En el día de la madre

Gracias, Señor, por las madres:

por la tuya y por las nuestras.

Son un puente de cristal

que une el Cielo con la tierra.

Porque son irreemplazables,

porque son dulces y buenas.

Al gran porqué de la vida

ellas nos dan la respuesta.

Son como el rayo de sol

que va alumbrando la senda.

Raíces de que brotamos,

su sangre está en nuestras venas

como la savia esperando

una nueva primavera...

El hijo ha de florecer

por la madre que lo engendra.

Nuestra razón de existir,

nuestras primeras maestras.

¿Quién no aprendió a santiguarse

bajo la mano materna?

Lo más parecido a Dios

que puede haber en la tierra.

Porque da vida, porque ama,

porque perdona y espera.

Gracias, Señor, por las madres,

por la tuya y por las nuestras.

Pbro. Luis Jeannot Sueyro

"Los versos del Cura Gaucho"

El Cura Gaucho