La historia de la familia del Alférez Sobral y del solar que la cobijó se debe, en parte, a la iniciativa de Juana Sobral Ferreyra, quien tuvo la inquietud de dejar por escrito lo que su memoria guardaba, material que hoy nos sirve de importante fuente de información para este relato.

La propiedad estuvo en posesión de la familia desde 1823, cuando el 23 de mayo de ese año el predio fue adquirido por Antonio (¿Francisco?) Tejeiro, a un esclavo liberto de nombre Domingo Zuriaga. 

Tenía una extensión de media manzana, ubicada entre las calles India Muerta (San Martín), por el norte: Patagonia (Pellegrini), por el oeste y Laguna Limpia (Bolívar), por el sur. Este solar fue heredado por su hija Doña Carmen Tejeiro, casada más tarde con D. José del García Sobral.

José del García Sobral y Peña, español nacido en Vigo, llegó al país en un barco de su padre D. Diego del García Sobral y Peña; barco más tarde incorporado al comercio que llevaba frutos del país a Buenos Aires y traía los insumos para el almacén de Sobral, ubicado en la esquina de San Martín y Pellegrini.

El apellido de Don Diego, que en su origen era del García Sobral, fue simplificado por sus descendientes, a través del tiempo, hasta reducirse a García Sobral, o a solo Sobral.

La casa

José del García Sobral la hizo levantar en 1858, y hasta 1930 constaba de una construcción; abarcaba media manzana y como otras viviendas e esa época que se encuentran en la ciudad, era de estilo colonial, tal como se veía -hasta no hace mucho tiempo- la casa de la familia Iturrioz (San Martín 631) y se puede apreciar en la foto del año 1903. Poseía ventanas con rejas casi hasta el suelo, con detalles de mayólica en la parte inferior, similares a las que se ven en e Palacio San José. 

En 1930, José María Sobral (hijo) hizo edificar la vivienda de calle San Martın 633, de estilo francés, la que ha sido declarada de valor histórico cultural por la Municipalidad

La casa en la historia local

En el transcurso de casi dos siglos, este solar fue protagonista de importantes acontecimientos históricos. Relata Juana que, cuando Garibaldi saqueó al pueblo de Gualeguaychú, "no se escapó el almacén de Sobral que consistía en barraca y almacén de frutos, y que la tradición oral cuenta que Garibaldi ató su caballo en un naranjo ubicado en la esquina donde estaba el almacén". Este hecho, ocurrido en tiempo del bloqueo anglofrancés en el puerto de Buenos Aires y del enfrentamiento entre unitarios y federales, quedó documentado en las actas labradas ante autoridad competente, debido a las denuncias de los vecinos de Gualeguaychú afectados por el saqueo. 

Hoy -como ha ocurrido con otras construcciones locales con historia, de este amplio solar solo queda como testimonio la casa con su elegante frente (de 1930) con diversidad de placas en homenaje al heroico marino nacido en ese lugar. Casa que nos invita a indagar y a compartir in e formación, porque aún hay mucho por conocer de la historia de esta inquieta ciudad del sur entrerriano.