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Material exclusivo de nuestro Centro de Formación®.

EVALUACION PSICOLOGICA Y PSICOTERAPIA.

Lic. Eduardo Maggio.

Lic. Marcela Alvarez.

En este material nuestro objetivo es reflexionar respecto al lugar y aportes que puede brindar a la Psicoterapia o tratamiento psicológico la administración de un Psicodiagnóstico en alguna de las etapas de un proceso terapéutico.

Ahora bien, cuál sería la función específica de su inclusión así como también los momentos más apropiados para implementar este recurso, - que también podemos pensar como terapéutico- son interrogantes  sobre las cuales iremos trabajando en los párrafos que prosiguen.

Veamos entonces estas cuestiones. 

La finalidad principal de una Evaluación Psicológica en el ámbito clínico es por un lado tener un conocimiento de aquellas características principales de la personalidad, tanto en fortalezas y recursos como en áreas sintomáticas o conflictivas que puedan estar presentes. Es decir una imagen integral de como es la persona evaluada.

 Luego dentro de estos rasgos será importante tratar de investigar cómo la persona (evaluado, paciente) se siente actualmente, es decir su realidad psíquica y su estado psico-emocional actual los cuales será importante relacionar con su historia vital y sucesos de vida significativos.

A partir de las inferencias obtenidas nuestro próximo paso sería realizar un Diagnóstico respecto a su situación psicológica, estructura de personalidad, tipo y efectividad o déficit en la capacidad defensiva del sujeto, nivel de fortaleza y operatividad Yoíca, tipo e intensidad de indicadores psicopatológicos de estar presentes y finalmente las conclusiones y Pronóstico presuntivo si se nos requiriera.

Nuestra segunda cuestión es pensar cuales serian los momentos más adecuados para realizar un Psicodiagnóstico, así como también si este debe tercerizarse es decir solicitar que lo realice otro profesional diferente al terapeuta, o puede realizarlo el mismo terapeuta dentro del tratamiento psicológico.

Por supuesto esto está muy relacionado con la situación clínica del paciente o consultante en ese momento y con el diagnostico presuntivo que haya establecido el terapeuta inicialmente.

Podemos establecer como dos momentos importantes:

a) cuando una persona realiza una consulta siendo el motivo de consulta la presencia de focos múltiples de dificultad, preocupación, síntomas (angustia, insomnio, agresividad, temor…etc.) que además pueden manifestarse o ser expresados por el consultante de forma confusa, realizar un Psicodiagnóstico en esta primera etapa de la consulta puede facilitar al terapeuta una idea más clara del estado psicosomático, afectivo-vincular y la estructura psicopatológica-psicológica del mismo.

En esta misma línea en las Obras sociales y Prepagas, la realización de una Evaluación Psicológica previa además de la entrevista de admisión que suele hacerse a los afiliados que solicitan asistencia psicológica, su motivo de consulta y  para realizar una derivación más ajustada que podrá ser una psicoterapia individual, familiar, de pareja, o simplemente una orientación psicológica. En otros casos puede implicar la derivación simultánea a un psiquiatra cuando el paciente pudiera requerir medicación.

Normalmente en las Obras Sociales o prepagas cuentan según el plan de salud del asociado con una cantidad anual de sesiones que las mismas pueden cubrir, y que por supuesto son de tiempo limitado. En esta situación puede ser importante para pode visualizar mejor la situación del paciente cuando desea iniciar un tratamiento psicológico, la realización de un Psicodiagnóstico Preliminar ya que este sistema de asistencia dada la cantidad de sesiones acotadas, conlleva a  una Psicoterapia breve de objetivos limitados en general.

Con el Informe Psicológico que surja entones de la  Evaluación Psicológica realizada previamente el terapeuta contaría con  herramientas más acotadas respecto a la mejor Dirección del tratamiento para ese paciente.

B) El segundo momento que puede requerir la realización de un proceso evaluativo es muchas veces dentro de un proceso terapéutico tanto en instituciones como en el consultorio privado.

Así muchas veces luego de una etapa de trabajo aun de varios meses o más el terapeuta puede:

·       O bien pensar que hay cierta detención o no progreso del paciente en su sintomatología y pese a ver algunos cambios o logros hay aspectos que aun siguen sin esclarecerse o sean pasibles de ser abordados desde otro enfoque.

·       o cuando surjan nuevos síntomas o complicaciones etc., que requieran una mirada o perspectiva más amplia, diferente en el sentido de ampliar aun más hipótesis que el terapeuta pueda estar manejando.

En relación a este último punto valido es tener en cuenta que toda expresión gráfica o verbal que el sujeto pueda manifestar en un proceso evaluativo es también un medio de comunicación válida, es decir el terapeuta puede utilizar ese material como forma de trasmitirle concretamente algo que aparentemente el paciente tenga dificultad de ver o entender. Así también luego de este Psicodiagnóstico el terapeuta puede decidir redireccionar o cambiar lo que podríamos decir la dirección de la cura al surgir nuevos materiales de trabajo.

Un ejemplo de una situación de este tipo puede surgir cuando en un test por ejemplo el Test del Árbol el paciente grafica un indicador de trauma (nudo, rama quebrada, alteración o accidente en el tronco), al aplicar el índice de Wittgenstein obtiene como información  la edad de 7 años. Al preguntar al paciente si algo importante paso en su vida a esa edad, inmediatamente el paciente responde la pérdida de un abuelo, en ese caso esa información no había surgido dentro del tratamiento, y sin embargo era una experiencia traumática para el paciente ya que ese abuelo era un sustituto paterno. Al recordarla el paciente pudo luego integrar y conectarse emocionalmente con este recuerdo y lo que este significo en su vida.