Romance de la lluvia

Esta lluvia es una madre

que se diluye en sus besos.

Hay un alma en cada gota.

Tiene voz este aguacero.

Por eso grita insistente,

como si tuviera miedo

de mancharse con la tierra.

Por eso nos comprendemos

y me Ilueve sobre el alma,

como llueve sobre el suelo.

Agüita mansa de octubre,

yo sé lo que estás diciendo.

Como tus blandos cristales,

yo también vengo del cielo,

y en un poquito de barro

llevo torrentes eternos

que en oleajes se me vuelcan

sobre los terrones secos.

¿Terrones? Almas que duermen

con el Infinito dentro.

Y llueven horas de mundos

y octubre sigue lloviendo.

Rima el porqué de las cosas

con el alma del misterio.

¿No llueve más? Soy un niño

con alegría de hornero,

y sobre el agua que corre

estoy pescando recuerdos

y un barquito de papel

se lleva todos mis sueños.

Lo que perdí en un naufragio,

en un charquito hoy encuentro:

que todos somos Hermanos

porque venimos del Cielo.

Pbro. Luis Jeannot Sueyro

"Los versos del Cura Gaucho"

El Cura Gaucho