Soldado Carlos Gustavo Mosto: (1959-1982). Representa junto al sargento Raúl Horacio Dimotta, las vidas que la familia gualeguaychuense aportó a la guerra del Atlántico Sur.

Joven siempre dispuesto al sacrificio, ya había cumplido con el servicio militar obligatorio. Hacía cuatro meses que había vuelto a la vida civil reiniciando enseguida sus estudios de medicina.

Pero ante los hechos del Atlántico Sur sintió que era su deber reincorporarse y así lo hizo. Fue enviado al frente de Malvinas donde sobresalió por su valor sereno. Aplicó sus conocimientos de medicina, llevando a cabo con pericia operaciones propias de un médico experimentado. Llegó a extraer esquirlas de la cabeza de un herido y otro le cortó el dedo de un pie para salvarlo de la gangrena que avanzaba.

Al ir a auxiliar a uno de sus camaradas herido, fue a su vez alcanzado por una bomba. Murió en brazos de su superior. "Si me toca morir por Dios y por mi Patria, muero contento", había escrito a su familia.

Veinte años después veteranos de todo el país se congregaron en Ushuaia y el recuerdo para Carlos Mosto fue tan generalizado entre los concurrentes que, por un momento, pareció que el homenaje era sólo para él.

Post mortem fue ascendido a cabo. Quizás le hubiera correspondido un grado de oficial visto su trayectoria y su liderazgo ejemplar. Su personalidad, sus hechos, sus cartas, ocupan todo un capítulo en el libro 20 Años, 20 Héroes que se editó para la ocasión.

Carlos Gustavo Mosto nació un 22 de marzo del año 1959, estudió en la Escuela Normal de Gualeguaychú y formó parte de los grupos de jóvenes en la Parroquia de Luján de su ciudad natal.

Pertenecía a una familia numerosa, tenía cinco hermanos y era de carácter independiente y muy camarada con sus padres y hermanos. Tenía novia.

Hubiera sido, con toda seguridad, una personalidad sobresaliente en su madurez, pero sin duda en su noble corazón tenía muy grabada la estrofa del himno que dice: "o juremos con gloria morir" así dio él su joven vida.