Ayer...

Algunos suelen decir, "todo tiempo pasado fue mejor" y muchos hasta se lo creen.

Ayer, no fue ni mejor ni peor.

Ayer, fue un tiempo con características, hechos y costumbres que fueron propias a su tiempo.

Modos y costumbres propias.

Ayer asistimos en el devenir presuroso que nos colocó en un tiempo distinto y que nos mostró como un joven entro a una función de teatro con campera en vez de saco, y también asistimos al hecho de los sinsombreristas al paseo de la 25.

Ayer, está en la informal cuasi música de la orquesta de Peregrín Herrero, en el teatro, antes del inicio de la función.

Quizás ayer, este en la música de Jazz, de Paúl Whiteman, en una sentida canción de Al Jolson, en el "reverie" de Schumann, el "cascanueces" de Tchaikowsky, tal en vez Serenata a la luz de la luna de Glenn Miller.

Ayer, bien puedo ser el génesis de cada uno, como lo será el de cada cual mañana, con amaneceres llenos de helechos o sin ellos.

Ayer fueron las veletas pivotantes, los barcos de pasajeros, la comparsa de Nerón y el gaucho verseador, el tranvía, el adoquinado de madera en la 25, y el paseo de la calle.

Ayer existían cánones y lecturas distintas con sus aciertos y errores, pero que sirvieron a su tiempo.

La transgresión es lo normalmente aceptado hoy.

Mañana serán otras las leyes que rijan los modos y costumbres, y serán estas las normales, por lo que no podemos decir que cada tiempo pasado fue mejor, en todo caso cada tiempo tuvo lo suyo.

Ayer fue distinto a otros ayeres pasados y también a los futuros y no por ello se pueda decir que serán mejores ni peores.

Fueron ayer y solo ayer.

Crónica Informal, solo fue un relato de un espacio de tiempo que no se puede retrotraer, aunque si recordar algunas pequeñas cosas, o tal vez grandes, que pasaron en la ciudad en el último siglo.

CRÓNICAS INFORMALES

Carlos Lisandro Daneri

Gualeguaychú – Año 1998