El Cuaderno Nº 185 de Gualepedia, publicado el 4 de junio de 2000, aborda dos temas centrales: la relación entre el poeta Olegario V. Andrade y la icónica figura de Juan Moreira, y el papel fundamental de las capillas coloniales en el origen y desarrollo de los pueblos entrerrianos, incluyendo Gualeguaychú.
Su enlace es: Cuadernos de Gualeguaychú Nº 185
La sección principal, "ANDRADE; Y EL ROSTRO DE JUAN MOREIRA", explora cómo la imagen del legendario personaje de Juan Moreira, popularizado por la novela de Eduardo Gutiérrez (1879-1880) y su posterior adaptación al circo-teatro (1884, 1886), fue forjada a partir de los rasgos de Olegario V. Andrade. Según Jacobo Alberto de Diego, las fotografías de Andrade, especialmente las de su juventud (18 o 20 años), sirvieron de modelo para dar un rostro al personaje que carecía de uno en la historia real. El texto destaca la masiva aceptación de Juan Moreira por el público criollo e inmigrante, quienes lo veían como un "héroe" que reflejaba sus propios resentimientos y aspiraciones de trascendencia frente al desplazamiento y la resistencia social. También se menciona el resurgimiento de la pantomima de Juan Moreira más de un siglo después, demostrando su perdurable atractivo. La sección incluye una descripción de Andrade por Martiniano Leguizamón (autor de "Calandria"), quien lo pintó como un hombre pálido, modesto, de voz apagada y apariencia sencilla, muy diferente a otros intelectuales de su época, que huía de la popularidad a pesar de su fama como poeta y orador de la pluma.
La segunda sección, "UNA CAPILLA LOS REÚNE..." por Silvia Razzetto de Broggi, se centra en el origen de numerosos pueblos entrerrianos, como Paraná, Gualeguaychú, Gualeguay, Concepción del Uruguay, Nogoyá y Victoria, alrededor de sus capillas coloniales. Estas construcciones no solo eran centros de oración comunitaria, sino también espacios vitales para reuniones vecinales, discusiones de problemas y difusión de decisiones gubernamentales. Desde 1760, familias migrantes (de Santa Fe, guaraníes de Yapeyú) y personas influyentes de Buenos Aires se asentaron en el sur de Entre Ríos, trayendo consigo sus tradiciones, objetos cotidianos y, crucialmente, sus devociones religiosas. La capilla de Gualeguaychú, erigida cerca de la desembocadura del río bajo la protección de la Virgen del Rosario San José, era una sencilla edificación de adobe y paja, atendida por frailes dominicos y franciscanos desde 1764. Este lugar congregaba a habitantes de diversas zonas cercanas para misas dominicales, bautismos, comuniones, casamientos y funerales, consolidando la vida social y religiosa de la incipiente comunidad, con el cementerio ubicado cerca de la capilla.