Antonio Daneri

Por el Dr. Víctor Rodríguez Rossi

DON ANTONIO DANERI



Primer Intendente electo de Gualeguaychú

Dr. Víctor E. Rodríguez Rossi

Miembro de Número

Instituto Urquiza de Estudios Históricos



Antonio Daneri
Don Antonio Gregorio Daneri

LLEGADA AL RÍO DE LA PLATA

Los padres de D. Antonio Daneri fueron D. Francisco Daneri y Doña Juana Lavagna, radicados en Montevideo desde principios del siglo XIX. Francisco Daneri se dedicaba al comercio mayorista y su hijo Antonio nació en esa ciudad oriental el 15 de febrero de 1847, vale decir, durante el sitio de nueve años, perpetrado por Oribe aliado de Juan Manuel de Rosas. Posteriormente nació su hermano menor Pablo.

En el año 1851, la familia Daneri realizó uno de sus múltiples viajes a Europa donde mantenían importantes vinculaciones comerciales y familiares. Habiendo hecho escala en Santa Catalina, en el Imperio del Brasil, se declaró en el buque a vela que los conducía, un brote de fiebre amarilla, resultando contagiada doña Juana Lavagna de Daneri, quién falleció a los quince días de navegación de altura, siendo arrojado su cuerpo al océano, conforme a las prácticas de a bordo.

Regresó Francisco Daneri con el resto de su familia de Europa al año siguiente, desembarcando en Montevideo en el preciso momento que también lo hacía el primer contingente oriental que, integrando el Ejército Grande y al mando del General César Díaz, había luchado junto al General Justo José de Urquiza en los campos de Caseros derrotando la tiranía de Juan Manuel de Rosas.

Seis años más tarde, en 1858 don Francisco Daneri liquidará su casa comercial en Montevideo, pensando radicarse en la localidad de San José. en la República Oriental, optando por trasladarse a San José de Gualeguaychú, en Entre Ríos de la Confederación Argentina, pacífica población fundada por Tomás de Rocamora en tiempos del extraordinario y progresista virreinato de Vértiz y Salcedo, cansado de las lucha intestinas en la otra margen del Uruguay, que tantos perjuicios le habían ocasionado a sus negocios y así, el 12 de marzo de dicho año, confiando en un porvenir más venturoso bajo el ordenado gobierno de D. Justo José de Urquiza se embarcó con sus dos hijos Antonio y Pablo en la goleta "La Pastora" comandada por sus propios dueños D. Manuel Costa y D. Santiago Buero, en la que también venía a tomar posesión de su cargo el cónsul español Sr. Caminadas, el primero en la localidad, designado por la Madre Patria.

Dos días de navegación, con una sola escala en Higueritas, Nueva Palmira y finalmente su llegada a "La Guardia" en la desembocadura del río Gualeguaychú ("el río de los carpinchos chicos") para presentar los papeles y obtener de la autoridad el correspondiente "pasavante", siendo casi la medianoche del día 14 cuando fondearon en el primitivo puerto sin muelle, al pie de la barranca, en proximidades de un montecito de talas, espinillos y laurel silvestre, dirigiéndose a la primera hora del día 15 a la jefatura para presentar sus pasaportes.

LA VILLA SAN JOSÉ DE GUALEGUAYCHÚ

Islote Ubajay en el río Gualeguaychú
Caserío en el Puerto, la Isla de Fraga (actual "Libertad") y el Islote Ubajay dinamitado  aproximadamente en el año 1912 .

El edificio de resguardo y aduana, era un rancho de ladrillos en medio de un naranjal situado en la isla, cerca de un murallón de piedra con una escalera de madera.

Por aquel entonces, el administrador de la Aduana era don José María Domínguez, más tarde gobernador de Entre Ríos; el capitán del puerto don Juan José Paso; el jefe de la división Gualeguaychú el general Apolinario Almada y segundo el coronel Pedro Dumont; el médico de sanidad militar el Dr. Casimiro Labastie, que lo fuera del Ejército Grande del general Justo José de Urquiza en Caseros; el jefe de Policía D. Rafael Furques y oficial primero o secretario D. Isaías Borques, hermano del canónigo Juan Carlos Borques y de Avelino y Andrés Borques, honorables vecinos de gran prestigio; el Juez de Paz de la 1ª Sección D. Juan Pedro Haedo y de la 2ª Sección D. Juan Pablo Haedo, la justicia de la más alta competencia en el Departamento, con un tribunal de alzada y para asuntos de mayor cuantía en Nogoyá; y el jefe de Correos de entonces D. Enrique Tubo.

La primera casa que habitaron los Daneri en la villa de San José de Gualeguaychú, estaba situada frente a la plaza Libertad, aún baldía y sin nombre, haciendo cruz a la del coronel Eduardo Villagra y su esposa doña Tomasa León, con quienes se relacionaron y de los que recibieran finas atenciones, el mismo coronel que fuera hecho preso por Garibalidi en su incursión predatoria por Gualeguaychú en 1845, sorprendiéndolo mientras dormía.

Las primeras amistades de D. Francisco Daneri y sus hijos Antonio y Pablo, fueron los hijos del Cnel. Eduardo Villagra, llamados Pablo, Camilo y Faustino. Camilo se recibió de Abogado y fue Diputado Nacional y Vice Gobernador de la Provincia, además de D. Pedro C. y Manuel Cepeda, Prudencio y Pablo Palavecino.

Casa de Antonio Daneri en 25 de Mayo entre España y Alberdi

La población de Gualeguaychú, algo extendida, se singularizaba por ser una infinidad de ranchos blancos y chatos con típicos cercos de palo a pique de durazno, carecía de pavimentos, salvo en algunos cruces, prescriptos por el virrey Vértiz, había postes en las esquinas y el trayecto de cada cuadra a distancia de un metro en casi todas las calles, muy pocas veredas eran de ladrillo colorado o tierra, escasa iluminación en la noche, con faroles a vela de sebo al frente de algunas casa de comercio colocados por sus propietarios, como los Guerra, Cossio, Elizathe, Magnasco, Clavarino, Andrés y Bartolomé Chichizola, Espinoza, Benítez, Gavazzo, los hermanos Méndez y Grané, Ulibarren, Alvarez y Escalada, Bravo, Mendaro, los Vasallo, los Mac Dougall, etc.

Las industrias más adelantadas eran las harineras, como el molino de viento de D. Lázaro Fontanarrosa, cuyo torreón desmantelado podía verse después en la chacra de los Copello y las tahonas, movidas por caballos de los Etchezarreta, Carabelli, Cabilla, Torell, Bentacour y Molinari.

Con el progreso vendría el Establecimiento Molinero y los elevadores de granos "San Pablo" de Don Pablo Rossi y Cia. en 1876, situado en calle México (hoy Pellegrini), con su Ferrocarril.

El servicio de correos a cargo de un particular, se prestaba por un abono mensual de un peso, por el que se distribuía y recibía en domicilio la correspondencia, y varios comisionistas para las encomiendas. El correo se oficializó posteriormente, siendo su primer jefe D. Juan Aurelio Casacuberta.

La vigilancia del pueblo la ejercían soldados llamados "policianos" que vestían chiripá y camisola roja, con gorro de manga de igual color, desprovistos de calzado y como armamento un machete en la cintura.

Los únicos buques a vapor eran las lanchas "General Urquiza" y "Guazú" de mayor registro. El transporte de pasajeros, encomiendas y correspondencia entre Gualeguaychú y Buenos Aires, segregada de la Confederación Argentina, lo hacía la ballenera "Flor de Gualeguaychú", al mando de D. Gregorio Suárez; la comunicación con Gualeguay, una especie de diligencia de D. Mateo Gallino y Bartolomé Pessano; y con Concepción del Uruguay la carreta de D. Pedro Fernández, tirada por bueyes, penosa trayectoria que se cubría en unos tres días y utilizaban los alumnos para movilizarse a su histórico Colegio, permaneciendo luego en la Fraternidad.

La prensa local estaba representada por "El Pueblo", periódico del historiador oriental D. Isidoro De María, vicecónsul uruguayo y presidente del Consejo de Educación local, sumamente apreciado por la comunidad, con quien colaboraba D. Eugenio Gómez.

Antonio Daneri y su hermano menor Pablo, concurrieron a la escuela local, dirigida por D. Guillermo Bianchi, secundado por Ramón Marín, que funcionaba en el rancho que hasta hacía poco había servido de Iglesia, el cual tenía a su frente un campanario hecho con palos, ubicado en las actuales calles San José y Luis N. Palma, en una manzana en la que primitivamente existía un cementerio.

Gualeguaychú

La iglesia, por entonces recientemente construida, estaba donde actualmente residen los sacerdotes y era Párroco el Padre Ethevarría y su Teniente Cura el Presbítero Zabala, ambos españoles; se decía que éste último había servido como coronel en las fuerzas carlistas en su patria.

La principal actividad económica de Gualeguaychú era la ganadería saladeril, con destino a La Habana -Cuba- y al imperio del Brasil. El precio de los vacunos era unos cuatro pesos bolivianos y la legua de campo se arrendaba por cincuenta pesos anuales, tal fue el origen del sector agropecuario local que se complementó con la cría caballar, la pesquería en el río Uruguay y las industrias derivadas, como la grasería, la jabonería, fábrica de velas, curtiembres, talabarterías, etc.

Aquellos pioneros fueron la base de la creación del Frigorífico de Gualeguaychú, uno de los principales de capital genuinamente argentino.

En el aspecto social, el centro de la comunidad era el "Casino del Plata" fundado el 29 de julio de 1855, que luego se denominó "Eliseo Recreativo" reemplazado por el "Centro Entre-Riano" también de efímera vida. En 1860 se funda el actual club "Recreo Argentino" con participación de D. Rómulo Delgado, Clemente Basavilbaso, Asisclo Méndez y Floriano Bravo, entre otros.

Antonio Daneri se incorporó como socio en 1865, presentado por D. Mariano Jurado, tocándole actuar en la comisión Directiva como Secretario en la presidencia del Dr. José Lino Churruarín y como Tesorero en la del Capitán de Marina D. Eliseo Correa.

Al fallecimiento de su padre, D. Francisco Daneri, en 1860, Antonio Daneri quedó al frente de la casa de comercio fundada por éste, ahora convertida en platería, incorporando como socios a D. José Risso y su joven hermano D. Pablo Daneri, el que temporariamente habría de ausentarse para participar en la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. Esta actividad mercantil la conservó por más de medio siglo. Un asiduo visitante era el poeta Olegario Víctor Andrade, con quien tenía una estrecha amistad, y gustaba escribir sus versos sobre el mostrador de la platería. Se decía que D. Gervasio Méndez le hizo conocer lo que era un crisol, pues no obstante mencionarlos en sus composiciones poéticas, jamás había visto uno.

Casó en 1873, a los veintiséis años con la Srta. Dolores Chichizola, de arraigo local, con quien formó una muy numerosa familia patricia, con profundas vinculaciones familiares, sociales y políticas, en ésta su segunda patria y la patria chica de Gualeguaychú.

El enlace de Dolores Chichizola fue celebrado en el Templo Parroquial de San José el día 8 de junio de 1873, por el Presbítero Juan Ghiglia, siendo padrino y madrina sus hermanos Doña Catalina Chichizola, luego casada con D. Antonio Copello, y D. Pablo Daneri.

Este joven matrimonio fue largamente bendecido por el Señor a través de su fecundidad, llegando a celebrar sus bodas de oro sin tener que lamentar pérdida alguna de sus vástagos. Sus hijos y cónyuges fueron respectivamente:

Antonio Daneri y Dolores Chichizola

Antonio Daneri y Dolores Chichizola

Su muy fiel servidora que los acompaño durante toda su vida, Doña Justa Melgarejo.

Genealogía de Antonio Daneri

Árbol genealógico de Antonio Daneri

Hombre de hogar, D. Antonio Daneri fiel a sus principios altruistas, solidarios y filantrópicos, se brindó a la comunidad en forma generosa y continua, ocupando cargos y posiciones importantes, siempre orientadas al bien común, a la elevación espiritual y material de sus conciudadanos y de Gualeguaychú.


Pocos años después de festejar sus Bodas de Oro matrimoniales el 8 junio de 1923, recibió el ya anciano Antonio Daneri el duro golpe de la pérdida de su esposa el 15 de marzo de 1925. En breve lapso Antonio Daneri se fue con ella. A pesar de estar rodeado de cariño, amistad y reconocimiento por toda la tarea realizada, por su obra filantrópica, su salud se quebrantó ante la enormidad de la pérdida sufrida y el 26 de agosto de 1925, fallecía.

HONRAS

En sus honras como Primer Intendente electo en comicios públicos de la Municipalidad de Gualeguaychú, su actual Presidente Claudio Méndez Casariego, decretó: "Gualeguaychú, Agosto 27 de 1925. Habiéndose producido en el día de ayer el fallecimiento del Señor Antonio Daneri ex Presidente de esta Municipalidad y ex Presidente del H.C.D. de Gualeguaychú en cuyos cargos su probidad, públicamente reconocida, tuvo la virtud de apaciguar los ánimos exaltados después de una lucha comicial única, por el entusiasmo cívico y la primera que dio esta ciudad un Presidente Municipal surgido de las urnas. Laborioso, incansable, sin descuidar su industria, aportó al gobierno Municipal infinidad de iniciativas, que hoy, la consagración pública agradece y reconoce. Cortés con aquellos que por razones de orden político fueron sus enemigos y amigo leal de sus amigos, se granjeó el afecto y la gratitud de todo un pueblo. Por estos fundamentos y en el deseo de rendir un homenaje al ex hombre público, el Presidente de la Municipalidad DECRETA: Art. 1º) Colóquese en el día de hoy a media asta la bandera en la Casa Municipal. Art. 2º) Depositar en su tumba una corona de flores naturales en nombre de esta Municipalidad. Art 3º) Nombrar una comisión de empleados superiores de esta Municipalidad para hacer el acto de presencia en la casa mortuoria. Art. 4º) Invitar a todo el personal de esta corporación para concurrir al sepelio. Art. 5º) En el acto de sepelio hará uso de la palabra el Presidente Municipal señor Claudio Méndez Casariego. Art. 6º) Enviase nota de pésame y copia de este decreto a la familia. Art. 7º) Comuníquese, publíquese, etc. Claudio Méndez Casariego, Presidente - A. César López Seoane, Secretario.

La Biblioteca Popular "Sarmiento", de la que era socio fundador, designó para hacerse presente a su Vicepresidente D. José Bolfo y a su Secretario D. Antonio J. Galia, en el acto del sepelio.

Despidió sus restos el Presidente de la Municipalidad, D. Claudio Méndez Casariego, con estas palabras:

Señores: Apenas transcurridas 24 horas de haber llegado hasta esta necrópolis para acompañar los restos mortales de don Mariano Echazarreta, vuelvo a transponer sus dinteles para despedir en este momento al venerable don Antonio Daneri, figura destacada de nuestro ambiente, donde supiera conquistar tan hondos afectos y simpatías.

Fuera del espontáneo móvil personal que me induce a este tributo, me da un doble motivo para hacerlo, el hecho del que el señor Daneri desempeñó la Intendencia Municipal y la Presidencia del Honorable Concejo de esta ciudad, realizando a su frente una proficua y amplia labor pública.

Para confirmar esta verdad me bastaría citar su feliz iniciativa llevada a término de la apertura de avenidas y calles del municipio con el trabajo de los presos. Esto solo, ya consagra su eficaz obra edilicia y tanto mas razón tengo en recordarla cuanto bajo mi presidencia se ha gestionado lo mismo.

Como elemento de progreso de destacada acción social y de un saliente rol en nuestro medio, el señor Daneri no necesita mi biografía. Jefe ejemplar de un hogar que es brillo y honra de Gualeguaychú, aquel es como un santuario de bondades y virtudes que irradia sus dones y sus bienes sobre todas las actividades de este pueblo, en sus manifestaciones más altas y nobles.

Unido en matrimonio el señor Daneri a aquella distinguidísima dama que se llamó Dolores Chichizola, y a quien tuvimos también la amargura hace poco tiempo de acompañar a esta mansión, puede decirse que ese hogar con sus vinculaciones familiares, representa algo asó como un blasón de la colectividad social y allí convergen y de allí son o a el están vinculados, elementos que honran, ya el saber, ya la ciencia, ya la profesión, ya la función pública u cualquiera otra actividad de la humana condición.

Representante oficial por muchísimos años del país hermano, al que geográficamente nos separa un río, pero que espiritual y etnológicamente nada nos separa, el señor Daneri reafirmó sus valores desempeñando ese cargo con una dignidad y eficacia propia de su persona.

Don Antonio Daneri: ¡Descansa en paz entre los buenos!


Autor: Dr. Víctor Rodríguez Rossi

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