Garibaldi en Gualeguaychú

Giuseppe Garibaldi 

Leyendo las Memorias de Garibaldi hallamos algunos datos que se relacionan con el asalto hecho a Gualeguaychú, por el intrépido marino D. José Garibaldi el sábado 20 de Septiembre de 1845, datos que, reproducimos con una nota del jefe político Villagra, que no se menciona en aquellas Memorias. 




Almanaque El Censor - 1903

Frente a Fray Bentos, dice Garibaldi, pero sobre la costa opuesta, que pertenece a la provincia de Entre Ríos, echaron anclas nuestras naves (Martes 9 de Setiembre de 1845). 

Abajo, como a ocho millas de Fray Bentos, y en la misma costa entrerriana, esta la embocadura del río Gualeguaychú, confluente del Uruguay. El pueblo de igual nombre se halla lejano; como á seis millas de la boca. La provincia de Entre Ríos era enemiga nuestra; pero nosotros necesitábamos caballos y allí había muchos y excelentes.

El pueblo de Gualeguaychú por otra parte, siendo un emporio de riqueza, capaz de proveer á nuestros pobres soldados de cuanto necesitaban, especialmente ropa para ellos y de arreos para los caballos, nos atraía de un modo irresistible.

Pronto pues, nos decidimos á hacer la entrada.

Para no inspirar sospechas fuimos más arriba, y durante la noche nuestras valientes legionarios con la gente de caballería y algunos pocos caballos se transportaron a las barcas y marchamos á nuestro objeto. 

En la boca del riachuelo vivía una familia y se sabía que estaban anclados allí algunos buques mercantes y una ballenera de guerra. 

Era menester sorprenderlos, y tuvimos la felicidad del buen éxito. 

Fuimos tan venturosos en nuestra empresa, que no sólo apresamos a la gente de la boca sino, que internándonos inmediatamente, llegamos hasta la casa del comandante militar de Gualeguaychú, al que encontramos todavía durmiendo. Este comandante se apellidaba Villagra.

Todas las autoridades, así como guardias nacionales, quedaron en nuestro poder. Ocupamos con nuestras tropas las posiciones más fuertes, estableciendo avanzadas á largas distancias, en todos los caminos por donde podía aparecer el enemigo; y empezamos á adquirir caballos, ropa suficiente para vestir y para combatir otras necesidades de los pobres soldados y marineros que hacía tanto tiempo padecían todo género de necesidades y privaciones.

 Al salir de Gualeguaychú dimos la libertad á todos los prisioneros, á pesar de tener el convencimiento de que, si ellos hubieran vencido, no hubieran obrado tan generosamente. 

Un escuadrón de caballería perteneciente á la guarnición de aquel pueblo, y que se encontraba fuera, cuando nosotros lo ocupamos, volvía cuando ya éramos poseedores de la plaza; avistados por nuestras avanzadas, le enviamos al encuentro un grupo de jinetes, ya bien montados y equipados. 

La lucha se trabó en el acto y los nuestros resultaron vencedores. Habían combatido valerosamente. 

Esta pequeña victoria animó mucho á nuestra gente, haciéndole desear los encuentros futuros. Tuvimos un solo herido, pero de suma gravedad. 

En la embocadura del riachuelo existe una península formada por éste y por el Uruguay, donde habitaba la familia á que ya he hecho referencia. 

Esa península nos sirvió mucho para ultimar la empresa, facilitando nuestra salida, que debía ser rápida, pues en aquellos pueblos de gente belicosa, no era raro ver á las mismas tropas derrotadas, reorganizarse en un instante el formando columnas de caballería realmente maravillosas y de una movilidad y osadía á toda prueba. 

Salimos sin molestia, embarcandonos y transportando en pocos días á los muchos excelentes caballos sacados de Gualeguaychú, y los cuales nos servirían para futuras empresas. .. 


Giuseppe Garibaldi 

Cañón que perteneció a Garibaldi

Agregaremos á la precedente relación de Garibaldi la nota del comandante de Gualeguaychú, don Eduardo de Villagra, dando cuenta del hecho al coronel D. José Miguel Galán residente en la Concepción del Uruguay; dice así:

"Mi estimado Coronel y amigo:

Ayer al amanecer he sufrido una sorpresa por las hordas del pirata salvaje unitario José Garibaldi; pero sorpresa que no me ha sido posible prevenir á pesar de las precauciones, vigilancia, y actividad con que me he manejado para evitar un acontecimiento semejante. 

El hecho es, señor Coronel, que diariamente recibía parte por el que anunciaban haber visto las velas de la escuadra enemiga seguir Uruguay arriba, de la boca del arroyo Gualeguaychú y que luego que se aparecieron á la vista de su guardia de observación, habiendo tomado la dirección del río Uruguay, aguas arriba; vinieron en la noche de antes de ayer á situarse detrás de la isla frente á Bopicúa donde no pudieron ser vistas, y entraron en el arroyo Gualeguaychú hasta el pueblo, en la misma noche de antes de ayer, sorprendiendo primero en la Boca á los individuos de observación y después á este pueblo al amanecer de ayer (20 de Septiembre).

A todos, nos tomaron en nuestras casas, reuniéndonos desarmados en el cuartel y asegurándonos bajo de guardia á mi, al alcalde, al administrador, al Capitán Benítez y á D. Francisco Ribarola; nos remitieron á bordo con excepción del penúltimo y se entregaron á saquear las casas de comercio sin consideración alguna hasta el momento de la salida . 

Mi libertad y la de los demás individuos empleados de este departamento que llevo nombrados, es debido al constante empeño que han incluido y suplicado en nuestro favor los extranjeros residentes en este pueblo por medio de una petición que  dirigieron por cuanto el mismo Garibaldi quien accedió y cumplió luego que se embarco, que sería como á las tres de la tarde de ese día. 

El pormenor de todos los desastres que han cometido los salvajes unitarios en este pueblo se le dirigirá V. en primera oportunidad; pues apenas tengo tiempo para comunicarle brevemente lo ocurrido hasta la fecha. Los salvajes unitarios van en cinco buques de cruz y catorce entre lanchones y balleneras. Es probable que se empeñen en salir esta noche de la Boca. 

Entre tanto me repito como siempre su afectísimo servidor y amigo." 


Eduardo Villagra

( La precedente nota tiene el encabezamiento de la época, antes de la fecha)

 ¡Viva la Confederación Argentina! - Mueran los salvajes unitarios! 

Gualeguaychú, Septiembre 21 de 1845

Fuente: Almanaque El Censor - 1903

Giuseppe Garibaldi

¿Quién era Giuseppe Garibaldi?



Francés de nacimiento, a pesar de su nombre italiano, Giuseppe (pronunciar: Yusepe) Garibaldi nació en Niza, en la costa francesa del Mediterráneo, cerca de la frontera italiana, el 4 de julio de 1807. Se hizo notorio históricamente, a causa de su participación en las actividades guerreras vinculadas al proceso que finalmente produjo la unificación política de Italia, durante el segundo y tercer cuarto del Siglo XIX.

De espíritu aventurero, tuvo que emigrar de Italia en 1834, a causa de sus actividades políticas y se afincó en el sur del Brasil, en 1834. En 1836 intervino en una sublevación ocurrida en el Estado brasileño de Río Grande del Sur, lo que determinó que al ser derrotados los insurrectos llegaran al Uruguay en 1841; en circunstancias en que estaba en curso la guerra contra el gobierno argentino de Juan Manuel de Rosas, por parte del Gral. Urquiza, Gobernador de Entre Ríos y que contaba con el apoyo del Brasil y del gobierno del Uruguay presidido por el Gral Fructuoso Rivera, que acababa de desplazar de la Presidencia al Gral. Manuel Oribe. Declarada en diciembre de 1838, la guerra se desarrolló desde 1839 a 1843.

Montevideo se encontraba sitiada por fuerzas rosistas, apoyadas por las fuerzas leales a Oribe, que procuraba recuperar la Presidencia del Uruguay, de la cual había sido desplazado por Rivera. En el Río de la Plata, operaba la flota rosista al mando del Almirante Guillermo Brown, que intentaba bloquear el puerto de Montevideo; siendo combatida por una flota leal a los anti-rosistas al mando del Comodoro Juan Coe. En 1842 el Gobierno de Montevideo designó a Garibaldi como sustituto del Cro. Coe al mando de la flota, librándose entonces, el 16 de agosto de 1842 un combate naval en el Río Paraná cerca de la localidad de Costa Brava. Las naves comandadas por Garibaldi fueron derrotadas por las fuerzas de Brown, superiores en barcos y hombres. Garibaldi incendió sus naves, evitando que cayeran en manos de los rosistas; y desembarcando a tierra, logró ponerse en salvo con sus tripulaciones y armas.

Garibaldi volvió a dirigir una escuadrilla naval, al frente de la cual logró impedir que las naves de Brown ocuparan la Isla de Ratas, en la bahía de Montevideo (que pasó entonces a llamarse Isla Libertad), logrando así impedir el intento de la flota rosista de bloquear Montevideo.

Vuelto a Montevideo, en 1843 - y establecido por Oribe el sitio de Montevideo que habría de prolongarse hasta 1851 - Garibaldi organizó una unidad militar que fue denominada “La Legión Italiana”, al frente de la cual se puso al servicio del Gobierno de Montevideo; que es conocido históricamente como el Gobierno de la Defensa. Entre las acciones militares en que participó Garibaldi al frente de su Legión Italiana, se destaca la que tuvo lugar en las afueras de las murallas de Montevideo, llamada El Combate de Tres Cruces, por haberse realizado en el paraje así denominado, el 17 de noviembre de 1843.

Luego de ello - nuevamente embarcado en su flotilla, y contando con el apoyo de las escuadras de Francia e Inglaterra - pudo ocupar en 1845 la ciudad de Colonia en abril, la isla Martín García y la ciudad de Gualeguaychú en setiembre, y la ciudad de Salto en octubre. El 8 de febrero de 1846, en territorio de Salto, en las cercanías del arroyo San Antonio, afluente del Río Uruguay, Garibaldi y su Legión Italiana libraron el Combate de San Antonio; contra fuerzas oribistas, a las que infligieron numerosas bajas, logrando retirarse de sus posiciones sin mayores consecuencias.

A consecuencia de estas acciones, el Gobierno de la Defensa otorgó a Garibaldi el grado de General en 1847, y en junio de ese año lo designó en calidad de Jefe de todas las fuerzas del Gobierno de la Defensa. Sin embargo, Garibaldi renunció a esa jerarquía y un año después, en agosto de 1848, retornó a Italia junto con su segundo jefe Francisco Anzani y muchos hombres de la Legión Italiana. Allí la Legión se unió a las fuerzas militares del líder republicano italiano Mazzini, y combatieron en la defensa de la ciudad de Roma contra el ejército francés del Emperador Napoléon III.

Cuando finalmente, en 1849, las fuerzas imperiales francesas ocuparon Roma, Garibaldi logró escapar, y se dirigió a los Estados Unidos y más tarde al Perú. Retornó a Italia en 1854, donde prosiguiendo sus actividades de patriota italiano, organizó en 1860 una expedición - que fue llamada La Expedición de los camisas rojas - que desembarcó en la isla de Sicilia y, derrotando allí al ejército del Rey de Nápoles, conquistó ese territorio para el Reino de Italia que ocupaba el Rey Víctor Manuel II.

Garibaldi prosiguió incansablemente sus actividades militares en busca de la unidad de Italia, emprendiendo acciones en 1863 y 1867 para ocupar los Estados Pontificios que regían buena parte del territorio de la península italiana; en lo que no tuvo éxito. Igualmente, luchó en la guerra de Francia contra Prusia en 1871, interviniendo en la batalla de la ciudad de Dijon.

Finalmente, lograda la unidad italiana en 1875, Garibaldi fue electo diputado al Parlamento. En sus últimos años se retiró a su propiedad campestre llamada "Caprera" - por lo que también se le conoce como “El león de Caprera” - donde falleció el 2 de junio de 1882. 

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