Cuaderno Nº 62

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 16 de Abril de 1995 CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 62
EL GUALEGUAYCHÚ EDILICIO TUVO ALTA CUMBRE A MITAD DEL SIGLO XIXContratas de construcción La casa de Jacinto de GiorgisLa casa de Benito FrutosAl mediar el siglo XIXEl gran cambio 1869-1995 DAGUERROTIPOSBARRIDO DE LAS CALLES
LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Platería, un culto universal – El Pretal- (Aurelio Gómez Hérnandez)- Dorotea y yo. Historia de una perrita libre (Irene Mizrahi)

EL GUALEGUAYCHÚ EDILICIO TUVO ALTA CUMBRE A MITAD DEL SIGLO XIX

Nati Sarrot - Aurelio Gómez Hernández 

A mediados del siglo XIX los pobladores de Gualeguaychú manifiestan preocupación por mejorar sus casas con cierta comodidad, seguridad y belleza. La llegada de inmigrantes, especialmente italianos, con dominio de elementos constructivos y de ornato, facilitó que las construcciones en forma de rancho con techo pajizo, fueran incorporando pautas de confort que ayudaron a un significativo cambio edilicio de la planta urbana. 

Casa de Haedo (Foto Museo de la Ciudad)


Por decreto 3215/87 el Gobierno de Entre Ríos acuerda subsidio para la compra de la finca a sus herederos, a favor de la Municipalidad de Gualeguaychú. Se convierte en parte del Museo de la Ciudad, inaugurada el 31 de octubre de 1987.

Frente de paredes lisas, decoradas con simétricas pilastras planas con sobrio capitel en el que descansa cornisa moldeada; sobre ella, cornisón de donde se levanta un sencillo parapeto que hace más alta la casa y asegura la techumbre. 

En las ventanas, puertas vidriera y rejas de hierro a verticales cruzadas con planchuelas horizontales. 

Da importancia a la puerta de entrada la luneta apoyada en moldura recta. 

La vereda es de piedra caliza labrada, artesanía en la que se especializaban los primeros inmigrantes vascos explotadores de los yacimientos.

 

Casa de Villagra sin las pilastras planas con capitel, ni la puerta de entrada con luneta.  (Foto Museo de la Ciudad)

«La praxis tiñó la casi totalidad de nuestra producción arquitectónica, realizada por hombres cuya experiencia vital nacía del mismo hecho de construir.

La arquitectura espontánea, de raíz empírica, se aproximaba así a una síntesis claramente expresada, que abarcaba necesidades manifiestas y respuestas arquitectónicas.

Estas expresiones que no suelen entrar en las clásicas y rígidas categorías de la historia de la arquitectura, tienen sin embargo para nosotros, no meramente una gravitación cuantitativa, sino también la valoración intrínseca de ser expresiones de nuestro modo de vida».

Ramón Gutiérrez – Manuela Viñuales 

La arquitectura poscolonial…

CONTRATAS DE CONSTRUCCIÓN 

La importancia que hacia 1850 se comienza a dar a la casa habitación se advierte en la búsqueda de sitios bien ubicados; en particular cercanos a las plazas Independencia (San Martín) y Libertad (Urquiza); a las calles de entrada, de salida (Urquiza – 25 de Mayo), a sus paralelas próximas y las de acceso al puerto (Alem, Camila Nievas, Borques, Caseros). Entonces, puertas y ventanas aumentan su tamaño confinándose con rejas simples, y luego con vidrieras que permitieran dejar entrada a la luz y el aire. Viseras o cornisas constituyen los detalles pioneros en la ornamentación de los frentes, más que cubiertas para el agua y el polvo. 

Ante escribano público y en presencia de testigos, se labran CONTRATAS DE CONSTRUCCIÓN entre el dueño de la propiedad y el maestro albañil. Esos documentos fijan: medidas, materiales a emplear, pisos, paredes, techos, aberturas, pozo de balde, costo, condiciones de pago, etc.

Los documentos más livianos refieren que la casa debe hacerse como la de otro vecino:

 “Tendrá un zaguán de la altura del de Méndez Casariego y Hna”; “las veredas interiores como es uso y costumbre o copiando algún detalle que han visto en otros pueblos.

La casa de Jacinto de Giorgis 

Con fecha 10 de febrero de 1850, Jacinto de Giorgis y el constructor Napoleón Berio firman Contrata para levantar una casa en Urquiza y Pellegrini, esquina sur-este. (1). 

Constaría de “una pieza de 12 varas de largo” sobre Urquiza, seguida de una para escritorio de 5 v. (1 vara = 0,866 m.); separada por un arco, otra pieza de 12 v. sobre Pellegrini.

El alto de la pared exterior será de 5 v. sobre el piso, revocada en cal y con cornisa sobre las dos puertas y cuatro ventanas de los frentes y piso superior de la azotea (techo). Las paredes interiores de la altura que permita caída al techo. 

Ventanas y puertas exteriores de cedro y marco de algarrobo con arco superior en media luna de vidrio enmarcado. Las rejas de ventanas “serán hechas en el país” al igual que los herrajes y no se permitirán manufacturas extranjeras. Pisos de baldosa con base de dos hiladas de tejuelas, los exteriores de ladrillo con barro. La cocina, separada de los ambientes, será de 6 v. de lado con puerta y ventana de pino y marco de algarrobo. En medio del “lugar” que dejan estas construcciones se edificará el pozo de balde, calzado en ladrillo cocido, con brocal, arco y roldana, blanqueado a la cal.

Jacinto de Giorgis enviará baldosas y tirantes por excelencia de urunday desde Buenos Aires, ciudad a la que solía viajar por sus actividades profesionales de comisionista. 

La casa de Benito Frutos 

En 1855 don Benito Frutos, hombre de sólida posición económica y prestigio social, hace levantar su casa por don José Landó, maestro albañil. Con él firma Contrata el 30 de agosto, ante el escribano José María Méndez Rodríguez (2). En esquina nor-oeste de India Muerta y Suipacha (hoy San Martín y Perón), Landó promete “a dar llave en mano” a D. Benito por la cantidad de “6 750 pesos moneda de plata de buena calidad”, los que se pagarán en tres cuotas, según la marcha de la obra.

Dieciséis artículos de la Contrata ajustan las condiciones de fábrica de la casa de 49 varas de luz (frente) por 5 y media de ancho, con igual alto desde el piso hasta la tirantería del techo.

Las llamadas piezas eran verdaderos salones que luego se dividirían con muros interiores según “gusto del propietario” Los cimientos y hasta llegar a las ventanas se asentaba en cal y arena “y de allí a arriba con tierra de hormiguero y arena excepto las cornisas…”.

Puertas y ventanas a la calle, en cedro, “la del Zaguán de figura de abanico”; del zaguán de 3 v. de ancho se abrirá puerta a la sala. Todas las puertas interiores de vidriera y algunas con postigos.

La arena del techo será de la costa oriental… Los caños de la azotea de cinc. Los pisos, asentados en ladrillo con arena y tierra de hormiguero y encima baldosa de la mejor calidad.

La ferretería será toda del país. La tirantería del techo toda de urunday o quebracho de Corrientes o Paraguay.

La vereda exterior de piedra labrada asentada en cal (así se hacían “para siempre” las veredas de las que, aún numerosas, se conservan al presente). 

Los postes de la calle los colocará Landó una vez que Benito Frutos los proporcione. 

“Las fachadas serán trabajadas por el orden dórico con columnas redondas y el parapeto tendrá una vara de alto desde la cornisa en todo el contorno (…) Desde la azotea bajará una escalera de tabla, bien hecha y adentro una de barrotes que se pueda quitar y poner con una escotilla en la azotea para subir por el interior al techo cuando se lo necesite”.

Se comprende en el mismo trato, un lugar común, “dividido en dos, con todo lo que le corresponde y que llegue hasta el agua” (pozo negro y pieza de los que se dan pocos detalles).

Todo revocado y blanqueado.

Don José Landó se compromete a poner todos los materiales de albañilería, carpintería y herrería por la cantidad mencionada (6 750 pesos plata). 

Tomamos para ejemplificar dos Contratas obrantes en libros de 1850 y 1855 del Registro de la Propiedad inmueble de Gualeguaychú (1) y (2) que pueden dar clave del avance de las aspiraciones del habitante de Gualeguaychú de mediados del siglo XIX. Paralelo al crecimiento y al mejoramiento edilicio de nuestro medio urbano, a finales del siglo se afirma con exponentes muy representativos de los cambios socio-económicos que operan al interior de la región. Válidas pruebas de ello: Sociedad entre Argentinos y Orientales, Sociedad Mutual Unión Francesa, Sociedad Italiana Unione e Benevolenza, antigua Municipalidad de Gualeguaychú en Urquiza esq. España, Jefatura de Policía, planta principal.

Antigua Municipalidad de Gualeguaychú en Urquiza esq. España (Foto Museo de la Ciudad)
Sociedad Mutual Unión Francesa (Foto Museo de la Ciudad)
Jefatura de Policía (Foto Museo de la Ciudad)

Ornamentos de tierra romana

ORDEN JÓNICO, DÓRICO, CORINTIO Y COMPUESTO

 

Se venden en la casa de negocios de Andrés Chichizola á precios no conocidos en Gualeguaychú, como se verá más abajo, en el pequeño detalle de las piezas más generales.

Ningun edificio de lo que hay en esta ciudad tiene ornamentos como los que ofrece esta casa, garantidos.

Los propietarios que deseen emplear bien su dinero no deben perder la ocasión de comprar barato, porque esta pichincha durará poco tiempo.

Capitel corintio completo $ 7 cada uno

Id compuesto de lo mejor $ 4 reales

Idem idem idem ………...       2

Friso corintio ……………      2 vara

Idem compuesto ………...      1 4rls. Id

Mensulas de guardapolvo        1 cada una

Balaostra gótica …………      4rls. c/u

Idem compuesto …………     5 idem

Idem mejores …………….    6 idem

Idem superiores ………….     7 idem

Gualeguaychú 1850

Comercio fundado en 1839Urquiza y Santiago Díaz esquina nor-oeste

175 –Calle Urquiza– 127

CASA DE DON ANDRÉS CHICHIZOLA

Esquina de Luis N. Palma y Segui. Abajo a la derecha, se visualiza la casa de la Flia Segui. Y cruzando la calle, a la izquierda, el edificio de "Entre Argentinos y Orientales" (actual Círculo Policial)(Foto Museo de la Ciudad)

AL MEDIAR EL SIGLO XIX 

“(…) Las casas son de modesta disposición y construidas con materiales de la región. Sus características son las mismas que la mayoría de esa época en las provincias: piezas de material de techo de paja, paredes de ladrillo, adobe o palo a pique, puertas y marcos de algarrobo y aceras de ladrillo con postes de ñandubay, cercos de esa misma madera. No faltan el galpón, el pozo de balde y el horno para fabricar el pan.

Una casa de estanteo: dividida en cuatro piezas, con sus marcos y puertas correspondientes y dos con ventanas, todas de algarrobo.

El “estanteo” era un procedimiento muy común en la construcción. Consistía en cañas de tacuara que (el gaucho) dividía longitudinalmente con un cuchillo. Esos largos tirantes acanalados, rellenos de barro amasado con estiércol y paja que, al secarse adquiría la consistencia de hierro, se ataban con guascas a los horcones. En los predios urbanos también se los usaba con frecuencia.

En 1848 el Comandante de Gualeguaychú da cuenta al Gobernador de los adelantos del pueblo: 

 “Actualmente tiene siete casas haciéndose, tres de ellas de azotea, sin incluir siete sitios que se muran, con material arrimado y que, de un día para otro, comenzarán sus trabajos, ni tampoco los que se están haciendo de estanteo (…)”  

Hasta mediados de siglo no varió mayormente el carácter de las construcciones de Entre Ríos (…) A principios de 1848 Urquiza hizo construir una casa para su residencia en Concepción del Uruguay, lo cual, lo mismo que la Iglesia de la localidad, tuvo su techo de paja.” 

Beatriz Bosch 

Contribución al Estudio de la Vivienda en el Litoral.

Año 1890 - Vista hacia el Oeste de la Calle Luis N. Palma (Foto Museo de la Ciudad)

EL GRAN CAMBIO, 1869-1995 

El Censo del año 1869 detalla para la ciudad de Gualeguaychú, mayoría de casas de techo de paja que triplica en número a las de azotea. Existen algunas de madera y teja.

El relevamiento del año 1895 nos muestra un cambio de jerarquía en la edificación. Se hallan, asomando su mole, casi una docena de construcciones de dos pisos y el número de casas de material y techo de azotea es más del doble de las de techo de paja.

Muchas cubrieron su caída de una o dos aguas con tejuela y tejas, sostenidas por vigas y alfajías de buena madera. Es decir, la casa tiene la forma de rancho pero la cubierta es sólida y de muy buen aspecto.

Se abandonó el atavismo a las reglas simples del estilo colonial y los frentes compiten agregándose adornos de: media columna, capiteles corintios, medallones, balaustres de distinta forma, mascarones, balcones de reja o mampostería y hasta de mármol, etc.

A este cambio, notable si se considera el lapso en que se produjo, algunas familias opusieron resistencia. Casi todas las casas rancho se fueron con el tiempo, o su sencillez quedó maquillada bajo sucesivas reformas o «mejoras».

Es la Casa de los Haedo un exponente tradicional. El hecho de ser la más antigua levantada en ladrillo de la ciudad de Gualeguaychú (años 1800-1801) y haber sufrido sólo los cambios lógicos para la comodidad necesaria, nos permite mantener este exponente, parte del solar entero que antes cerraba el patio con otro cuerpo de habitaciones, en hilera de Este a Oeste; parcela que fue vendida y demolida para levantar la casa lindera sobre calle San José.

Consultados

BOSCH, Beatriz (1945) Contribución al estudio de la vivienda en el Litoral. Buenos Aires. CENSOS NACIONALES de los años 1869 y 1895 de habitantes y viviendas de la zona urbana y rural de Gchú. –A Gral. De la Nación Argentina. –CONTRATAS DE CONSTRUCCIÓN obrantes en libros del Registro de la Propiedad Inmueble, 1850 y 1855. GUTIERREZ Ramón-VIÑUALES Manuela (1973) Arquitectura poscolonial y su expresión en el noroeste argentino (1810 – 1870) Academia Nacional de la Historia.LISTA DE TABLILLAS numerando las casas de Gualeguaychú, 1875. Museo Municipal.SAMEGHINI, Andrea (1974 - 1983) Serie Casas y Caserones Publicaciones en Página del Domingo de EL ARGENTINO- Publicaciones en Serie del Bicentenario de EL DIA, de Gualeguaychú. 

DAGUERROTIPOS

 

Al respetable público Entre-Riano.

Bernardo Félix: Retratista al Daguerrotipo con colorido, se ha establecido recientemente en esta Villa, en casa del finado Cosio, en donde ofrece sus servicios a las personas que se dignen ocuparlo en su arte, esperando llenar los deseos de ellas, al mejor gusto y en el tamaño que se le pidan los retratos.

 

El Progreso de Entre Ríos

Gualeguaychú 25-7-1849

BARRIDO DE CALLES

 

Recordamos a los vecinos de las calles empedradas el deber en que están de practicar el barrido y limpieza de la calle en la parte que corresponde a sus propiedades.

En la Sección Municipal va la resolución dictada al respecto. No olvidarse pues.

 La Reforma 

Gualeguaychú 17-9-1881  

Lució la aurora su plumaje fino

como un gallo solar que abre las alas,

y trizó una calandria entre los talas

el cristal milagroso de su trino. 

Daniel Elías.

Las alegrías del sol.  

«…no trepidaré en colocar mi voto allí donde él sea necesario para que la balanza se incline en favor del pensamiento, que a todos preocupa, y que tiene encerrado dentro de su puño el porvenir glorioso de la República Argentina, la unión de los pueblos». 

Juan Francisco Seguí

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
Colaboración tipeo de texto: Rita MartínezTRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Mayo 2020-  DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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