Cuando nos propusimos rescatar el folclore de nuestro Gualeguaychú, al copiar los apuntes de Cármelo Romero (Conde de Gená) se nos abría una nueva vía sobre temas apenas tratados y que, en una época, habían integrado actos y habla corriente del pueblo.
Cármelo Romero realizó, sin percatarse, un trabajo de campo que nos permite desenterrar comportamientos a los que dieron vida, por ejemplo las ADIVINANZAS, aquellas que corrían de boca en boca "con su contenido breve y rimado" para solaz y entretenimiento de grandes y chicos en reuniones familiares.
Ismael Moya nos dice que la Adivinanza era un pasatiempo muy antiguo y común en los viejos pueblos de Egipto, India, Babilonia, Persia, Grecia y Roma.
Cármelo Romero reconocía que él no había memorizado muchas; en cambio, en la Encuesta de Folclore realizada en 1921, las maestras de las Escuelas Láinez lograron rescatar otras extraídas de pobladores memoriosos de las zonas urbanas y rurales del Departamento.
Al ir dando a conocer estas aportaciones al folclore de Entre Ríos y en especial de Gualeguaychú, presentaremos, por separado, en síntesis biográficas, a las maestras que cumplimentaron aquella prolija investigación.
Bien. El juego de la adivinanza consistía en proponer en voz alta el texto (por lo general rimado) que sugería, con datos de interpretación ambigua, lo que debía acertarse. Así iniciamos nuestro trabajo que titulamos: ADIVINA ADIVINADOR.
Cuál será la muy mentada
Que se halla al fin de la vida.
No halla en el mundo cabida
Ni en el cielo tiene entrada.
Que no se encuentra en los meses
Y en la semana, dos veces.
Se otorgaba un tiempo y el exponente preguntaba, al no recibir respuesta, si se daban por vencidos, esto le confería derecho a informar que se trataba de La letra A y a formular otra adivinanza.