Las dos F.O.R.A

     Durante las últimas décadas del siglo XIX se habían ensayado intentos de organizar a las agrupación gremiales de resistencia en una organización federativa. Todos fracasaron. La falta de resultados favorables se debía a la presencia de fuertes sectores adversos a la construcción de estructuras burocráticas: los Anarquistas.

     Estos habían contribuido antes que nadie a organización de los primeros gremios ya en la década del ‘80 (por ejemplo: el de los panaderos en 1887). Sin embargo en la década siguiente serán ellos quienes traten de desalentar la organización proletaria en forma estable para oponerle otras metodologías. Un claro expositor de estas tendencias fue el periódico anarquista “El Perseguido¨, que consideraba como … “eje fundamental de la actividad anarquista la propaganda de los principios del comunismo anárquico, que se oponía duramente las huelgas por reinvindicaciones económicas y a la constitución de sociedades de resistencia, aunque aceptaba la actividad gremial inspirada por grupos inorgánicos formados por afinidad”, dice Ricardo Falcón, “Los Orígenes del Movimiento Obrero¨ citado por Edgardo Bilsky en “La F.O.R.A. y el Movimiento Obrero”. Esos grupos inorgánicos eran de efímera duración (simples coaliciones) y debían disolverse en cuanto lograsen sus objetivos.

     Pero en las postrimerías de la década la situación había variado bastante y los propios anarquistas se mostraron menos intransigentes respecto de las organizaciones obreras. Esta nueva tendencia quedó ratificada con la aparición de los periódicos “El Oprimido” y “La Protesta Humana” (que más adelante se llamará “La Protesta”). Los partidarios de la organización recibieron, por último, en 1898 el aporte inapreciable de la llegada a la Argentina del prestigioso jurista Anarquista Pietro Gori, quien en diciembre de ese año intervino en la redacción de la declaración de principios de una Federación Libertaria de los Grupos Socialistas-Anarquistas.

     Aún superada su fobia a la organización, los anarquistas tendrían serias dificultades para tratarse con los Socialistas (que concurrieron con ellos a la formación de la F.O.R.A.) por sus diferentes concepciones políticas y filosóficas. Para los anarquistas el Estado como superestructura debía desaparecer y la solidaridad constituir la forma de la futura sociedad ácrata. Si consentían en la organización de los gremios en asociaciones de grados superiores, era por que de esa manera sería más fácil cumplir con sus objetivos: destruir al Estado y realizar la revolución social.

     Estas ideas (inspiradas en Kropotkin y Bakunin) encontraban un fuerte contraste frente a los planteos socialistas. Ese contraste culminará con la escisión de la F.O.R.A en dos Organizaciones obreras bien diferenciadas: La F.O.R.A. del V° Congreso y la del IX° (anarquistas ortodoxos y Socialistas, respectivamente).

     En lo que respecta a los Socialistas, su preocupación por la organización obrera en todos los grados (sindicato, federación y confederación) fue temprana y no decayó. Era patrimonio de grupos socialistas la Federación de Trabajadores de la Rca. Argentina en 1890 (primer intento de central obrera en el país y que solo duró dos años). En abril de 1894 apareció “La Vanguardia”, “Periódico socialista científico, defensor de la clase trabajadora”, que sería luego el órgano de difusión del Partido Socialista.

     La nombrada organización incluía en su declaración de principios “La posesión del poder político por la Clase Obrera” y actuó a menudo presentando petitorios a las autoridades, lo que indica su voluntad de someterse al Estado como organizaci6n y de desarrollar su lucha dentro del marco institucional de la sociedad burguesa –conducta, como vimos, diametralmente opuesta a la promovida por el anarquismo-.

     En abril de 1895 se constituyó el Comité Central del Partido Socialista Obrero Internacional (luego, en 1908, Partido Socialista). El debate de fondo que se desarrolló en los primeros años del partido se refiere a los objetivos y actividades del socialismo partidario en la Argentina y la forma de constituirlo. En este debate triunfará el proyecto de quien le dará forma y será su líder: Juan B. Justo.

     “El justismo -dice Edgardo Bilsky en su obra citada- intenta adaptar a las condiciones de nuestro país la conducta de los partidos socialdemócratas europeos, que atribuían prioridad a la actividad política buscando dotarse de una base social de masas y una representación parlamentaria de peso crecientes, como camino más idóneo para llevar a la clase obrera a la conquista del poder político”.

     Los postulados del justismo encontrarían dos graves escollos: En primer lugar, la falta de sinceridad de los comicios por obra de la implementación del fraude. El segundo, que las políticas socialistas eran dirigidas a los trabajadores asalariados, y estos -que eran extranjeros- carecían de derechos políticos.

     Pese a todos estos antecedentes, tras grandes esfuerzos conciliadores, tanto de Anarquistas como de Socialistas, se formó en mayo de 1901 la F.O.R.A. La existencia de esta organización ha sido de fundamental importancia para la evolución de los derechos de los trabajadores en la Argentina.

     Pero en 1921 la realidad de las diferencias ideológicas en el campo obrero ya había dado lugar a la existencia de dos F.O.R.A., la del V° Congreso y al del IX°. Era esta Ultima la que mas adherentes tenía en Gualeguaychú, y a la que respondían la Federación Obrera Departamental y el Centro Socialista local. La F.O.R.A del IX° tenia predominio socialista, y era partidaria del diálogo con el gobierno de Irigoyen. Uno de sus dirigentes tenia, incluso, entrada libre a su despacho. Se trataba de Francisco García, secretario general de la Federación Obrera Marítima. 

     El propio Celestino Marcó, Gobernador de la provincia por el partido Radical –aunque de la línea antipersonalista, es decir de los opositores internos de Hipólito Yrigoyen-, al punto que repudia el ataque a los obreros gualeguaychuenses por llevar una bandera roja, dice que el Socialismo es un “... partido que sustenta principios de gobierno, colaborador en las funciones políticas y sociales de todas las naciones europeas y se ha formado el socialismo argentino, que es también partido de gobierno”. (Mensaje a la Legislatura de julio de 1921).

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