En Londres, el 27 de enero de 1926, Juan L. Baird logra lo que se considera el inicio de las transmisiones por televisión, ese aparato que se reproduciría en millones y se convertiría en una de las principales "estrellas" del siglo.
Mundiales de fútbol, la llegada del hombre a la luna, mensajes del Papa, guerras, atentados, casamientos de famosos, preocupantes comunicados militares llegarían en directo, al instante, gracias al genial invento.
En América Latina, se toma el año 1950 como el de la llegada de la televisión. Veintiocho años antes se habían conocido en estas tierras las primeras radios.
En la Argentina, más allá de que se hayan realizado algunos intentos muy aislados, la fecha que indica el inicio de la televisión es una muy ligada a la historia argentina: 17 de octubre de 1951.
Entonces gobernaba Juan Domingo Perón, y tras intensas como tozudas gestiones de don Jaime Yankelevich, se trajo la televisión. No más de doscientos televisores en Buenos Aires vieron, primero, la señal de LR3 TV Radio Belgrano (Canal 7) y luego la imagen de Eva Perón, en lo que sería el último 17 de Evita.
Cinco años más tarde, los aparatos de televisión en el país ya eran setenta mil, y en 1959 -según estimaciones de la Cámara Argentina de Televisión- sumaban 280 mil.
En 1961, nacen los canales 9, 11 y 13.
Con los años, las ciudades se poblarían de antenas y luego de cables, sistema que hoy va en camino de ser reemplazado por la televisión codificada.
Como un dato complementario, podemos decir que diez años después de la llegada del primer televisor a Gualeguaychú, la antena comunitaria del señor Mettler tenía cuatrocientos abonados. En 1962 se emitió en circuito cerrado... y esta es otra historia.
En esta ciudad, en pleno 1994 encontrar una de las más de veinte mil viviendas sin un aparato de TV, sería un curioso hallazgo.