Cuaderno Nº 73

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 1º de Octubre de 1995 CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 73
GERVASIO MÉNDEZ, POETA Y SOLDADO (Nati Sarrot)1887. REGISTRO CIVIL EN GUALEGUAYCHÚ (Nati Sarrot)- Los primitivos registros- Los Libros Parroquiales- Apertura del Registro Civil- Los primeros Libros- Nombres, los de antes- Las sedes del Registro Civil- Alejo Peyret, un ilustre visionario LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)- Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)-  Platería, un culto universal – Técnicas: El Fondu Ciselé – (Aurelio Gómez Hernández)

GERVASIO MÉNDEZ, POETA Y SOLDADO

Nati Sarrot

Retrato de Gervasio Méndez (Autor: Graciano Mendilaharzu)

Gervasio Méndez trasciende como uno de los poetas de Gualeguaychú a quien una enfermedad, para los recursos científicos de la época, implacable, le fue quitando sus movimientos y colmando de sufrimientos: El poeta del dolor.

Aunque relativamente corta (murió a los 53 años) la vida se le quebró a los treinta, cuando la parálisis fue ascendiendo desde sus pies hasta privarlo de todo movimiento.

Debió trabajar desde joven, abandonando sus estudios para continuar cultivándose en la lectura y en la frecuentación de personas ilustradas. Fue empleado y comerciante, inclinó su hacer a la poesía y al periodismo.

La sensibilidad y su interés por el país y su tierra chica le abrieron al entendimiento de las causas que movían los hilos de un destino confuso y cruento. 

Por eso referimos a Gervasio Méndez soldado cuando la fuerza de su sentir lo decide a vestir el uniforme del Batallón de Guardia Nacional “15 de Abril”, a cuatro días del asesinato de Justo José de Urquiza en San José (1870).

En el Archivo General de la Nación Argentina (Nº de Inventario 122301, Negativo B. 32815), Andrea Sameghini obtuvo copia de la fotografía de Gervasio Méndez vistiendo uniforme militar. A la imagen de su rostro, de finos rasgos, cejas y cabellos oscuros, hermosos ojos de mirada lejana y boca de corte varonil y voluntarioso, iluminémosla con el rojo vivo y azul de su chaqueta de botones dorados, para oponerla a la otra figura de un Gervasio Méndez sobre su silla de inválido, cubierto desde la cintura por la manta de viaje que Graciano Mendilaharzu perpetuara en el lienzo. Tal vez así resumamos la dulzura y la tristeza de sus poesías.

En 1870, después de la muerte de Urquiza, con una larga historia de la provincia acosada por la sangría de hombres y de bienes, con frentes de batalla en diferentes flancos, Gualeguaychú organiza un Batallón de Guardia Nacional en el que inscriben figuras notables como la de Inocencio Furques, Policarpo de la Cruz, Luis Aranda, etc. Poniéndolo en apoyo de los poderes constituídos.

Con el grado de Capitán, nuestro poeta dedicado al periodismo y al comercio, se enrola en el “15 de Abril”. Lucha contra las huestes revolucionarias de Ricardo López Jordán en Gualeguaychú. Después es destinado a prestar servicios en Concepción del Uruguay.

Soldado de versos en la cartuchera, como decía su amigo íntegro Olegario Víctor Andrade, hace despliegue de sus fuerzas y expone su salud con la vehemencia de un romántico.

Tiene treinta años de edad cuando la enfermedad comienza a provocarle dolores intensos y privación de movilidad. Se va a Buenos Aires a buscar recursos que aquí no encuentra; vuelve a Gualeguaychú, pero debe regresar a Buenos Aires en 1876 definitivamente. La parálisis y el dolor aumentan; su carácter, su palabra y sus gestos son agrios y, a pesar de que tantos amigos lo acompañan y lo ayudan, se encierra en la soledad que tanto daño hace a él y a los que lo rodean.

Fue Gervasio Méndez un hombre de la época en que el romanticismo se valoraba, máxime si, como en su caso, daba frutos. La gente repetía su poesía como expresión del propio sentir. A él acuden los Mitre, los Andrade, jóvenes ávidos de conocerlo, sus amigos de Gualeguaychú, etc. Cada ser que la muerte le quita enquista como matando también su alma.

Tuvo una vida, como decimos, relativamente corta que cursó intensamente pulsada en las cuerdas de su sensibilidad; el uniforme rojo y azul de botones dorados es testimonio de uno de sus motivos, el interés por su país, por su región.

Había nacido en San José de Gualeguaychú el 2 de diciembre de 1843 día en que el Santoral dedica a Bibiana virgen y mártir. De ahí que se lo bautizara en la Iglesia Parroquial como Gervasio Bibiano, hijo natural de Gervasio Méndez y Ambrosia de León. Nunca usó su segundo nombre. Falleció en Buenos Aires el 18 de abril de 1897. Sus restos volvieron a la tierra natal el 23 de mayo de 1943.

Consultados:

BISCHOFF, Efraín U. (1941) Itinerario de Gervasio Méndez. Córdoba.CARAS Y CARETAS (1918) Revista Nº 1053. 30-11-1918SAMEGHINI, Andrea (1974) Casas y Caserones. La casa de Gervasio Méndez. Archivo privado.YABÉN, Jacinto R. (1938) Biografías argentinas y americanas. Ed. Metrópolis. Bs.As

1887. REGISTRO CIVIL EN GUALEGUAYCHÚ

Nati Sarrot

El bautismo de María Josefa de la Cruz, hija de Pedro Martínez e Ignacia Vera efectuado el 3 de mayo de 1777, da origen al primer Libro que iniciara Fray Mariano Amaro en el pequeño templo de Gualeguaychú de antes de su fundación por Don Tomás de Rocamora.

Así la Iglesia Católica concreta la documentación, constancia que igual que en los matrimonios y defunciones fue la única que sirviera por mucho tiempo para respaldar las acciones jurídicas de las personas de la Villa y luego ciudad de San José de Gualeguaychú.

La Municipalidad de Gualeguaychú con el hermoso edificio de dos plantas de Urquiza y España fue lugar de la oficina del Registro Civil.(Urquiza y España)

LOS PRIMITIVOS REGISTROS

En las visitas esporádicas de los Misioneros y en particular de los Sacerdotes que tenían a su cargo la atención pastoral de Santo Domingo de Soriano, fue posible que en ceremonias comunes se consagraran matrimonios y bautismos. Tenemos constancia de que Fray Francisco de San Bernardino, en funciones de Teniente Cura de la Parroquia de la Bajada del Paraná, los celebró en 1766 y 1767. (1)

La población era en su totalidad católica, pero con el correr del tiempo a aquel grupo se sumó una corriente migratoria que involucró seres de otros credos. Entonces, se apuró la institución de otras reglas que canalizaran un registro totalizador, asegurando a los habitantes la viabilidad de sus acciones ante la sociedad: legados, herencias, legitimación de hijos, etc.

La ciudad de Colón, era el centro de una zona poblada por inmigrantes piamonteses, suizos y saboyanos muchos de religión protestante a los que “la Iglesia Católica, a la sazón encargada de las uniones de las personas y administración de los cementerios, no les admitía en sus registros”(2). Los vecinos cruzaban al Uruguay para concertar sus actos en Paysandú donde gozaban de disposiciones más permisivas. A fin de normalizar estas gestiones la Municipalidad sancionó el 17 de abril de 1873 la Ordenanza que creaba y reglamentaba el funcionamiento del primer Registro Civil del país. Se adelantaba con  el registro de nacimientos, matrimonios y defunciones de todos los vecinos, nativos y extranjeros, cualesquiera fuesen su condición o credo.

El Presidente Municipal, Alejo Peyret (3) inauguró la oficina que abrió sus funciones el 1º de mayo de 1873. El Registro Civil de Colón y su Reglamentación constituyó el antecedente más importante para la Ley de Registro Civil.

El gobierno de Entre Ríos encomendó a las Municipalidades abrir las oficinas de Registro Civil. Servirían a todos los habitantes del Departamento de cuya cabecera fuese gobierno. Gualeguaychú recibió en junio de 1887 los Manuales enviados por el Ministerio de Gobierno de la provincia, cuyo titular era el Dr. Torcuato Gilbert. Por ello, siguiendo las pautas establecidas comenzó a organizarse. Se designó a los señores Luis Vidal y Ángel R. Oliver como Jefe y Segundo Jefe, con sueldo de 80 y 60 pesos mensuales.

Ellos iniciaron un amplio y arduo trabajo a partir del 1º de julio. Prepararon los Libros de Actas, despacharon materiales para que los Alcaldes de los Distritos del Departamento llevaran anotación de los movimientos de su zona que luego volcarían en el Registro Municipal. Se imprimieron y distribuyeron copias de la Ley para conocimiento de los habitantes y su posterior cumplimiento.

LOS LIBROS PARROQUIALES

Entendiendo que los datos contenidos en los Libros Parroquiales eran parte necesaria al Archivo del nuevo Registro Civil, el Presidente Municipal Antonio Daneri, encomendó al Jefe Luis Vidal, que realizara gestiones ante el Cura Párroco Rosalbo Scafarelli; debía obtener copias de las Partidas de nacimientos, defunciones y matrimonios fechadas a partir de 1785. El Párroco condicionó la forma de realizar la toma de datos. Así y aunque debía consultar a la Curia Eclesiástica, adelantó que la tarea podía iniciarse cuando el Registro ya organizado, abriera sus puertas al público.

Vidal informó al Intendente Daneri por nota el 8 de julio de 1887:

“Entonces el Sr. Cura señalará dos días de cada semana para efectuarse el trabajo pero, si esos días y mientras se está copiando es llamado el Sr. Cura para una confesión u otro acto religioso que reclame su presencia, se suspenderá el trabajo puesto que, por la ley él debe estar presente y teniendo que retirarse guardará el libro que se esté copiando por razón de que no confía en nadie libros del archivo del que él es responsable”

Una vez que la oficina se abriera a la atención del público, los dos encargados serían llamados para su trabajo específico, por lo que la copia de “las ciento once mil y tantas” Partidas que obraban desde 1785 hasta 1887 sería algo de nunca acabar.

Luis Vidal describió en esa nota que el Padre Scafarelli dijo que:

“ (…) hablaría personalmente con Ud. porque dice tiene intención de vender el Archivo a la Municipalidad en diez mil pesos pagaderos por anualidades de dos mil quinientos pesos cada una, cuyo importe destinará a la obra del templo (…)” (4)

Se advierte que la gestión entre el Jefe Vidal y el Párroco Scafarelli quedó simplemente en gestión. El Intendente se entrevistó con el Sacerdote; ninguno de los dos tocó el asunto de la venta del Archivo Parroquial. En carta enviada el 20 de julio de 1887 al Ministro de Gobierno Ramón Calderón, Antonio Daneri detalló los pasos seguidos y opinó que la tarea, por las condiciones impuestas ofrecía dificultades que retardarían indefinidamente la terminación de las copias de documentación. (5)

En la puerta del Registro Civil en calle 25 de Mayo Nº 734

APERTURA DEL REGISTRO CIVIL

El 1º de septiembre de 1887, dependiendo de la Municipalidad, abrió su actividad a la población el Registro Civil de Gualeguaychú. 

La oficina atendería todos los días de la semana en dos turnos y los domingos y feriados sólo por la mañana. Por la Constitución de Entre Ríos de 1903 los Registros se provincializaron, aunque su dominio comenzó el lº de enero de 1905. (6)



Citas

(1) PEREZ COLMAN, César B (1936) Historia de Entre Ríos 1520-1810. Imprenta de la Provincia.(2) ALTINIER, Carlos R A cien años de la creación del Primer Registro Civil. En Todo es Historia Nº 81.(3) COMISIÓN PRO CONMEMORACIÓN… Libro de Oro Centenario de la Colonia San José, 1857-1957.(4) Nota del Jefe del Registro Civil al Intendente de Gchú. Archivo Histórico de la Provincia de Entre Ríos.(5) Nota del Intendente de Gchú al Min. De Gob. De Entre Ríos. Archivo Histórico de la Provincia de Entre Ríos.(6) VÁZQUEZ, Aníbal S (1950) Dos siglos de vida entrerriana. Biblioteca entrerriana. Paraná.ConsultadosLibros del Registro Civil de Gualeguaychú.MARO, María Margarita Notas periodísticas sobre Historia del Registro Civil en EL ARGENTINO y en EL DIA de Gualeguaychú.ROMERO, Horacio (1949) Del Cabildo a las Municipalidades de Entre Ríos. Imprenta Gutemberg. GualeguaychúROMERO, Horacio (1967) Historia de Gualeguaychú. Imprenta Gutemberg. Gualeguaychú.

LOS PRIMEROS LIBROS

Cotejando los primeros Libros del Registro Civil de Gualeguaychú advertimos que existen dos para el asentamiento de Matrimonios, en tanto las Defunciones y los Nacimientos tienen uno para cada tipo de acontecimiento.

De los dos de Matrimonios, uno registra las Actas de ceremonias religiosas que son presentadas al Civil para su registro. Allí encontramos la de Emilio Letroye y Cecilia Guiguet, efectuada en la Iglesia Parroquial.

El Acta inicial del otro Libro de Matrimonios es el de Chichizola- Barlos. Se efectúa bajo la vigencia de la Ley de Matrimonio de 1889.

NOMBRES, LOS DE ANTES…

Leyendo las listas de nombres de los que integraron las líneas del Ejército Grande que al mando del General Justo José de Urquiza luchó contra Juan Manuel de Rosas en Caseros el 3 de febrero de 1852, tomamos algunos que, prescindiendo de los apellidos transcribimos:

Cloromiro, Foamán, Críspulo, Majó, Olayo, Javitino, Cancio, Canciano, Córdoba, Panta, Abedón, Antolín, Diogracia, Visitación…

Por ejemplo: ABEDÓN Villanueva; ANTOLÍN Cigalis; CÓRDOBA la Llana, PANTA Escobar…

Los Alcaldes de Distrito anotaban los nombres según su entender y de acuerdo a su ortografía. Así encontramos los SENÓN, los EMEREGILDOS o MEREJILDOS; los GERÓLAMO o GERÓNIMO. Tuve un alumno con nombre SINTO en lugar de SIXTO por dificultad del escribiente con la letra X.

Carlos R. Altinier informa que:

 “ (…) un Alcalde se resistía a registrar los hijos naturales sólo con el apellido de su madre, primero porque el niño no podía ser hijo de nadie y, en segundo lugar, porque él sabía quién era el padre (…)”

A cien años de la creación del Primer Registro Civil.

 Todo es Historia. Nº 81.

LAS SEDES DEL REGISTRO CIVIL

La Municipalidad de Gualeguaychú con el hermoso edificio de dos plantas de Urquiza y España fue lugar de la oficina del Registro Civil.

Una vez provincializado en 1905, se traslada al edificio de Tribunales en Sáenz Peña y Rivadavia; la moldura superior que indica Reg. Civil, la central reza Juzgado y la tercera Telégrafo.

Los memoriosos nos remiten a calle Urquiza y 3 de Febrero; luego a Urquiza casi Chacabuco, vereda sur; luego a 25 de Mayo, casa que fue de De Deken, actual Casa de la Cultura. Más tarde se trasladó a Andrade y Chacabuco, esquina sur-oeste; actualmente funciona en Rocamora, entre San Martín y Bolívar, vereda este.

ALEJO PEYRET, UN ILUSTRE VISIONARIO

De origen francés, llegó a Montevideo en 1851 con experiencia en Agricultura y Colonización de cuyo Comité fue miembro. Pasó a Concepción del Uruguay como profesor del Colegio. Organizó en 1857 la ejemplar Colonia San José. Justo José de Urquiza descansó en sus conocimientos e inteligencia. Peyret presentó un Proyecto de Colonización para la Provincia de Entre Ríos con normas visionarias. Actuó más tarde en la Colonia Urquiza. Luego fue a Buenos Aires y desempeñó la cátedra de francés de la Universidad.

Vuelto a Entre Ríos se le creó exprofeso la cátedra de Historia de las Instituciones Libres en el Colegio del Uruguay.

Desde 1881 recorrió la provincia de Misiones y toda la Argentina como Inspector de Tierras y Colonias de la Nación. Volcó el resultado de sus trabajos en libros y periódicos. Falleció en Buenos Aires el 27 de agosto de 1902.

Miembro de una familia de personas ilustradas, fue hermano de Bernardo Peyret, padre de quien ejerciera en Gualeguaychú extraordinaria acción de gobierno como Intendente (1928-1931 y 1934-1935) y desarrollo docente como Director de la Escuela Normal Olegario V Andrade. El profesor Bernardo Luis Peyret, que fue eje realizador del Parque Saturnino E Unzué en los terrenos donados por los hermanos Unzué en memoria de su progenitor. 

“Y bien, os confieso que prefiero el arte de alimentar a los hombres al arte de matarlos; y coloco mucho más alto el mérito del agricultor al del guerrero”.

Alejo Peyret. Colonia San José 2 de julio de 1878.

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
TRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Junio 2020-  DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
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