Con la canción que se siente/ nombrando aquello que se ama,
Mi corazón hoy se inflama/ bajo un dulce afán latente,
Quiero que hoy mi canto ostente/ sus más puros atavíos, y que entre los versos míos/ brille gallarda, triunfal, / ¡la perla del litoral,
mi hermosa cuna, Entre Ríos!
Quiero evocar la memoria/ de esa hospitalaria tierra,
y los blasones que encierra/ de orgullo, grandeza y gloria
y como ofrenda a su historia/ que el patrio Sol idealiza
por la faz que solemniza/ la realeza de su cuño,
¡bordar un himno al terruño/ de Justo José de Urquiza!
Fue en aquel solar florido/ donde en gracia placentera,
vio mi ser la luz primera/ y el calor del primer nido;
allí el dulzor he vivido/ de las caricias maternas,
y allí las venturas tiernas/ de la niñez me envolvieron,
y en mi corazón prendieron/ sus alboradas eternas!
Mi adolescencia temprana/ floreció capullos de oro,
sobre flotante tesoro/ de la campiña entrerriana;
y cuando la dicha arcana/ fulgió sobre mi destino,
allí el amor peregrino/ me brindó con sus allegros,
la luz de unos ojos negros/ que aún rielan en mi camino.
Todo mi pasado hermoso/ se colora y se ilumina
sobre la linfa argentina/ del Paraná majestuoso;
y al halago delicioso/ de su insondable rumor,
adquiere nuevo esplendor/ mi corazón amargado
para mostrarse enjoyado/ lo mismo que un ceibo en flor
GENEROSO D’AMATO