Mi madre

Por mí ha vivido en la tierra

y por mí vive en el Cielo.

Desde allá barre mis noches

con cariñosos reflejos.

Desde allá me reincorpora

cuando caigo en el sendero

y lava en llanto mis ojos

para mirar hacia el Cielo

y pone acíbar en todas

las dulzuras del destierro.

Con ella estoy otra vez

dispuesto a empezar de nuevo.

Me dio a luz un alma nueva

y un corazón tan inmenso

que va a cubrir lo pasado

con un futuro de Cielo.

Madre querida, contigo

no estoy solo en el destierro.

Otra vez vuelvo a rezar

y otra vez quiero ser bueno.

Pbro. Luis Jeannot Sueyro

"Los versos del Cura Gaucho"

El Cura Gaucho