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TÉCNICAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA®

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“ENCOPRESIS INFANTIL Y TEST DEL GARABATO, VIÑETA CLINICA”

Lic Eduardo Maggio.

Lic. Marcela Alvarez.

Video; http://www.youtube.com/watch?v=JhPR2rlKTxY

En la práctica clínica la encopresis constituye un motivo de consulta no tan frecuente como por ejemplo la enuresis, u otras sintomatologías, pero que sin embargo no deja de formar parte  usual de las consultas.

Se entiende por encopresis a la emisión o ensuciamiento de materia fecal -involuntaria en general- de un niño en etapas evolutivas posteriores a los 4 años.

El término encopresis fue acuñado por E. Weissenberg allá por el año 1926 con la intención de diferenciar a esta incontinencia de origen psicoemocional de la relacionada a trastornos muchas veces de base orgánica o neurológica a la que se refería como “incontinencia fecal”.

Con el tiempo no permaneció esta diferenciación terminológica sino que la sintomatología falta de control del esfínter anal -más allá de las causas subyacentes-  se denomina directamente encopresis y al niño que la padece “encoprético”.

Cuando se realiza el diagnostico de encopresis se debe diferenciar si se trata de una encopresis primaria o secundaria. Se considera primaria cuando el niño nunca ha logrado controlar adecuadamente el esfínter anal. Es decir pasado el periodo evolutivo esperable (entre los 2 y los 4 años), el niño siguió sin lograr el mismo. La encopresis secundaria a diferencia de la primaria implica un logro del control de esfínter en la época esperable y una recaída o pérdida e ese logro en edades posteriores a los 4 años. En este último caso puede encuadrarse como un síntoma regresivo.

Por supuesto siempre es importante contar con la consulta pediátrica previa que descarte una base funcional o de tipo orgánico que pueda estar presente.

En este trabajo nuestro objetivo es compartir una viñeta respecto a un caso clínico, que corresponde a un niño de 7 años. Lo haremos realizando un comentario de aspectos esenciales de la consulta y articulando una lectura con el protocolo del Test del Garabato realizado por el mismo niño.

Seleccionamos de la batería el protocolo de este test ya que es un importante elemento diagnostico para explorar el estado pulsional del Ello, como hemos visto en las clases, simbólicamente podríamos decir que es como un foto instantánea del este. Justamente el mismo síntoma de encopresis en mayor a menor medida se asocia  a impulsos no bien regulados por el Yo.

Respecto al caso. El niño es traído a la consulta por los padres, quienes manifiestan que el niño había controlado normalmente sin inconvenientes los esfínteres en la edad esperable para ello y que a partir de los 6 años comenzó con este síntoma sin mejoramiento hasta el momento actual. La intensidad es severa ya que la encopresis era un tema diario. Previa a esta consulta había iniciado tratamiento sin mejoría y se negaba a seguir asistiendo. El niño tenía una familia bien constituida con buena relación entre los padres y de estos con sus hijos en términos generales. De esta constitución familiar se destaca que el paciente era el menor de los hermanos siendo sus hermanos mucho más grandes. Había una diferencia de 10 años con uno de ellos y el otro aún mayor.

El tratamiento duró casi 5 años entre los 7 y los 12 años. A esa edad el síntoma remitió. Se realizo un seguimiento posterior que arrojo una remisión completa del síntoma de encopresis.

Haciendo una retrospectiva se pudo fechar un acontecimiento significativo justo antes de que comience el síntoma la muerte del abuelo materno que era muy querido y una figura de mucho apego para el niño.

Podemos entender la encopresis como un síntoma o mecanismo de defensa regresivo. Muchas veces este síntoma aparece ante cambios significativos en la vida del niño, y también como respuesta a un estado depresivo que el niño no ha podido exteriorizar.

En todo niño encopréticos podemos observar como nota destacada  la lucha entre impulsos y emociones, por un lado descargas agresivas, estados de fuerte oposicionismo junto con otros comportamientos  mas coartados e inhibidos. Esto se evidencia en la batería psicodiagnóstica en protocolos como en el que compartimos en donde prevalece el mal control y canalización de impulsos junto con otros en donde hay signos de mayor inhibición como en el protocolo del test de Wartegg que solo acompañamos para mostrar estos extremos conductuales.

Pasamos ahora a comentar los signos gráficos mas salientes del dibujo que corresponde al la consigna del Garabato acromático (una de las formas de administración del test del Garabato): “Te pido que garabatees”

Tomando en cuenta las características que presenta el protocolo podemos realizar las siguientes observaciones:

·       Se trata de un garabato de expansión ya que cubre casi todos los cuadrantes. Están mas cubiertos los cuadrantes I y II  en donde además la coloración es más intensa.

·       El dinamismo está presente porque hay un garabateo continuo que se expresa como descargas.

·       El estilo de garabato es sádico-anal y de borroneo. Podemos ver movimientos tensos, angulosos, entrecruzados. Es de borroneo porque el trazado no se ve neto (claro) sino pastoso.

·       Predomina el componente masculino.

Realizando una síntesis de inferencias. A partir de estos observables podemos pensar en un estado de tensión, frustración y ansiedad, hay alternancias entre comportamientos hostiles, a veces más desde el oposicionismo, y otras de aplacamiento. Es un niño con  fuertes necesidades de expansión personal, pero le cuesta exteriorizar sus emociones. El Garabato de borroneo (movimientos entrecruzados pero de baja coloración) da cuenta de sentimientos depresivos y de culpa. 

Este material es una primera aproximación al tema, el material

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