Antonio Daneri: 

Una Avenida y un Nombre

Una Avenida y un Nombre Recordando a Don Antonio Daneri

Por Enrique Ángel Piaggio

Publicado el 16 de Abril de 1.995 en el Diario "El Argentino" de Gualeguaychú


En vista de la inminente culminación de las obras de pavimentación e iluminación del Bvard. Daneri, que mejor oportunidad para recordar al pionero cuyo nombre, en homenaje a su fecunda acción en pro del progreso de Gualeguaychú lleva esta arteria.

Nos estamos refiriendo a Don Antonio Daneri, un hombre que sin ser nativo de nuestra ciudad se brindó a ella por entero, no sólo en lo que incumbe a la parte material a través de la actividad oficial, sino además y fundamentalmente desde el punto de vista institucional y social. 

Intendente de nuestra comuna por dos veces al haber sido reelecto, a él seguramente se debió la habilitación de esta avenida por cuanto es durante su gestión que se comienzan y terminan las obras del actual Cementerio Municipal el cual reemplazó al que estaba situado en el predio donde actualmente se levanta el Hospital Centenario.

Intendente Antonio Daneri

Antonio Daneri

Antonio Daneri nació en Montevideo el 15 de febrero de 1847 y llegó a nuestra ciudad a bordo de la goleta "La Pastora" en compañía de su padre y un hermano ya que había quedado huérfano de madre. Fueron sus progenitores el comerciante mayorista Francisco Daneri y Juana Lavagna, ambos de nacionalidad italiana. El viaje obedecía a la decisión de la familia de radicarse en Gualeguaychú, en ese entonces atractiva plaza comercial de amplias perspectivas. En 1873 el joven inmigrante contrajo matrimonio con Dolores Chichizola, distinguida dama de la sociedad de su época dando origen a una numerosa familia cuyas ramas se han extendido hasta nuestros días.

El aporte de Antonio Daneri a la comunidad de Gualeguaychú no sólo fue intensa -permanentemente sería la palabra adecuada- sino además variada. Pocas o quizás ninguna de las instituciones entonces existentes dejaron de contarlo entres sus miembros más activos y emprendedores. En 1869 integró la Comisión Directiva de la Sociedad Protectora de la Educación. En 1872 formó parte de la Junta de Fomento. Establecida la Municipalidad en nuestro medio, en 1885 fue electo para ocupar el cargo de Intendente, lo que le dio la posibilidad de llevar adelante varios emprendimientos edilicios de real trascendencia, entre ellos el mencionado comienzo de esta nota. Luego de su reelección continuó en el cargo hasta 1889. Un año después fu nombrado Presidente del H. C. Deliberante.

Fuera de la función pública, este inquieto hombre desarrolló su actividad, como ya lo dijimos, en diversas instituciones. Ocupó la presidencia de la Sociedad Anónima "Colonizadora Entrerriana" y de la "Sociedad Italiana Italiana de Socorros Mutuos Unione e Bevevolenza" Tampoco la salud y la justicia les fueron ajenas. En 1887 dirigió personalmente la campaña sanitaria contra la epidemia de cólera y viruela que afectara entonces a nuestra población. En lo que atañe a lo segundo, trabajó en la comisión encargada de gestionar ante el Superior Gobierno de la Provincia la permanencia de los Juzgados Departamentales que se intentaban suprimir. Fue además Cónsul del vecino país, cargo que desempeño hasta 1917 en que se jubiló, circunstancias en las cuales el gobierno uruguayo lo designó Vice Consul Honorario.

Antonio Daneri falleció en nuestra ciudad el 26 de agosto de 1925. Sus exequias dieron origen a una sentida demostración de pesar que compartió toda la población.

Como merecido homenaje a su proficua actividad comunitaria, el 13 de julio de 1931 el Concejo Deliberante expidió una ordenanza por la cual se designaba con su nombre el Bvard. Oeste o Camino al Cementerio como se lo denominaba vulgarmente.

Hasta aquí, a grandes rasgos, la semblanza de Antonio Daneri cuyo nombre designa a esta amplia avenida que muy pronto lucirá su nuevo y moderno trazado con un pavimento y una iluminación acordes a la importancia que habrá de adquirir en un futuro cercano.

Cabe recordar, no obstante, que esta vía de acceso a la "Mansión del Silencio" por el cual, durante más de un siglo han transitado hasta su última morada nuestros seres queridos, ha experimentado varias alternativas. Desde un camino solitario al cual la ciudad no se atrevía a asomarse, hasta nuestros días en que poco a poco se está convirtiendo en una arteria populosa con amplias perspectivas de progreso, se intentaron varias mejoras. En la década del cuarenta se construyó una franja de hormigón armado del ancho de una calle común que no soportó, quizás por problemas del suelo o de calidad, el acrecentamiento de un tránsito más intenso y de mayor porte con el devenir de los años, deteriorándose totalmente. El mismo fue reemplazado por una capa de ripio que a poco andar se apozó creando inconveniente al desplazamiento vehicular. En los años 1980, 1985 y 1993 se anunciaron proyectos de pavimentación de esta avenida. El primero incluía también su continuación el Bvar. Pedro Jurado; el segundo incluía a ambos y la extensión hasta empalmar con la ruta de acceso al Puente Internacional Gral. San Martín.

Así llegamos a la realidad presente. Terminadas las obras esta arteria se ha de perfilar como una de las grandes avenidas de la ciudad futura. Su amplitud, al igual que el Corredor Ferroviario, permitirá una edificación más monumental sin tropezar con el impedimento de la Ordenanza 9650/91 Exp. 8224 del mismo año que tanto está obstaculizando el progreso del micro centro si es que la misma se mantiene en vigencia.


Autor: Enrique Ángel Piaggio

Antonio Daneri con Luis y Carlos Alvarez Daneri

Antonio Daneri con su esposa Dolores Chichizola y sus nietos Carlos María y Luís María Alvarez Daneri

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