Padre de todos
Homenaje al S. Pontífice (1940)
Padre de todos, padre entristecido,
no estás solo, tus hijos se te acercan
para alargar tu sombra milenaria
y actualizar tu fe como una estrella,
en este ocaso de un dolor sagrado
que es la alborada de una paz eterna...
Hoy tu blanca figura eternizada
cubre en abrazo la orfandad sangrienta
y escribe la esperanza entre los tristes
y envuelve a los heridos como venda.
¡Con gesto de Jesús muere por todos,
con brazos de Moisés por todos reza!
Manos de Padre, angelical escala,
que juntan lo que rompe la soberbia
e hilvanan con relámpagos la historia;
los hombres se alejaron de tu diestra.
Escucha padre, cómo llora el mundo.
¿Ves? Tus hijos se matan por la tierra,
y tu les das el Cielo y lo proscriben,
y les muestras a Dios y lo blasfeman.
Y porque pisotearon el Calvario,
sangre de hermanos marcará sus huellas...
Padre de todos, alma de la Historia;
el siglo del dolor ya se despierta
y te alarga sus brazos de leproso;
y lavado en su llanto te contempla
como a Jesús que llega sobre el agua
de la tribulación: ¡Padre, que vean!
Tú sólo puedes levantar al mundo;
estás crucificado en su grandeza:
y sobre tus espaldas doloridas
la sombra de Jesús como bandera
de eternidad: “Yo soy -dice-, no temas,
Yo he vencido a este mundo.
Contigo estoy, no romperán la piedra...”
El oleaje de siglos te salpica
con espuma de sangre y de blasfemia.
¡Pero tú, inmóvil, como Dios bendices,
y como Dios esperas!
Ya se abrirá en relámpagos de gloria
y escribirá la paz con letra eterna
y el arco iris de Jehová en su abrazo
será alianza del Cielo con la tierra...
Centinela de Dios, grita a tus hijos
que todo el horizonte ya clarea
y el sol de Roma como una Hostia Santa
desangra un porvenir de Vida nueva!
Bajo este invierno de dolor que mata
ya empieza a despertar la primavera:
el espíritu llega sobre el agua
Cristo retorna: ¡Juventud despierta !
Pbro. Luis Jeannot Sueyro
"Los versos del Cura Gaucho"