Mojarritas Saltarinas

Inmediatamente empecé a trabajar para empezar al domingo siguiente, el 7 de agosto. El nombre que resultó pegadizo porque todavía lo recuerdan muchos no me pertenece, fue Mario Fischer quién me dio la idea que tomé inmediatamente. Lo siguiente fue encontrar una cortina y elegí la Sinfonía de los Juguetes de Haydn interpretada por los solistas de Zagreb y la característica (los pantallazos musicales que van entre una cosa y la otra dentro del programa) fue Ob la di Ob la da de Los Beatles.

Fue un programa ecléctico empezando por la música. En cada programa pasaba una canción para adultos y les contaba el significado, quienes eran los intérpretes y una breve historia. La primera, me acuerdo, fue Balada para un Loco y todo el mundo me dijo que la loca era yo. Sin embargo, muchos me cuentan que aprendieron quién era Piazzolla y Ferrer desde chicos.

Lo mismo pasaba con los cuentos que leía, los había estrictamente infantiles como los clásicos, los hechos por escritores para adultos que habían tenido su experiencia narrando para chicos como Ray Bradbury y su enorme relato, La Niña que Iluminó la Noche.

Fueron cuatro años de placer puro. Solo deseo que los oyentes que eran muchos, tengan un espacio en el alma para atesorar aquellas perlas que les mandaba cada domingo.

Al poco tiempo de empezar el programa, Mettler me ofreció hacer un turno de locutora y allá fui. Con muchísimo entusiasmo me metí a hacer tandas, pasar música y acompañar en programas a sus conductores. Inolvidables para mí algunas mañanas junto a Alba Giacopuzzi que ya estaba cuando llegué, lo mismo que Mercedes Pérez y Lita Arroyo.

En esas mañanas se mezclaban sabiamente el padre Luis Jeannot Sueyro, el cura que casó a mis padres y me había bautizado y mantenía una estrecha amistad con mi familia.

También venía el Ingeniero Tamansky para hablar de plantas y también recuerdo sus enseñanzas. El líder de la programación era Luis Alfonso Pais con su Extraradio y La Aguja.

Aunque nunca estuve en su espacio lo escuchaba con fruición porque sabía que allí estaba lo que pasaba en el pueblo. Otro indispensable de la programación era Ángel Vicente Araoz que hacía un programa de folclore al mediodía de los domingos llamado "Encuentro entre Amigos". Lo mismo Oscar "Chichito" Lapalma y Luis Manuel Uslé que eran nuestros Neustadt y Grondona. Agueda Gutiérrez le dio un espacio a la poesía en su Agueda a las 7. Coco Morales ocupó un sitio muy escuchado con sus payadas en las que evocaba a todo el departamento Gualeguaychú.

Luego llegó Luis Alberto Panelo con aires más modernos y descontracturados a quien acompañé un par de años.

No quiero que olviden a personas que no eran escuchadas pero jugaban un papel importante en la transmisión como los informativistas, Roberto Lencina y Don Amores, créanme que nunca dije su nombre porque era para todo el pueblo Don Amores. La discotecaria, Cristina Mettler que luchaba a brazo partido para que respetemos sus listas. Los operadores que más recuerdo: Carlitos Massa, Luis Pérez, Bocho Mancini y Horacio Dolche.

Es difícil hacer una reseña escrita de una radio o solo un programa de radio. Lo natural es contarlo, es la palabra dicha la que reina en ese misterio.

Teresita Ferrari