Patria
Me duele el porvenir. Estamos solos
bajo la gran tormenta.
¡Qué tempestad de historia nos sacude!
¡Qué resplandor de aurora nos despierta!
¡Qué abrazos de horizontes
hacen fundir al cielo con la tierra!
Parece que naciéramos de pronto
y al diapasón de un mundo en primavera
están brotando pueblos
con ríos por arterias
y nervios de montañas
y misterioso corazón de selva.
Siento brotar mi Patria
cansada de ser tierra.
Está buscando el sol entre Ias nubes
y le quiebra sus gajos la tormenta.
De los brotes partidos
surgirán las banderas.
para abrigar de cielo azul y blanco
a todas Ias conciencias.
¡Señor, estarnos solos
midiendo con el alma las fronteras!
Las queremos tan limpias
que sólo Tú las veas.
Las queremos tan grandes
que sólo Tú las llenes de presencia.
¡Señor del porvenir: no estamos solos!
Mi Patria te ha sentido y se despierta
con un vigor de veinte siglos tuyos
y el ímpetu sagrado de una tierra
nacida para Ti.
¿Ves? Se levanta como una polvareda
para escoltar tus pasos. La Argentina,
Señor, es como enorme enredadera,
que sin la Cruz se cae y la marchitan
las racha extranjeras.
Queremos florecer todo lo nuestro
para que el mundo vea
cómo brotan los pueblos,
si tu Sangre los riega.
Pbro. Luis Jeannot Sueyro
"Los versos del Cura Gaucho"