Juan Martín de Pueyrredón: (1777-1850), prócer de la reconquista de Buenos Aires durante las invasiones inglesas. A pesar de su meritoria actuación muy pronto fue perseguido por orden de la monarquía española. El motivo fue que Pueyrredón había tenido el valor de manifestarle al gobierno metropolitano, en la propia España, que él estaba a favor de que se independizaran los virreinatos americanos. A su regreso a Buenos Aires lo esperaba una orden de prisión. Pudo escapar y se refugió en Río de Janeiro. Sólo pudo regresar al país después de la revolución de Mayo de 1810.

A partir de 1811 desempeñó diversos cargos en los gobiernos patrios, alcanzando a ser Director Supremo de las Provincias Unidas entre 1816 y 1819. En este cargo tuvo aciertos y errores grandes. Entre los primeros está el incondicional respaldo que dio a San Martín, apoyo que posibilitó la campaña libertadora hacia Chile.

Entre los errores debe mencionarse su pasividad frente a la invasión que, desde Brasil, avanzó por las Misiones y la Banda Oriental situándose frente la costa entrerriana. Los gobernadores del Litoral acusaron a Pueyrredón de ser cómplice de los invasores y entonces se produjo una crisis que debilitó al régimen directorial.

Él Renunció en 1819 cuando ya se preveía la disolución del gobierno nacional. Se retiró a la vida privada y viajó repetidas veces fuera del país. Falleció en su quinta de San Isidro en 1850.