otra pareja ni hijos durante la separación.
La situación vivida seguramente ha sido difícil para el niño y probablemente ahora que los padres estaban juntos quedaban emociones reprimidas y contenidas de lo que la misma le significo. Pensemos que tendría 7 años en ese momento.
“Pablo era un niño el cual tenía mucho interés por el violín de su padre pasaba horas y horas mirando sus notas musicales junto con su violín es lo primero que hacia al llegar del colegio no se sacaba ni siquiera el delantal que ya estaban sus ojos posados allí en ese violín pero no se animaba ni a apoyar su dedo en el ya que no sabía cómo usarlo. Un día su padre le ofreció enseñarle como usar el violín para sacarle la curiosidad el niño muy feliz respondió que si comenzó a tocar el violín y al cabo de poco tiempo ya tocaba con su padre, entonces el padre le dijo que componga algo solo para que el niño abra su mente y es así como Pablo se dedicaba a componer su canción y a practicar con el violín de su padre”.
La lamina 1 del TAT que nosotros muchas veces incluimos en la batería como un test de redacción, exponiéndosela al niño y diciéndole que nos escriba una historia de lo que se le ocurre con lo que él ve en esta lamina. Que nos cuente que está pasando, que paso antes y como se imagina que termina esta historia.
Como inferencias asociadas desde el relato del niño nos aporta la iniciativa, capacidad de acción del personaje (un niño) ante una situación dilemática que puede leerse como que hacer con este violín, tocarlo o no.
Al leer el relato del niño vemos que positivamente puede armar un discurso con buena distancia proyectiva (capacidad de discriminación), lo que hemos contado de la historia del niño nos permite entender que la necesidad de acercamiento al papa está presente, simbólicamente valora y admira algo que su padre tiene y hace (tocar el violín) importante en esta edad del niño en donde se reedita las viejas conflictivas edípicas y comienzan nuevos hitos en el desarrollo y maduración psicosexual así como todos los trabajos psíquicos que la adolescencia genera al niño.
Aparece el deseo activo y constructivo desea tocarlo, acepta limites no toca el violín porque no se siente preparado pero cuando recibe soporte del medio (presencia de un padre como intermediario entre ese objeto y el mismo) disfruta e incorpora la habilidad de tocar el violín (recursos potenciales se vuelven actuales) y así se supera la dificultad entre lo interno y lo externo. Hay desde estas consideraciones actitudes y una personalidad con elementos de resiliencia hay una dificultad y la resuelve positivamente y con seguridad. Nos resulto significativa la frase final del relato “padre le dijo que componga algo solo para que el niño abra su mente” uno de los pilares de la Resiliencia junto con la autoestima, la autoconfianza, la capacidad de introspección, la independencia es la creatividad que es lo que permite abrir la mente a nuevas posibilidades pero desde la propia iniciativa y visión, desde los propios recursos que se transforman y crecen para dar lugar a nuevas posibilidades de acción
Este material es una primera aproximación al tema, el material
completo lo podrás encontrar en nuestros Curso de Formación.
Por favor especifica tu país de residencia.
Cursos de Formación Disponibles
Cursos Breves Disponibles
Test de Bender
Test de Phillipson
2 meses
2 meses
psicopatológica neurología aspectos profundos. Bender Laboral
Relaciones objetales tempranas
grafología Psicodiagnóstico grafología infantil Psicodiagnóstico infantil grafología laboral Psicodiagnóstico laboral Orientación Vocacional Persona bajo la lluvia palográfico Test de los colores wartegg test del árbol test de la casa test de la familiacuestionario desiderativo dfh cat bender palográfico g grafología psicodiagnóstico grafología infantil psicodiagnóstico infantil grafología laboral psicodiagnóstico laboral orientación vocacional lluvia palográfico colores wartegg árbol test de la casa test de la familia cuestionario desiderativo dfh cat bender phillipson g grafología psicodiagnóstico grafología infantil psicodiagnóstico infantil grafología laboral psicodiagnóstico laboral orientación vocacional lluvia palográfico test de los colores warteggárbol