Florencia Marreins: Maestra del Barrio Norte

Por el Prof. Mario Giordán

Muchas y abnegadas maestras dedicaron su vida a  la formación de varias generaciones en esta ciudad y escribieron páginas de heroísmo y abnegación en la historia de la educación de Gualeguaychú.

La mayoría de aquellas docentes desempeñaron su labor en medios hostiles, alejados del centro urbano, donde educar era sinónimo de civilizar.

Una de esas docentes fue Florencia Tomasa Marreins, primera directora y maestra de la Escuela Nº 9 del barrio Franco, hoy Escuela Nº 8 Coronel Rosendo Fraga.

Forjó con su sacrificio una escuela fiscal (1) que llegó a cambiar la fisonomía de un barrio, dejando una obra que no concluyó con su retiro, sino que, por el contrario, se fue afianzando.

Incansable en su acción, su principal preocupación consistió en lograr la retención del educando en el aula. Esto fue motivo de incontables notas ante la autoridad policial en las que solicitaba su colaboración para este fin.

Supo conjugar su carácter recio con la amabilidad y la dulzura necesarias en tan noble misión, logrando así un cambio profundo en alumnos y padres.

En su foja de servicios quedó asentada su preocupación por mejorar el ambiente en general; esfuerzos muchas veces estériles por la realidad del núcleo poblacional del barrio.

Florencia Marreins
Florencia Tomasa Marreins

No obstante, su fuerte personalidad ha dejado plasmado un sello imborrable.

La semilla por ella esparcida no cayó al borde del camino, sino que, por el contrario, “cayó en tierra fértil y dio frutos el ciento por uno” (2).

“A quien puse por nombre Florencia Tomasa...”

Florencia Tomasa Marreins, hija legítima de Pedro Marreins y de María Perigán, ambos inmigrantes franceses, nació en Gualeguaychú, el 24 de mayo de 1883. Fue bautizada en la Parroquia San José el 29 de junio de 1884; en la misma fecha era bautizada su hermana María Luisa, nacida el 1 de octubre de 1884.

Entre sus hermanos figura Pedro Marreins, quien por el año 1860 edificó e  instaló  un  almacén  que  luego  la  gente  identificaría  como  la  Plaza  de Frutos del País y que, posteriormente, por decreto del entonces presidente municipal don Jacobo Spangenberg, fue declarada Plaza de Concentración de Frutos del País. Allí obligatoriamente debían ir todos los vehículos que venían con carga de nuestro departamento, viéndose obligado don Pedro a reducir sus actividades al ámbito de su almacén.

Otra descendiente de este matrimonio fue María Luisa Marreins, que en el año 1907 contrajo matrimonio con Arnoldo Cantón, hijo de Serafín Cantón, primer fotógrafo de Gualeguaychú.

Juan Marreins –el hijo mayor de los Marreins Perigán–, luego de realizar sus primeros estudios en esta ciudad, fijó  residencia en Buenos Aires, donde continuó estudiando. 

Viajó periódicamente a Francia; allí realizaba trabajos de construcción. Es importante tener presente que fue uno de los primeros constructores en emplear el portland.

Por último, cabe recordar a Ana Marreins de Commeta y a María Marreins. Esta  retornó a Francia –enviada por  sus padres– a cuidar de una  tía y en aquel país murió.

Fue esta una familia de  inmigrantes que de diversas formas  intervinieron en el quehacer de nuestra ciudad.

Rasgos de una personalidad

Para esbozar  los rasgos de su personalidad se ha consultado a familiares, conocidos y ex alumnos. Su aporte ha sido fundamental para bosquejar su retrato espiritual, personal y profesional.

Florencia Tomasa Marreins fue una mujer que equilibró la valoración de sí misma y la de su familia.

Tesonera en sus propósitos; con profundo espíritu de  iniciativa y empuje, no dejó por eso de valorar todo lo que del pasado podía rescatar de positivo y bueno.

Sus ex alumnos la recuerdan como una mujer de carácter severo (necesario en la formación de adolescentes y “jóvenes casi hombres”), pero con fuertes  impulsos de amabilidad y afán protector. Prudente y reservada en sus relaciones sociales; despierta y ordenada en su accionar como educadora.

Poco afecta a las diversiones y pasatiempos, pasó los años de su juventud dedicada exclusivamente a su labor educativa. Vivió en la casilla de madera anexa a la escuela, que servía de habitación para la docente.

Una vez jubilada (25 de julio de 1927), nunca más salió de su casa paterna (Rocamora 275) para alternar su vida de piedad con sus relaciones familiares, hasta su muerte, acaecida el 3 de febrero de 1977.

Pensar que por eso no me casé

Siendo adolescente –alrededor de los doce años– sufrió un accidente que la dejó marcada por el resto de su vida. Este incidente –según recuerda su ex alumno Oscar Cafferata, por haberlo escuchado de ella misma– fue la caída de un caballo. Esto le produjo la fractura de un pie, lo que le imposibilitó caminar con facilidad. Para solucionarlo, sus padres le mandaron confeccionar un calzado especial. Posiblemente esa solución no hubiera sido necesaria. Con el uso prolongado de ese zapato aprendió a caminar como renga, continuando así por el resto de su vida. De allí el apodo con el que se  la conoció popularmente desde chica: “la renga Marreins”.

Después de  varios  años de  jubilada,  viviendo  en  su  casa paterna,  se dio cuenta de que su pie era normal; no existía ningún resabio del accidente. Lo que la hacía renguear era aquel zapato que debió usar desde pequeña.

Sin duda alguna este incidente dejó huellas muy profundas en ella que la llevaron en más de una oportunidad a aislarse de la vida social.

Siendo ya muy anciana, le confió a un familiar –Carlos A. Carmona– que la renguera había sido la causa de su soltería, diciendo: “Pensar que por eso no me casé” (3).

Los profundos enigmas de la vida de los hombres solo son penetrados por Dios… y en  la vida de Florencia esta situación fue, sin dudas, un misterio que quedó sin revelar.

De no haber permanecido soltera, ¿hubiera sido otra la vocación que orientó su vida?

Después de analizar su historia profesional, se deduce que una auténtica vocación docente fue el ideal rector de su existencia, pues, como descendiente de una familia bien conceptuada, pudo haberse inclinado por dama de compañía o institutriz, trabajos comunes para las mujeres de la época.

No deseo ascenso, permuta ni traslado.

En 1903, contando con 20 años de edad, comienza su vida docente. No hay documentación ni testimonios que precisen el lugar exacto donde se inició. 

Lo cierto es que a comienzos de 1912 ya se había  instalado en tierras pertenecientes a Juan José Franco, en la primitiva escuela de madera, sistema sueco, cuya adquisición se debía a un contrato firmado entre el gobierno de Entre Ríos y una empresa misionera destinada a la construcción de este tipo de casas.

Desde ese año y hasta su jubilación, el 25 de julio de 1927, toda su actividad docente fue desarrollada en el barrio Franco, la que ciertamente amó como parte de su vida. En su Copiador Personal, en el folio 81, se registra el rechazo a una propuesta de sus superiores de “traslado, ascenso o permuta” a una escuela más cercana, contestándoles: “No deseo ascenso, permuta ni traslado”.

¿Cuál habrá sido el motivo de tal ofrecimiento...? ¿Cuál el de su rechazo...? 

No se obtuvieron respuestas a estos interrogantes de nadie que la conoció.

Pero no quedan dudas: esa fue su casa... aquellos, sus hijos...

Los testimonios de quienes la frecuentaron permiten ahondar en el interior de esta mujer que a lo largo de veinticuatro años de ejercicio docente dio lo mejor de sí en pos de un ideal... María América Barbosa la recuerda “como una mujer excepcional; maestra cabal, entregada a su magisterio; sacrificada por lo difícil del barrio donde eligió trabajar...” (4).

Sus ex alumnos la recuerdan como una mujer de carácter severo, pero bondadosa y dedicada totalmente a su ministerio.

Los vecinos supieron de su bondad y caridad, ya que siempre estaba pronta a socorrer a los necesitados.

La inundación del año 1914, que azotó a la ciudad, causó gran deterioro en el inmueble escolar. La señorita Marreins no abandonó la escuela durante el tiempo que las aguas permanecieron en el lugar. Una vez que estas se retiraron, y con la ayuda de vecinos y alumnos, se dedicó por varias jornadas a la reparación del edificio como también al arreglo del terreno, la quinta y la huerta.

El Gobierno de Entre Ríos ha contratado...

El edificio primitivo de la escuela del barrio Franco se trataba de una construcción de madera “sistema sueco” con amplia galería a su alrededor, provista de barandas bajas. 

La escuela contaba con dos cuerpos: uno destinado para aulas (dos en total), cuyas dimensiones eran de seis metros por ocho con cincuenta metros, y tres metros con setenta y siete centímetros de alto; el segundo, destinado para vivienda de la maestra, tenía tres habitaciones y otras instalaciones necesarias.

Se encontraba levantado de la superficie del suelo a unos ochenta centímetros debido a las inundaciones que asolaban al barrio y estaba circundado por una amplia chacra. 

Para su aprovechamiento, la Srta. Marreins solicitó al director de  la Escuela Rural Alberdi el envío de árboles  frutales, “con preferencia duraznos, ciruelos, damascos, etcétera” (5), de la que recibió cuarenta ejemplares frutales. Igual solicitud fue realizada ante las autoridades de la Escuela de Villa Urquiza.

El perímetro de la chacra se encontraba alambrado, pero en total deterioro hacia 1920. Por  lo cual, mediante nota del 26 de  julio de ese año,  la Srta. Marreins comunica al subinspector de zona que el Consejo General de Educación había realizado el arreglo de este por  la suma de $ 185, según un presupuesto obrante en el archivo escolar.

La escuela perteneció a  la Categoría  Infantil y  fue  levantada en  terrenos donados el 9 de julio de 1912 por don Juan José Franco, cubriendo un área de 3.600 m2. El costo de dicho  lote, al momento de  la entrega al Consejo General de Educación, era de $10.000, según consta en los informes enviados por la Srta. Marreins al subinspector escolar, mediante notas de marzo de 1917.

José Franco tiende una Mano...

Dos personalidades profundamente ligadas al quehacer educativo de la zona norte de nuestra ciudad fueron Florencia Tomasa Marreins y Juan José Franco. Este, cuya preocupación constante fue la educación, dotó al barrio que hoy lleva su nombre, de una escuelita. “Para ello donó uno de los lotes y realizó las gestiones para instalarla allí”; y Florencia ocupó –por expreso pedido suyo– el primer cargo de directora y maestra. Sin duda alguna,  la actuación de ambos fue en tiempos de pobreza.

Algo más sobre la personalidad de Franco en su obra educativa es que fue el impulsor de la iniciativa de otorgar subvenciones a las escuelas particulares, verdaderos pilares de la educación de nuestros antepasados.

Lamentablemente no ha quedado nada que pudiera  ilustrar con más detalles  su  accionar  conjunto,  que  sin  duda  alguna  habrá  sido  de  singular importancia para la fundación del barrio. Solo el testimonio de algunos ex alumnos o familiares, cuyas vivencias y recuerdos han enriquecido el presente trabajo.

Solicito de su caridad...

El ambiente de pobreza que actúa la Escuela Nº 9...” (6).  Así comienza una nota dirigida al Presidente de la Municipalidad por la cual solicita la donación de galleta suiza semanalmente. Esta nota se repite en sucesivas oportunidades, a  lo  largo de  los años que estuvo al  frente de  la escuela. Las necesidades extremas de sus niños fueron el motivo de sus constantes desvelos por solucionarlas.

Esta situación de extrema pobreza y marginación fue una de las causas de la deserción y de  las reiteradas  inasistencias. Cabe recordar que esa zona estaba habitada, en su mayoría, por familias pobres; muchos padres eran jornaleros o peones. Si a esto agregamos el analfabetismo de los mayores, comprenderemos con facilidad la despreocupación de estos por la educación de sus hijos. Esto fue motivo de reiteradas notas ante la autoridad policial que “quiera imponerse como merecen (...) y les haga cumplir el artículo 33 sobre Educación Común...” (7). Además, muchos niños tenían que trabajar desde muy temprana edad.

No escapó también, como influencia negativa contra los fines de la escuela,  las enfermedades propias de zonas marginales. En  reiteradas notas al subinspector, comunica  la existencia de enfermedades  tales como viruela boba y sarna. En 1919 llegó a tal extremo la epidemia que debió suspender alumnos por “prescripción médica” (8).

Su lucha constante fue contra la ignorancia, la pobreza y la enfermedad... Su apostolado se lo exigía...

Se ha preocupado por...

El Copiador Personal registra la calificación profesional desde 1922 hasta el año anterior a su retiro.

En  todos  los  años de  actuación,  su  laboriosidad,  vocación, preocupación por la asistencia y cumplimiento de las resoluciones superiores fueron evaluadas como “Muy Buena”.

Merecieron el reconocimiento de los superiores sus desvelos por el “hermoseamiento y la buena marcha de la escuela...” que muchas veces no consiguió “dado el mal ambiente del vecindario…” (9). 

Los años de servicios empiezan a gravitar

Veinticuatro años de servicios, la lucha constante por superar las dificultades de un medio hostil y “el poco apoyo de los hogares para la obra de la escuela” fueron las causas que gravitaron en su ánimo y en sus fuerzas.

Su despedida de  la escuela  fue  sencilla,  como  sencilla había  sido  la existencia de esa mujer que, trabajando en silencio, en silencio emprendía el retiro de la escuela que tanto había amado... Así se han retirado siempre los hombres que han dejado tras de sí huellas profundas, pero sin hacer alardes de su trabajo...

A manera de conclusión

Y estos son rasgos de su vida...

Hablar de su trayectoria en el magisterio es abarcar toda su existencia. Ella así lo quiso...

Me demoro ante la fotografía que la muestra con una rama sostenida por sus manos. Esas manos que entregaron  la primera pizarra a  los niños del barrio marginal. Manos que no acunaron un hijo, pero acunaron el saber, la formación moral, la doctrina cristiana, para construir un pedacito de Patria en un rinconcito de la ciudad...

Para Florencia Tomasa Marreins mi agradecimiento y el de tantos que ella ayudó a crecer y que, no dudo, escribirán un día el epitafio que falta en su tumba; la honrarán en un aula que lleve su nombre como la fundadora de la escuela o en alguna calle de “su” barrio la recordarán...


1   Escuela fiscal: se denominaban con ese nombre a las escuelas que dependían del Estado.

2   Mateo 13.23.

3   Entrevista a Carlos Carmona, familiar de Florencia Marreins (1990).

4   Entrevista con María América Barbosa (1990).

5   Copiador de la Escuela Nº 8 Rosendo Fraga, s/d.

6   Copiador…, ob. cit.

7   Copiador…, ob. cit.

8   Copiador…, ob. cit.

9   Copiador…, ob. cit.

El lapso de una vida… tiempo de Florencia Marreins… tiempo de…

1883: El Primer Congreso Pedagógico introduce nuevos planes de tipo europeo.

1886: Miguel Juárez Celman asume la Presidencia de la Nación.

1891: Conversaciones entre Mitre, Roca y Pellegrini para llegar al acuerdo.

1898: Julio A. Roca ocupa por segunda vez  la primera magistratura de la Nación.

1899: Roca y el presidente Errázuriz (Chile) encaran la situación limítrofe.

1902: Nace la Doctrina Drago.

1910: Se promulga la Ley de Defensa Social.

1912: Ley Sáenz Peña del voto secreto, universal y obligatorio.

1914: Se inicia la Primera Guerra Mundial.

1917: Se proclama la República Federal Rusa Socialista Soviética.

1918: Finaliza la Primera Guerra Mundial.

1919: En la Argentina: año de grandes luchas obreras.

1922: La Unión Sindical Argentina protesta contra la masacre del Primero de Mayo en Gualeguaychú y otras ciudades.

1924: Se promulga la Ley sobre trabajo de menores y mujeres.

1928: Llega al país el presidente electo de los Estados Unidos, Herbert Hoover.

1930: Derrocamiento del Dr. Hipólito Yrigoyen.

1939: Se crea el protectorado alemán de Bohemia y Moravia.

1941: Alemania invade a la Unión Soviética.

1943: Un golpe militar en Argentina derroca al presidente Castillo.

1945: Conferencia de Yalta (Crimea): Roosevelt, Churchill y Stalin se distribuyen las zonas de ocupación.

1947: Se sanciona en Argentina la Ley del voto femenino.

1952: Muere en  la residencia presidencial  la Sra. María Eva Duarte de Perón.

1955: Un nuevo golpe militar derroca al presidente Juan Domingo Perón.

1957: La URSS lanza al Espacio el Sputnik, primer satélite artifcial lanzado por el hombre.

1961: El ruso Yuri Gagarin es el primer hombre en llegar al espacio.

1962: Las fuerzas armadas argentinas deponen al presidente Arturo Frondizi.

1963: Fallece el Papa Juan XXIII, quien inicia el Concilio Ecuménico Vaticano II. Es asesinado el presidente de los Estados Unidos John Kennedy.

1966:  Por  un  nuevo  golpe militar  es  derrocado  el  presidente Dr. Arturo Illia.

1969: Armstrong es el primer hombre que hace pie en  la superfcie de  la Luna.

1973: Sublevación militar sangrienta en Chile y es derrocado el presidente Salvador Allende.

1974: Asume la Presidencia de la Argentina por primera vez una mujer: María E. Martínez de Perón.

1976: Derrocamiento militar de la presidenta Martínez de Perón.

1977: Se suscribe en la OEA el nuevo Tratado del Canal de Panamá. Participa el presidente de facto Jorge R. Videla.


Fuentes consultadas

Testimonios escritos

Diarios El Argentino y El Censor (1910-1912). Hemeroteca del Instituto Magnasco.

Archivo familiar y fotografías. Carlos A. Carmona Perigán. Calles Paraguay y Jujuy.

Copiador de Notas de Florencia T. Marreins. Propiedad de la Escuela Nº 8 Cnel. Rosendo Fraga.

Recopilación sobre Juan José Franco. Obra de Norma F. de Guerberoff. Propiedad de la Escuela Nº 8.

Álbum y archivo de la Escuela Nº 8.

Diario El Argentino. Suplemento especial del Bicentenario, p. 29.

Diario El Argentino. Números varios. Años 1983 y 1977.

Catedral San José. Libro de Bautismos. Año 1884.

Diario La Nación. Desde  1883 hasta  1977. Hemeroteca del  Instituto Magnasco.

Testimonios orales

María América Barbosa. Contemporánea  y  colega de  Florencia Marreins. Entrevista realizada en 1990.

Oscar Cafferata. Ex alumno. Entrevista realizada en 1990.

Carlos A. Carmona Perigán. Familiar. Entrevista realizada en 1990.

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