Por Andrea Sameghini
Las etapas de la vida de un hombre, quedan Impresas entre los muros que lo cobijaron, como signo esencial de quien la habitó.
Recorreremos en el recuerdo la solariega casa del Coronel Eduardo Villagra, frente a la Plaza a de la Libertad (hoy Urquiza), entre las calles Vences y del Piafa, Congreso Provincial y Agricultura (actuales Rivadavia, Luis N. Palma, Irigoyen y Ángel Elías)
En esta morada, vivió, amó y sufrió, quien sirvió a la patria desde su juventud hasta el aciago día del 20 de septiembre de 1845.
La construcción del solar tuvo diferentes etapas, la primitiva, la del rancho, allá por el año 1820, con paredes de estanteo y techo de paja. El estanteo consistía en cañas tacuaras, que se dividían longitudinalmente, estos tirantes largos acanalados se rellenaban con barro amasado con estiércol y paja, que al secarse adquiría consistencia de hierro, luego se ataban mediante guascas a los horcones. (1).
La edificación con el transcurrir del tiempo sufrió diferentes refacciones hasta después de la primera década de este siglo, que se subdividió la propiedad a la muerte de la señora Tomasa de León.
En la época de 1850 la casa comprendía "dos piezas de azotea, dos idem de rancho, cocina, pozo de balde y cuatro sitios cercados de palo a pique". (2).
La que al decir de su nieto Eduardo J. Villagra, "levantaron sus abuelos con horcones de ñandubaysales de Talitas, con ladrillos de barro del arroyo Las Piedras, con totoras cortadas en los pajales del Gualeguay."
La cronología de la vida del Coronel nos lieva a casi doscientos años atrás, un 13 de octubre de 1789, en que vio la luz primera, este tercer hijo de Don Lorenzo de Villagra y María Socorro de León.
Don Lorenzo de Villagra descendía de varones ilustras, provenientes del antiguo Reino de León en España. En el año 1074 fundaron el pueblo de Villagrati. Villagran o Villagra, que tenía los tres nombres y estaba dividido por un rio, cuando se juntaron se llamó La Unión. (3).
Los primeros Villagras que llegaron al Nuevo Mundo se establecieron en Paraguay. Don Lorenzo se afincó en las tierras cercanas al arroyo Gená, y según lo acreditan los documentos traídos del Paraguay, "descendía de padres nobles y de los primeros conquistadores, sin mezcla de ninguna mala raza". (4)
A la edad de diez y siete años Villagra abandona el ámbito rural y se enrola en la Compañía Gualeguaychú que integra el Regimiento de Milicias del Uruguay, donde ocupa el quinto lugar como soldado, con al fin de marchar a la Plaza de Montevideo para ayudar en su defensa amenazada por los ingleses en su segundo intento de invasión en 1807. (5).
En mayo de 1810 fue guardia en el Cabildo de Buenos Aires en los días iniciales de la libertad.
Figuró entre los bravos paisanos que junto a Samaniego y Zapata defendieron la Villa de Gualeguaychú, de las fuerzas realistas el 21 y 22 de febrero de 1811.
En 1815 sirvió a las órdenes del General Juan Ramón Balcarce, vallándole por sus acciones la jineta de sargento. Su ingreso al heroico Regimiento de Blandengues, y después su regreso a la tierra entrerriana donde fue montonero junto a Francisco Ramírez.
Inicia la vida pública en 1824 al ser propuesto por Don Mateo García de Zúñiga al Gobernador de la Provincia de Entre Ríos Don Juan León Solas para el cargo de Alcalde de Santa Hermandad. funciones que asume el 9 de marzo de 1824, con las atribuciones de juez territorial, magistrado de justicia y policía de estas campañas.
En 1828 es promovido a Comandante Militar de Gualeguaychú.
El 13 de noviembre de 1830, Villagra participa junto a Justo José de Urquiza, Ricardo López Jordán, Felipe Rodríguez, Pedro Espino, Miguel Acevedo y Pedro Alzamendi en la intimación al Congreso Entrerriano para que cese en sus funciones el Gobernador Solas, acusándolo entre otras de "arbitrariedad en el manejo de los fondos públicos y la falta de seguridad individual de los ciudadanos honrados". Este fue un movimiento puramente provincial, contra la administración de Solas. (6).
Por Decreto del 31 de octubre de e 1836, ya con el grado de Sargento Mayor Graduado, es designado Decurión del Departamento. Al comunicarle el nombramiento, José María Echagüe le dice que no solo administrará este empleo, sino que lo desempeñará con la honradez, delicadeza y actividad que lo caracteriza (7).
En 1837 es ascendido a Teniente Coronel de Caballería de Línea. Cuando se produce la invasión del General Lavalle, Villagra participa activamente en la represión junto a Justo José de Urquiza. Crespín Velázquez y Pablo de la Cruz.
En la costa del Gualeguay integró el Batallón al mando de Urdinarrain, y junto a Cipriano José de Urquiza y Anacleto Medina resintieron el ataque invasor, obligando a retroceder al jefe unitario, "que no pudo vencer al corazón del hijo de Gualeguaychú".
El 26 de noviembre de 1841, el Cura y Vicario de la iglesia San José Ramón Rodas desposó a Don Eduardo Villagra, Comandante Militar del Departamento Gualeguaychú, hijo legitimo de Don Lorenzo de Villagra y de doña María del Socorro de León, con su consanguínea Doña Tomasa de León natural de esta parroquia, hija legitima da Don Pablo León y de Doña Dolores Mosqueira, previa dispensa por el tercer grado de parentesco; y de cuyo acto fueron testigos don José Benítez y Doña Rosario Echazarreta.
De esta unión nacieron trece hijos:
Anacleta casada con Manuel Cepeda; Dorliza con Evodio de León; Dolores con Manuel Basols, Pablo Ramón con Rosario Fusté; Camilo Pablo con Inés Bianchi; Regina con Fernando Letroye, Eduardo con Secundina León; Julio con Angela Cepeda; Gregorio, Faustino, Tomasa, Olegario y Benito, solteros.
El 10 de junio de 1842 grupos federa les al mando del Comandante Villagra y de Marcos Neyra ganan Gualeguaychú a las fuerzas riveristas.
El 15 de julio desde la carpa de campaña escribe a su esposa Tomasa en Gualeguaychú, que se ha impuesto de su apreciable carta de fecha 13 en que le comunica que los salvajes unitarios han tomado preso e incomunicado a su hermano Bernardo, para ser fusilado dentro de tres días, si no pone en libertad al negro Felipe.
Luego de distintas consideraciones le agrega que es un deber castigar ejemplarmente al facineroso negro Felipe, y que por su honor debe perseguir a los enemigos de su patria y del Santo Sistema Federal, Sólo los salvajes pueden sacrificar a su hermano y si lo hacen será un nuevo mártir.
La noche antes de vencer el plazo. sale del campamento con veinte gauchos rumbo a Gualeguaychú y libera su hermano luego de cruenta refriega. Cuando amanecía el pelotón de valientes era recibido por los hombres del campamento. (9)
Continuara...
Artículo publicado en el Diario "El Día" en fecha 15 de Mayo de 1988
Serie "Casa y Caserones" por Andrea Sameghini
Casa del Coronel Villagra