El Cuaderno Nº 176 de Gualeguaychú, publicado el Domingo 16 de enero de 2000, se titula "CÓMO VISTIÓ NUESTRA GENTE: LA MODA DE 1840 AL 70". Este número se adentra en la evolución de la vestimenta y la moda en Gualeguaychú y la región litoral durante el período que abarca desde 1840 hasta 1870.
Su enlace es: Cuadernos de Gualeguaychú Nº 176
El cuaderno detalla cómo, a pesar de la creciente comunicación con centros como Montevideo y Buenos Aires y la influencia de las modas europeas, Gualeguaychú mantuvo una esencia propia en su forma de vestir, especialmente en las prendas populares y rurales.
Los puntos clave abordados son:
Vestimenta Popular y Rural: Se caracterizaba por prendas simples y cómodas para el uso diario. Las mujeres vestían faldas fruncidas de colores vivos o sobrios, blusas cerradas al cuello o con escote y volados, y el cabello recogido en trenzas. Era común verlas calzadas o descalzas, especialmente a vendedoras y lavanderas. Los hombres mantenían su clásico atuendo rural con chiripá, camisa, chaleco o corralera y bota de potro, que permitían libertad de movimiento para las tareas diarias.
Vestuario Importante en la Década de 1840: Aunque los testamentos de la época solían mencionar pocas prendas de vestir, se destaca el inventario de las ropas de José Cipriano de Urquiza tras su asesinato en 1844, que revela un guardarropa extenso y de calidad para un hombre de su posición. Este incluía múltiples camisas de hilo y listado, corbatas, pantalones de verano y paño, chalecos de seda, terciopelo y algodón, fraques, levitas, medias, pañuelos de seda e hilo, ponchos, chaquetas, tiradores y guantes. La vestimenta masculina se complementaba con el apero del caballo, considerándolos una estampa integral de jerarquía.
El Arte como Reflejo de la Moda: El cuaderno enfatiza la importancia de los retratos (dibujos, acuarelas, óleos, litografías, daguerrotipos y fotografías) como documentos clave para el estudio de la vestimenta, accesorios y peinados de la época.
Amadeo Gras en Gualeguaychú: Se resalta la figura de Amadeo Gras, un prominente daguerrotipista y pintor que se afincó en la ciudad, dejando una rica colección de retratos de personajes locales de las décadas de 1840, 50 y 60. Sus obras son un testimonio invaluable de la moda del Gualeguaychú de la época, coincidiendo con la apertura del país al comercio mundial tras Caseros en 1852 y el auge del sector ganadero.
Influencia Externa y Grandes Eventos: Buenos Aires y Montevideo eran los principales mercados donde se surtían telas, blondas, accesorios, joyas y perfumes. Los trajes para bodas y grandes bailes a menudo se confeccionaban en Montevideo.
Ejemplos Reales de Moda de Élite:
La visita de Dolores Costa Brizuela (esposa del General Urquiza) a Buenos Aires en 1860, que exhibió un rico guardarropa con trajes y accesorios importados de París, incluyendo vestidos de gros y tul de ilusión, flores, sombrillas y alhajas.
La descripción detallada del vestido de novia de Zoraida Méndez Rodríguez en 1862, confeccionado en muaré por la sucursal de Rolland Freres en Burdeos (vía Montevideo), que incluía una manteleta, velo de guipur, guantes y peineta.
El Periodismo y la Moda: El periódico "El Pueblo Entre-Riano" en 1864 comentaba las vestimentas de las damas en eventos sociales, describiendo la elegancia de sus trajes y accesorios, como una rosa de cinta color "Magenta".
Este Cuaderno fue el resultado de la investigación y textos de Nati Sarrot, con Marco Aurelio Rodríguez Otero como Jefe de Redacción, Fabián Magnotta como Redactor Invitado, y Silvia Razzetto de Broggi, Carlos M. Castiglione y Aurelio Gómez Hernández como Columnistas. La digitalización y edición fueron realizadas por un equipo que incluyó a Natalia Derudi, Danilo Praderio, Pilar Piana, Marianela Muñoz y Patricio Álvarez Daneri, quien también se encargó del diseño y desarrollo web.