María Carmen Britos
Por Mario César D´Agostino
Quienes fuimos sus alumnos y la recordamos con cariño y respetuosa
admiración quisiéramos presentarla para los memoriosos y para que la
conozcan las nuevas generaciones.
Pertenecía a una tradicional familia de nuestra sociedad. Fue una conceptuada dama, destacada por la fineza de su espíritu y por la bondad puesta de manifiesto en todas las actividades de la vida en las que obtuvo sobrados méritos que humildemente exhibía. Es recordada y reconocida, además, por sus cualidades como docente e investigadora de la historia local.
En 1910 llegó a Gualeguaychú, procedente de Buenos Aires, para incorporarse al primer cuadro de profesores que esparcían a manos llenas las semillas del saber en nuestra querida Escuela Normal, donde se irían formando las promociones sucesivas de maestros.
Integró el grupo de docentes fundadores de la Asociación del Magisterio. Activa participante del quehacer cultural, dictó sus clases de Historia y Literatura con su voz suave, acompañada de finos modales que supimos apreciar.
Trabajó con entusiasmo en la investigación del asentamiento de los primeros pobladores de Gualeguaychú y difundió importante información sobre la fundación de la ciudad y sus primeros años de vida, sobre la base de documentos existentes en el Archivo Histórico Nacional a los que ella accedió.
En 1933 –con motivo del sesquicentenario de la fundación de la ciudad–, integró la Comisión Especial que se formó para estudiar los antecedentes sobre el primitivo emplazamiento de Gualeguaychú, junto a un grupo de ilustres: Camila Nievas de Capdevila, Rita Latallada de Victoria, Alberto Arigós D´Elía, Juan Luis Secchi, Pbro. Pedro Blasón, Gervasio Doello Jurado, César Blas Pérez Colman y Martiniano Leguizamón.
Al cabo de un tiempo, la profesora Carmen Britos manifestó su disidencia con dicha comisión, porque no coincidía en cuestiones fundamentales, aceptadas por el resto de los integrantes, sobre la posible localización del primitivo asentamiento.
Sus objeciones eran:
-La distancia.
Al respecto, decía: “Los sostenedores de la teoría que objeto sitúan el emplazamiento de la villa a unas veinte cuadras más o menos al sudoeste de la actual ciudad y dan por sentado, para ello, que Rocamora se equivocó al establecer en su informe (20 de octubre de 1783) que la villa primitiva quedaba más de una legua al sud de la ciudad”. La señorita Britos opinaba que, dada la calidad de los pilotos de la época, no había posibilidad de error.
-La cimentación de piedra de la capilla primitiva.
Ella consideraba que los elementos mencionados por la comisión (piedras) no podían haber pertenecido a la capilla; sostenía que esta debió estar construida con elementos del lugar (paja y adobes).
-El hallazgo de restos humanos.
La comisión consideraba que este hecho constituía la prueba más contundente del primer asentamiento. La historiadora argumentaba que esto contrariaba la tradición conservada por los primeros pobladores, ya que todos los restos fueron trasladados al cementerio que existía donde hoy está enclavada la Catedral.
Posteriormente, presentó nuevas objeciones referidas a la ubicación de la capilla, la que según ella se habría situado en la otra margen del río Gualeguaychú, en el actual departamento de Concepción del Uruguay. Sus objeciones fueron refutadas por la comisión con otros fundamentos.
Una prueba de las discrepancias existentes en el seno de esta histórica comisión es una publicación que realizó en el periódico local "El Censor" bajo el título “Aclarando situaciones sobre la fundación de Gualeguaychú”.
No obstante sus cuestionamientos, la profesora Britos reflejó en la comunidad en la que le tocó vivir su vocación docente, su espíritu de investigadora y su devoción de creyente fervorosa volcada al bien por el bien mismo.
Ejerció la docencia hasta el año 1947. El 30 de noviembre de 1958 fue llevada a la Casa Celestial para gozar de la vida eterna.
Fuentes
Archivo del Cementerio Norte.
Diario El Argentino, Gualeguaychú, 2 de diciembre de 1958.
Informe Comisión Especial para estudiar los antecedentes del primitivo emplazamiento de Gualeguaychú.
María Carmen Britos