A una sentida muestra de pesar ha dado lugar el acto de despedir los restos de la señora Esilda Ramona Cedres de Ansalas, cuyo fallecimiento se produjo el pasado domingo, a la edad de 94 años.

La conocida vecina del barrio Oeste  era descendiente de una familia  donde el trabajo, la fe, la perseverancia y el respeto fueron el común denominador y marcaron un camino a seguir, siendo así que en esa tendencia Esilda cumplió  tareas nada menos que en nuestra fábrica más importante: el Frigorífico Gualeguaychú, justamente donde también se desempeñó su esposo, el recordado Juan Ansalas.

El hogar, obviamente, también fue su prioridad. No solo se dedicó a las tareas, sino también al cuidado de sus dos hijos varones brindándole mucho cariño, mucho amor y la ayuda permanente para que sigan transitando el camino del bien, del trabajo y la responsabilidad, misión que fue muy bien correspondida puesto que los mismos hijos fueron sus verdaderos compañeros.

La familia creció, se sumaron Caty y Mabel, llegaron sus nietos, la alegría y el calor, y al jubilarse abrió su hogar para hacer de la amistad un verdadero culto compartiendo casi a diario con sus vecinas y amigas.

Adiós Esilda. 

Recordaremos tus pasos cortitos, tu agradable sonrisa y, pese a los años y algunos achaques, las ganas de transmitir buena onda y siempre en positivo.