Amadeo Gras
En 1833 viajó a Montevideo donde pintó los retratos del Presidente Fructuoso Rivera, Manuel e Ignacio Oribe, entre otros. En 1834 partió hacia Tucumán donde retrató al Gobernador Alejandro Heredia. En Salta pintó al Gobernador Felipe Heredia. Pasa a San Juan en donde toma varios discípulos, entre ellos, Benjamín Franklin Rawson.
En enero de 1846 estando en Montevideo, instala un gabinete de daguerrotipo. En 1852, luego de la caída de Rosas, se instala en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, donde retrata al daguerrotipo a los Gobernadores participantes del famoso Acuerdo de San Nicolás.
Amadeo Gras Miqueland nació el 6 de mayo de 1805, en Amiens, Somme, Picardie, Francia.
Tuvo por lo menos 4 hijos y 4 hijas con su esposa María del Carmen Baras.
Murió el 12 de septiembre de 1871, en Gualeguaychú, Entre Ríos, Argentina, a la edad de 66 años.
Abuelo del Escritor Mario César Gras.
En Santa Fe, efectuó pinturas en los Salones del Cabildo.
En Paraná retrata al General Justo José de Urquiza, una obra se ubica entre sus más destacadas. Tuvo una destacada actuación en las ciudades entrerrianas de Paraná, Nogoyá, Gualeguay y en la ciudad de Gualeguaychú donde pasó sus últimos años en una finca de su propiedad. Gras fue un notable pintor retratista que realizó realizando alrededor de dos mil obras de valiosísimo aporte a la iconografía histórica americana.
Amadeo Gras, cuyo nombre de nacimiento era **Amédée Gras**, fue un músico y pintor francés que dejó una huella significativa en la pintura rioplatense. A lo largo de su vida, creó centenares de retratos y pinturas de inspiración histórica en Sudamérica, especialmente en Argentina, donde pasó sus últimos años.
Su especialidad y destreza se centraron principalmente en el retrato. Gras era un maestro en capturar la esencia de las personalidades de la época. A diferencia de muchos artistas de su tiempo, evitó la pintura paisajística y costumbrista, enfocándose en la representación de individuos a través de sus ágiles pinceles.
Sus retratos, llenos de belleza y calidad técnica, nos permiten vislumbrar el delicado y pudoroso misterio del ánima rioplatense. A través de su arte refinado, Gras nos transporta a una época pasada y nos permite reconstruir fragmentos de la historia.
Algunas de sus obras destacadas incluyen:
1. **Retrato de Antonio Rodríguez Ro**: Este retrato es una muestra de su habilidad para capturar la esencia de las personalidades de la época.
2. **Retrato del General Justo José de Urquiza**: Pintado en Paraná, esta obra se encuentra entre sus más destacadas. Urquiza fue una figura importante en la historia argentina.
El arte refinado y sensible de Amadeo Gras nos permite vislumbrar el delicado y pudoroso misterio del ánima rioplatense a través de sus pinceles. Sus cuadros históricos, llenos de belleza y calidad técnica, nos transportan a una época pasada y nos permiten reconstruir fragmentos de la historia.
Amadeo Gras, un destacado artista precursor de la pintura rioplatense, merece gratitud y respeto tanto de sus herederos como de quienes continúan en el campo de la plástica vernácula. Su trascendencia no se limita solo a la apreciación artística, sino que abarca toda una época romántica y heroica en la que la conciencia nacional despertaba.
Gras, dotado de sensibilidad y habilidad, capturó el encanto efímero del pasado criollo. Aunque los héroes de la independencia son glorificados por la claridad del sol de mayo, la intimidad de sus vidas cotidianas permanece en penumbra. El hogar patricio de antaño, con su dulce secreto, guarda la confidencia de amores y gestos fugitivos.
Las imágenes del tiempo antiguo, como vaporosas visiones de una tertulia de sombras, son raros y preciosos documentos.
A través de su arte refinado, Amadeo Gras nos revela el misterio del ánima rioplatense, tejido con la discreta armonía de un romance y la fragancia melancólica del pasado.
Su llegada al país en 1832 coincide con el augurio de una nueva era, mientras Echeverría da a luz a "Elvira o la novia del Plata".
Amadeo Gras: Dibujante y pintor de pincelada segura. A través de sus cuadros se revela una vocación que fué temprana y que se mantiene sin desgaste a lo largo de su vida.
Su labor es fecunda; trabajó con asiduidad como lo demuestra el elevado número de obras dejadas.
Especializado en el género retrato, sus telas acusan el espíritu de observación riguroso del pintor que lo lleva a la distribución armónica del colorido y a la meticulosa ordenación de los detalles y su obra está ausente de todo elemento que no pertenezca exclusivamente a la pintura. Este sentido de la realidad no excluye el sentido interpretativo que, sorprendiendo las actitudes o los aspectos fugitivos de las fisonomías, revelan a un pintor que sabía ver a través del aspecto variable del modelo.
Su afición a la música da la delicadeza de su sentimiento artístico; sus obras revelan su alma y la profundidad de su espíritu.
Los nuevos ideales artísticos y estéticos, habrán de recordar a pintores que como Gras legaron a la historia de nuestro desenvolvimiento artístico, lento, penoso, pero progresista, el ejemplo de una vocación unida a los principios de estética artística.
(Manuscritos originales en Museo y Archivo Ernesto Laroche, Gregorio Suárez 2716, Montevideo. )
Amadeo Gras