El Cuaderno Nº 204 de Gualepedia, publicado en Gualeguaychú el domingo 18 de marzo de 2001, se centra en la historia de la hotelería local y la figura de un importante agente comercial de la época colonial. Este número de los "Cuadernos de Gualeguaychú" ofrece una mirada detallada a la evolución de los alojamientos en la ciudad y el auge del comercio en el Río de la Plata.
Su enlace es: Cuadernos de Gualeguaychú Nº 204
Los contenidos destacados son:
"LA HOTELERÍA EN GUALEGUAYCHÚ" (Por Nati Sarrot):
La creciente afluencia de viajeros en Gualeguaychú a principios del siglo XIX generó la necesidad de alojamientos. Surgieron las "fondas", establecimientos con habitaciones y patios amplios que ofrecían comida y cobijo para personas y animales.
Se mencionan fondas tempranas como La Fonda de la Figurita (Bolívar y 3 de febrero) y la de Don Pedro Pomar (25 de Mayo y Mitre).
El Hotel del Vapor (originalmente Fonda del Vapor), a cargo de D. Pedro Urtazúm, inició su actividad alrededor de 1852 o 1853 en 25 de Mayo y Mitre (esquina N.E.). Este hotel se convirtió en un centro de acontecimientos sociales, políticos y científicos en Gualeguaychú durante más de seis décadas.
Don Pedro Urtazúm, un vasco-español llegado a Gualeguaychú por 1845, instaló una barbería y su casa contigua. En su barbería ofrecía cortes de pelo, rasurado, y la curiosa aplicación de sanguijuelas para tratar diversas dolencias, exhibiéndolas en una vitrina. Con el tiempo, amplió su local para alojar huéspedes, dando origen al Hotel del Vapor.
El Hotel del Vapor fue un punto crucial para la salida y arribo de diligencias, como las de Luis Carnero (a Concepción del Uruguay) y Lorenzo Batto (a Gualeguay), convirtiéndose en un centro de reunión y curiosidad ciudadana.
En 1868, Don Pedro Urtazúm mostró su compromiso comunitario al brindar apoyo total durante la epidemia de cólera morbus, recibiendo una Mención Especial. También financió un arco triunfal para el paso del Gral. J.J. Urquiza en 1869 y fue nombrado Teniente Alcalde del Segundo Cuartel.
Introdujo iluminación a gas en su hotel mucho antes de que la usina municipal ofreciera este servicio a la ciudad.
Francisco Lescá se hizo cargo del hotel en enero de 1878, realizando importantes reformas y recibiendo elogios de la prensa por su comedor, vinos, aseo y la comodidad de ser la "única casa iluminada a gas". Lescá luego se ausentó del país y vendió el negocio, para después ser propietario del "Deux Mondes" en Buenos Aires.
Otros hoteles mencionados incluyen el Hotel de Londres (antes de 1870, preferido por la colonia inglesa e irlandesa), el Hotel Argentino (abierto en 1878, luego rebautizado Sudamericano y finalmente Hotel Comercio en 1900 por los hermanos Della Chiesa, que significó un avance en la hotelería local), y el Hotel "Nuevo Siglo" de Esteban Madariaga.
Los últimos tiempos del Hotel del Vapor lo muestran deteriorado, luego revitalizado con nuevas administraciones (José Marssó y Cassaux), pero finalmente cerrando su restaurant en febrero de 1901, aunque con destellos temporarios de actividad.
Se anticipa la historia del Hotel París, inaugurado en 1905, que se convertiría en el de vida más prolongada en Gualeguaychú.
"DON JOSEF, AGENTE COMERCIAL" (Por Silvia Razzetto de Broggi - CVADERNOS en EGB):
La sección explora el crecimiento del sector mercantil en el Río de la Plata a fines del siglo XVIII, impulsado por el Libre Comercio. Mercaderes españoles se establecían en ciudades-puerto y delegaban agentes en zonas productoras.
El comercio era la vía de ascenso social para muchos varones, especialmente jóvenes y solteros de clase media española con formación intelectual, provenientes de regiones como Cataluña y las tierras cantábricas. Su carrera avanzaba de aprendiz a empleado y luego a patrón, pasando de minorista a mayorista y a gran comerciante, a menudo involucrando a familiares en sus empresas.
El matrimonio era crucial, generalmente con hijas de comerciantes locales que aportaban dote, contactos sociales y capacidad para colaborar en los negocios. La participación criolla en el comercio era escasa debido a la preponderancia peninsular.
Buenos Aires y Montevideo funcionaban como centros de redistribución mercantil, conectando regiones productoras con puertos españoles. La demanda europea de materias primas coloniales impulsó la exportación de cueros y carnes saladas de la Banda Oriental.
Se narra la historia de Josef Antonio de Haedo, quien en 1791 viajó desde Vizcaya (España) a Buenos Aires para ayudar a su tío, Manuel Ventura de Haedo, en el comercio. Josef Antonio nació en 1780 y llegó en un periodo de auge exportador.
Manuel Ventura de Haedo, un comerciante de prestigio, fue nombrado representante del Cabildo de Gualeguaychú en Buenos Aires en 1801.
Josef Antonio de Haedo se estableció en Gualeguaychú, donde despachaba productos locales a Buenos Aires e importaba bienes necesarios que distribuía en pulperías. Fue elegido Cabildante en 1809, desempeñándose como Cuarto Regidor y Defensor de Pobres y Menores.
Se menciona el antiguo linaje de la familia Haedo, descendientes del Duque de Cantabria Don Heduo, y se explica el Tribunal del Consulado como una institución de 1794 para fomentar el comercio y resolver disputas mercantiles.
El Cuaderno de Gualeguaychú Nº 204 fue investigado y redactado por Nati Sarrot, Marco Aurelio RODRIGUEZ OTERO, Fabián MAGNOTTA, Silvia RAZZETTO de BROGGI, Carlos M. CASTIGLIONE y Aurelio GOMEZ HERNANDEZ. La digitalización estuvo a cargo del Museo "Casa de Haedo" y la edición y OCR del texto por Patricio Alvarez Daneri.