Cura Gordillo: primer párroco

Luego de la creación de las tres parroquias del sur entrerriano, para la de Gualeguaychú, se presentó al concurso por oposición para designar a su cura, el presbítero doctor Mateo Fortunato Gordillo y López

Este sacerdote, oriundo de Buenos Aires, había nacido el 20 de octubre de 1753 y cursado sus estudios eclesiásticos en la misma ciudad. El rey aprueba su destino como el primer párroco de Gualeguaychú con la real cédula del 13 de agosto de 1781. Sólo Dios sabía que el primer cura párroco estaría por casi cuarenta y dos años en esta misión.

El 2 de marzo de 1782, llega a la capilla. Tan pobre estaba ésta que los únicos elementos para el culto se reducían a un misal, una casulla, una bolsa, un paño y un cáliz con patena y cucharilla, que ni siquiera eran propios, sino del convento dominico de Buenos Aires. Para colmo, el 27 de enero de 1784, el superior del convento dispuso que el Cura Gordillo entregara estos elementos al párroco de San Antonio de Gualeguay, Quiroga y Taboada, quien pastoreaba esta parroquia desde antes de la fundación de la ciudad.

Hay informes de que el Padre Gordillo también se dedicó a las actividades rurales. El Alcalde Ordinario de Gualeguaychú cita el 3 de julio de 1803 a Gordillo por un campo de Don José Agustín de León. En 1808 Gordillo adquirió ese campo, con bastante ganado y yeguada, que se situaba en la confluencia del Arroyo Venerato (hay Arroyo del Sauce) con el Río Gualeguaychú y aguas arriba con el Arroyo del Capitán Pérez, que aguas arriba es el arroyo Sarandí. Estos campos fueron mensurados por Carlos Sourigues en 1866, pero Gordillo muchos años antes ya había vendido dos fracciones a Manuel Basilio Bustamante, y que luego serán adquiridas por el doctor Cándido Irazusta[1].

Es de imaginar las dificultades para ejercer el ministerio sacerdotal en esos tiempos. El sur entrerriano tenía tres parroquias con sus respectivos párrocos, pero también colaboraban otros sacerdotes con cierta regularidad, ayudando en este caso, al cura de Gualeguaychú. Las distancias y las enfermedades hacían que muchas veces sean estos quienes celebraran los sacramentos. Aunque no fuera en el templo, sino en casas y en el campo, luego se anotaban en el respectivo libro parroquial, que con suma prolijidad el cura firmaba, mencionando quien había bautizado y en que condiciones lo había hecho.

Revisando los libros encontramos a muchos sacerdotes dominicos y franciscanos, también al Padre Pedro García de Zúñiga que tenía su estancia en estos campos. No podemos mencionar a todos los que ejercieron su ministerio en estos años por Gualeguaychú, ya que tampoco mencionamos la lista de sacerdotes colaboradores o de paso por la parroquia. Simplemente un pantallazo para que el lector descubra la vida y misión generosa de estos hombres y mujeres.

Además del Padre Pastor, que siguió colaborando, encontramos a Fray Juan José Seguí, bautizando hasta por 1802.

Los dominicos Santiago Miró, en 1782; Agustín Rodríguez, en 1782; Hipólito Nicolás Guzmán, en 1783; Antonio Pires, en 1785; Francisco Xavier Montañer en 1786; el Padre Juan Marcos Cora, en 1790; Antonio Suárez, en 1795; el franciscano Andrés Cortés, en 1789. El caso del dominico Justo Martínez, es distinto, ya que aparece como padre presentado o interino, firmando los libros parroquiales en el año 1794.

También estaba la costumbre de bautizar de urgencia, tarea que realizaban hombres y mujeres entendidos. Así escribía el párroco en el libro: estaba enterado que save la forma del bautismo y egecutó devidamente …bautizó José Peralta; Nicolás Gómes; Tomás García; Juan Esteban Díaz; Gervasio Gonzáles; Francisco León y María Francisca León, que era partera. A todos estos y a muchos padres de familia como auténticos laicos comprometidos, debemos estar muy agradecidos.

Volviendo a los sacerdotes, no resulta fácil encontrar información de muchos de ellos.

Sabemos que Agustín Rodríguez era estudiante del Convento de Buenos Aires, en donde se ordenó sacerdote en 1770. Fue el segundo Párroco de Santo Domingo de Soriano, entre 1776 y 1780, fundando allí la Cofradía de Nuestra Madre Señora del Rosario, un ejemplo más de la influencia dominica para que la Virgen del Rosario sea patrona de las tierras que se bañan con el Paraná y el Uruguay[2]. En 1797 encontramos una solicitud de Fray Rodríguez, mientras vivía en el convento de Santiago del Estero, en la cual reclamaba actividades más dignas a su estado y antigüedad. También fue sacristán y predicador en estos conventos por 1807.

Además de los religiosos mencionados, como colaboradores ocasionales en la parroquia, se destaca la participación de Miguel González nombrado teniente cura, de abril de 1805 a abril de 1806[3]. Este religioso era un agustino ermitaño, natural de las Islas Canarias, que entre 1807 y 1815 sería cura en Nogoyá, luego estaría tres años a cargo de la parroquia de Paraná y en 1819 regresaría a Nogoyá. Falleció de muerte natural el 6 de agosto de 1831[4].

Para el final del largo período parroquial del Cura Gordillo, será su ayudante el dominico Pedro José Aguilar, que luego quedaría a cargo del curato en 1824, año en el que falleció.

Fray Aguilar sabemos que nació el 12 de enero de 1784, siendo sus padres Gerardo Aguilar y Petrona Siniestra. Estos datos los tomamos de su solicitud ingreso a la Orden Dominica a los quince años, es decir en 1799[5].

Mateo Fortunato Gordillo vivirá sus últimos años en Buenos Aires y ya con 78 años. Quien fuera el primer párroco de San José de Gualeguaychú fallece el 31 de agosto de 1831 y  será enterrado en el cementerio de la Recoleta[6].

 

[1] El nombre Del Capitán luego fue reemplazado por Arroyo Del Cura, en honor al Padre Gordillo, cf. Perez  Colman, C. B. Historia de Entre Ríos, Tomo III, cap. XIX, Paraná 1937, pág.255; 266 y 557.

[2] Cf. Cerdan, A. E., Los Dominicos en la evangelización del Uruguay, Ed. San Esteban. Salamanca (1992) pág. 138.

[3] Cf. Libro Iº de Defunciones.

[4] Cf. Borques, J. C.,  Eclesiásticas, I. 54, 1831, en Archivo Instituto Magnasco.

[5] Cf. Archivo Central Convento de San Pedro Telmo (Santo Domingo), Legajos Personales, 243.

[6] Cf. Archivo del Cementerio, T.II. f. 86, Hombres (1829-1835).

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Pastores según el corazón de Dios El ministerio sacerdotal en la Parroquia San José de Gualeguaychú (1766 - 1905)

Pbro. Mauricio Landra

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