Historia del Colegio Nacional Luis Clavarino

desde los Inicios hasta 1942

María de las Mercedes Chaparro de Sameghini

 María de las Mercedes Chaparro de Sameghini

SOBRE LA AUTORA 

María de las Mercedes Chaparro de Sameghini

Bachiller egresada del Colegio Nacional Luis Clavarino en 1949. Alimentó su interés en la historia local, la genealogía, la museología en la rica actividad desarrollada en el Instituto Osvaldo Magnasco. La solidez del hilo que tendió con las personas que conoció en su andar, se evidencia en el cúmulo de cartas con investigadores como Facundo Arce, Guillermo Furlong, Julio Irazusta, José C Busaniche, Ramón Gutiérrez, Juan Alfonso Carrizo, Patricio Gannon, Miguel Ángel Andreeto, entre otros. Escribió artículos para Página del Domingo, de EL ARGENTINO, inaugurando en 1974 la serie Casas y Caserones y colaboró en la Serie del Bicentenario de la fundación de Gualeguaychú, de EL DIA.

Al formarse la Comisión Administradora Honoraria Museo de la Ciudad en 1985- 1987 buscó y facilitó documentación, elaboró reseñas con el objetivo de fundamentar la puesta en valor de la Azotea de Lapalma y de la Casa de Haedo. A partir de 1992 integró el equipo fundador de Cuadernos de Gualeguaychú, de EL ARGENTINO.

DEDICATORIA 

Al presbítero José María Colombo 

Primer Director 

Al profesor José Bolfo 

Primer Rector 

Al doctor Adolfo G Britos 

Segundo Rector 

Con respeto 

AGRADECIMIENTOS 

 

A la profesora Ángela Villar de Herrera, amiga y colaboradora que nos acompañó en la búsqueda de documentación necesaria para este trabajo. 

Al Instituto Osvaldo Magnasco, a su bibliotecaria Dora Nemec y a su ayudante Roberto Laforcada. 

A la señora Jefe del Registro de la Propiedad de Gualeguaychú, escribana Betty Badaracco de Vitale y personal de esa repartición. 

Al Encargado del Archivo Histórico Municipal de Gualeguaychú, Aurelio Gómez Hernández. 

A los empleados de la Biblioteca Nacional, Horacio Sharples, Ricardo Sharples, Domingo Amendolía y R. Medina. 

A los hermanos Pomés- Jurado por facilitar el acceso al archivo de EL CENSOR, periódico de Gualeguaychú que dirigiera su abuelo don Pedro Jurado. 

Al personal del Departamento Documentos, Imagen y Sonido del Archivo General de la Nación Argentina. 

Y a nuestros queridos amigos de siempre: Susana Bolfo de Massaferro, Elsa Vela, Elita Vela de Morganti, Silvia Vela de Irigoyen, Matilde de Elía de Chabrillón, Laura Fernández Caviglione de Otero, Rosa Fernández Caviglione, Graciela Britos de Lapalma, Susana Britos, Adolfo Britos, Aurora Méndez Casariego, Antonio Di Gianni, Kuruca Salaberry de Muñoz, Nati Sarrot de Rodríguez Otero, Lilia Garbino de Rossi, Perla Rossi de Bugnone, Fernando Landó, Elvira Piaggio de Britos y Graciela Burzomi, que nos proporcionaron información. 

María de las Mercedes Chaparro de Sameghini 

- Andrea Sameghini- 

Gualeguaychú ,1987 

En 2007, la profesora Ángela Villar de Herrera me comunicó con gran alegría, que la Rectora del Colegio Nacional le expresó su voluntad de gestionar la publicación de Historia del Colegio Nacional Luis Clavarino. Desde los inicios hasta 1942 de María de las Mercedes Chaparro de Sameghini. 

Es preciso indicar aquí que la autora había fallecido el 28 de agosto de 1993 y fue su voluntad expresada ante la escribana María Marta Texidor- ceder el archivo personal, artículos y trabajos de carácter histórico a Natividad Sarrot de Rodríguez Otero. Por ello, pasado un tiempo, recibí el material que se me legara. Lo guardé celosamente, actualizando y difundiendo, según su manifestado deseo. 

Entonces, no dudé en aceptar la solicitud revisar y transcribir el texto, ya que estimo es una contribución importante no solo para la memoria de la institución. Es un aporte significativo para la historia educativa local. 

Natividad Sarrot de Rodríguez Otero 

Gualeguaychú, febrero de 2014 

ÍNDICE 

 Prólogo 

Introducción 

ETAPA INICIAL 

 ETAPA DE CRECIMIENTO 

 ETAPA DE CONSOLIDACIÓN 

PRÓLOGO 

Cuando me hice cargo de la Rectoría del Colegio Nacional Luis Clavarino experimenté una alegría y una emoción que, junto al orgullo de ser la responsable de la conducción de esta importante Casa de Estudios, me hacía aspirar con fruición el aire de primavera que venía de sus jardines con reminiscencias del ayer. 

El Colegio donde había cursado mis estudios secundarios, y del que luego fui profesora, se abría ahora para acogerme con las máximas responsabilidades. El cariño que siempre sentí por él se acrecentó más aún. Quería conocerlo íntegramente, saber todo de él y, a la vez, compenetrarme en el manejo administrativo, pedagógico y de conducción, para estar en condiciones de servir mejor a la comunidad educativa. 

Mi sorpresa fue de desazón cuando no pude encontrar los elementos que me permitieran conocer la verdadera historia de mi Colegio. 

Los testimonios estaban dispersos y muchos de ellos lejos de nuestro alcance. Era desesperante no encontrar información cuando se la necesitaba. 

Gracias a Dios un día, conversando con la profesora Ángela Villar de Herrera, me sugirió tomar contacto con una ex alumna, la señora María de las Mercedes Chaparro de Sameghini – Andrea Sameghini- ya que consideraba era la persona que podía reunir, mediante una exhaustiva investigación los datos históricos del Colegio. 

Con entusiasmo le encargué que hiciera el nexo y pronto la entrevista fue realizada. 

La alegría fue de Andrea y mía. La coincidencia de pensamientos y el cariño por el colegio, más las aptitudes de Andrea, su capacidad, su dedicación y su prolijidad en la investigación, aseguraban que el objetivo sería alcanzado. 

En noviembre de 1985, conmemorando los setenta años del Colegio, Andrea ofreció una charla en el Salón de Actos, como un anticipo de su libro que trataba desde los comienzos hasta la Rectoría del doctor Adolfo Britos. En esa oportunidad, una sala colmada siguió la narración que fue descubriendo las hojas que guardan la memoria. 

Los que fuimos alumnos, nos vimos reflejados en el espejo del recuerdo, donde vuelven a tomar forma importantes personalidades ya desaparecidas. 

Todos retornan al Colegio y hasta parece que sus voces pueden escucharse en las aulas, en las galerías, en los patios… todos vuelven a un primer plano y reciben en este recuerdo el homenaje cariñoso de quienes tanto les deben. 

Un trabajo complejo, una investigación rigurosa, expresada con claridad y modestia, es el resultado de la investigadora que aborda el asunto sin dejarse llevar por subjetividades que le puedan dar al trabajo una significación no deseada. 

La minuciosidad pone de manifiesto la dedicación, el amor y la profundidad con que se ha planteado la tarea. Una obra que, con todo cariño y desinterés entrega al Colegio como homenaje, en sus setenta años; entrega que está destinada a motivar los sentimientos de quienes pasaron por sus aulas, como alumnos, como profesores y como personal que desde distintos puestos apuntaló logísticamente la tarea educativa. 

El texto de Andrea Sameghini, es parte importante del pago de una deuda, de una vieja deuda que todos teníamos con nuestro Colegio. 

Gracias Andrea por comprendernos, por representarnos mediante esta expresión seria, impregnada de verdadero amor y justicia. 

 

Nelly E Lambruschini de Carbó 

Rectora Colegio Nacional Luis Clavarino y Secciones Comerciales Anexas 

Gualeguaychú 1987 

INTRODUCCIÓN 

 

Orientar la labor historiográfica hacia temas locales, es la tarea que desde hace varios años nos hemos propuesto. 

Gualeguaychú es tierra que concentra un arraigado sentido de sus virtudes nativas. De ello surge la necesidad de esclarecer y evocar a sus hombres y a sus épocas. 

Bajo esta premisa rescatamos para nuestra historia, al grupo de personas que con tenacidad y fervor, lograron que la ciudad tuviera un Colegio Nacional de Segunda Enseñanza. 

Es necesario hacer conocer y de nosotros depende, el sano patriotismo de esos ciudadanos que encauzaron su acción para un beneficio común, como lo era el de dotar de una institución educativa que posibilitara el acceso al nivel terciario y al universitario sin alejar a los jóvenes de su lugar y de su entorno. 

Una mirada al marco de la época, cuando se dan los pasos iniciales, indica que fueron los más difíciles, por la hegemonía que ejercía en el oriente entrerriano el Colegio del Uruguay. 

Otro obstáculo a considerar era el desconocimiento, por parte de la metrópoli, de las ciudades de provincia y sus ritmos. Por esto, se veía innecesario dotar de modernos establecimientos de instrucción secundaria en pueblos del interior. 

Esa fue la tarea que se impusieron Emilio M Goyri, Luis Clavarino, Sixto Vela y el presbítero José María Colombo. Cuatro hombres pilares en el inicio de esta historia próxima a su centenario. 

Consideramos imprescindible en esta reseña, subrayar nombres y hechos para que no se pierdan en el transcurrir del tiempo, comprender y valorar a los que nos precedieron y fueron ejemplo, por su savia fecunda, por su entrega al servicio de la comunidad. 

 

María de las Mercedes Chaparro de Sameghini 

Gualeguaychú. 

ETAPA INICIAL 

 

Sociedad Educacionista de Gualeguaychú 

Comienza el siglo XX; la provincia de Entre Ríos tiene en la ganadería y en la agricultura sus principales fuentes productivas. Las poblaciones de la zona rural y de quintas del departamento Gualeguaychú supera, en número de habitantes, al de su cabecera San José de Gualeguaychú. Esta relación se va equilibrando con la instalación de molinos, herrerías, empresas constructoras, tendido de línea férrea, que renuevan y enriquecen la actividad de la planta urbana y crean fuentes de trabajo, aumentando y diversificando las existentes, como para atraer la radicación de familias jóvenes en la localidad. 

En la apertura de Sesiones Ordinarias de la Asamblea Legislativa el 3 de julio de 1910, el gobernador de la provincia Dr. Faustino M Parera informa, con referencia a la Enseñanza Pública, que la inscripción de alumnos en el nivel primario creció en el período 1906-1909, como también la inauguración y/o ampliación de edificios escolares. 

En este contexto, no extraña que don Luis Clavarino, vecino oriundo de Gualeguaychú, con sólida posición y prestigio como comerciante y funcionario, observador interesado en el desarrollo de la instrucción pública, de la comunicación y de todos aquellos aspectos dirigidos al progreso de su pueblo natal y de sus habitantes, haga oír su voz bregando por la creación de un instituto de enseñanza secundaria. Concretamente, aspira a la fundación de un Colegio Nacional… Corría el año 1907. 

En cónclave previo a una convocatoria general, se comisiona al senador Dr. Emilio Marchini y al diputado Sixto Vela para que redacten un reglamento que encauce la creación y rija el funcionamiento de una sociedad que ordene los pasos a seguir con tal propósito. 

El presidente de la municipalidad Dr. Santiago C. Díaz invita a reunión, en la Casa del Pueblo, para el 8 de abril a las 4 y 30 p.m. a efectos de someter a la consideración de un grupo de vecinos, el proyecto expedido por estos legisladores. A la vez hace un llamado especial, ya que considera indispensable para la concreción de gestiones futuras, la acción conjunta del Pueblo y de los Poderes Públicos. 

En las páginas de El Noticiero, en su sección Lo del día se lee: 

(…) se recibe con beneplácito la idea lanzada por la Municipalidad… Bienvenido el Colegio de Enseñanza Secundaria, nueva fuente del saber, que surgirá del seno mismo del pueblo y será manantial que derramará sus aguas fecundantes sobre una nueva generación que en el futuro regirá los destinos del país 

En reunión del 8 de abril, los vecinos más caracterizados del pueblo formaron la Comisión Provisoria de la Sociedad Educacionista Gualeguaychú, nombrando presidente, al Dr. Santiago C. Díaz, vicepresidente, al Juez de Primera Instancia Dr. Eduardo García Sobral, secretario, al Comisionado Escolar profesor Esteban Bugnone y tesorero, al señor Luis Secchi; como vocales, a los señores, Joaquín Goldaracena, Sixto Vela y Alfredo Elías. 

En calidad de invitados asistieron al acto el Jefe de Policía, Emilio Goyri, el senador Dr. Emilio Marchini, los periodistas, Pedro Regalado Murúa - por Los Principios- Pedro Jurado -por El Censor- Policarpo de la Cruz Domínguez - por El Nacional- Antonio Galia –por El Noticiero- ; los doctores José Ballesteros y Aquiles Guglialmelli y los señores Angel Fontana y Lázaro Goldaracena. (1)

El 12 de abril, firmado por el vicepresidente y el secretario interino Sixto Vela, se eleva informe al Presidente Municipal sobre la buena recepción que ha tenido en el vecindario del Departamento, la noticia sobre la fundación de un Colegio Nacional y que se ha creído conveniente iniciar una suscripción para formar un fondo productivo de renta, el que concurrirá al sostenimiento del Colegio. (2)

Al mismo tiempo expresa que, para mayor éxito de la campaña emprendida, se hace indispensable que la creación del Colegio sea efectuada por parte de la Municipalidad de Gualeguaychú, acordando una partida mensual, a los efectos que correspondan. 

La nota pasa al Honorable Concejo Deliberante en fecha 18 de abril y es tratada el 3 de mayo por el Cuerpo que sanciona la siguiente Ordenanza: 

El 7 de junio de 1907 se sancionó el Despacho de la Comisión de Hacienda, en la forma presentada, sobre creación de un Colegio Nacional. 

Entre tanto, don Luis Clavarino con su constante tesón, tiende hilos para concretar el proyecto. Se contacta con el ministro del interior Marco Avellaneda y con el doctor Alejandro Carbó interesándolos de los anhelos de elevar el nivel educativo y de la necesidad de adaptar el puerto local para facilitar la actividad comercial de la ciudad y su zona de influencia. 

Continúa su quehacer convocando a numerosos vecinos a una reunión en el local de don Fernando Landó, situado en 25 de Mayo y Montevideo – contiguo a la Farmacia del Pueblo-. Allí se escucha su palabra encendida, animando a sentar las bases de la Sociedad Pro Intereses Departamentales, la que quedó presidida por el mismo Clavarino. (4)

Las gestiones pro fundación del colegio secundario parecen tener eco ante las autoridades nacionales pues surge del Senado un proyecto de Ley promoviendo su creación. 

El Diputado Lacasa expresó en la sesión del 28 de septiembre de 1908, que el Despacho de Comisión de Instrucción Pública aconsejaba la sanción del Proyecto de Ley, vuelto en revisión del Senado, para la creación de cuatro Colegios Nacionales, los que prestarían servicio a la cultura de Gualeguaychú, Río Cuarto, Azul y Chivilcoy. Siendo Gualeguaychú una de las ciudades más florecientes de Entre Ríos, con numerosa población, tenía los elementos necesarios para satisfacer las exigencias de funcionamiento de una institución de esta naturaleza. (5)

 Así fue que se aprobó, en general y en particular, el Despacho en discusión, el que establecía en su Art. 2º: que mientras no se incluyeran en el presupuesto general las partidas para los establecimientos creados, el Poder Ejecutivo las deduciría de Rentas Generales, imputándose a la presente Ley Nº 5753 del Senado de la Nación del 28/9/1908. (6)

 Ese mismo día, Luis Clavarino recibe telegrama firmado por Salva, que dice:  

 Hoy sancionóse Colegio Nacional. 

Mañana, dragado. - refiere al del río Gualeguaychú- 

El 29 de septiembre recepciona tres telegramas; uno con la firma de Hernández: 

Colegio Nacional, sancionado definitivamente. 

Otro, con la firma de Méndez Casariego: 

Diputados votaron proyecto sobre creación Colegio Nacional quedando hecho ley. 

Y el texto de Guglialmelli que alerta: 

 Conviene sugieran diputados amigos, discusión Colegio Nacional 


Dos meses más tarde, el Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Dr. Rómulo Naón acusa recibo de un telegrama de Luis Clavarino recordando el interés de la Comisión Pro Defensa por fomentar el progreso educacional de la población de Gualeguaychú. El funcionario contesta que su Ministerio se preocupará por responder a esos anhelos en la forma más eficaz posible. 

El 30 de noviembre de 1908, Enrique Carbó comunica que harán cuanto fuere posible por alcanzar el objetivo indicado. En carta fechada el 1 de diciembre, el Ministro del Interior Marco Avellaneda asegura, que ese mismo día dará conocimiento de la nota de Clavarino a su colega Naón y que inútil parece decirle que hará lo que esté a su alcance por el éxito en la gestión de creación del Colegio Nacional en esa importante ciudad. 

El 5 de diciembre se recibe comunicación de que han sido incluidos en el presupuesto $ 60.000 m/n, destinados al cumplimiento de la Ley referida al Colegio Nacional. 

Pasa el tiempo y, amigos de Clavarino residentes en la Capital, quienes palpitan idénticos deseos de progreso, informan: 

Como habrá visto en el Diario de Sesiones, han sido ineficaces los buenos oficios de Alejandro Carbó para conseguir la inclusión en el presupuesto del Colegio Nacional y lo que es peor, no hay esperanza alguna en sentido favorable, pues el Ministro Nacional no hace misterio de su propósito irrevocable de no crearlo. 

La representación parlamentaria entrerriana se estrelló ante la negativa del Ministro Naón, Siguiendo el curso de los acontecimientos, se conoce que el Ministro de Instrucción Pública efectúa una visita de inspección al Colegio Nacional del Uruguay. Entusiasmado con la tradición histórica y el reconocimiento que goza en la región y temiendo perjudicarlo con la creación de otro instituto en localidad tan cercana a Concepción del Uruguay, resuelve satisfacer el petitorio de Gualeguaychú con la creación de una Escuela Normal Nacional Mixta y la construcción de un edificio apto para la formación de Maestros que cumplirían el ejercicio de la docencia en los establecimientos de enseñanza primaria. 

Así, la actual Olegario V. Andrade inició su período lectivo en 1910. En 1913 egresó la primera promoción con título habilitante de Maestro Normal Nacional para ejercer en todo el territorio argentino y válido para el ingreso a profesorados del nivel terciario. Un hecho auspicioso nacido como vía de compensación a los trámites de don Luis Clavarino. 

Al no haberse nacionalizado el Colegio, gestión prioritaria que movilizara tanto a los integrantes de las comisiones formadas al efecto, como al pueblo de la ciudad cabecera y del Departamento Gualeguaychú, Luis Clavarino obtuvo sesenta becas para que los alumnos que cursaban el bachillerato se alojaran en el Internado La Fraternidad de Concepción del Uruguay. Con ellas se benefició a igual número de estudiantes que debían radicarse en la vecina ciudad en el período de clases y de exámenes. 

Luis Epomuceno Clavarino

Luis Epomuceno Clavarino

A esta altura de los pasos fundacionales, introducimos datos biográficos de quien será designado Patrono de la institución de enseñanza secundaria. 

En el libro VII de Bautismos de la Parroquia San José de Gualeguaychú, folio 134 consta que: el 11 de mayo de 1854 se bautizó a Luis Epomuceno, nacido el 24 de abril, hijo mayor del genovés Luiggi Clavarino y de Rosa Cánepa. 

Su infancia transcurrió en el pueblo natal, donde cursó estudios primarios. 

Se inició en la actividad comercial al lado de su padre, un migrante que tras residir en Buenos Aires radicó en Gualeguaychú, donde formó familia. 

A los 23 años contrajo enlace con Malvina Florencia Seguí, hija de Juan Francisco Seguí y de Cornelia Villar, en ceremonia realizada en la Iglesia San José, el 21 de junio de 1877. 

Este matrimonio no tuvo descendencia. 

Como comerciante, condujo el negocio de ferretería, ubicado en la esquina sudeste de calles 25 de Mayo y Chacabuco, con escritorio de comisionista y rematador en edificio contiguo a la casa paterna, construída en 1870. 

Observador inteligente, con clara visión progresista, vivió atento a los problemas de la sociedad de su época. 

Es el hombre de vida íntegra, ejercitada en estos tiempos bochornosos de corruptelas que acaban de transcurrir y que le dan una autoridad indiscutible en las convicciones populares, él será el llamado a ser ungido por la mayoría en los comicios como lo es por la simpatía unánime del pueblo consciente. (7)

Esta es una opinión vertida al momento de ser propuesto como candidato a la Presidencia de la Municipalidad de Gualeguaychú. 

De los 255 votantes, 160 lo hicieron a favor de la lista encabezada por el preclaro ciudadano y al conocerse su triunfo se formaron columnas que, precedidas por una banda de música, recorrieron las calles céntricas hasta llegar a su casa. En ese lugar agradeció la demostración recibida y el conocido periodista Cándido Eulogio Irazusta improvisó un discurso de circunstancia. 

Tanto en la función pública, como en todos los actos de la vida demostró su afán por el adelanto moral y material del pueblo. Se destacaron dos puntos fundamentales que alimentaban la fuerza en esa lucha: la navegación fluvial, con incidencia directa sobre la actividad comercial, dándole un puerto de aguas profundas a Gualeguaychú y la fundación de un Colegio Nacional. 

Como ciudadano militó junto a su hermano Miguel -el médico de los pobres- en la Unión Cívica. Se enroló en la Unión Cívica Radical desde el nacimiento de este partido político, en julio de 1891. Fue su acendrado civismo el que lo llevó a aceptar la Jefatura Departamental de Policía de Gualeguaychú, meses antes de su muerte, ocurrida el día 7 de septiembre de 1915. (8) 

Instituto de Segunda Enseñanza  

En una noche de febrero de 1913, llegan a la casa parroquial de la Iglesia San José -hoy Catedral- los vecinos: Leopoldo R. Villar, Sixto Vela y Emilio M. Goyri a efectos de interesar al presbítero José María Colombo sobre la necesidad de evitar el éxodo de jóvenes, obligados a abandonar su familia, los amigos y su paisaje lugareño en edad adolescente, para ingresar a los estudios secundarios ya que, en Gualeguaychú no funcionaban institutos oficiales de ese nivel. 

Lo expuesto fue aceptado sin dudar por el infatigable sacerdote, quién demostrará con el tiempo, obra plena de vocación por la formación moral e intelectual de mujeres y varones haciéndoles superar en cada caso, los escollos y/o falencias sufridas por la falta de oportunidades. 

El 2 de mayo se constituyó la primera comisión de la Sociedad Fomento Educacional. Ella fue presidida por Arturo W. Landó, función que cortó su prematuro fallecimiento. 

Completaban el cuerpo de la entidad: Sixto Vela -sucesor en la presidencia-, como vice presidentes 1º y 2º respectivamente, Emilio M. Goyri y Leopoldo R. Villar; secretario, Luis Doello Jurado; tesorero, Julio P. Villagra; pro tesorero, Gualberto Gavazzo; vocales; Joaquín Goldaracena, Juan Francisco Daneri, Juan Mugaburu, Carmelo Gavazzo, Cándido E. Irazusta, Julio C. Bottani, Pastor Britos, Juan José Franco, Gerónimo Vela, Juan Gómez Acevedo, Ramón Elizalde y Alejandro Cantini. La Comisión se fijó como tarea prioritaria, conseguir un edificio apto para instalar el instituto secundario y el anexo donde se dictarían cursos de preparación para rendir el examen de ingreso a los Colegios Nacionales, según las normas establecidas. 

Se alquiló entonces a don Luis Luciano por la suma de $100.00 m/n mensuales, la amplia casa ubicada sobre calle Rivadavia, entre las actuales Sáenz Peña y Belgrano. (9)

Severa construcción de una planta, abierta a la Plaza Independencia- hoy San Martín- con ventanas bajas con rejas, pretil en hierro forjado, ancho zaguán con espaciosas arcadas, que abría a un patio de baldosas coloradas, rodeado de habitaciones. La Rectoría se ubicó a la izquierda y las aulas a la derecha, conformando el ámbito para la nueva realidad de un grupo de veintidós alumnos. (10)

Fue Arturo Landó el primer alumno inscripto, después de aprobar su ingreso a 1º año en el Colegio del Uruguay. (11)

Mientras se realizan las obras de refacción y ampliación de la casona, la matrícula se registra en la casa parroquial a partir del 13 de marzo. (12)

Al cuerpo de profesores lo integran: el presbítero José María Colombo a cargo de la Dirección, quien renuncia a remuneración alguna; las señoritas María Méndez, Laura T. Méndez y Mercedes García, el teniente coronel Carlos Smith Pedernera, el profesor Bernabé Fernández Barrios y el presbítero Angel Tachela. (13)

Los primeros pupitres, gestionados por el comisionado escolar Esteban Bugnone, son traídos del mobiliario de las escuelas del Estado entrerriano. Se agregaron a estos, más pupitres, muebles y útiles necesarios donados por particulares. 

En el local del que hablamos y hasta la nacionalización del Colegio, funcionó un internado bajo la dirección del presbítero Colombo. 

En El Noticiero del 18 de marzo de 1913 se informa que los internos tendrán un amplio dormitorio y que se cumplirá con las reglas de higiene. 

El costo de la pensión será reducido, facilitando a los jóvenes el acceso a una casa-hogar, sin que esto provoque un quebranto en el presupuesto familiar. 

Así, el Instituto Secundario inicia su acción educativa, la que exige una tarea permanente, difícil y dura. Entonces se acercaron vecinos como Joaquín Goldaracena, Juan B. 

Mignaqui, Leopoldo R. Villar, Emilio M. Goyri, Pedro Olaechea, Pedro Laxague, Camilo Villagra (h), quienes identificados con los valores del emprendimiento, aportaron su colaboración desinteresada. (14 )

Producidos los informes de Inspección General de Enseñanza Secundaria y reunidas las condiciones impuestas por la Ley de Libertad de Enseñanza en fecha 4 de diciembre de 1913, se le acuerda al Instituto de Gualeguaychú, la condición de Incorporado, debiendo rendir examen de las materias del Primer Año, en el Colegio Nacional del Uruguay. (15)

Sin estridencias y con alto sentido del deber, el equipo de profesores prepara a los alumnos que, terminado el período escolar, viajan a Concepción del Uruguay acompañados por varias madres y por su Director. 

En 1914 se agregan al cuerpo docente los profesores: José Cadenas Irigoyen y Joaquín Fernández Otaño, además del señor Laffiossat. Los dos últimos de muy breve actuación Es el mismo año en el que se recibe la visita del Inspector General de Enseñanza de la que emana un informe al Gobierno Nacional sobre el funcionamiento del Instituto, la higiene del local, los títulos habilitantes de los docentes y el resultado de los exámenes del año anterior. Dicho informe, fundamentará el Decreto del 17 de agosto de 1914 por el que se autoriza a los alumnos de primer y segundo año a rendir sus pruebas en el Colegio del Uruguay. 

El 11 de enero de 1915, la Sociedad Fomento Educacional, reunida en asamblea en la Biblioteca Sarmiento, acuerda trabajar por la nacionalización del Instituto Secundario. 

Sixto Vela asume la dirección de esta acción popular. A Emilio M. Goyri se lo designa nexo con la Legislatura de Entre Ríos y a Cándido E Irazusta, entonces radicado en Buenos Aires, delegado por el gobierno de la provincia de Entre Ríos ante las autoridades nacionales.  

Colegio Nacional Justo José de Urquiza 

El 7 de septiembre de 1915, antes que las largas gestiones realizadas por la nacionalización del Instituto de Enseñanza Secundaria tomaran el camino visible de su concreción, fallece en Gualeguaychú don Luis E Clavarino. Es oportuno subrayar que Malvina Seguí siempre apoyó y luego completó ampliamente la brega de su marido. (16)

El matrimonio Clavarino-Seguí habitó la residencia de dos plantas de doña Cornelia Villar de Seguí, madre política de don Luis, ubicada en calle Comercio nº 6 - actual Mitre-. 

A la muerte de su suegra en 1913, Clavarino compró a los coherederos de su esposa las partes correspondientes de la propiedad de 25 de Mayo y Comercio, ángulo sur-este, en $ 40,000 pasando a habitarla inmediatamente. (17)

Mientras tanto, los legisladores nacionales por Entre Ríos, recién electos, doctor Martín M. Torino-oriundo de Gualeguaychú- y Leopoldo Melo, continuaron las gestiones por la nacionalización del Instituto de Enseñanza Secundaria de San José de Gualeguaychú. 

A ellos correspondió realizar una labor entusiasta e inteligente que condujo la misión a su objetivo. 

Gracias al archivo privado de don Sixto Vela publicado por El Censor, seguimos los pasos que llevarán a la concreción de la solicitud planteada. 

El 8 de septiembre, recibe telegrama firmado por Martín Torino y Leopoldo Melo, indicando que debía dirigirse en forma telegráfica, reiterando el pedido de nacionalización del colegio. Se vota una partida, con carácter de subsidio para solventar gastos producidos por el funcionamiento del Instituto. La Sociedad Fomento Educacional se compromete en esta gestión hasta finalizar el ciclo 1916. Días más tarde, el 15 de septiembre, Torino sugiere la ampliación del texto del telegrama. Indica una breve relación sobre el origen, marcha y estado actual de la institución, mencionando las constancias favorables que emanan de las visitas de inspección realizadas, manifestando que siguen los trámites para la adquisición de un edificio propio. Torino adelanta como un hecho, su nacionalización. (18)

Con fecha 21 de octubre de 1915, Leopoldo Melo en telegrama dirigido a Sixto Vela y a Martín Torino, se complace en comunicar que se firmó el Decreto, cuyo texto reza:  

El Presidente Provisorio del Senado de la Nación, en ejercicio del Poder Ejecutivo, 

Decreta: Aceptase el ofrecimiento formulado por la Sociedad Fomento 

Educacional Gchú., para el funcionamiento en dicha ciudad del: 

Art. 1; Colegio Nacional creado por Ley Nº 5753 de fecha 28 de setiembre de 

1908, sobre la base del Instituto de Educación Secundaria, que ella sostiene. 

 Art.2º : Mientras se terminen las gestiones relativas al edificio y demás 

necesidades para la organización definitiva del Colegio, encomienda la 

Inspección General de Enseñanza Secundaria y Especial, con los profesores que 

tiene actualmente dicho colegio y disponga la recepción de los exámenes de la 

próxima época reglamentaria. 

Art.3º: Comuníquese. Publíquese.- Firmado: Villanueva-Saavedra Lamas. (19)

 

Ese mismo día, a bordo del vapor Golondrina llega desde Buenos Aires, el doctor Martín M. Torino. Deseaba compartir el júbilo de su pueblo por la nacionalización del Colegio. 

Un numeroso grupo de personas fue a recibirlo al puerto. Dieron la bienvenida, el alumno de segundo año Raúl Mugaburu y el tesorero de la Sociedad Fomento Educacional don Julio P. Villagra. El legislador agradeció con breves y conceptuosas palabras. (20)

El esfuerzo y la constancia han obtenido su primer triunfo, expresa El Noticiero del 21 de octubre de 1915, destacando la validez de las mesas examinadoras formadas por el personal del establecimiento. 

Si nos ubicamos en la época, se puede apreciar el ahorro en gastos y molestias en beneficio de profesores, alumnos y madres que acompañaban a los estudiantes cuando se debía rendir en Concepción del Uruguay, en traslado que demandaba varias horas de viaje sobre malos caminos. 

En la edición del 22 de octubre El Censor también se hace eco del regocijo con que había sido recibida la noticia y en un suelto destacó: el Colegio Nacional ha de señalar orientaciones nuevas a la juventud que por falta de recursos, se ve impedida de cursar estudios secundarios y, con la Escuela Normal ha de marcar rumbos a nuestra cultura. 

En la noche del 22, el puerto de Gualeguaychú congregó nuevamente a numeroso público para despedir y agradecer las gestiones al doctor Torino. El acto que presidió su rector, el presbítero Colombo, al que asistió el cuerpo de profesores y el alumnado, cerró con palabras de gratitud a cargo del estudiante Carlos P. Muñoz, a las que respondió el homenajeado. 

Una vez que el vapor se alejó del muelle, los alumnos recorrieron la calle 25 de mayo en manifestación, vivando a sus profesores y a los miembros de la Comisión de Damas y Caballeros Pro- Colegio. 

Antes de partir, el huésped donó un retrato al óleo del general Urquiza para ser sorteado e invertir su producto en gabinetes de Física y Química. El cuadro se expuso en la vidriera de un local comercial, acompañada de la bandera del Batallón 15 de Abril, reliquia testigo de la heroica actuación en las luchas civiles en la época de López Jordán. (21)

Llegamos a noviembre de 1915. Hemos reseñado hechos fundamentales en la vida del Colegio. No debemos avanzar sin mencionar a la primera mujer que aprobó el ingreso ya con mesas examinadoras autorizadas por el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública y la Dirección General de Enseñanza actuando en San José de Gualeguaychú: ella fue Matilde de Elía. En marzo de 1916 lo hacen Cándida R. Villagra de León y María C. Laxague, dos mujeres en un total de treinta y dos inscriptos. (22)

En ese período lectivo, el profesor Laffiossat es reemplazado por el presbítero Lucat y se incorpora a Javier María Mestres y a Neil Sorensen.  

Ciclo lectivo 1916

A fines de abril de 1913 ya se encuentra todo dispuesto para demoler el viejo local de la Escuela Superior Mixta de Gualeguaychú, denominada desde 1910 Guillermo Rawson. En mayo comienzan los trabajos de construcción de un amplio y cómodo edificio en la intersección de calles San José y Luis N. Palma, ángulo nor-oeste.

Por ello, el alumnado fue distribuido en casas particulares, dentro de su radio de acción, alquiladas a efectos de desarrollar las actividades escolares del ciclo. 

La Dirección General de Escuelas de la provincia nombra a Luis María Daneri, Sixto Vela, Alfredo Elías, Luis A. Secchi y Salvador Rossi, integrantes de una comisión encargada de controlar los avances de construcción del nuevo edificio. (23)

Desde diciembre de 1915, corresponderá también a Sixto Vela, informar a las autoridades provinciales una propuesta: obtener la cesión –en comodato- del inmueble una vez terminado, dando lugar para el funcionamiento del Instituto secundario. (24)

El 9 de diciembre de 1915, el legislador Torino aconseja la conveniencia de apresurar la sanción del decreto de cesión para instalar el Colegio Nacional. (25)

A principios de febrero de 1916, Sixto Vela se traslada a Paraná, para concluir gestiones ante el Consejo General de Educación de la provincia de Entre Ríos.  

 Escuela “Guillermo Rawson” – Plaza Independencia e Iglesia San José  

(Gualeguaychú, 1920. Fotografía) 

El 28 de ese mes, se concreta la toma de posesión del local de la Escuela Rawson. Con brillante acto, inicia el ciclo lectivo el Colegio Nacional de Gualeguaychú Justo José de Urquiza. El espléndido local fue adornado con exquisito gusto y se vio colmado de una concurrencia que aplaudió los diversos números del programa. 

La Banda del Regimiento 10 de Infantería y la orquesta del maestro Marranti prestaron su concurso. 

La señora Ana R. Galián de Bory, presidenta de la Comisión de Damas, pronunció un discurso en el que puso de manifiesto la fe y el tesón con que un grupo de mujeres acompañaron en la tarea de colaborar en esta misión tan honrosa, como era la de haber conseguido un Colegio Nacional en Gualeguaychú, señalando: “aquí ocurre un fenómeno poco común en las colectividades relativamente jóvenes: el paralelismo en el desarrollo material y cultural y la democratización de la enseñanza secundaria, al conseguirla funcionando dentro de sus lindes”. 

La mujer no podía estar ausente en la acción de secundar al grupo de hombres a los que correspondió la puesta en marcha del Instituto secundario. Acompañaban a la educacionista Ana G. de Bory, Amalia Spangenberg de Villar, Inés Correa de Goyri, Camila Enriqueta Nievas, Modesta Doello Jurado, entre otras. (26)

El 4 de marzo de 1916, el Ministro de Justicia e Instrucción Pública, visto el informe producido por el Inspector Nacional de Enseñanza, doctor Victorio Delfino autoriza al Rectorado a recibir los exámenes previos de sus alumnos y los de ingreso, siempre que cumplan con las condiciones reglamentarias. Por los periódicos locales se dan a conocer los horarios de exámenes. 

También al doctor Delfino, quien fuera un valioso colaborador, se debe la obtención del mobiliario consistente en pupitres, escritorios, pizarrones y material escolar, como proyectores, mapas, etc. 

El Gobierno Nacional asignó una partida de $ 20.000 m/n. (27)

El legislador Torino, con fecha 30 de marzo solicitó al señor Sixto Vela confeccionar un listado de los profesores propuestos por la Comisión de Fomento Educacional para la firma del decreto de nombramiento del personal directivo y docente. A principios de abril se conoció el nombre del nuevo Rector. La designación había recaído en el profesor José Bolfo, entrerriano de Gualeguay, con ejercicio docente como vicerrector de la Academia Británica de Buenos Aires. (28) 

Organización Institucional 

Con las firmas del Presidente de la Nación Dr. Victorino de la Plaza y del Ministro Dr. Carlos Saavedra Lamas, el Decreto de fecha 18 de julio de 1916 confiere al Colegio su definitiva organización ya que, Por el Art.1- Se nombra Rector al Sr. José Bolfo con la asignación de quinientos pesos m/n mensuales, como profesores de ciencias y letras, con antigüedad al 15 de mayo p. p. a José Cadenas, Javier M Mestres, Américo Garbino, Gerónimo Vela, Luis Doello Jurado, Martín Bergara, José Bolfo, Honorio Hanisquiri, Enrique Rossi, María Méndez, Rogelio Barreiro; profesor de idiomas extranjeros, al presbítero José María Colombo, de dibujo a María Eloisa de Elía y secretario a Luis Doello Jurado. 

Por Art. 2- Se asigna la cantidad de $200 m/n mensuales para gastos internos y de personal de servicios. (29)

Además, el Honorable Consejo Deliberante de Gualeguaychú aprueba el 20 de julio de 1916, el Despacho enviado por el presidente municipal Juan José Franco, acordando por el término comprendido desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre del año en curso, la cantidad de 200 pesos m/n. mensuales al Colegio Nacional. (30)

El 3 de agosto de 1916 llega desde Buenos Aires, el designado Rector del Colegio Nacional profesor José Bolfo. En El Noticiero se comunica la toma de posesión del cargo para el día siguiente y se recuerda al infatigable Luis Clavarino, quien presidiera por tantos años la Comisión Pro Intereses Departamentales. 

El salón de actos de la Escuela Rawson-sede del Instituto secundario- es el marco para tan importante acontecimiento. 

El presidente de la Sociedad Fomento Educacional, Sixto Vela, hace entrega del Colegio con un conceptuoso discurso describiendo la vida de la institución, además de pronunciar palabras de duro reproche hacia aquellos que olvidaron deberes ineludibles en los momentos que reclamaban su colaboración, Agregó más adelante: 

 

Ya Gualeguaychú no tendrá que ver partir la caravana bulliciosa que se alejaba a 

cobijarse en techo ajeno anhelosa de aprender, con la esperanza de formar, en un 

mañana no lejano, la gallarda falange triunfadora que asumirá la 

responsabilidad sobre los altos destinos de la Patria. 

 

El profesor Bolfo, con palabra clara y precisa, en tono reposado, se dio por recibido del cargo para el que fue designado. 

Luego de escuchar una partitura musical, se leyó el Acta de Entrega del Colegio Nacional, documento que abunda en detalles sobre la vida e incidencias por las que había debido pasar el Instituto; documento que, sobre el escritorio de la Rectoría se puso a la firma de los presentes. Luego se leyó el telegrama del gobernador de Entre Ríos doctor Miguel Laurencena, dirigido a Sixto Vela, felicitándolo por la iniciativa y la perseverancia con que se ha trabajado hasta conseguir la creación de este Instituto que marca un paso más en el progreso y la cultura de esta importante ciudad. Lo representa en el acto, el jefe de policía de Gualeguaychú, Adolfo Viera Latorre. 

El doctor Torino felicita a Sixto Vela y a los miembros de la Comisión Fomento Educacional al ver coronada con éxito la labor patriótica de tantos años y lamenta que una influenza le impida viajar. 

Dice El Noticiero del 5 de agosto de 1916 que la disertación del flamante Rector ha sido muy bien recibida: 

(…) de ahora en más, se aguarda el desempeño de su personalidad de maestro, 

marcando rumbos a este establecimiento. La impresión es que desde ya, ha 

conquistado a justo título, su designación de Rector.  

Reconocimientos 

El Colegio inició una nueva etapa junto al Rector y al cuerpo docente designados por Decreto del 15 de julio de 1916. Se determinó entonces manifestar a la Sociedad Fomento Educacional, el reconocimiento del personal y alumnado por su accionar desinteresado de tantos años, en favor de la oficialización de la Institución. 

El 8 de septiembre, el Rector y los docentes Colombo, Hanisquiri, Mestres y Cadenas, entregaron al señor Vela en su domicilio, un pergamino- obra de la prof. María Eloisa de Elía- con el texto siguiente: 

 

A Sixto Vela, Presidente de la Sociedad Fomento Educacional, factor primordial 

del éxito de fundación del Colegio Nacional, La Dirección, Profesorado y Alumnos 

del mismo, consagran este testimonio de afecto perdurable y eterno 

agradecimiento. 

 

Estaba firmado por docentes y alumnos y acompañado de una medalla de oro, en la que rezaba: 

El personal docente y alumnos del Colegio Nacional de Gualeguaychú- Agosto 1916- y en su reverso, “Labor. No hay república sin pueblo educado” 

El profesor Bolfo pronunció palabras alusivas. Respondió el señor Vela, quien se encontraba acompañado por el Intendente Juan José Franco, el Director de la Escuela Normal Bernardo L. Peyret, el Jefe de Policía Antonio Viera Latorre, el Comandante Eusebio Espeleta, el Sub Prefecto Alejandro H. Contini y los señores Blas Pastor Méndez, Fernando Landó, Gerónimo Vela, Alfredo V. Garbino, Pedro Abelenda y Antonio Galia. 

La comitiva pasó luego a la casa del presbítero José María Colombo con el objeto de hacer entrega de un juego de comedor, en reconocimiento al fundador de la Sociedad. Igual misión se cumplió en el domicilio de Julio Pablo Villagra al que se le obsequió un juego de té de plata por sus méritos en el desempeño de la Tesorería. (31)

En noviembre de 1916 llegó la primera orden de pago de sueldos para el personal. El rector Bolfo y el profesor Martín Bergara renunciaron al cobro de lo abonado por el período-15/05 al 15//07 ($700 m/n) término en que no desempeñaron sus cátedras; esa suma se destinó para pagar a una docente que no figuraba en el presupuesto. (32)  

Actividades didácticas 

El orden, la disciplina, la búsqueda de un alto nivel moral e intelectual, sobre un natural sentido de solidaridad, dominaron la acción del Rector, Profesores y Alumnado, lo que hizo positiva la imagen del Instituto de la ciudad; justamente en este año logrará su primera promoción de Bachilleres y el 26 de diciembre llegará el primer aniversario de su Oficialización como Colegio Nacional de Gualeguaychú. 

Dentro del reducido presupuesto, los profesores demostraron total entrega excediendo el número de horas-cátedra y el cuerpo docente, encabezado por el Rector, efectuó visitas de observación y práctica a los establecimientos industriales, obras del Puerto, Usina de luz eléctrica, saladeros, fábricas en general, al Hospital Centenario, donde se dictaron clases prácticas y se explicó el trabajo de cada pabellón, de desinfección, de calefacción, de rayos etc. Las clases de Botánica se dictaron al aire libre en excursiones al campo. 

El Rector, preocupado por la Educación Física impulsó la formación de una Sociedad costeada por los alumnos. Tuvo su sede en calles Francia –actual Colombo- y Victoria, constituyéndose en el lugar de importantes reuniones deportivas. (33)

La Biblioteca del Colegio se enriqueció con cuarenta volúmenes de obras editadas por el diario La Nación. Esta donación fue efectuada por el señor Arturo Gavazzo. 

Al finalizar el ciclo 1916 se cerró un nuevo capítulo. El Instituto educacional cumplió uno de sus fines: otorgar a la juventud educación e instrucción a nivel secundario en el ámbito de su pueblo natal. 

Sociabilidades en el Centenario 

El 8 de julio de 1816, el alumnado del Colegio, junto al de la Escuela Normal, integraron una manifestación patriótica celebrando en vísperas el Centenario de la Independencia proclamada el 9 de julio de 1816. Los festejos no fueron jubilosos como los de 1910. Es que la gran guerra ya se extendía por casi toda Europa y sus secuelas conmovían la región platense. Finalizaba la llamada belle époque en la Argentina cosmopolita. (34)

Reunidos frente al edificio del Colegio, se escuchó la palabra de los alumnos Alejandro O. Vela y Carlos Landó. Desde allí se cruzó a la plaza Independencia donde entonaron el Himno Nacional y se leyó el Acta de la Independencia. 

Luego, una multitud caminó por la calle 25 de Mayo hasta la avenida Rocamora. En el trayecto, el entusiasmo dominó a los estudiantes que entonaron cantos patrióticos y vivaron la magna fecha. Al volver a la plaza, se escucharon palabras de Julio Villagra, Samuel Gitlin y del Comisionado Escolar profesor Esteban Bugnone. (35)

El 15 de julio de 1916 un acontecimiento periodístico se produce con la presentación de la Revista Literaria, Científica y Social: El Crisol, publicación de los alumnos del Colegio Nacional. Bajo la dirección de Alfredo D R Garbino, la administración de Arturo Landó Roverano y la jefatura de redacción de Samuel Gitlin, promete salir los días 10 y 25 de cada mes. 

La finalidad se enuncia en la primera página. En el artículo editorial Dos palabras se condensa el pensamiento del grupo juvenil: 

 

Queremos que nuestras ideas democráticas tengan noble envoltura y ofrecemos a 

la patria en su gran día, nuestro esfuerzo como homenaje rendido. Ahora y 

siempre, Dios salve a la patria. 

 

El 20 de septiembre de 1916, la Sociedad Ateneo estudiantil ofreció, en horas de la noche, una velada en el Teatro Gualeguaychú. La apertura consistió en un saludo de bienvenida a la primavera, a cargo del alumno Raúl Mugaburu. 

Por primera vez un grupo de estudiantes ocupaba el escenario de la nueva sala presentando una obra teatral. Lo hizo con la comedia La venganza de Proteo. 

En opinión de El Crisol se destacó dentro del correcto elenco el desempeño de los protagonistas Muñoz y Benítez y las caracterizaciones de de la Fuente, como paisano y de Etchegoyen, como agente de policía. 

Fueron premiadas con cerrado aplauso dos piezas cortas, Danzas y funerales y el número sorpresa, Esposos Rascabuche, un paso de comedia que causó hilaridad. 

Cerrando la función, Carlos P. Muñoz recitó un poema de su autoría y Julio P. Villagra clausuró el festejo a la primavera con su fluida y bella palabra. (36)

La Estancia Las Piedras con parajes cercanos al río Gualeguaychú, fue el lugar elegido para realizar el paseo del día 21 de setiembre. 

Alumnos y profesores se reunieron a la hora del almuerzo en un lugar acogedor donde se sirvió asado con cuero, lechones y frutas. Guitarreadas, bailes y canciones amenizaron el encuentro. Finalmente, se realizó el brindis por el Colegio y su prosperidad, ofrecido por Julio P Villagra. Todo transcurrió en un clima de alegría y emociones. 

La entrada a la ciudad se realizó por avenida Rocamora. Los colegiales fueron recibidos con entusiasmo por mucho público. Entonces, se integraron las alumnas de la Escuela Normal. 

Los estudiantes de ambos establecimientos recorrieron la calle 25 de Mayo cantando estribillos y vivando a sus respectivas instituciones. (37)  

Los primeros profesores 

En estas páginas hemos señalado nombres. Ahora intentaremos acercar la presencia de aquellos portadores del saber que fueran los primeros profesores del Colegio Nacional de Gualeguaychú. 

Es la historia que se impone como necesidad en la perspectiva del tiempo; acercarse a la generación de pioneros como el presbítero José María Colombo, Maria y Laura Méndez, Mercedes García, el teniente coronel Carlos Smith Pedernera, Bernabé Fernández Barrios, Javier María Mestres, Neil Sorensen, los presbíteros José Cadenas Irigoyen y Angel Tachela, de la época del Instituto de Segunda Enseñanza; a José Bolfo, Luis Doello Jurado, Martín Bergara, Honorio Hanisquiri, Enrique Rossi, Rogelio Barreiro, Maria Eloisa de Elía y a Gerónimo Vela, de la etapa del Colegio Nacional Justo José de Urquiza. 

 Personal Directivo y Docente del Colegio Nacional “Justo José de Urquiza” Sentados de izq. a der.: María Eloisa de Elía, Luis Doello Jurado, José Bolfo, Padre José María Colombo, Javier M. Mestres, Laura Méndez. Parados de izq. a der.: Padre José Cadenas, Honorio Hanisquiri, Américo Garbino, Martín Bergara, Enrique Rossi, Enrique Sobral, María Méndez. Fotografía. Archivo de la autora. 

Presbítero José María Colombo. El 16 de julio de 1908, arribó a Gualeguaychú como Cura Párroco de la Iglesia San José, cargo que desempeñó hasta el 16 de julio de 1915. 

En esos siete años su accionar se concretó en obras, entre las que destacamos: la terminación del valioso decorado de la actual Catedral, la reforma y casi conclusión del Altar Mayor, la construcción de las torres y el pórtico del templo, la colocación del reloj, obras inauguradas en las fiestas del Centenario. 

Fundador de escuelas, Colombo fue piedra basal del Colegio Nacional. Con esa imagen de samaritano de la juventud, supo abrir rumbos en la educación y progreso de su pueblo de adopción. Esto lo perpetúa como el maestro de varias generaciones de gualeguaychuenses. 

Cuando ya el Colegio caminaba con paso firme al contar con el ordenamiento definitivo dado por Decreto de Nacionalización del 21 de octubre de 1915, nacían las escuelas primarias San Vicente, San Antonio, Sagrado Corazón y del Socorro. Y al mismo tiempo, echaba las bases para lograr una suscripción pública, en cuotas de $ 0,30 con el objetivo de construir el pórtico y la Capilla del Cementerio del Norte a través de la Pía Unión de San Antonio. 

El 20 de junio de 1920 inauguraba oficialmente la Escuela de Artes y Oficios – actual ENET Nº 2- con talleres de mecánica, carpintería, herrería, panadería, escobería, instrucción primaria y anexos de contabilidad y dibujo. 

El nombre del padre José María Colombo quedará en los anales del pueblo, no solamente escrito en palabras, sino que estará vivo en la actividad renaciente de las instituciones que fundó. (38)

María Méndez llevaba en la sangre la pasión por enseñar. Era nieta de Antonia Linares de Méndez Rodríguez, aquella maestra de la Escuela de Niñas que funcionara en la localidad hacia 1850. 

Muy joven se recibió de Profesora en la Escuela Normal de Paraná. Le gustaba evocar su paso por aquellas aulas y solía contar emocionada, el momento en que rindió examen ante Domingo Faustino Sarmiento, entonces presidente de la mesa. 

Su vida estuvo volcada al apostolado de la educación. Alimentada por recuerdos juveniles, quien esto escribe, aún la ve sentada a su escritorio, con la cortina levantada de la ventana que daba a la calle Perú -actual Camila Nievas- serena, siempre dispuesta a escuchar y a explicar a quien necesitara una ayuda, después del horario de clases. Ocupó el cargo de vice-directora de la Escuela Superior Mixta Guillermo Rawson. 

Su marcado interés por atender a los pobres, la condujo a actuar en la Sociedad de Beneficencia de Gualeguaychú, de la que fue Presidenta y Tesorera. 

Laura Méndez venció su retraimiento al responder al llamado del Padre Colombo para atender la cátedra de Música en el Instituto de Segunda Enseñanza; tarea por la que percibía cuarenta pesos mensuales. Fue la suya una vida tranquila, la que transcurría en el Instituto y en el núcleo familiar. 

Falleció anciana, sin debilitarse su firme sentido del deber, acompañada siempre por la música y su constante grupo de amigos. 

Mercedes García. La risa chispeante y el carácter retozón, hacían de ella una presencia agradable, características que conservó como un don natural. 

De profunda vocación para el ejercicio del magisterio, fundamentó su acción en la enseñanza la que ejerció como un apostolado. 

Luchadora incansable, ofreció su tarea de docente con capacidad y dedicación. (39) 

Bernabé Fernández Barrios. Muy joven radicó en Gualeguaychú, a la que arribó desde su Corrientes natal. Comenzó como maestro de sexto grado en la Escuela primaria o de Aplicación de la Normal de Maestros Olegario V. Andrade. Más tarde pasó a ejercer como profesor del Instituto de Segunda Enseñanza integrando la pléyade de los docentes fundadores del establecimiento, para el que constituyó un elemento valioso, ya que enriqueció con su capacidad, la cátedra de Matemáticas que tuviera a cargo. (40) 

Presbítero José Cadenas Irigoyen. Dejemos a la pluma del doctor Manuel de la Fuente que fuera su alumno, esta breve semblanza sobre este profesor de origen español. 

En 1913 llegó a la Parroquia San José e inmediatamente fue llamado por las autoridades del naciente Instituto, las que le confiaron la cátedra de Castellano; responsabilidad que ejerció con capacidad basada en su esmerada preparación. 

Sus amenas lecciones y su amplia erudición lo consagraron muy pronto como uno de los elementos más capaces del cuerpo docente. Tomó más adelante a su cargo, el dictado de otras asignaturas. (41) 

Luis Doello Jurado. Secretario y Profesor. Era todo un hombre, como lo dijo Julio Irazusta. Su capacidad tan vasta, quizá no fue aprovechada por sus alumnos, dada la modalidad que imprimía al dictado de sus clases. 

Eran charlas profundas en contenido, matizadas con notas repentistas surgidas de su erudición, de su proverbial memoria y gracejo, tal vez no alcanzadas por un auditorio todavía inmaduro. 

Fue mi profesor de francés y castellano pero, más que estas dos materias dejó en mí, enseñanzas que movilizaron mi gusto por la historia, la literatura y la poesía en particular. 

No olvido, la clásica mariposa que dibujaba en el pizarrón, juntando las iniciales del nombre y el apellido de Enrique Banchs, poeta a quien admiraba. 

Supo defender la libertad y la democracia con singular talento y perseverancia. 

Todavía lo recuerdo, ya jubilado, con su traje gris y con su paso corto y lento, llevando una flor para “el viejo” como cariñosamente llamara a su héroe máximo, don José de San Martín; flor que depositaba en silencio bajo el retrato del prócer en el Colegio Nacional o sobre la placa de bronce que está al frente del monumento ecuestre en la Plaza Mayor de Gualeguaychú - actual San Martín. (42) 

Martín Bergara. Exponente genuino de la vida de nuestra ciudad en la época en que le tocó actuar, fue el maestro admirable que unía a su vocación una grandeza de alma que se manifestaba a diario en el aula. 

Era el prototipo del caballero provinciano. Aquí acuden retazos de memoria personal que lo evocan ya anciano, paseando por la Plaza San Martín, vistiendo impecable traje gris y corbata de moñito de color rojo.  

Doctor Honorio Hanisquiri. Fue médico y prodigó su ciencia con noble desinterés y generosidad. Restañó las heridas del cuerpo, y enseñó a aliviar las del alma. 

Dejó en las aulas del Colegio el vacío melancólico que provoca la ausencia definitiva de los seres que han sido ejemplo de vida Celoso del cumplimiento de su deber, se trazó un plan de honestidad y rectitud, que cumplió hasta la llegada de su prematura muerte, acaecida el 3 de mayo de 1929. (43) 

Doctor Enrique Rossi. Profesor exigente y justo, formó generaciones de estudiantes. Enseñó y enseñó bien, dejando a su paso por las aulas, el recuerdo de sus fecundas lecciones. 

Desempeñó la cátedra con dignidad y talento. Consagró toda la vida a su profesión de médico y Gualeguaychú supo de sus nobles sentimientos, su inteligencia y su capacidad que lo llevaron a recorrer los principales centros científicos de Europa. 

Fue el médico que calladamente atendía a la gente sin recursos, en forma gratuita los días sábados en su consultorio. 

El caballero ejemplar, el vecino progresista con visión de futuro, desde la dirección del Sanatorio Gualeguaychú modelo de avanzada que él fundara, como así también del directorio del Molino San Pablo propiedad de sus mayores, o en las tareas agrícolas y ganaderas. 

Durante treinta años ejerció la docencia en el Colegio. (44) 

Gerónimo Vela. Desde joven sobresalió como estudiante distinguido en el Colegio Privado de Segunda Enseñanza de Gualeguaychú, que dirigiera el profesor Luis Vicat. 

De corazón noble y sincero, tenía la característica tranquilidad del criollo como sello preciso y definitorio de su personalidad y la aspiración de realizar en su pueblo una obra educativa de incalculables proyecciones. 

Se desempeñó en el comercio, en el periodismo y fue activo miembro de la Biblioteca Domingo F. Sarmiento. (45) 

Javier María Mestres. Profesor de Cosmografía, Álgebra y Trigonometría. Ejemplo de dedicación, entrega y perseverancia. 

Desde el Internado General Manuel Belgrano cuya dirección ejerció, desarrolló una intensa actividad que orientó positivamente hacia la formación moral y espiritual de la juventud. 

Su actividad socio-cultural en la conducción del elenco teatral del Colegio mereció el reconocimiento de los alumnos, del público y de la prensa. (46) 

María  Eloisa  de  Elía  de  Sala  Hernández

María Eloisa de Elía de Sala Hernández. Su vida fue un camino, muchas veces cubierto de espinas, dolor que ella superó regando la tierra con su arte exquisito. 

Fue una artista cabal. La enseñanza ocupó todas sus horas. Su biografía es una infinita secuencia de soledad y vacío, pero nunca se dejó dominar por la melancolía ni aún en los momentos finales de su larga existencia. 

De fuerte carácter, con sus alumnos mantenía una relación de compañerismo fraternal, que podía ejercer por su natural don de maestra, apoyado en el conocimiento de los jóvenes y sus preferencias, por lo que los conducía fluidamente a los caminos del arte y al placer de recorrerlos. (47) 

ETAPA DE CRECIMIENTO 

 

Colegio Nacional Luis Clavarino 

Al comenzar las actividades en 1917 se comprobó un importante incremento de la matrícula. En 1916 se inscribieron ochenta y cinco alumnos. Ahora son ciento veinte jóvenes procedentes de Gualeguaychú –ciudad y departamento- Concordia, Villaguay, Victoria, Gualeguay. 

En esta etapa ya se creó el 5º año, se indicó que el Presupuesto cubría todas las horas cátedra y que, por resolución ministerial, se incorporaba el dictado de Idioma Italiano en 4º y 5º años. 

Bajo la dirección del profesor Javier María Mestres se habilitó el Internado General Manuel Belgrano que complementa la acción del Colegio, facilitando la estadía a alumnos de zona rural y de otras localidades, al par de acompañar su formación moral e intelectual. 

Está ubicado en la manzana comprendida entre las actuales calles 9 de julio, Colombo, Roca e Ituzaingó; lugar espacioso, soleado, con grandes patios, jardín, parque arbolado, gimnasio, cancha de pelota y de bochas. Solar ubicado lejos del bullicio del centro, propicio para el estudio y la actividad juvenil. Posteriormente se levantará allí el Asilo de Ancianos de la Pía Unión de San Antonio. 

Con el patrocinio de la Sociedad Fomento Educacional, los directivos se comprometían a controlar el aprovechamiento de los estudiantes. El Director requería semanalmente la nota de concepto sobre aprendizaje y disciplina de cada uno, además de consultar diariamente en forma telefónica sobre su asistencia, para evitar sorpresas. 

Digamos también que los internos de menor edad eran atendidos por los familiares del Director Mestres y, en este aspecto debemos mencionar con justicia, a su esposa Cirila Camba quien secundaba con su trabajo el quehacer en el internado. (48)  

Director Mestres y alumnos del internado General Belgrano Fotografía. Archivo de la autora 

Resulta ilustrativo enumerar los elementos que debía traer cada interno: cama según modelo, con colchón de 1,75 X 0,75; dos guardapolvos según modelo; algunas mudas de ropa interior y de cama; dos toallas, seis servilletas, dos almohadas, dos cubre-cama blancas, dos mantas, dos bolsas para la ropa a lavar y lavada; un juego de cubiertos de metal blanco con su aro y con su cuchara de postre. Todos los útiles de aseo. Un roperito, según modelo y una silla. El traje era a gusto de la familia y se sugería que fuese de color negro. Las vacaciones y asuetos de los pupilos se ajustarían a las disposiciones reglamentarias del Colegio. (49)

El 6 de marzo de 1917, falleció en Gualeguaychú Malvina Seguí de Clavarino. 

La noticia conmovió a la población. La disposición testamentaria señalaba importantes cambios en la vida del Colegio Nacional Justo José de Urquiza. (50)

Por ello, el rector José Bolfo realizó diversas gestiones para acceder a los recursos necesarios para el apropiado desarrollo del establecimiento educativo. En el mes de agosto, el legislador nacional Martín R. Torino envió telegrama a Sixto Vela comunicando que el gobierno aceptó la donación realizada por Malvina Seguí. Por ello, el Colegio Nacional de Gualeguaychú contará con edificio propio y se nombrará Luis Clavarino. 

Será su Rector quien firmará la escritura de traslación de dominio del preciado inmueble situado en 25 de mayo y Comercio, actual Mitre. Se observó la necesidad de adaptarlo a la actividad educativa. Por ello, las obras de refacción comenzaron pronto. (51)

Mientras tanto, las clases iniciaron el 15 de marzo en el horario de 7,30 a 12 horas. Los jueves se dictaban cursos de Tiro de 3 a 5 p.m. A propuesta del Rector, la Dirección General de Enseñanza nombró Instructor de Tiro al teniente Rafael López Jáuregui. Las prácticas se efectuaban en el stand local. (52)

A principios del mes de mayo, tomó posesión del cargo de Secretario, el señor Enrique P. Sobral. Por los periódicos locales se informaba a los estudiantes que la inasistencia de 15 días en el trimestre, provocaría la pérdida de condición de alumno regular; entonces podía presentarse a exámenes como alumno libre. Las faltas a clase deberían justificarse con certificado médico. (53)

Resulta interesante destacar que en febrero de 1917 rindió y aprobó quinto año en condición de alumno libre, el joven Rodolfo Irazusta alcanzando el título de Bachiller. Es el primer egresado del Colegio Nacional Justo José de Urquiza. (54)

En agosto, la institución recibió la visita del profesor Sixto V. Díaz, Inspector para el área de Castellano. Cumplida la verificación, sugirió una serie de normas a emplear en ejercicios gramaticales orales y escritos, detallando sus características y clarificándolas para el éxito de su aplicación. Sobre la lectura, indicó que debía ser explicada y expresiva. 

Seleccionar trozos de autores notables que se tratarían de la siguiente forma: Introducción a cargo del profesor, o por alumnos aventajados, información sobre el autor y la obra. 

Lectura de fragmentos por los alumnos aventajados y cuando fuere necesario por el profesor. 

Explicación del contenido por los alumnos.

Ejercicios sobre términos y locuciones. 

Enseñanza y ejercicios de ortografía, composiciones y dictados. 

Si fuese necesario, llevar un cuaderno de trabajos prácticos para presentar a la mesa examinadora en la prueba oral de fin de curso, con el objetivo de evaluar la actividad realizada. 

Leída la constancia del Inspector se notificaron los profesores, José Cadenas, Camila Enriqueta Nievas, Gerónimo Vela y Luis Doello Jurado. (55)

Según el Calendario escolar, el 6 de diciembre se celebraría el Centenario de la incorporación del Coronel Federico de Brandsen al Ejército Argentino. En cumplimiento de lo dispuesto por el Ministerio de Instrucción Pública, se dictaron clases alusivas: en 1º año, el profesor Martín Bergara; en 2º año, Gerónimo Vela, en 3º y 5º años, Rogelio A Barreiro y en 4º año Mario César Gras. 

En ese tiempo, el Rector comunicó que los exámenes de ingreso a 1º año se tomarían en el edificio de la Escuela Rawson desde el 18 de diciembre. 

Ya el 1º de diciembre de 1917 las mesas examinadoras iniciaron las pruebas orales. Fueron eximidos los alumnos cuyo promedio anual superaba los siete puntos. Sus nombres fueron publicados en la prensa local: 

Primeros egresados.  Sentados de  izq. a der.:  Juan Manuel Goyri, Rector José  Bolfo, Secretario  Enrique  Sobral,  Alejandro Vela.  De  Pie  de  izq.  a  der.:  Manuel  Chaet,  Raúl Mugaburu,  Arturo  Landó,  Alfredo  D.  R. Garbino, Agustín Siboldi, Carlos Muñoz, Antonio Elizalde. 

En esos días de diciembre coronaron sus esfuerzos los flamantes Bachilleres, primeros egresados del Colegio Nacional de Gualeguaychú: Manuel Chaet, Antonio Elizalde, Luis M. Etcheverry, Alfredo D. R. Garbino, Juan Manuel Goyri, Arturo Landó, Carlos P. Muñoz, Agustín R. Siboldi, Alejandro O. Vela, Raúl Mugaburu. (56) 

Expresiones y celebraciones estudiantiles

Apenas comenzado el ciclo lectivo 1917, El Crisol enunciaba:  

El año 1916, para nosotros habitantes de un punto geográfico de la tierra, tiene 

para este espacio reducido en que vivimos, su importancia en hechos de 

trascendencia que anotan progreso y señalan tendencias dignas de ser 

registradas en los anales históricos de esta ciudad San José de Gualeguaychú. 

El año que comienza, el de 1917, nos despierta nobilísimas emulaciones, grandes 

esperanzas que trabajaremos porque sean una realidad, un nuevo factor de 

engrandecimiento moral y material para esta pueblo, por los establecimientos 

educacionales que funcionan en él, a los cuales debemos aportar toda la acción y 

energía de que seamos capaces para hacerlos eficaces y que perduren a través de 

los tiempos. 

 

Otra novedad fue saludada con satisfacción. Se trataba de la inauguración de la Sala Nocturna de Lectura de la Biblioteca Olegario V. Andrade, de la Sociedad Por la Patria y el Hogar. A su juicio, esto representaba un aporte a la cultura de la ciudad. En realidad, considerando la posibilidad de frecuentación y uso de la rica biblioteca, se evidenció como un positivo aporte al alumnado del Colegio que encontraba ahí un ámbito apto, con acceso a los libros de texto y a los de consulta para ampliar o profundizar cada tema de interés. (57)

El 15 de abril de 1917, se fundó el Centro de Estudiantes Secundarios, entidad que ganó rápidamente confianza y prestigio. Su comisión directiva, presidida por Arturo Landó Roverano, se abocó a la formación de una biblioteca para facilitar a los estudiantes de escasos recursos, el acceso a los libros de texto y a los de consulta. La Comisión Directiva estaba integrada entre otros por, Juan Manuel Goyri, Julio T. Villagra, Antonio Elizalde, Samuel Gitlin, Luis Etcheverry, Alfredo D R. Garbino, Alejandro O. Vela, Carlos L. Landó, Esteban Podestá, Carlos Jensen, Teófilo Varela, Elías J. Elías, Luis A. L. Daneri. (58)

En ocasión de celebrar el Día del Estudiante, el 20 de septiembre a las 21 horas partió desde el salón del Centro de Estudiantes una jubilosa manifestación que recorrió las calles principales de la ciudad. Caminaron al son de ruidosas marchas ejecutadas por una murga improvisada, dirigida por Cristian Jensen y actuando como secretario honorario, Julio Salagoity. Éstos, munidos de voluminosos trombones, agitaban el aire con estrepitosos sonidos. 

Llegaron a la sede del Ateneo Estudiantil y allí, desde los balcones, pronunciaron discursos, Américo Benítez de la Escuela Normal, Manuel de la Fuente del Colegio Nacional. A pedido de los jóvenes, Julio P. Villagra improvisó un fogoso discurso en el que instó a marchar por el sendero recto que es el que lleva a la cumbre de las más altas aspiraciones. El acto culminó con una breve y poética pieza oratoria del alumno del Colegio Carlos Muñoz. 

Entonces, se dispersaron para organizar la noche de serenatas que se oyeron hasta el amanecer. 

En la mañana del 21, a hora temprana, partieron en caravana hacia un paraje del arroyo Gualeyán. El paseo campestre se realizó en la propiedad de don Raúl Mugaburu, quien junto a don Pedro Servera donaron los corderos para el almuerzo que reunió a alumnos y profesores. Al caer la tarde, los estudiantes entraron jubilosos por la 25 de Mayo colmada gente. Este fue el segundo año de celebración de su día. (59)

 Para celebrar el segundo aniversario de la nacionalización del Colegio, el elenco de teatro dirigido por el profesor Javier Mestres e integrado por alumnos, llevó a escena la obra de Roberto J Payró, Marco Severi. Indicamos aquí que los originales del texto firmados por el autor, fueron traídos por don Luis Doello Jurado. 

Participaron, en rol protagónico, Amaranto Fraga secundado por Cristina Lapalma, Velia Avigliani, Angélica Pagano, Cándida Villagra de León, María C Laxague, Elena Haedo, Manuel de la Fuente, Julio Salagoyti, Luis A Daneri, Laurindo González y Julio Etchegoyen. 

El Crisol se hizo eco de la representación, y reconoció las condiciones de 

(…) verdaderos actores de Amaranto Fraga y de Cristina Lapalma, 

desempeñando ésta su rol con desenvoltura poco común. Y continúa el 

comentario (…) el excelente drama de Payró tuvo en la hábil dirección del 

profesor Mestres, el aplauso sincero de un público que colmó la sala del Teatro Gualeguaychú. 

 

El Pericón Nacional interpretado por el Conjunto de Bailes Folklóricos del Colegio dirigido por la profesora María Eloisa de Elía, constituyó el brillante cierre de la función. (60)  

El legado de Malvina Seguí de Clavarino

 

Referíamos, al detallar la actividad del Colegio Nacional en el período 1917 que

 

(…) el 6 de marzo llena de consternación a Gualeguaychú la noticia de la 

muerte de Doña Malvina Florencia Seguí, viuda de Don Luis Clavarino (…) el 

que, como Presidente de la Comisión de Defensa de los Intereses 

Departamentales de Gualeguaychú, promovió y activó los pasos de la 

nacionalización, dotación de personal y de recursos para el funcionamiento de 

un Colegio Nacional de Enseñanza Secundaria con sede en la ciudad cabecera 

del Departamento Gualeguaychú de la Provincia de Entre Ríos, sobre la base del 

que ya desarrollaba su actividad con el nombre de” Justo J. de Urquiza. (61) 

Malvina Seguí de Clavarino

Malvina había nacido en Santa Fe en el hogar formado por el doctor Juan Francisco Seguí – el Constituyente de 1853- y su esposa Cornelia Villar

Cuando contaba diez años falleció su padre y la familia radicó en Gualeguaychú. Fue educada en rígidos principios por una madre viuda y con siete hijos. Completó estudios en un colegio alemán en Buenos Aires. (62)

Siendo muy joven contrajo enlace en la Iglesia San José con Luis Clavarino

El matrimonio Clavarino-Seguí no tuvo descendencia. Fijó residencia en casa de Cornelia Villar de Seguí; edificio de dos plantas ubicado en calle Mitre, mientras se construía, media cuadra al sur, en esquina con 25 de Mayo, la magnífica propiedad que, por disposiciones testamentarias Malvina legó al Superior Gobierno de la Nación, para sede del Colegio Nacional de Gualeguaychú. 

La dama que por linaje y por posición económica estaba llamada a una actividad social destacada, padeció una enfermedad que la tuvo recluida en su hogar, privada de todo movimiento. Sin embargo, los que llegaron a su refugio doméstico pudieron saber de su cultura, su palabra atrayente y de un espíritu inquieto que mantenía su atención sobre la actualidad, sin desconocer ni esquivar su participación, en la solución de las necesidades de las instituciones y gentes de su tiempo. A su bondad la manifestó en obras de piedad y caridad. Actuó en la Sociedad de Beneficencia, de la que fue Presidenta. 

Su profunda fe le armó la templanza con que vivió los padecimientos de la enfermedad y al momento de su muerte recibió los sacramentos de la Religión católica, en pleno conocimiento y serena entrega. 

De su testamento, transcribimos lo pertinente: 

En la estancia “Ombúes” en el Distrito Pehuajó Norte, donde se encontraba enferma en cama, Doña Malvina Florencia Seguí de Clavarino, con domicilio en calle 25 de Mayo Nº 499, esquina Mitre, de sesenta y dos años de edad, manifestó su voluntad de testar(…) Entre otras disposiciones, declara que dona al Superior Gobierno de la Nación, la finca y terreno que posee en calle 25 de Mayo, esquina Mitre de Gualeguaychú, con la expresa condición de que se instale y funcione en ellos un Colegio Nacional que deberá llevar el nombre de su finado esposo, Luis Clavarino (…) 

En caso de que dicho Superior Gobierno no aceptase el desprendimiento o diera a la finca un destino distinto del que se le asigna, deja sin efecto esta cláusula y dice que el bien pasará a ser propiedad de los herederos que va a instituir en este mismo testamento. 

Gualeguaychú, vista hacia el este. “Hotel Comercio” 3 de Febrero esquina 25 de Mayo – Detrás solar donde se construirá el edificio Clavarino – Residencia Spangenberg (actual Instituto O. Magnasco, sector nuevo) – Al fondo el río. Fotografía  (1890).  Archivo Privado de Aurelio Gómez Hernández 
Palacio Clavarino  Seguí 25 de Mayo y Mitre. Fotografía.  Archivo General de la Nación 

El 20 de marzo de 1917 se conocieron sus disposiciones. La trayectoria futura del Colegio Nacional Justo José de Urquiza estaba asegurada. A fines de ese año concluía el contrato de ocupación celebrado con el gobierno provincial por el uso del local de la Escuela Rawson. 

Los herederos hicieron levantar en el Cementerio del Norte de Gualeguaychú un mausoleo en mármol de Carrara, para reposo y homenaje de los esposos Clavarino-Seguí. 

En la década de 1940 fue desmontado. Cumpliendo sus deseos, se trasladaron los restos mortales y los bustos de estos benefactores al predio ubicado en zona noroeste de la ciudad, donde se levanta la sobria y bella Villa Malvina, rodeada de jardines y arboledas que constituía el lugar de descanso del matrimonio. 

La Orden de la Compañía de María, que recibiera como legado la finca y terreno que la rodea, levantó allí, gradualmente, la planta del Instituto de Gestión Privada Nº 105 Malvina Seguí de Clavarino. Contiguo a la Capilla y en cálido e iluminado espacio descansan los restos de los esposos Seguí-Clavarino, recibiendo el homenaje a su memoria y el reconocimiento respetuoso a su obra, de parte de los miembros de la Comunidad religiosa, de profesores y alumnos de esa institución educativa. 

Panteón Clavarino – Seguí en el Cementerio del Norte. Fografía. Archivo de la autora. 

 En sede propia. 

Al comenzar el ciclo lectivo 1918 el personal docente, titular e interino es el mismo del ciclo anterior, autorizado por el Ministerio de Justicia y Educación, a saber: 

Rector y Profesor con una cátedra de Letras: José Bolfo. Secretario –Tesorero: Enrique T. Sobral. Profesores de Ciencias y de Letras: Rogelio A. Barreiro, Luis Doello Jurado, Américo Garbino, Honorio Hanisquiri, María Méndez, Javier Mestres, Enrique Rossi, Gerónimo Vela, Mario César Gras, Bernabé Fernández Barrios, Bernabé Vela, Norberto Galdós. Profesores de Idiomas Extranjeros: José María Colombo, Mercedes García. Profesora de Estética: María Eloisa de Elía. 

Celadores: alumnos que se han desempeñado en el mismo cargo desde la etapa inicial, Alejandro O. Vela, Carlos Landó, Isidro M. Auzqui de Castro, Eduardo Haedo y Juan Manuel Goyri. (63 )

Interesa subrayar aquí las expectativas que generan en la comunidad educativa, cuatro Bachilleres egresados en 1917, que manifiestan su interés en iniciar estudios universitarios. Ingresan a la Facultad de Ciencias Médicas en Córdoba, Antonio Elizalde; en Buenos Aires, Arturo Landó Roverano, Juan Manuel Goyri, Alejandro O. Vela. (64)

Al mismo tiempo, en el edificio de 25 de Mayo y Mitre continúan los trabajos de remodelación, disponiendo de un presupuesto de $ 16.825 moneda nacional, para adaptarlo al funcionamiento del Colegio. (65)

Finalmente, el 18 de abril de 1918 el Colegio Nacional inaugura nueva sede en el actual solar. 

El primer saludo recibido fue el del Gobernador de Entre Ríos, Doctor Miguel Laurencena, quien entre otros conceptos escribió: 

 (…) deseo, en la nueva casa sientan maestros y alumnos, la influencia y el acicate de Luis Clavarino, que honró el trabajo y la democracia y con cuyo nombre como es justicia, se ha bautizado este Instituto. 

Agradeció además la fineza con que ha recordado el Rector, la acción de su gobierno en favor del Instituto que tan dignamente dirige, al momento de hacer entrega del edificio de la Escuela nº 1 Guillermo Rawson a su legítima dueña. (66)

La visión de futuro del Rector percibe como necesaria, la ampliación del edificio del Colegio. Por ello solicita la expropiación de los terrenos linderos con el objetivo de construir nuevas aulas y dependencias. 

La gestión contó con el apoyo del Diputado Nacional por Entre Ríos Dr. Celestino Marcó, quien expresó que en poco tiempo, su cotización sería superior a la actual, dado el progreso de Gualeguaychú que valoriza la propiedad de su planta urbana como de su zona rural. 

En tanto se ha obtenido de la Dirección General de Arquitectura, ampliación del presupuesto para reparaciones, acordada por Decreto del 22/2/1918; revisará la instalación eléctrico-mecánica existente y se agregarán aparatos lumínicos. Este trabajo hace ascender la partida a $ 1.968,48 m/n. (67)

Alumnos en acción

Dirigidos por su profesor de Historia, Rogelio A Barreiro, los alumnos de 5º año iniciaron en el mes de julio un ciclo de charlas sobre Historia de la Civilización. En ellas se puso de manifiesto la sólida preparación y la aspiración del docente por lograr un elevado nivel entre los educandos. Este es el comienzo de una intensa actividad, de cuyo contenido y protagonismo damos datos orientadores. 

Los disertantes fueron: Eliseo Huergo, sobre sobre Civilización - Héctor Queirolo, Feudalismo - Julio Salagoyti, Grecia- Manuel de la Fuente, Civilización Egipcia- Amaranto Fraga, La Reforma - Luis A L Daneri, Artes en Grecia - Carlos Rossi, El Renacimiento - Ángela Villagra, Inventos y Descubrimientos - Cristián Jensen, Civilización Caldeo Asiria - Raúl Sobral, Cuestiones de Oriente - José A. Frávega, El Culteranismo - Julio Villagra, La Revolución Francesa - Carlos Bonzón, Napoleón - Ramón Goyri, Inglaterra - Angel Ratto, Unidad Italiana- Carlos Landó, Congreso de Viena- Maria N Aguilar, Régimen Parlamentario - Teófilo Varela, Independencia de América. (68)

Por su parte, El Crisol publica un seleccionado trabajo de la alumna Matilde de Elía sobre el poeta Carlos Guido Spano, con motivo de su fallecimiento. (69)

En esos días, el grupo teatral integrado por alumnos del Colegio presenta El Nido Ajeno, del dramaturgo español Jacinto Benavente. Según El Crisol, un homogéneo elenco tradujo el sentir de los personajes; sus emociones, el amor, el odio, los celos, con justeza y naturalidad, dirigido como siempre por el profesor Javier M Mestres. (70)

El tercer aniversario de la nacionalización encuentra al Colegio – observa EL CENSOR- en la etapa de señalar rumbos dentro y fuera de las aulas, hacia un superior objetivo de cultura con la intensificación de la enseñanza. (71)

Al finalizar el ciclo lectivo 1918 egresan 21 bachilleres. Tres de ellos ingresarán a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires: Luis A Daneri, Manuel de la Fuente y Julio Salagoyti. Los celadores electos para el período 1919 son: Laureano González, Abelardo Chichizola, Julio Etchegoyen, Oscar F Frávega, Justo Aranguren. (72)

En la adjudicación de becas otorgadas cada año por el gobierno de Entre Ríos, han correspondido al pensionado General Belgrano, diecisiete plazas; todas ellas destinadas a estudiantes no residentes en la ciudad que cursen estudios en el Colegio Nacional. (73)

En el mes de agosto de 1918 visita Gualeguaychú el nuevo Gobernador de Entre Ríos, Doctor Celestino J Marcó y se interesa por las necesidades más urgentes del Colegio. 

Como Diputado Nacional, fue autor del proyecto de expropiación de sitios linderos al palacio Clavarino, el que mereció despacho favorable de la Comisión de Instrucción Pública de la Cámara el 22 de agosto de 1918 y que, alcanzado por la Ley Olmedo fuera reproducido en 1920 por el Diputado Luis María Daneri y en 1922 por su colega Emilio M Goyri.

Subrayamos aquí que en 1919, cuatro mujeres culminan el bachillerato. Dos de ellas ingresan en 1920 a la Universidad. Se trata de María Teresa Quaranta, quien será la primera médica y Dora Avigliani, la primera cirujana dentista, orgullosas egresadas del Colegio Luis Clavarino. (74)

Cabe destacar que en la promoción de este año terminan sus estudios secundarios dos jóvenes de valía: Juan Manuel Tato, luego reconocido mundialmente en su especialidad de Otorrinolaringología y profesor emérito de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires y Amaro Villanueva, el fecundo escritor y poeta oriundo de Gualeguay, autor entre otras obras, de El mate. Exposición de la técnica de cebar- que mereció el Primer Premio de Literatura Folklórica, otorgado por la Comisión Nacional en 1938-; Crítica y Pico; El Ombú; y Estudio sobre el Martín Fierro, entre otros. 

La formación, la inquietud intelectual proporcionada en este Instituto de enseñanza se encuentra reflejada en la actividad universitaria de varios ex alumnos: Carlos M Landó, Julio T Villagra, Julio Salagoyti, Alejandro O. Vela, Manuel de la Fuente, Luis M. Daneri. 

Agustín R Siboldi. Ramón E Goyri. Eliseo T Huergo, Antonio Elizalde y Raúl T Sobral. (75)

Todo ello señala la fecunda obra del Luis Clavarino que dimensiona por otra parte, la cultura de la ciudad y el empeñoso andar de una comunidad ávida de progreso. 

El establecimiento en verdad, ha enraizado en su pueblo. 

Miscelánea La década del ‘20

En abril de 1921, el Rector José Bolfo eleva un meduloso trabajo sugiriendo reformas a los exámenes escritos de julio. En su opinión deben suprimirse, como primer paso hacia una revisión fundamental. Su experiencia en la práctica de la enseñanza secundaria indica que los exámenes nada prueban, ya fueran escritos u orales, y los cambios necesarios deben hacerse gradualmente. 

Sostiene que el examen oral encierra al alumno en el círculo programa y limita el espíritu de investigación, de búsqueda individual tan útil, que todo profesor debe auspiciar porque los conocimientos adquiridos por esfuerzo propio, por indagación personal son los realmente significativos. (76)

En ese mes de abril el Colegio celebra con diversos actos el 70 aniversario del Pronunciamiento de Urquiza contra Rosas. Entonces se indica: Concurrencia de los alumnos a la manifestación cívica con Bandera de Ceremonia al frente; Embanderar el edificio; Conferencias alusivas a cargo de los profesores Gerónimo Vela, Rogelio Barreiro, Martín Bergara y José Bolfo. 

La Asociación de Estudiantes, presidida por el alumno de 5º año Antonio Dumón, resuelve entre otras actividades, reunir fondos para dotar al establecimiento de una estación meteorológica. 

Por Decreto del 17 de junio de 1924 se establece oficialmente que en los establecimientos educativos dependientes del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública se celebre el 15 de junio, el Día del Libro. (77) 

Por ello, en 1926 se sucedieron variadas disertaciones a cargo de los profesores Eleodoro Capdevila, Enrique Gutiérrez, Mercedes García y Mario César Gras. De esta forma, los docentes manifiestan que la lectura consecuente y constante es de suma importancia en la formación intelectual de la juventud y aseveran que se logran mejoras en el nivel cultural de quienes la practican. 

Para conmemorar un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo el Rector dispone en 1927, que los profesores Martín Bergara, Horacio Rébori, Juan Manuel Goyri y Guillermo Mosto, dicten charlas alusivas a los combates de Camacuá, Yerbal, Bocacay y Ombú. (78)

De profesores… 

Adolfo Germán Britos

Adolfo Germán Britos. En abril de 1921, culmina sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires.

Su paso por los claustros universitarios reafirmó el concepto ganado en el Colegio secundario de Gualeguaychú pues termina la carrera con calificaciones sobresalientes.  

Además, a su actividad como estudiante en la Facultad la completó desde primer año trabajando en la Asistencia Pública, en el Sanatorio del doctor Caballero y en el Hospital Ramos Mejía; prácticas que enriquecieron el ejercicio de su profesión. (79)

Fue un médico que descolló como uno de los mejores clínicos, entre los galenos de la ciudad. 

Atildado en su forma de vestir, quien esto escribe lo recuerda ahora como un asiduo concurrente al paseo de la 25 de Mayo, completando un trío con los doctores Isidoro Etchebarne y Hugo Spangenberg, íntimos amigos con los que paseaban en la calle de moda de aquellos tiempos. 

El Dr Britos se incorpora al cuerpo docente del Colegio, tomando a su cargo las cátedras de Zoología, Botánica, Física, Anatomía, Fisiología y Química, en diferentes cursos. 

Años después, desempeña el rectorado sucediendo al Profesor José Bolfo. 

José Cadenas Irigoyen. En marzo de 1922, el Colegio despide a uno de sus profesores más queridos y respetados, quien decide volver a su tierra natal, España. 

Hombre de acción, pertinaz en el logro de sus objetivos, logró afinidad con los jóvenes de los que fue punto de atracción y confianza. Por ese motivo, fue designado Asesor Espiritual del Ateneo Estudiantil, asociación que fundara junto al profesor Javier Mestres. 

Su alejamiento fue sentido, tanto por sus compañeros docentes, como por el alumnado que siempre reconoció su desvelo por la educación de la juventud. (80)

Camila  Enriqueta  Nievas

Camila Enriqueta Nievas. Un elemento valioso en la vida cultural de la ciudad se incorpora al cuerpo docente del Colegio. El 29 de marzo de 1922, Camila Enriqueta Nievas es designada profesora de Castellano. (81)

Maestra jubilada en el orden provincial, fundadora - con Luisa Bugnone- de una escuela de niñas en 1897 y de la Sociedad Por la Patria y el Hogar en 1898, actual Instituto Osvaldo Magnasco. 

Al hacerse cargo de la cátedra, solicita al Ministerio de Instrucción Pública la autorización para dictar las seis horas semanales de clase en dos días, con el fin de no interrumpir la unidad en el dictado de los temas. Está convencida que en esta instancia, el alumno debe saber redactar y escribir con caligrafía, ortografía y gramática apropiadas y que la continuidad en el tratamiento permite un aprendizaje más fluido y provechoso. La petición es aceptada. Juzgamos que esta reforma constituyó una medida de avanzada. 

Siendo Ministro de Instrucción Pública el Doctor Antonio Sagarna, es designada para representar a la Provincia de Entre Ríos ante las universidades y bibliotecas de Europa. 

Al viaje, que también patrocinó el gobierno provincial, lo realiza en compañía de su esposo, el pianista Eleodoro Capdevila, profesor de Música del Colegio Nacional. 

A su regreso, Camila escribe un informe detallado titulado La Biblioteca de Berlín, luego publicado por el Instituto Magnasco. 

Los periódicos EL NOTICIERO y EL CENSOR de Gualeguaychú y LA NACIÓN de Buenos Aires dieron lugar a la difusión de interesantes artículos de su autoría sobre variados temas, donde demuestra versación, estilo y dominio del lenguaje. 

En sus clases, ciertamente magistrales, trasmitía su saber acercando expresiones del acervo tradicional como medio insoslayable para fijar los principios de la nacionalidad. 

Quien esto escribe recuerda, cómo comunicaba a sus alumnos la obra poética de don Goyo Aguilar; aquel payador local identificado con el ideario federal, que trazó una huella profunda en la memoria de quienes lo conocieron, lo escucharon y que ella había aprendido de su padre, don Ramón Nievas. 

La obra cultural a favor de su pueblo natal, trasciende por el valor de las Instituciones que fundó, las que perviven en el presente. (82)

Camila Nievas fallece en Gualeguaychú, el 9 de junio de 1941. 

José María Colombo. En diciembre de 1922, celebra las Bodas de Plata con el Sacerdocio, el Presbítero José María Colombo, primer director del Instituto Incorporado, luego Colegio Justo José de Urquiza. 

La prensa local exalta las dotes humanas y culturales del prelado y su amor por la juventud estudiosa, a la que dedica parte de su vida. (84)

 En el ciclo 1927, la comunidad educativa del Colegio es integrada por: 

De inspectores e inspecciones… 

En octubre de 1926 llega a Gualeguaychú en visita de inspección el Profesor Superior de Dibujo, Guido Buffo. 

Entre otras observaciones señala que, en el desarrollo del programa de estudios de la materia, se debe valorar y enaltecer la naturaleza del lugar y del ambiente en que se vive y recomienda a la profesora María Eloisa de Elía, estimule en los alumnos la espontaneidad que induzca a distinguir lo bello, lo armónico; a despertar la iniciativa individual hasta lograr creaciones sencillas y a suscitar la autocrítica y la auto corrección. (86)

El Inspector de Música llega también en esos días de octubre y presencia las clases de Eleodoro Capdevila. 

En sus indicaciones consigna que la enseñanza musical en los Colegios Nacionales, no tiene otra finalidad que la de propender a la formación del gusto por la música y a valorar el rol identitario en la cultura de los pueblos. 

Desde este punto de vista, sugiere la conveniencia de interesar al alumnado por las expresiones del folklore argentino ya que es lo que lleva en las raíces. Aconseja su divulgación en charlas, ejecuciones corales de ritmo, con entonación precisa y dicción clara. 

A las audiciones clásicas con comentarios previos, las considera como los medios más eficaces para interesar a los alumnos de un Colegio secundario, no siempre abiertos a recibir los beneficios de esta disciplina. 

Finalmente recalca que el maestro Capdevila es un profesional destacado y que la cátedra, según sus aptitudes, conduce a buenos resultados. (87)

En de junio de 1927, se recibe al Inspector Juan E. Cosani, quien manifiesta que el Colegio funciona en forma satisfactoria. 

Sugiere a los docentes presentar el Plan de Clase, fomentar la lectura de obras literarias seleccionadas y evaluar esta actividad en diversas instancias; en clase, en trabajos prácticos y en los exámenes. 

La Inspectora Teresa Carlevatto observa clases de Idioma Extranjero -italiano e inglés- dictadas por el presbítero José María Colombo. Deja constancia que el profesor satisface por su preparación y su método de impartir la enseñanza, al cuidar especialmente las formas de expresión y la gramática. 

Además considera la disciplina y la atención en sus clases, como muy buenas. 

Asiste a las clases de Historia en 1º año, a cargo de Martín Bergara, comprobando que el profesor revela dominio de la materia. Ello alienta el interés y la dedicación de sus alumnos. (88)

Antes de finalizar el período escolar de 1928 se recibe la visita del profesor Lorenzo D Jaime quien inspecciona clases de Matemáticas a cargo de Bernabé Fernández Barrios. 

Deja constancia en Acta dando instrucciones sobre interpretación y desarrollo completo de los programas de la materia, sacrificando lo secundario por lo fundamental cuando, por razones justificadas, sea necesario apelar a este recurso.  

De alumnos… 

En EL ECO SOCIAL del mes de diciembre de 1922, se publican fotografías de los veintidós bachilleres recientemente egresados, acompañados por docentes y autoridades de la institución. 

El artículo consigna que el Colegio está dando sus frutos; destaca a Conrado Elías, por su vasta, sólida preparación y por su disciplina que lo distingue entre sus compañeros. Por todo ello, mereció ser nombrado Celador de su propio curso. En el próximo año ingresará a la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires. 

Carlos M. Altuna, estudiante distinguido por sus conocimientos, con amplio dominio sobre temas de todas las materias y eximido en ellas, estudiará Medicina al igual que Ulises Marcó; confiando en que las excelentes condiciones otorgarán feliz logro de sus títulos. 

Carlos Spangenberg, quien fuera Celador en 1º año se inclina por estudios de Derecho. 

También se destaca Delia Villagra, eximida en todas las materias durante los cinco años de estudios secundarios. Los alumnos citados integran el cuadro Distinguidos del año 1922. (89)

En julio de 1923, un reconocimiento alienta la trayectoria del Clavarino. El Consejo Consultivo del Instituto Mitre distingue con el galardón Pasteur a los jóvenes Raúl Mugaburu y Luis Ponferrada por su trabajo Cuestiones de Legislación Industrial y Obrera. El premio, otorgado por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, consiste en la entrega de medalla de oro, $ 500.00 m/n y Diploma de Honor. Mugaburu es bachiller egresado de la primera promoción del Colegio y envía el Diploma con esta dedicatoria: 

 

Al Colegio Nacional Luis Clavarino, hondamente querido por mí, la modesta 

ofrenda intelectual de quien fue uno de sus primeros alumnos (90)

 

Por su parte, el Rector Bolfo envía sus felicitaciones manifestando que la noticia ha sido recibida con satisfacción por la comunidad educativa. 

En el ciclo 1927, la profesora María Eloisa de Elía planifica el innovador método de dibujo que aconsejara el Inspector Guido Buffo. La experiencia didáctica es compartida con los alumnos del Colegio Nacional y con los de la Escuela Normal. Próximos a finalizar el año, los trabajos resultan elegidos, junto a otras producciones estudiantiles de Córdoba y Rosario, para representar a la Argentina en las Muestras Mundiales a realizarse en Japón y en Méjico. Se envían dos carpetas con veinte dibujos seleccionados por la profesora, muestra gradual de lo realizado durante el año. Así se responde a la invitación de la Cancillería Argentina. La Exposición en Buenos Aires inaugura el 7 de noviembre. (91)

Los diarios metropolitanos, al hacer elogio de la laboriosidad de los alumnos y de su profesora opinan que los trabajos son expresión de honestidad docente absoluta y a ello se agrega que las producciones de la Escuela Normal Olegario V Andrade han merecido lugar prominente. (92) 

De ampliación edilicia… 

Ampliar el edificio es motivo de intensa preocupación de la comunidad educativa y de la Comisión Popular con el propósito de consolidar y aumentar la obra iniciada en 1913. 

Periódicamente se renueva la solicitud ante el Congreso Nacional por intermedio de los representantes provinciales Celestino Marcó, Luis María Daneri, Mariano Calventos y Emilio Goyri. El objetivo es satisfacer las necesidades surgidas por el aumento de la matrícula de alumnos, el aporte moral de la población que alienta la obra y el prestigio logrado por la institución en tan corto tiempo. (93)

Son tiempos de bonanza económica, sin mayores sobresaltos en el plano nacional. Por ello se estima que es el momento ideal para encarar esta iniciativa. Entonces se acompaña la marcha de los Expedientes iniciados con propuestas que son aprobadas con orden de pronta ejecución, a saber: 

Decreto nº 2441/927: sobre reconstrucción de la vereda que ocupa el establecimiento, deteriorada por la rectificación del cordón, al adoquinarse la calle 25 de Mayo. Decreto nº 5216/927 sobre el inicio de obras de demolición de los solares lindantes al edificio recibido como legado y ampliación del Colegio e instalación del Obrador. (94)

Pues bien, en 1928 se inician las obras previstas. Se efectúa la conexión de la red sanitaria externa con las instalaciones interiores del edificio, según Expediente 461/C/1928.Para esos trabajos se dispone de $279.863 m/n según informe del Ministro de Obras Públicas de la Nación, Dr Roberto M Ortiz. 

En marzo de ese año comienza la demolición de los edificios colindantes y la construcción de un obrador, todo ajustado a los plazos establecidos. Sin embargo, en los meses de invierno con clima adverso, se paraliza la fabricación de ladrillos de la zona, con la consiguiente demora en la marcha de las tareas. En el mes de mayo, el Rector Bolfo recibe carta del legislador Mariano Calventos felicitándolo por el comienzo de las obras. 

Los planos de la ampliación de la residencia se hicieron, teniendo como propósito primordial, levantar un cuerpo de edificio independiente, que se comunicara con lo ya edificado, con un pasaje de 5,50 m. de largo, ya que la planta a construir se dedicaría al funcionamiento de aulas, gabinetes baños y galerías: todo sobre calles Mitre y Bolívar, con una entrada sobre la primera. 

La planta alta, solo se levantaría sobre el frente del edificio que da a calle Mitre, con un piso donde se ubicaría el Salón de Actos y a los lados varios gabinetes, previendo para el futuro la construcción de nuevas aulas. 

La obra sería dirigida por el Arquitecto Juan Marconi, de la Inspección de Zona Este de la Dirección Nacional de Arquitectura, calculando su conclusión para fines de 1929, ya que se contaba con los fondos acordados por presupuesto. 

En el periódico LA RAZÓN, se informa que las obras de ampliación han entrado en un período de gran actividad. La nota se ilustra con fotografías. (95)

Para planificar el inicio del ciclo lectivo 1930, el Rector Bolfo consulta sobre el cumplimiento de los plazos de ejecución de obra, calculado en dieciocho meses. (96)

Y ya en marzo de ese año, EL CENSOR, hace públicas sus declaraciones refiriendo que como todos los años ha debido rechazar aspirantes al ingreso en 1º año porque, a pesar de la ampliación edilicia, la Superioridad no ha creado las dos nuevas divisiones solicitadas. El número de inscriptos asciende a 164 alumnos. En 1º año, 40. En 2º año, 40. En 3º y en 4º, 30 y 32 respectivamente y en 5º año, 18. 

Con el fin de cubrir dos vacantes en cargos de Celador, se nombra a los alumnos, Juan Pastor Méndez y Jorge Etchegoyen. 

Colegio Nacional Luis Clavarino - Frente principal

Finalmente el 17 de marzo de 1930, con un sencillo acto se inaugura la ampliación edilicia del Clavarino en el XV aniversario de su nacionalización. Se ha recibido del Ministerio de Instrucción Pública, el moblaje apropiado y elementos varios para asistir la tarea educativa, entre ellos una linterna de proyecciones Leit para dispositivos y cuerpos opacos, con lámpara de 1000 bujías y resistencia de 2000 voltios, con cables y mesa. También han llegado, 35 mesas inclinables para dibujo con sus bancos, 5 escritorios de roble y sus correspondientes tarimas, 200 butacas americanas para colocar en el Salón de Actos, 5 pizarrones monumentales Estrada de dos planos movibles a guillotina, de madera terciada, con plano y columna de raulí lustrado, porta- mapas de bronce, 64 pupitres, 7 asientos y siete mesas. 

Agregamos que, por Resolución del 8/05/ 1930 se resuelve montar un Laboratorio de Química de la casa Lutz Ferrando y Compañía, preparado por Ramón S Layarte, integrado con elementos de metal y vidrio para realizar trabajos prácticos, sustancias químicas, reactivos y colorantes. Todo ello con un valor estimado en $ 7.613,90 m/n. Se considera que ya instalado, será uno de los mejores entre los habilitados en las escuelas secundarias del país.  

De egresados… 

Al finalizar el ciclo lectivo 1930, en forma conjunta, el Colegio Nacional y la Escuela Normal celebran la promoción de los Bachilleres y de las Maestras Normales Nacionales, en la sede de la Olegario V. Andrade, cuyo salón de actos es digno marco para tan brillante y significativo acontecimiento. 

Los flamantes egresados son acompañados desde la planta baja por el Director de la Escuela Normal, Profesor J Romualdo Romero y por el Rector del Colegio Nacional, Profesor José Bolfo. 

Ubicados en el escenario las maestras y los bachilleres, el Director Romero inicia el acto con brillante disertación. Recuerda, entre otros conceptos, las iniciativas y las reformas implantadas por Saavedra Lamas y Sagarna en el sentido de orientar la enseñanza por derroteros más útiles y más prácticos para el bien del país y de los mismos educandos. Su palabra es saludada con caluroso aplauso. 

El voto profesional de los egresados y la entrega de los diplomas y certificados, constituye uno de los momentos más emocionantes del programa. 

Las palabras de la nueva maestra María Rosa Mesa, tiene pasajes felices, sobre todo cuando agradece en su nombre y en el de sus compañeras, al establecimiento de educación que las ha recibido desde la niñez y a los maestros y a los profesores que han modelado sus sentimientos y su mentalidad. 

El público premia con aplausos su discurso. Y premia también la disertación del Bachiller Emilio Turina. 

Merece cálidos aplausos la poesía recitada por la señorita Dora Cepeda, tan ajustada en su expresión, en una nueva demostración de sus excelentes aptitudes interpretativas. 

La orquesta, dirigida por el Maestro Schemizzérico Cristiano, ameniza la importante ceremonia. (97)

ETAPA DE CONSOLIDACIÓN 

 

Sección Comercial Anexa 

La enseñanza debe ponerse a tono con el signo de los tiempos, manifiesta en la Cámara de Diputados de la Nación el Ingeniero Juan Francisco Morrogh Bernard, representante entrerriano oriundo de Gualeguaychú. Defiende su ponencia subrayando:

(…) a medida que el país evoluciona, va adquiriendo caracteres más definidos en sus distintos aspectos. La educación debe evolucionar también para que sus beneficios alcancen a todos los sectores de la sociedad. 

La enseñanza argentina está en mora con la realidad presente de la Nación. La utilidad de la Sección Comercial que proyecto para el Colegio Nacional de Gualeguaychú, es como anticipar los beneficios que ella reportará a la cultura del país. 

En su Sesión del 8 de agosto de 1935 la Cámara sanciona la creación de una Sección Comercial para formar Peritos Mercantiles anexa al Colegio Luis Clavarino de Gualeguaychú. Creación que se concreta por Ley nº 12.238 siendo Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Ramón S Castillo. (98)

Por Decreto nº 77.395 del 28 de febrero de 1936, se crea el 1º año; curso al que se sumarán los sucesivos en los años siguientes. 

El inicio de actividades de la Escuela Comercial Anexa se produce el 1 de abril de 1936, junto al ciclo lectivo del Colegio Nacional. 

El personal docente se integra con un Regente, cuyo sueldo mensual es de $ 250.m/n. 

Profesores: Ciencias y Letras con 20 horas-cátedra; Idiomas extranjeros con 10 horas; Educación Física y Estética con 5 horas. 

Y personal de Servicio y Maestranza. (99)

La nueva sección tiene al Profesor José Bolfo y al Escribano Roberto Villagra como Rector y Regente respectivamente. 

Profesores: Roberto Villagra, con 6 horas de Matemáticas; Antonio José Gallino, con 3 horas de Contabilidad; Juan Ferrer Guasp, con 3 horas de Geografía; María Dolores Spangenberg de Zuloaga, con 5 horas de Castellano; Esteban A Bugnone, con 3 horas de Historia; Enrique A Darchez, con 5 horas de Inglés; Catalina María Cooke, con 5 horas de Francés; Aurora Méndez Núñez, con 3 horas de Caligrafía, Raúl Tomás Frei con 2 horas de Mecanografía. Ayudante principal, Ercilia Fulgraff. (100)

EL CENSOR destaca que en esta ciudad de Gualeguaychú, donde la principal actividad es la comercial, muy pronto se sentirá su acción con resultados positivos ya que… 

 (…) el lugar preponderante que ocupa el comercio en la organización mundial, destaca por sí mismo la función eficaz a cumplir por la escuela de Peritos Mercantiles. (101 )

En 1936 la comunidad educativa del Clavarino está integrada así: 

Por Resolución del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública en junio de 1937 se otorgan nuevas horas cátedra, designando a Jean Martha Anderson para dictar 4 horas de Inglés en el 2º año del Nacional. María Elena Mac Donough, a cargo de 5 horas de Inglés en el 2º año de la Sección Comercial y a Aurora A Méndez Núñez, para dictar 5 horas de Francés en el 2º año de la Sección Comercial. 

Distinciones 

La profesora de Castellano, Camila Nievas de Capdevila celebra en reunión con sus colegas el 9 de mayo de l933, el hecho de que la Superioridad haya autorizado la práctica que venían cumpliendo alumnos del Colegio desde hacía doce años; se trata de las visitas al Instituto Osvaldo Magnasco y a las actividades de lectura, especialmente de autores nacionales, que se realizan en su Biblioteca.  

En noviembre de 1936, en reunión de profesores y directivos se considera la conducta, aplicación y antecedentes de los futuros egresados, con el objetivo de elegir al merecedor del Premio Estímulo del Ministerio de Instrucción Pública por su actuación en todos los aspectos de la actividad escolar. Por unanimidad, se confiere al Bachiller-celador Francisco Abelardo Rossi. (103)

Por nota del 27 de abril de 1938, el Rector solicita al Inspector de Estética Profesor Guido Buffo, la aclaración de los alcances del premio obtenido en París por los alumnos del Colegio Nacional y de la Escuela Normal de Gualeguaychú, cuyas cátedras están a cargo de María Eloisa de Elía. 

Responde el Inspector indicando que el aporte del Colegio de Gualeguaychú ha sido muy valioso. Es uno de los institutos de enseñanza de los que se ha elegido el mayor número de trabajos para la formación de las colecciones remitidas a París. Describe que la invitación del Gobierno de la República de Francia no refiere a un certamen entre Colegios, sino a una Exposición en la que, (…) los distintos gobiernos, hacen conocer el carácter que se imprime a la enseñanza Estética y Técnica en sus respectivos países. Por lo que la recompensa en la Exposición Internacional de París no se concede a los colegios participantes, sino al Ministerio de Instrucción Pública de la República Argentina. (104) 

Bodas de Plata 

El ciclo 1940 es de grata recordación. El Colegio Nacional llega a sus veinticinco años de actividad. 

Personal Directivo y Docente. Año 1940. Fotografía. Archivo de la autora. 

En el mes de mayo se constituye la Asociación de Ex Alumnos y las funciones de una Comisión Provisoria es la de organizar los actos celebratorios, redactar una declaración de principios y elaborar el estatuto que regirá su destino hasta entregar a las autoridades definitivas. 

La Comisión Directiva Provisoria queda constituida así: Presidente, doctor Ricardo Martín Irigoyen, Vicepresidente, escribano Roberto J Inda, Secretario, doctor Miguel Cordini, Pro-Secretario, Carlos Alberto Jurado, Tesorero, Ingeniero Ignacio Bértora, Vocal Primero, doctor Luis A L Daneri, Vocales, doctor Martín Arrate, Oscar Blanco, doctor Luis J Caprioti, escribano Adolfo Landó, doctor Alejandro Vela, doctor Luis A Méndez, doctor Gregorio Specktor, Pablo T Nieto, Máximo Pedrazoli. (105)

A iniciativa de María Teresa Quaranta se resuelve invitar a las ex alumnas para integrar la Comisión Directiva Provisoria. En el transcurso de una reunión, resultan electas Inés C B de Martínez Garbino, escribana Regina Villagra, Elena Haedo, profesora Carmen Hermelo, Hilda Cordini, la doctora María Teresa Quaranta. 

Entre tanto, la Comisión de Estudios Históricos integrada por los doctores, Quaranta, Landó, Irigoyen y Specktor se dedica a la tarea de investigar los orígenes del Colegio. Son informantes los propios protagonistas de aquellas jornadas memorables de 1913. (106)

En la celebración del 20 de octubre, la Asociación de Ex Alumnos entrega la placa de bronce, que se coloca en el hall central con la siguiente inscripción: 

 

La Asociación de Ex Alumnos en el 25º Aniversario de la Nacionalización del Colegio Luis Clavarino. 

Homenaje a sus principales gestores: Sixto Vela, Emilio M Goyri, José María Colombo, 

Luis Doello Jurado, Julio P Villagra, Arturo W Landó, Leopoldo R Villar, Martín M Torino, Leopoldo Melo, Leopoldo Herrera, Carlos Saavedra Lamas. 

21 de octubre de 1915- 21 de octubre de 1940 

 

En esta ocasión, hacen uso de la palabra el Presidente de la Asociación, doctor Ricardo Martín Irigoyen, el Rector José Bolfo quien agradece la placa, los conceptos vertidos y señala que la obra de la Sociedad Fomento Educacional, presidida en aquel entonces por don Sixto Vela, auspiciada por hombres que no supieron de egoísmos ni debilidades cuando se trataba del bien público, bien merece que el bronce los recuerde. 

Luego, se dirigen al cementerio. Allí se rinde homenaje a Emilio Goyri, a Leopoldo Villar, a Arturo W Landó, a Joaquín Goldaracena y a las profesoras María Méndez y Mercedes García, ligadas a la institución desde los inicios. Para todos ellos se deja la palma simbólica del recuerdo y la gratitud. 

En este momento la profesora Carmen Hermelo, expresa que… 

 

(…) venía a recordar a los que en la cátedra dejaron la huella luminosa de su 

verbo fecundo y a los que en las aulas confraternizaron en la expresión más alta 

del sentimiento humano. 

 

Por la noche, en el salón del Hotel Comercio, se sirve un banquete en honor de los ex alumnos, autoridades, miembros de la Sociedad Fomento Educacional, directivos y representantes de otras instituciones educativas. 

Ofrece el agasajo el farmacéutico Agustín Siboldi, interpretando el sentir de los ex alumnos. Por su parte, el presbítero Colombo agradece la presencia del doctor Martín M Torino y su noble acción al servicio del Colegio. Relata los inicios, evoca a los que abogaron eficazmente ante el gobierno nacional, entre ellos los legisladores Torino, Melo, el Inspector de Enseñanza profesor Leopoldo Herrera y lamenta la ausencia de Leopoldo R Villar, Finalmente, en los salones de la Municipalidad se inaugura el gran baile amenizado por la orquesta de los profesores Quaranta y Rossi.  

El 21 de octubre, por la mañana, una Comisión formada por Colombo, Bolfo, Fernández Barrios, Manuel de la Fuente, Ricardo M Irigoyen, Carlos Iturrioz Sobral, Roberto Villagra, Leopoldo Villar, Lorenzo Costa, Martín Recalde, visita la vieja casona de Luis Luciano donde funcionó el Instituto de Enseñanza Secundaria, base del Colegio Luis Clavarino. 

En este tiempo, la casa está ocupada por la Escuela Técnica Municipal y su directora, la señorita Modesta Doello Jurado y el personal a sus órdenes, reciben a los visitantes y felicitan a la institución por tan grato acontecimiento. 

Al promediar la mañana, se oficia una misa de Acción de Gracias en la Iglesia San José, a la que concurre una delegación de alumnos de la Escuela Normal Olegario V Andrade. (107)

Por la tarde, en el salón del Colegio se celebra un acto público. El coro, dirigido por el profesor Capdevila, canta el Himno Nacional y la Canción del Estudiante. Luego, hacen uso de la palabra don Sixto Vela, en representación del Ministerio de Instrucción Pública y la profesora María Eloisa de Elía de Sala Hernández por el Establecimiento. 

Vela evocó a los hombres que acompañaron en los tiempos iniciales y agradeció al Rector por el gesto de hombría de bien que había inculcado en los alumnos, el que se trasuntaba en el homenaje a los que algo hicieron en la primera hora por nacionalizar el colegio. 

Por su parte, la profesora de Elía, destacó los valores de la institución educativa, la formación humana y moral unida a la científica y técnica que ha prodigado en estos cinco lustros. (108)

La Comisión Organizadora de los festejos está integrada por los profesores: Bolfo, Enrique L Rossi, Mario César Gras, Luis Doello Jurado, Camila Nievas, María Eloisa de Elía, Adolfo G Britos, Martín Bergara, Bernabé Fernández Barrios y Guillermo Mosto. (109)

Subrayamos que en este tiempo el Colegio cuenta con dos secciones. Por la mañana el Colegio Nacional. Por la tarde, la Sección Comercial Anexa. Cincuenta y cuatro profesores imparten la enseñanza en trece divisiones. Posee modernos laboratorios de física, de química y de ciencias naturales, un amplio salón de actos públicos y doce aulas. 

Retiros

José María  Colombo

José María Colombo. El 21 de octubre de 1933 se produce el alejamiento por jubilación, de quien por muchos años transitara las aulas. 

El día 22, en el Salón de Actos del Colegio, se realizó un homenaje al sacerdote y profesor como reconocimiento a su amplia e inteligente acción desde el nacimiento de este establecimiento educativo, como por su eficiente labor de catedrático en el área de idiomas extranjeros. 

Abrió la ceremonia la interpretación del Himno Nacional Argentino. A continuación, el presidente de la Comisión de Homenaje, señor Sixto Vela, trazó una semblanza de su vida. 

El coro dirigido por el Presbítero Desiderio Moia, realzó con sus interpretaciones el clima del acto. Continuó con la palabra del ex -alumno del primitivo Colegio, el Farmacéutico Agustín Siboldi, quien tradujo el agradecimiento de los que como él frecuentaron las aulas. 

El padre Colombo manifestó su emocionado adiós a los veintiún años de continua labor en la enseñanza secundaria. La gente de Gualeguaychú participó plenamente de esta celebración. Se describe que desbordó la capacidad del edificio educativo, entonces se ubicó en las calles adyacentes, dando al acontecimiento características excepcionales. 

Con las firmas del Rector y de los Profesores Gerónimo Vela y Luis Doello Jurado, se cursó telegrama a la madre del sacerdote-docente, en estos términos: 

Recordamos con veneración a la virtuosa madre, 

bendecida por Dios en los méritos de su hijo. 

Una gran fiesta amenizada por la orquesta del maestro Quaranta dio fin al homenaje; fiesta que se prolongó hasta las primeras horas del día siguiente. Más de ciento cincuenta canastas de flores, telegramas y notas de salutación expresaron la adhesión de la comunidad, reconociendo la trayectoria cumplida por tan digno sacerdote. (110)

El año 1939 es de hondo pesar para el Colegio. Dos docentes en actividad fallecen, con pocos días de diferencia: María Méndez, el 26 de mayo y Mercedes García, el 4 de junio. 

A ellas brinda homenaje póstumo la Institución, en la palabra de los Profesores Martín Bergara y Bernabé Fernández Barrios. (111) 

José Bolfo. Egresado de la Universidad de La Plata como Profesor, es designado Rector del Colegio Nacional de Gualeguaychú por Ley de la Nación, rubricada por Victorino de la Plaza y el Ministro Carlos Saavedra Lamas, el 18 de julio de 1916. Con su nombramiento y el del cuerpo docente y administrativo, se llega a la organización definitiva del establecimiento de enseñanza secundaria, nacionalizado el 21 de octubre de 1915. 

Bolfo llega al Puerto de Gualeguaychú el 3 de agosto de 1916. Toma posesión del cargo en el salón de Actos de la Escuela Guillermo Rawson. 

Desempeñará el rectorado por espacio de casi veintiséis años. Desde 1936, será también titular de la Rectoría de la Escuela Comercial Anexa. 

Era un hombre de temperamento sereno y estricto. Fue la suya una vida sin tacha regida por una rigurosa ética, jamás descuidada. 

En el mundo de todos los días, en el área de su cotidiano vivir, tuvo la capacidad y el carácter que lo convirtieron en guía inquebrantable; como una amplia sombra protectora para el Colegio. 

Es desde ese lugar donde resaltan las características genuinas de su condición humana: el amigo leal, el ciudadano de virtudes morales y cívicas, el hombre austero, sin dobleces, que llegaba a la juventud. Sin estridencias, con actitud firme y a la vez generosa. 

En diciembre de 1918, en ocasión de su casamiento con la joven María Eloísa Zuluaga Goldaracena, los amigos le obsequiaron con un paseo por el río y una cena en el club Social Recreo Argentino. En esa oportunidad, enviaron a la novia un ramo de flores y la cartulina del menú firmada por los presentes. (112)

De izq. a der.: Profesor Luis Doello Jurado – Rector José Bolfo. Fotografía. Archivo General de la Nación 

Su vida docente fue demostración del ejercicio de una forma de la autoridad, que aún hoy a tantos años de su muerte, su memoria revive en anécdotas imborrables, con la imagen del maestro sabio e indulgente que imponía conductas, tendiendo un puente de respetuosa amistad, la que comprometía naturalmente, a la respuesta meditada y correcta. 

El 24 de mayo de 1942 fallece en Gualeguaychú. El Colegio le rinde su homenaje velando los restos mortales en la sala de profesores. 

Antes de partir la comitiva hacia el Cementerio, el Secretario de la Institución, Escribano Carlos Iturrioz Sobral, pronuncia palabras de despedida en la puerta; lo hace en nombre de todos los que en ese momento le dan su sentido adiós. 

El sepelio asumió extraordinarias proyecciones. Encabezan el cortejo fúnebre los alumnos del Colegio Nacional y de la Sección Comercial Anexa, llevando ambas delegaciones la bandera de la institución con luctuosos crespones. 

A los alumnos sucedía, con hondo recogimiento, una multitud que escoltó el féretro por calle 25 de Mayo hasta Avenida Rocamora. 

Al llegar a la necrópolis del Norte, en el peristilo fue rezado un responso y al efectuarse la inhumación, se pronunciaron conmovedoras oraciones. 

En nombre del Colegio Nacional Luis Clavarino, habló la profesora María Eloísa de Elía de Sala Hernández expresando el profundo sentir hacia quien plasmó el alma de muchas generaciones de jóvenes y al que entregó sin tasa su apoyo moral a los educandos. 

Luego, Horacio Rébori en representación del cuerpo de profesores de la Sección Comercial Anexa dijo que: José Bolfo fue un maestro ejemplar modelado en el ejercicio de la fe profesional, sólida personalidad y figura inconfundible de generosidad y nobleza. 

El alumno de 5º año Fèlix Etchegoyen, pronunció la despedida por los alumnos y sus compañeros de curso. Citó entre otros conceptos, que había aprendido a quererlo y a respetarlo por los relatos de su madre, Matilde de EIia, ex-alumna del profesor Bolfo. Y lo recordará siempre como ejemplo de grandeza moral, de quien actuó con rectitud y firmeza, sin más armas que la dulzura. 

Por último, el estudiante Carlos Risso, habló por sus pares de la Escuela de Comercio y entre otros conceptos expresó (…) era un labrador de la cultura, honrado y diligente cuyo corazón supo enriquecer el sembradío. (113) 

Conclusión 

Las grandes obras precisamente son tales, si es que tienen sus continuadores en el tiempo. Y fue así porque le correspondió a un catedrático de este establecimiento, el Doctor Adolfo G Britos, ser el sucesor de aquel ilustre Rector desaparecido, Profesor José Bolfo. 

Una profunda vocación por la enseñanza, hizo posible la dualidad de ser maestro y médico, desempeñándose, en ambas disciplinas con singular idoneidad profesional y elogiable hombría de bien. 

Fue el doctor Britos una personalidad de relevantes condiciones que le valieron el concepto conquistado, como caballero probo, profesional en largos años de ejercicio de la medicina al servicio de sus enfermos, y el docente que supo abrir rumbos a la actividad de los jóvenes que le correspondió asistir. 

Los periódicos locales, al dar la noticia de su designación, señalaron que era un acto de estricta justicia y que, el respeto y ponderación que emanaban de su persona, lo hacían un digno sucesor de Bolfo. 

Quien esto escribe transitó las aulas del Colegio durante el rectorado del Doctor Adolfo Germán Britos, y supo de su inquebrantable y madura capacidad para dirigir, casi con devoción, a quienes en los albores de sus vidas, recorrían los claustros del colegio secundario. 

Nos queda su imagen grabada en forma indeleble; por su fe, siempre puesta en la juventud; por su cultura, por su espíritu, por su lealtad con los principios del ciudadano democrático, que nunca aspiró a cómoda u holgada posición económica, porque creía en los auténticos valores. 

Rememorar el camino recorrido por el Colegio Nacional Luis Clavarino, desde los primeros antecedentes en 1907 hasta el nombramiento del segundo Rector, ha sido la tarea que nos propusimos realizar. 

La historia del establecimiento es también la trayectoria de hombres y mujeres que ofrecieron, sin retaceos, su tesón y su esfuerzo al servicio de la educación secundaria en Gualeguaychú e hicieron posible el camino para llegar a la realidad presente, A todos ellos, a los de ayer y a los de hoy, nuestro agradecimiento.  

PERSONAL DEL ESTABLECIMIENTO 

 

Período 1920-1942 

 

REFERENCIAS:


Agradecimiento Especial para Silvia Razzetto por el aporte de este material.

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