La Pizzería

Uno de los lugares que se solían frecuentar hasta altas horas de la noche, era la "Pizzeria".

Se entiende por altas horas, la una y media, casi , las dos de la mañana, siempre tenia público, en la mañana, a la tarde y especialmente a la noche, el lugar siempre presentaba un ambiente de actividad.

Ubicada en el ángulo SSE, de la esquina de 25 y Montevideo, paredes rosadas, hornos de leña al sur del local, siempre encendido y en largo mostrador, apoyados en el, los parroquianos degustaban, moscato mediante, un sabroso trozo de pizza tomando con un papel o un exquisito fainá.

Aunque los dueños eran dos hermanos extranjeros, los Chichimanoff, este local era conocido como la "pizzeria de Pedro" o más familiarmente "lo de Pedro".

Tenia su público fijo y muchos otros que no lo eran, se daban cita allí para paladear esas dos especialidades principalmente, aunque elaboraban otros productos tales como empanadas criollas fritas y al horno, y para las fiestas se agregaban lechones y pollos al horno.

En la pizzeria de Pedro recalaba todo el mundo, eran pocos los que no conocían el lugar o no hubiesen concurrido alguna vez.

Fue lo de Pedro, nuestra primera y verdadera pizzería, en aquellos tiempos, aunque esos tiempos se acercaban mucho a estos.

En los meses de verano, se sacaban mesitas a al calle, y las colocaban en la calzada de Montevideo pues la aceras eran estrechas.

Y lo mismo, esto sucedía para Carnaval, pero entonces estaban en las bocacalle y se juntaban con las del Bar Central que estaba enfrente, y que también colocaba sus mesitas sobre la vereda.

Al finalizar el viejo paseo de la 25, a la salida del teatro y el cine moderno que estaba a la media cuadra, muchos asistentes se daban cita en ese lugar para comer una pizza y tomarse un moscato, antes de regresar a sus hogares.

La pizzería fue un hito en la ciudad, un punto de arranque para que otros similares que llenaron el vacío que dejo la ausencia de lo de Pedro.

Algunas veces el Bar Central, cerraba antes sus puertas y era un espectáculo risueño ver a los propietarios cruzarse a la vereda opuesta y juntarse con los de la pizzería en una de sus mesas a tomar la ultima copa o comerse un trozo de pizza o una empanada mientras echaban el ultimo párrafo del día.

CRÓNICAS INFORMALES

Carlos Lisandro Daneri

Gualeguaychú – Año 1998