Confitería Aranjuez 

Año 1981: en la esquina de 25 de Mayo y Chacabuco.

Jorge Rizzi fue el dueño de la exitosa confitería Aranjuez en Gualeguaychú durante los años 80 y 90. Ubicada en 25 de Mayo y Chacabuco, la confitería se convirtió en un punto de encuentro para familias y jóvenes durante 17 años. Inaugurada en 1981, la confitería se destacó por su estilo único y sus fiestas de aniversario que involucraban a la comunidad.

Rizzi, originalmente dedicado a la venta de automóviles, decidió abrir Aranjuez cuando su negocio de autos comenzó a declinar. La confitería fue diseñada con una estética española y se convirtió en un lugar para la familia y los jóvenes, con manteles, cubre manteles y una decoración con símbolos de Aranjuez.

Durante sus años de funcionamiento, Aranjuez fue un lugar de reunión para diversas personas, incluyendo amigos, políticos, parejas y familias. Ofrecía música en vivo los fines de semana y se convirtió en un punto importante en la ciudad. Rizzi grabó cómo tuvo que remodelar el local de manera creativa y sin romper nada para satisfacer las necesidades de la confitería.

Después de 17 años de liderazgo, Rizzi se vio obligado a cerrar Aranjuez debido a la falta de rentabilidad en los días laborales, junto con los altos costos de alquiler y personal. A pesar de sus éxitos, reconoció que las condiciones económicas cambiaron y que la confitería ya no sería viable en el clima actual. Rizzi destacó su compromiso de no vender alcohol a menores y dijo que las peleas y el cambio en los hábitos de consumo contribuyeron a su decisión de poner fin a la historia de Aranjuez.

Fuente Consultada: Diario "El Dia" (Carlos Riera, Mónica Farabello y Luciano Peralta)

La Cueva de Isidoro

(Diario "Noticias", 2 de Marzo de 1974)

En la calle Montevideo Nº 22, entre 25 de Mayo y Urquiza, abre sus puertas “La Cueva de Isidoro” de la mano del emprendedor y entusiasta porteño Roberto Ledesma, un pequeño pero agradable lugar con decoración moderna. Ofrece deliciosos sándwiches, cócteles, whisky y bebidas, acompañados de música selecta.

Más tarde, en colaboración con amigos, abrió la whiskería moderna "TAROT" cerca de “La Cueva de Isidoro”, también con una decoración elegante, atrayendo a la juventud con finas bebidas.

La decoración del nuevo local fue realizada a cabo por Raúl Medrano, un estudiante de arquitectura, en colaboración con el propietario y Mirta Murillo. La nueva ubicación destaca por su llamativo diseño, modernas líneas arquitectónicas y comodidades como aire acondicionado.

"Bárbaro es bárbaro" 

en la esquina de Bolivar y Maipu.

Horacio Rívas, originario de Rosario, era un visitante frecuente en Gualeguaychú debido a la casa de su familia en la Isla Libertad. Junto con su amigo Guillermo Rivas, dueño del boliche O'Barquinho, notaron la falta de una gran discoteca en la ciudad y decidieron emprender un proyecto juntos. Guillermo sugirió que se asociara con Alberto Bahillo, un empresario reconocido en Gualeguaychú, para crear algo grande y único.

Alberto Bahillo y Horacio Rívas acordaron abrir Bárbaro, una discoteca en Maipú y Bolívar, diseñada por el arquitecto Raúl Medrano y decorada por su hermana. La inauguración tuvo lugar el 18 de noviembre de 1976 y se convirtió en un lugar icónico para los jóvenes de la ciudad. Bárbaro se destacó por su característico tobogán de madera que conectaba la planta alta con la pista principal.

A lo largo de sus 18 años de existencia, Bárbaro fue un lugar de encuentro para jóvenes de diferentes localidades y se llevó a cabo eventos especiales, incluyendo concursos de belleza y el famoso evento Mr Facha. Horacio Rívas introdujo innovaciones tecnológicas en la discoteca, como sistemas de audio avanzados y efectos visuales como láser y videoclips.

A pesar del éxito, Bárbaro cerró en 1994 debido a varias circunstancias, incluyendo la depresión de Horacio Rívas tras la pérdida de un hijo y la competencia de otras discotecas. A lo largo de su existencia, Bárbaro dejó un impacto duradero en la comunidad, siendo un lugar donde muchas parejas se conocieron y se crearon recuerdos.

Los disc jockeys jugaron un papel importante en la experiencia de Bárbaro, incluyendo nombres como Jorge Balerdi, Juan Carlos Isola, Tachilo Fernández, chocho Iriarte y Mariano Andrade.

El nombre "Bárbaro" surgió de una lista de nombres sugeridos, y aunque tenía una conexión con el nombre del dueño del local, Bárbaro Longo, se mantuvo como una elección atípica pero significativa.

A pesar de su cierre, Bárbaro dejó una huella imborrable en la historia de Gualeguaychú y sigue siendo grabado con cariño por quienes fueron parte de su legado.

Fuente Consultada: Diario "El Dia" (Carlos Riera, Mónica Farabello y Luciano Peralta)