Ramiro

Ante la muerte del niño Ramiro Baridón,

lirio de un día que nos dejó su aroma para siempre.

¡Cuánto Cielo floreció

en tu poquito de tierra!

y qué cantidad de vida

en trece años apenas.

“Estoy bien”. Tus ojos claros

volcaban el alma buena,

como la flor da el perfume

y su resplandor la estrella.

"Estoy bien". Y nos hablabas

por tus heridas abiertas

que nos gritaban verdades

como bocas de profetas.

Esas noches de oración,

de congojas y de esperas

yo he visto aletear un ángel

en tus manecitas trémulas...

Te las fue cambiando en alas

y Dios estaba tan cerca

que volaste rumbo al Cielo

en noche de luna llena.

Tu vida fue siempre clara,

tu muerte fue sin tinieblas.

Ramiro: todos los que

te queríamos de veras

rogamos que desde el Cielo

te asomes a alguna estrella

y nos digas: “Estoy bien.

Estoy mejor que en la tierra.”

Pbro. Luis Jeannot Sueyro

"Los versos del Cura Gaucho"

El Cura Gaucho