Capítulo II

Latifundio y Crisis Ganadera

No en vano ha surgido en esta sociedad Gualeguaychuenses esencialmente agrícola-ganadera un movimiento de rebeldía; los frigoríficos instalados en el país, con capitales extranjeros crean una angustiosa situación económica a los ganaderos, con oscilaciones antojadizas del mercado de precios, incertidumbres sembradas de ex profeso, y maniobras que transforman la sacrificada actividad en un juego de azar. La "Casa Liebig’s" (capitales ingleses) tiene en el Departamento Colón, Entre Ríos, uno de sus frigoríficos, el otro está en la vecina ciudad de Fray Bentos, República Oriental del Uruguay; ambos con influencia en la adquisición de ganado de la zona, y llega a adquirir con sus pingües ganancias un millón de hectáreas de tierra en: Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Paraguay, estableciendo junto con otras firmas que operan en las Provincias de Buenos Aires y la Pampa un verdadero feudalismo extranjero que se sustrae a las leyes de herencia y a los impuestos hereditarios, creando y conservando latifundios que perjudican al país.

En los fundamentos de la "Ley contra el Latifundio" proyectada por el gobierno bonaerense se denuncia que: 221 propietarios tienen una superficie de 4.130.021 hectáreas y 51 sociedades (en su mayoría anónimas) poseen una superficie de 916.035 hectáreas.

Frigorífico Gualeguaychú
Troperos en los Corrales del FGSA

Ante, esta situación los productores ganaderos de Gualeguaychú establecen contactos, con los de otras provincias y la prensa local apoya la campaña de esclarecimiento respecto a las causas de la grave crisis ganadera.

El diario "El Censor" del 19 de Enero de 1923 publica un extenso artículo que titula "Una nueva ganancia de los frigoríficos" y expresa: "Sobre la base de la faena de 1.873.432 vacunos efectuada en los frigoríficos en el año 1922 puede calcularse que, el ganadero dejó de percibir alrededor de m$n 7.500.000.- a causa de no habérsele computado todo el peso en carne, de los animales que vendió a esas empresas".

"Hay una nueva ganancia de los frigoríficos que obtienen permanentemente y que constituye uno de los resortes cuya opresión pasa inadvertida. Nos referimos a la diferencia resultante entre el peso que calculan para ofrecer precio a su dueño y el del rendimiento efectivo en carne que la faenada en la fábrica".

Si a ésto agregamos que tienen los frigoríficos el monopolio de los precios, sencillo resulta verificar cómo se esquilma al productor.

Sigue luego el articulista documentando detalladamente con cifras y nombres de ganaderos-invernadores de la zona que entregaron su hacienda al "Frigorífico “Wilson" recibiendo en compensación una suma muy inferior a la que hubiera correspondido.

El 16 de Abril de 1923 bajo el título "El debate sobre la cuestión ganadera" el mismo diario informa que: "El Diputado Sánchez Sorondo dijo al debatirse el conocido proyecto sobre defensa de la ganadería: El precio del ganado no cubre su costo de producción porque los frigoríficos dueños del mercado argentino, o extorsionan para extender sus ganancias más allá del máximo que ellos pretenden aspirar, obstaculizando el libre curso de la ley de la oferta y la demanda. Urge buscar la fórmula económica que vincule los intereses de las empresas de las industrias frigoríficas, con el interés de la producción".

Sostiene el orador que la estrangulación del mercado es obra de los frigoríficos extranjeros, y agrega: "Ni la Cámara ni el Ministerio de Agricultura han podido obtener no obstante sus esfuerzos, ningún dato de los frigoríficos referentes al ejercicio 1922". (1)

Sin embargo en la Asamblea celebrada en Nueva York por los accionistas del "Frigorífico Wilson" se demuestra que en el año citado la ganancia líquida ha permitido distribuir un dividendo de dos millones y medio de dólares, cuando los frigoríficos declaran en nuestro país haber ganado únicamente 7 (siete) pesos moneda nacional por animal.

Demuéstrase así la veracidad de las versiones que a luden a la "doble contabilidad" que llevan los frigoríficos: una, fraguada para presentar aquí y otra real que se lleva en el extranjero, en la "Casa Matriz" para rendir cuentas a los accionistas.

(1) En el año 1935 el Senador Nacional por la Provincia de Santa Fé, Dr. Lisandro de la Torre, debe recurrir al "Frigorífico Gualeguaychú S. A." para obtener datos fehacientes respecto a la comercialización de carnes de exportación, imposibles de conseguir en los frigoríficos de capitales extranjeros, porque los negaban o adulteraban. El debate sobre Frigoríficos y comercialización de carnes -asunto de interés vital para el país - termina en una escena sangrienta: la muerte del Senador Dr. Bordabehere en el recinto del Senado de la Nación a manos de Ramón Valdéz Cora.


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Autor: "FEBOR" - Año 1987