Cuaderno Nº 66

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, Domingo 18 de Junio de 1995 CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 66
LOS LÍMITES, FUNDAMENTO GESTUAL DE LA PROPIEDAD- Rincón o rinconada- Los mojones- La zanja- El palo a pique- Cercos vivos- El alambrado- El alambre de púas- Si no hay piedra, vale un tala- ¡Qué límites pintorescos!
CVADERNOS. HONORABLE FELICITACIÓNLA E.N.E.T. Nº 2 EN SU ANIVERSARIO 75LAS MÁQUINAS RÁPIDAS Y EL "FAST DESIGN"LOS HABITANTES DE LA MANSIÓN IV (Edición Impresa)-  Entre Letras y Pinturas (Carlos María Castiglione)- Platería, un culto universal - Trabucos, Tabas, Lazos y Boleadoras- (Aurelio Gómez Hernández)

LOS LÍMITES, FUNDAMENTO GESTUAL DE LA PROPIEDAD

Nati Sarrot 

Aurelio Gómez Hernández

Una vez que el hombre fijó en un lugar la actividad de sus días, tuvo necesidad de asegurarlo, primero por su defensa y más tarde por señalar los límites de lo que le era propio.

Los primitivos asentamientos exhiben evidencias de este gesto humano. En los relatos de Ulrico Schmidl, que llegó al Rio de la Plata con don Pedro de Mendoza, aparecen los fuertes: de Buenos Aires cercado con tapia de barro y Buena Esperanza con palos clavados a pique formando círculo al caserío.

En el actual Entre Ríos y precisamente, en el Departamento Gualeguaychú, se fijaron a mediados del 1600 las Reducciones de Santo Domingo de Soriano en Yaguarí Miní (Arroyo Malo) y Yaguarí Guazú a orillas del Arroyo Lorenzo de indios charrúas y chanás, a distancia de 6 a 7 leguas una de otra para evitar su choque aún en el desarrollo de su movilidad lógica. (1)

Cuando más tarde el colonizador “se pobló” con preferencia a orilla de nuestros ríos y arroyos, fijó su vivienda, crió animales, plantó árboles, etc. Quiso dejar establecido el límite de su posesión así la hubiese producido “de hecho” o por concesión de los cabildos de Buenos Aires o de Santa Fe.

Radicado en la zona desde 1750, en adelante se lo ve movilizar para adquirir títulos de sus tierras por 1770 aproximadamente, cuando solicita a las autoridades de Buenos Aires mensura, amojonamiento, ceremonia de posesión y entrega de documentación. 

El ganado ambulaba hacia los cuatro vientos, en procura de mejores pasturas conteniéndolo solo la existencia de un obstáculo natural: un arroyo, “un rincón”. (Foto: Museo de la Ciudad)

RINCÓN O RINCONADA

Se llamó al encuentro de dos corrientes de agua, que en su confluencia servían para “embolsar” o embretar la hacienda. El accidente geográfico pasó a dar nombre al lugar y fue la primera forma de limitar: Rincón de Landa, Rincón de Cinto, Rincón del Gato, etc.

El rincón no cierra totalmente la tierra y la proliferación del ganado, base de las primitivas industrias (sebo, grasa, cuero, cerda, asta y algo de carne salada) y su movilidad natural, mayor en ariscos, exige la provisión de peones para el cuidado y sucesivos rodeos. Es necesario estar en vigilia y no escatimar gastos para evitar la pérdida y mezcla, más lamentables cuando se empieza a mestizar para mejorar animales por su mayor valor. 

“El ganado ambulaba hacia los cuatro vientos, en procura de mejores pasturas conteniéndolo solo la existencia de un obstáculo natural: un arroyo, “un rincón”. (2)

LOS MOJONES

Faltando aquel límite natural, el hombre debió crearlo. Como los romanos, los puntos decisivos de la línea del límite se marcaron con mojones o términos, los que se hicieron del material a mano en la zona: madera, piedra, etc. Más tarde fueron inamovibles barras de hierro inglés a los que se les grababa con la marca del dueño. Estos fueron escasos por su alto costo (3) 

Sin embargo además de los mojones, los títulos de propiedad exhiben datos al respecto, los que siguen mencionados bien avanzado el 1800 y cuya imprecisión dio origen a largos pleitos.



Los puntos decisivos de la línea del límite se marcaron con mojones 
En tierras blandas como las de la pampa llegó a limitarse el predio con fosos

LA ZANJA 

En tierras blandas como las de la pampa llegó a limitarse el predio con fosos de variadas bocas y profundidad sirviendo además de valla para evitar el paso de animales, la avanzada de malones indios, etc. Hasta después de utilizarse el alambrado, éste se reforzaba con zanjas paralelas a su extendido que no permitían a los animales arrimarse a los hilos o a los postes. Las chacras de los alrededores de la Villa de Gualeguaychú tenían su límite y defensa en un “zanjado” que debía mantenerse porque el arrastre de viento, lluvia y los pastos iban rellenando, quitándole eficiencia. Tanto el trabajo de hacer como el de mantener la zanja se pagaba bien en relación a otros, por lo que los inmigrantes vascos e irlandeses especialmente, se ocupaban de esa tarea. 

Con la tierra extraída de la zanja se levantaban albardones que, paralelos a su línea límite, fortificaban el escollo. En la actual provincia de Buenos Aires se usó para detener la avanzada de los malones indios. 

EL PALO A PIQUE

En lugares en que se disponía de madera, se clavaban en la tierra postes o varas de árboles, unos al lado de otro, siguiendo el límite de la propiedad. Cuanto menor distancia entre ellos más firme el cercado. Luego se ataron con tientos y más tarde con alambre formando corrales para los animales que se deseaba aislar o asegurar. 

El cerco de palo a pique variaba su eficacia con la secuencia de los palos y la calidad de la madera. El duraznero, traído por el español, daba fruta, leña y estacones para cercar, aunque su duración no superaba los tres años. También el tala, el paraíso, el ñandubay admirado y valorado.

 “(…) Después de eso, una estacada de ñandubay de mi flor, tan pareja y tan fornida que el poste más delgadón no lo arrastraba una cuadra el potro más cinchador (…)” (4)

Corral palo a pique (imágen lavozdesola.com.ar)
"Una vez que el hombre fijó en un lugar la actividad de sus días, tuvo necesidad de asegurarlo, primero por su defensa y más tarde por señalar los límites de lo que le era propio"

CERCOS VIVOS

Los primeros colonos heredaron el uso de cerrar con plantas el derredor de sus casitas y plantar árboles de sombra para conseguir cierta privacidad y lograr ambiente fresco. Así fue que levantaron cercos de plantas llamados cercos vivos. Para ello plantaron ñapindá o uña de gato, tunas españolas o italianas que se adaptaron bien a nuestro suelo, la tipa (original de México), la cina-cina, el tala, el duraznero. Más tarde otras plantas, arbustos, enredaderas, hicieron barreras que hasta daban hermoso y alegre marco a las casas, no sólo en el campo sino en la ciudad; visitando sus entornos, nos brinda aún cercos de arvejillas, madreselvas, el mítico mburucuyá o la porfiada campanilla azul. 

EL ALAMBRADO

En 1846 don Ricardo Newton, tras regresar de un viaje a Inglaterra, decidió cerrar una parcela de su estancia en Chascomús, en la provincia de Buenos Aires, con alambre de hierro de un dedo de ancho, para encerrar sus ciervos y su jardín. En cambio, fue don Francisco Halbach, en Cañuelas, quien cercó totalmente su estancia para albergar una majada de 124 ovinos que trajo de Ramboulliet (Francia) para mejorar el ganado lanar. 

Fueron “4 hilos de alambre números 5 y 6, sujetos con grampas a “los principales” de ñandubay (postes enteros) plantados cada 50 varas y medio poste cada 5 varas. Completaba una zanja exterior de 65 cms de profundidad y 86 cms de ancho”. 


El Corral. (Foto: P. Alvarez Daneri)

En 1875 la Sociedad Rural Argentina debía redactar un proyecto de cercado de campaña con el objetivo de reformar el Código Rural de 1865. Una comisión integrada por estancieros elaboró un anteproyecto. Entre ellos se encontraba don Saturnino Unzué. El aconsejaba “Alambre y postes de ñandubay. Hay quien piensa en cercos vivos, muy difíciles de conseguir y casi imposibles de conservar en buen estado, lo mismo que zanjas y tapias (…) Cuatro alambres con zanjas pequeñas de uno y otro lado; sin zanjas, precisa cinco alambres” 

La pampa se fue alambrando. En 30 años se importaron 1.105.000.000 kilogramos. Desde Francia ingresó alambre de acero invencible de Creusot; desde Inglaterra el de Rylands introducido por la firma Drysdale y Cía. Con esa cantidad alcanzaba para rodear 140 veces la República Argentina alzando un alambrado de 7 hilos (5) 

EL ALAMBRE DE PÚAS

“Su aparición otorga mayor solidez a los cercados (…) en adelante ya no serán necesarias las zanjas ni los cercos vivos. Sus bravas rosetas impondrán respeto a los animales (…) y a los hombres. Se presenta en la exposición rural de Palermo de 1878, pero no se adopta abiertamente hasta el fin de siglo (…)” (6)

Con el alambrado se crea un nuevo oficio, el de “alambrador” y nuevas herramientas como la llave california, la llave torniquete, entre otras. Elementos que el peón rural agregó a su avío. 

Pronto se constató que el chiripá, esa ropa cómoda que el paisano usaba en sus tareas camperas, se enganchaba en las puntas biseladas de las púas. Muchas obras literarias mencionan el desplazamiento de esta prenda y el corte que los alambrados trajeron a la libertad sin límites del hombre que cruzaba los campos por donde quisiera sin más barreras que las que la naturaleza imponía. El alambrado, hito terminal de la forma de vida de un prototipo argentino: el gaucho. Contra el avance que aportó el uso de límites seguros y duraderos dijo en la voz de José Hernández:

Anduve a mi voluntá

como moro sin señor.

Ese fue el tiempo mejor

que yo he pasado tal vez…

Enrique Larreta, en su novela Zogoibi pone en boca de un visitante, la pregunta que va directa al viejo Herrera, personaje del lugar, conservador de usos y costumbres del campo:

-¿Por qué no usa su clásico chiripá?

- Sabía llevarlo hasta hace poco, señor, ¡pero ya no puedo!.

 No lo permite la púa.

SI NO HAY PIEDRA, VALE UN TALA

 Según la documentación existente, Gualeguaychú ofrece rico material en el enunciado de límites de sus terrenos, para casa habitación, chacras o estancias. 

 “a la mañana se encoge, de las ocho a las diez aumenta, de las diez a las tres de la tarde queda en el mismo ser desde la última corrección y desde la última hora señalada vuelve a menguar (…) pues teniendo esta estancia, según el cálculo, dos leguas y media cuadradas, descontando como desconté todo aquel Terreno inútil e inservible como son los Bañados, Pajonales y todas aquellas Tierras adyacentes a ellas y estas, deben tener presentes los Tasadores (…) por estar el Monte desnudo de maderas pero ofrece leña, por hallarse distante del Puerto de Gualeguaychú (…)” (1) 

El límite corre por orilla de los arroyos y cañada. En los ángulos, mojones de piedra con la marca del denunciante y, a falta de piedra y hasta que se traiga una se le corta la copa a un tala y queda el tronco como mojón o término. 

(1) Registro de la Propiedad Inmueble de Gualeguaychú. Doc. Fs. 146 en adelante 13-6-1854. Luis Paulino Acosta en Soc. con Antonio Maya (fallecido) pide protocolizar títulos del campo comprado a Juan Esteban Díaz en 1834.

QUÉ LÍMITES PINTORESCOS!

 

La indefinición en los límites provocó problemas de larga duración enconando a las partes que se estimaban dueños de lotes que en los papeles aparecían superpuestos. Largos tiempos y tediosos trámites llevó el dirimir estos pleitos. No siempre se resolvieron para apaciguar los ánimos de los contendientes, familiares y herederos. 

Citas

(1) Investigación del profesor Manuel Almeida. Cf. De Gualeguaychú y su Historia (1986) Mapa nº 6 p 98.  Editorial El Día. Gualeguaychú.(2) Cf. Ganadería Argentina. Publicación del Frigorífico Swift de La Plata (1957)  p 23 Buenos Aires.(3) Un MOJÓN de hierro se encuentra en la Azotea de Lapalma Museo de la Ciudad. Extraído del Barrio Don Pedro, Ruta 14 Oeste de la ciudad de Gualeguaychú. (4) Cf. Poesía Gauchesca: B. Hidalgo, Santos Vega y Ascasubi(5) SBARRA, Noel H. (1955) Historia del alambrado en la Argentina. Ed. Raigal. El perímetro del país se expone de 13.518 km. Según el Instituto Geográfico Militar. Un rollo de alambre liso de 40 kgs, tiene 480 metros. (6) SBARRA, Noel H. (1955) Op. Cit. 

Consultados

DEL CARRIL, Bonifacio (1992) Los indios en la Argentina EMECE Buenos AiresMAC CANN, Williams (1939) Viaje a caballo por las provincias argentinas. Traducción de José Luis Busaniche.MORENO, Carlos (1991) Patrimonio de la Producción Rural. Ed. Fundación de Arquitectura y Patrimonio. Buenos Aires.PEREZ AMUCHASTEGUI, A. (1972) Mentalidades Argentinas 1860-1930 EUDEBARegistro de la Propiedad Inmueble de Gualeguaychú, Libros. Mensura de campos de Juan Esteban Díaz (bienio 1802-1803) con aportes de documentos iniciados en 1778.SAENZ QUESADA, María (1985) Los estancieros. Editorial de Belgrano. Buenos Aires

CVADERNOS – HONORABLE FELICITACIÓN

El Día del Periodista recibimos del Presidente del Honorable Concejo Deliberante, señor Rodolfo Guastavino, una atenta nota que mucho nos alienta y cuyo texto es el siguiente: 

 Sres. Suplemento CVADERNOS de GUALEGUAYCHU. 

En mi carácter de Presidente del Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad de Gualeguaychú, tengo el agrado de dirigirme a Uds, cumpliendo con un profundo sentido de admiración hacia esa magnífica labor periodístico-investigativa que a través del Suplemento Especial que edita EL ARGENTINO, permite a nuestra comunidad contar con valiosos documentos de nuestra historia y su cultura.

Cuando estoy hojeando el Nº 65 de v/Suplemento, coincide con el Día del Periodista e intentando no caer en frases hechas, quiero expresar, interpretando el sentir de los integrantes de este H. Concejo, las más sinceras felicitaciones y agradecimiento por la labor que desarrollan, en especial, por supuesto, al señor Marco Aurelio Rodríguez Otero, señora Nati Sarrot de Rodríguez Otero, redactores invitados y columnistas.

Reciban un fraternal saludo en el Día del Periodista. Atentamente.

RODOLFO GUASTAVINO 

Pte. H.C.D.

LA E.N.E.T. Nº 2 EN SU ANIVERSARIO 75

Marco Aurelio Rodríguez Otero

Padre José María Colombo

No son pocos los que llaman Escuela de Artes y Oficios a la actual Escuela Nacional de Enseñanza Técnica Nº 2 – E.N.E.T- . El tiempo irá borrando seguramente, aquel resabio. Es que así sintetizaron los fundadores el fin total de crear una institución donde se aprendieran oficios y su técnica. El objetivo era dar a “los muchachos” las armas para trabajar y ganarse el pan, ocupar el tiempo noblemente y facilitar el camino de la expresión artística que viviera en cada uno.

Para julio de 1919 promovidos por las ideas del sacerdote José María Colombo, la Liga Patriótica en la voz de su presidente Teniente Coronel Carlos Smith Pedernera, expuso la necesidad de abrir una escuela que atendiera la instrucción y educación de niños en peligro social. En el mes de diciembre, se designan dos comisiones: una, encargada de organizar el establecimiento integrada por Presbítero José María Colombo, Mariano Echazarreta y Teniente Coronel Juan José Borrajo. Y la segunda conformada por José Bolfo, Julio Villagra y el Dr. Brachetto Brian para conseguir el mobiliario.

Por donación de don Joaquín Goldaracena que vivía en Buenos Aires, se compró el local. Se trataba del antiguo Hospital Militar de Gualeguaychú, sito entre calles: Ituzaingó, Colombo, Roca y 9 de Julio.

Para el 15 de mayo de 1920, la escuela inició su actividad con 25 alumnos. Todos eran externos. El día 26 se incorporaron los  medio pupilos.

Para el 20 de junio de 1920, se realizó la inauguración oficial de la Escuela de Artes y Oficios denominada Justo José de Urquiza, con 150 alumnos. En medio del ciclo educativo, se continuó trabajando en completar el edificio; se montaron los talleres; se dispuso el pensionado para albergar a los pupilos que se incorporaron el 9 de agosto. Al cabo de tres meses ya tenía un cuerpo organizado para acometer la tarea de tomar para sí la maravillosa y difícil misión de formar integralmente a un grupo importante de niños. Todos trabajan inspirados por la figura rectora del Padre Colombo llenando huecos, hablando, pensando y orando porque la obra creciera bien. 

Escuela de Artes y Oficios (Archivo Instituto Magnasco)
Escuela de Artes y Oficios JJ de Urquiza (Archivo Instituto Magnasco)

La lista de las donaciones tienta a su publicación. No es el propósito; solo se deduce que el proyecto educativo cuenta con la aceptación y el apoyo de la gente de aquí, de los gualeguaychuenses residentes en Buenos Aires, de personas y comercios con ellos relacionados. Seguramente hubo indiferencia, incomprensión, maledicencia; siempre los que hacen cosas chocan con esos guijarros, pero los exiguos plazos en que se fueron cumpliendo las metas, solo resultan dejando de lado los escollos. 

Para el año 1923 se constituyó la Comisión Redactora del Proyecto de Estatuto. La integraron el Padre José María Colombo y los doctores: Luis María Daneri, Pastor E Britos y Ricardo Yrigoyen.

A doce años de su inauguración, encontramos que la Escuela participó en la Exposición de Comercio e Industria, en la ciudad de Concordia. Entre más de doscientos expositores, las labores de los alumnos ganaron: 

Primer Premio: por trabajos manuales en acero;

 Segundo Premio por producción de zapatos y botines; 

Distinción por la obra de macetas y soportes;

 Mención Honorífica por construcción de balcones de hierro.

 Además sumaron elogios por la elaboración de muebles, artículos de madera y herramientas.

Un cuerpo de Boys Scouts y su Banda de Música dirigida por el profesor José Sgrizzi; las vivencias en la estancia El Espejo, junto a sus maestros y a su director; la forja del hierro y el acero; el trabajo en madera; el tejido de esterilla; el taller de mecánica; la fábrica del pan; las clases en la escuela primaria; la preparación de espectáculos; los tiempos de oración en la pequeña Capilla San Ignacio, pegadita a la Escuela, llenaron de actividad fructífera la vida de los chicos y los adolescentes cuya asistencia aumentaban día a día. 

Mucho se hizo. Muchos jóvenes fueron formados y habilitados para el trabajo y la vida noble. Fue allí, en la Escuela de Artes y Oficios, en la Escuela Fábrica, en la E.N.E.T Nº 2 Pbro. José María Colombo; siempre la misma, cada día distinta, con 75 años a cumplir el 20 de junio. 

No importa como la llamamos. Cuando admiramos sus espléndidas carrozas, muestra de arte y técnica; cuando vemos grupos de alumnos, ahora varones y mujeres, podemos decir hasta perder el resabio: Son, pertenecen a la E.N.E.T Nº 2 de Gualeguaychú. Algo vuela sobre ellos; el sueño del Presbítero José María Colombo hecho cuerpo visible. 

“(…) En lo que descolló el Padre Colombo fue en la organización de la Escuela de Artes y Oficios (…) allí, con recursos pedidos a ricos y a pobres, creó ese instituto que habría de formar a tantos jóvenes que constituyeron la industriosa colmena de la artesanía gualeguaychuense (…)”

JULIO IRAZUSTA 

LAS MÁQUINAS RÁPIDAS Y EL “FAST DESIGN”

“El propio desarrollo del trabajo y las exigencias del mercado hacen que ya casi no se conciba un estudio de diseño gráfico sin computadoras… Hoy en un estudio hay cinco personas y un solo tablero. El tablero se usa para cortar y para sentarse a pensar un rato; después se diseña en la máquina. Y el mousse es un lápiz; yo dibujo con eso y si agarro un lápiz ya soy un poco torpe” Así describe su hábitat de trabajo Raúl Sarrot, diseñador gráfico y docente en la Facultad de Diseño, Arquitectura y Urbanismo de la UBA. 

Con aquel título y este primer párrafo comienza la nota-reportaje que la revista La Maga hace con Raúl Adrián Sarrot, el joven diseñador que apadrinó a nuestro CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ, regalándole el logo de la tapa, el de la última página (Los habitantes de la Mansión IV) y el rostro de Juan Pablo Domingo, el morochito de ojos verdes cuya ausencia sentimos desde su radicación laboral en Zárate.

Nosotros pertenecemos a la generación que en la facultad empezó en el tablero y terminó con máquinas. Los chicos de ahora parece que dependieran de la máquina. Ya no hace falta ser un buen dibujante para diseñar, eso lo da la máquina. Y hoy es muy difícil convencer a un chico que tiene una máquina de que para tener un verdadero conocimiento de la cosa gráfica, del color, tiene que probar la mezcla de colores con témpera, o dibujar las letras para conocer las leyes internas de la tipografía, la proporción, el manejo, la armonía”.

“Las computadoras ofrecen muchísimas posibilidades, abren una gama de pruebas de colores y tipografías inédita. Antes te limitabas a pedir dos o tres tipografías por teléfono, mirabas como quedaba y listo. Hoy, eso lo podés hacer en la máquina y no hay diez sino mil posibilidades, lo que también hace más complicada la respuesta. Por eso vale todavía la decisión, que es muy importante… En los ‘80 todo fue imagen, dotar de imagen a las cosas. Ahora, en los ‘90 se trata de darle movimiento a esa imagen… se diseña en televisión. Antes se ponía una placa de cartón… El diseño estaba atrapado en las dos dimensiones del papel o en las tres del envase: ahora se llega a la cuarta dimensión: el movimiento. Y esa es una veta nueva del diseño gráfico”, concluye Sarrot. 

Marco Aurelio ‘95

INVESTIGACIÓN Y TEXTOS. Nati SarrotCarpetas de Andrea SAMEGHINIJEFE DE REDACCIÓN: Marco Aurelio RODRIGUEZ OTEROREDACTOR INVITADO: Fabián MAGNOTTACOLUMNISTAS: Carlos M. CASTIGLIONEAurelio GOMEZ HERNANDEZ
TRANSCRIPCIÓN Y ACTUALIZACIÓN Silvia RAZZETTO DE BROGGI – Mayo 2020-  DISEÑO Y DESARROLLO WEB: PATRICIO ALVAREZ DANERI
Gualepedia: Índice de la página