CENTRO DE FORMACIÓN EN
TÉCNICAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA®
Material exclusivo de nuestro Centro de Formación®.
ESTADOS DE ANSIEDAD Y ANGUSTIA EN LOS NIÑOS.
Lic. Eduardo Maggio.
Lic. Marcela Alvarez.
En términos esenciales podemos conceptualizar la angustia como una de las respuestas emocionales posibles del niño ante situaciones que no puede comprender, conflictos o situaciones ambientales que lo desbordan o apremian.
Por otro lado estos estados emocionales son una expresión de que el niño va adquiriendo conciencia cada vez mayor acerca de si mismo, sus recursos y sus límites más los que el medio le imponga a sus necesidades y deseos.
Los estados de angustia pueden ser transitorios o bien constituirse como un síntoma dentro de algunos cuadros sintomáticos (por ejemplo los Trastornos de Ansiedad) cuando se prolongan en el tiempo sin poder ser elaborados o tramitados por el niño.
La angustia es una forma de reacción primaria ante situaciones de amenaza que se caracterizan por ser vivencias displacenteras con formas de expresión variadas, a veces con más hincapié en lo psicológico (sueños, pesadillas, inhibiciones comportamentales, bloqueos) otras a través de signos y síntomas somáticos (dolores de cabeza, pérdida de apetito, de panza como dicen los niños…)
En mayor o menor medida es un recurso de valor defensivo del Yo por ello es también una señal de alarma, señal que se expresa muy bien en los Test Proyectivos Gráficos.
Ahora bien hay una diferencia entre estados de ansiedad y estados o vivencias de angustia. Principalmente una diferencia es el nivel de conocimiento que se tiene sobre la fuente generadora de ansiedad. La ansiedad sobre todo la de estado (más ligada a circunstancias vitales actuales) responde más a situaciones personales o de vida que pueden generar algún estrés o preocupación, pero que pueden comprenderse a nivel consciente, es decir si un niño así como un adulto está nervioso, puede darse cuenta de ello y hasta decir que es lo que le molesta o le preocupa o a lo que le teme. En los estados de angustia hay un malestar pero no puede atribuirse a nada en particular, la persona mas allá de su edad se siente mal, tiene ganas de llorar pero no sabe porque, cual es la causa.
Otra diferencia es la forma en que se exterioriza conductualmente, en los estados de ansiedad los niños pueden estar muy propensos a berrinches continuos, mal humor, así como también mostrarse temerosos, negarse a realizar alguna actividad, estar más distraídos, en los estados de angustia hay en general además de su malestar psicológico, algún grado de somatizacion, negativa a hablar, llorar sin causa clara, mostrar miedos irracionales, sentimientos negativos, auto descalificaciones, autocrítica.
En otro orden de diferencias, en la ansiedad hay en alguna medida una expresión o descarga motriz, en cambio esto no sucede en los cuadros de angustia.
Cuando el nivel de angustia supera determinados límites es probable que termine afectando la capacidad de aprendizaje al obturar la inteligencia, la capacidad atencional y con ello la memoria.
Como sintomatología psíquica presente usualmente en los cuadros de angustia pueden destacarse:
· Sentimiento de culpa.
· Ideas obsesivas.
· sentimiento de vergüenza.
· Sentimiento de soledad.
· quejas hipocondriacas
· Lenguaje: tartamudez, mutismo, o locuacidad excesiva.
· Inseguridad.
· Sentimiento de Inferioridad.
· Hipersensibilidad - Inquietud (fobias).
· Agresividad Hiperactividad.
· Presencia de Rituales (trastorno obsesivo compulsivo).
Para finalizar este trabajo la presencia en test proyectivos gráficos de sombreados excesivos sobre todo cuando predominan en más de un test de la batería de gráficos, dan cuenta de estados de ansiedad y angustia según el nivel de intensidad y estilo del sombreado.
En el dibujo que acompañamos que corresponde al protocolo sobre el test de la persona bajo la lluvia realizado por un niño de 9 años y medio se observa un nivel elevado de sombreado como indicadores gráficos formales y de contenido significativos y vinculantes a estados emocionales displacenteras al dar cuenta de tensión, preocupación y angustia podemos mencionar:
1. Emplazamiento inferior izquierdo.
2. Cuerpo sombreado (tronco, parte del cuello) pero con estilo de sombreado con ennegrecimiento en las piernas.
3. Ojos sin pupilas pero con detalles llamativos de pestañas.
4. Manos muy grandes.
5. Los pies son redondeados pero poco estables con respecto al suelo.
6. Brazos desiguales y largos más ancho el de la derecha.
7. El paraguas es pequeño y no lo cubre adecuadamente, quedando la persona expuesta y vulnerable a la lluvia, hay transparencia con la lluvia y mango del paraguas.
8. La lluvia es intensa, las gotas largas, rectas aceradas y de dirección izquierda, derecha.
9. Significativo es la nube grande de trazos flojos.
10. El dibujo deja un vacío en la zona superior de la hoja.
Estos indicadores nos dan cuenta de presencia de un estado de angustia significativa, experimentando el niño una gran tensión emocional, sentimientos de culpa y ansiedad, así como una percepción de gran presión ambiental proveniente de su esfera familiar. El motivo de consulta era dificultades de aprendizaje y problemas de vinculación interpersonal. El estilo de dibujo da cuenta de un nivel de desarrollo por debajo de lo esperable para un niño de su edad.
Este material es una primera aproximación al tema, el material
completo lo podrás encontrar en nuestros Curso de Formación.
psicodiagnostico@fibertel.com.ar
Por favor especifica tu país de residencia.