Calle Luis N. Palma

Pbro. Luis Nicolás Cayetano Palma: (1863-1894) Era oriundo de la vecina Gualeguay donde nació el 6 de diciembre de 1863, exactamente el año en que se había colocado la piedra fundamental del Templo de Gualeguaychú (30-5-1863), con ceremonia que no presagiaba la suma de tiempo que demoraría para terminarse o al menos dejarlo en condiciones para celebrar los servicios a su numerosa grey católica.

Brillante orador e inspirado poeta, el Padre Luis Nicolás Cayetano Palma hizo honor a la tierra de Gervasio Méndez y Andrade por su inspiración poética y el verbo arrebatador de Osvaldo Magnasco por sus dotes oratorias; pero, sobre todo, fue un sacerdote que emuló el celo catequístico del P. Cobos y la tenacidad y organización del siempre recordado P. Vicente Martínez.

Se hizo cargo del Curato el 27 de Noviembre de 1887 de manos del Dr. Juan Vilar, Cura de Gualeguay. Uno de los primeros actos del P. Palma fue la reorganización de la Comisión Pro-Templo, a fin de llevar a feliz término esta gran obra que fue la preocupación del nuevo Cura.

El P. Palma no se dio un momento de descanso. Suscripciones, rifas, bazares, conciertos, solicitudes a los poderosos públicos, todo lo utilizó para aquel nobilísimo fin. 

En 1889 obtuvo del Congreso de la Nación que se le votaran $ 40.000 para el templo y así tuvo la satisfacción de inaugurar el templo (su obra) después de 3 años de intensos trabajos.

El acto de la inauguración tuvo lugar el 19 de Marzo de 1890, fiesta del Titular de la Parroquia, y en la oportunidad Palma pronunció una de sus más bellas oraciones que muchos aún recuerdan en Gualeguaychú. 

Colocó parte de la ornamentación del templo y en su tiempo se instalaron cinco de los altares actuales.

Luis N. Palma
Presbítero Luis N. Palma

En 1888, fue elegido diputado por el Departamento de Gualeguaychú a la Legislatura Provincial, siendo reelecto en 1892. Por aquel entonces el terrible mal que minaba su organismo, fue agravándose perdiendo a poco la vista, hasta morir en Paraná el 27 de Agosto de 1894. Gualeguaychú que tanto le quería, recibió con hondo pesar la noticia de su muerte. La Municipalidad puso el nombre del malogrado Párroco a una de las calles de la ciudad.

El pueblo le erigió el hermoso monumento que se contempla en el atrio de nuestro templo. Al pronunciar el P. Palma su oración en la inauguración del templo había dicho: "Para mí solo pido un voto íntimo, la única de mis aspiraciones, el poder dormir el último de mis sueños bajo esta Cúpula sagrada". Al cumplirse los 25 años de su tránsito a la Eternidad, el pueblo, al que Palma tanto amara, recogió ese postrimer voto: trajo sus queridos restos y los depositó en el templo: in Cornu Evangelii, desde donde siguen enseñando con su ejemplo.

A las 5.30 horas del 27 de agosto de 1894, fallecía.

Fuente: Honorable Concejo Deliberante y Cartografía de Proyecto Mapear.