El Cuaderno Nº 139 de "Cuadernos de Gualeguaychú", publicado el 5 de julio de 1998, aborda aspectos históricos, sociales y geológicos de Gualeguaychú.
Su enlace es: Cuadernos de Gualeguaychú Nº 139
Sus secciones principales incluyen:
Cármelo Romero, un raro testimoniador - El Conde de Gená:
Esta sección se centra en la vida y obra de Cármelo Romero (1848-1925), conocido como el "Conde de Gená".
Romero fue un pintor y dibujante excéntrico, que documentó campamentos militares, incluyendo uno en el Palacio San José.
El cuaderno reproduce una acuarela de 1914 donde Romero, residiendo en Gualeguaychú, representa el rancho que ocupó de 1866 a 1870 como parte del Batallón 1° Entre-Riano.
Se detalla su historia militar: se presentó ante López Jordán en 1865, fue Portaestandarte del Ejército de Urquiza, y Subteniente y Abanderado del Batallón 1° Entre-Riano desde octubre de 1867.
Una "Leyenda" escrita por Romero describe su liberación de la cárcel del batallón el 24 de diciembre de 1866 y su incorporación como Soldado Distinguido, destacando el buen trato que recibió de oficiales y tropa.
Su vida fue marcada por un incidente donde prendió fuego a la estancia del Gená en protesta por la oposición de sus padres a su matrimonio, lo que llevó a su detención y remisión a San José.
Aunque inestable, Cármelo Romero fue un hombre curioso y estudioso, conocedor de flora, fauna y costumbres locales, dejando anotaciones coherentes en cuadernos y una obra pictórica que incluye óleos en el Instituto Magnasco y el Museo de la Ciudad "Azotea de Lapalma".
Hay un enfermo grave... - El Sarampión:
Esta parte describe las antiguas costumbres de Gualeguaychú cuando había un enfermo grave en una casa.
Se cubría la vereda con aserrín para amortiguar el sonido de los pasos y se cortaba la calle en las esquinas con una cuerda y un farolito para desviar el tránsito, mostrando un "contagio respetuoso que impone el silencio".
El texto contrasta estas prácticas, ahora "historia", con el ruido moderno de la ciudad.
También incluye un poema inédito de Pipo Pescador titulado "El Sarampión", que evoca la experiencia de la enfermedad en niños antes de las vacunas, incluyendo la práctica de contagios intencionales.
Geología del Río Gualeguaychú - Parte XIII: MÁS PIEDRA PARA LAS CALLES (Profesor Manuel Almeida):
El Profesor Manuel Almeida detalla el origen de la piedra y los materiales utilizados para el pavimento de las calles de Gualeguaychú.
A principios del siglo XX, las piedras para adoquines y cordones se extraían de la estancia "Las Piedras", cerca del actual puente de la Ruta N° 136, y eran transportadas en barcazas hasta el puerto.
Los picapedreros eran artesanos muy hábiles, logrando gran semejanza en tamaño y forma de los adoquines y la perfección en la talla de los cordones, que aún pueden observarse en calles como Bolívar.
La tarea de empedrado de calles fue intensa en el primer período del siglo XX, comenzando por calles importantes como Luis N. Palma, Rivadavia y Urquiza.
Posteriormente, comenzó la era del pavimento de cemento, utilizando pedregullo de Colonia Elía o piedra arenisca picada de diversas estancias a lo largo del río Gualeguaychú, como "San Martín", "Centella", "Isleta", "Las Piedras", "Salto de Méndez" y canteras cercanas al Frigorífico Gualeguaychú.
Se mencionan nombres de picapedreros y empedradores como Vicente Cicarelli y Pedro Narbais.
La década de 1930 fue un período histórico para Gualeguaychú por la magnitud de las obras públicas, gran parte impulsadas por el Diputado Nacional Juan Francisco Morrogh Bernard y durante la presidencia del Gral. Agustín P. Justo, quien visitó la ciudad en 1937.
Este cuaderno es una valiosa fuente para entender la vida de un personaje histórico y artístico como Cármelo Romero, las tradiciones sociales de la ciudad y la evolución de su infraestructura urbana a través del uso de materiales y la ingeniería local.