Ing. Isidoro B. Etchebarne

"Balucho" 

(27/02/1926 – 25/06/2019)

Perfil de un Intendente

Desde la cuna, enmarcada por la prudencia, la religiosidad y la sabiduría, su vida transcurrió serena y activa. 

No confió ni en el azar, ni en los favores; se educó pacientemente para honrar a sus padres, a su familia y a la comunidad. Se preparó para servirlos de la mejor manera. 

Y llega al final de un tramo de sus preocupaciones con la satisfacción de ver agradecidos y alegres a todos los que él dedicó, con tenacidad y fervor, su vocación de servicio enardecida. 

Isidoro B. Etchebarne ("Balucho")

Deja, como debe ser, mejor de lo que encontró, lo que recibió, por su aporte y dedicación: comunidad, establecimientos, ciudad. 

Una existencia regalada a los demás, con generosidad, emoción y honradez. 

Aunque lastime su modestia, la publicamos para que sirva de estímulo y de emulación. Para que con claridad se sepa cómo son los caminos del trabajar sin descanso, del esfuerzo en favor de todos, y cómo se honra a sus conciudadanos. 

Humano y justo; enérgico y sensible; de trato amable y franco; severo y tierno; serio y humorista. Sabe reír y conmoverse. Marcó un estilo de vida y de quehaceres que será muy difícil superar. 

La dignidad del hombre le preocupaba hondamente. No disimula su alegría cuando logra entusiasmar al vecino y lo conquista para avanzar con el trabajo, desdeñando la dádiva. 

Es muy feliz y decoroso crecer por sus propios medios. Al hombre le hace más bien las dificultades que las facilidades. 

Gobernó para todos, sin distinciones, ni preferencias. Solucionó los problemas con ecuanimidad y justicia. 

Trabajó sin horarios, sin urgencias; pero consciente de la trascendente tarea que emprendía. Estaba preparado para ser útil y se brindó con alegría y solidaridad.

Una bella expresión humana que nos honra y admiramos. 

Y como testimonio de gratitud ofrecemos a la consideración ciudadana su límpida conducta y su ejemplar gestión.


Profesor Rodolfo A. García.

Por Nahuel Maciel

Diario EL ARGENTINO

Isidoro “Balucho” Etchebarne falleció ayer, (25 de Junio de 2019), a los 93 años en la paz que siempre inspira el estar rodeado de los afectos.

Fue intendente en la última dictadura cívico militar. Pero su caso es único a nivel país, dado que se lo reconoce con justicia como un hombre íntegro, solidario, honesto y cabal.

“El origen mío es el fundamento de eso que acaba de señalar. Yo no surjo como elección de un gobierno de turno que me pone de intendente, sino por la elección de las instituciones que conformaban la Corporación del Desarrollo. Y eso me crea una relación muy fuerte para no defraudar esa confianza que provenía de las entidades de la propia ciudad. El sustento de mi gestión de intendente lo dieron no sólo las entidades de la Corporación del Desarrollo sino todas las instituciones intermedias de la comunidad”, confió en abril de 2009 a este cronista en una entrevista que se publicó en EL ARGENTINO.

En su gestión al frente de la Municipalidad asfaltó casi 500 cuadras; construyó barrios; asfaltó y puso en Valor el Parque Unzué; iluminó la noche de Gualeguaychú; dio las bases para que el Carnaval del País se consolidara; promovió la actitud desarrollista y jerarquizó el turismo y la industria; entre muchos otros ejemplos que se podrían decir sin titubear.

Ing. Agron. Isidoro Baldomero Etchebarne

Pero su mayor aporte no fue la obra pública, sino el de haber experimentado –y demostrado- que es posible mejorar la calidad de vida si todo ciudadano se convierte en ejemplo en su ámbito de actuación.

La educación es una de las herramientas indispensables para vivir en libertad”, sostuvo en esa entrevista de referencia y que hoy permite registrar esta memoria.

Su preocupación por la educación no pasaba por la enciclopedia, sino por otra sabiduría. Se lamentaba que la familia y la escuela estuvieran tan disociados y que el docente muchas veces quedara solo en la tarea de educar a las próximas generaciones.

Sin libertad, evidentemente hay frustraciones. Por otro lado, no puede haber libertad donde existen los rencores, por lo tanto, el rencor es enemigo de la democracia”, fue otra de sus deÕniciones expresadas hace diez años atrás y que siguen vigentes.

“Balucho” Etchebarne fue profesor en el Colegio Nacional, en el Colegio Nacional de Comercio, en la Escuela Normal, en la Villa Malvina y en el Profesorado.

Ingeniero agrónomo de profesión, se incorporó a la docencia porque ese título lo habilitó para dictar la materia de Biología. Cuando en el profesorado terminó de formar a los primeros profesores y éstos ganaron sus respectivos concursos, él –como tanto otros pioneros- se retiraron.

Prácticamente todos los intendentes de la democracia lo han reconocido por su honradez, su rectitud y su capacidad como administrador de la cosa pública.

En diálogo con EL ARGENTINO, hace diez años atrás, hablando de cómo veía al país, sostenía que “prevalece lo específico, pero no lo integral. Prevale la instrucción, pero no la educación. No obstante, siempre tengo la esperanza que vamos a cambiar y que vendrá ese día en que todos nos miraremos siendo parte de una sociedad que expresa la potencia del país que tenemos. Pero, para que Argentina tenga ese futuro, es indispensable mejorar la calidad educativa, no hay otro camino para consolidar la República”.

Dicen que Isidoro “Balucho” Etchebarne falleció ayer a los 93 años. Pero no es así. Sus obras y su ejemplo, lo eternizan: y eso se llama enseñanza.

Diario "El Día"

Murió Isidoro Etchebarne, ex intendente de Gualeguaychú.


Fue ingeniero agrónomo y docente de Biología en el Colegio Luis Clavarino, la Escuela Normal y la Villa Malvina. 

En las redes sociales lo despidieron con mucho afecto. 

Sus restos fueron velados en su domicilio particular, y serán inhumados este miércoles a las 10, tras una misa en la Catedral San José.


A los 93 años murió Isidoro “Balucho” Etchebarne, ex intendente de Gualeguaychú, un hombre que dedicó gran parte de su vida a la política. 

De profesión ingeniero agrónomo, fue también docente de Biología en el Colegio Luis Clavarino, la Escuela Normal y la Villa Malvina.

Etchebarne fue intendente de Gualeguaychú durante la dictadura militar, entre 1976 y 1980.

Desde la Sociedad Rural de Gualeguaychú manifestaron: Se nos fue “Balucho”…La comunidad recibió la triste noticia de la muerte de uno de los dirigentes más emblemáticos de la ciudad: Isidoro Baldomero Etchebarne. "

En realidad, eso indica su documento, porque fue “Balucho” para todos.

Tan capaz como simple, emprendedor, principista, visionario, educador, político, productor, fue un ejemplo por su tenacidad y honradez, hecho que lo sitúa en el bronce de los vecinos más importantes de Gualeguaychú.

Preocupado y ocupado por la educación, el progreso y el futuro, fue un incansable predicador de las tareas estratégicas que la ciudad necesitaba.

Su vida transcurrió entre el deber, el trabajo, su familia y la búsqueda incansable de una ciudad mejor. 

Nunca corrió presuroso en búsqueda de aplausos o apariencias, sino todo lo contrario.

Cultor del perfil bajo y a su vez del esfuerzo y el estudio como garantes del crecimiento personal y social, siempre antepuso el bien común a las apetencias personales.

Se nos fue “Balucho”, pero su legado deberá permanecer inalterable, incólume. 

Para ello, la comunidad deberá mantener viva su obra, repleta de valores, como homenaje póstumo.

Desde Sociedad Rural Gualeguaychú recordamos con inmenso cariño a quien fuera nuestro Presidente y generoso colaborador de la institución, acompañando a su familia en este delicado momento”.

Radio Máxima de Gualeguaychú

Falleció Isidoro Etchebarne, ex intendente de Gualeguaychú


Este martes falleció a los 93 años Isidoro Baldomero “Balucho” Etchebarne, ex intendente de Gualeguaychú.

Etchebarne, de profesión ingeniero agrónomo, fue además docente de Biología en el Colegio Luis Clavarino, la Escuela Normal y la Villa Malvina.

Etchebarne fue intendente durante la dictadura militar, entre 1976 y 1980.

Un hombre muy respetado, que en su gestión asfaltó casi 500 cuadras, construyó barrios, asfaltó y puso en Valor el Parque Unzué.

Yo no surjo como elección de un gobierno de turno que me pone de intendente, sino por la elección de las instituciones que conformaban la Corporación del Desarrollo. Y eso me crea una relación muy fuerte para no defraudar esa confianza que provenía de las entidades de la propia ciudad. El sustento de mi gestión de intendente lo dieron no sólo las entidades de la Corporación del Desarrollo sino todas las instituciones intermedias de la comunidad”, dijo sobre su designación.

En una entrevista concedida diez años atrás al diario El Argentino, Etchebarne recordó que en su gestión “el Carnaval languidecía. El Carnaval estaba adjudicado a una organización de pesca y el corso se hacía en la avenida Luis N. Palma, entre la Plaza San Martín y la Avenida Costanera. En la Municipalidad formamos una comisión de Turismo con personas muy competentes e ideamos una forma de modificar ese esquema. Uno de esos integrantes, dueño de Acorad, propuso armar una comparsa. Por otro lado, la Municipalidad garantizaba la asistencia técnica necesaria y se invitó a los clubes a participar, colaborar y realizar los corsos. Y así se generó el nuevo Carnaval de Gualeguaychú con la participación de los clubes y luego con el paso del tiempo se afianzó una organización más profesional con respecto al espectáculo que es tal como lo conocemos y vivimos hoy”.

El radical Ricardo Taffarel, que fue el primer intendente de la democracia en 1983, manifestó que “Balucho fue un hombre democrático, eso está fuera de toda discusión. 

Cuando me tocó ser intendente, me basé en muchas cosas en cómo él trabajó y para mí fue un maestro. 

Otro aspecto que quiero resaltar de su personalidad, es que Balucho, por convicción democrática y por compromiso religioso, siempre estuvo en contacto con la gente humilde. 

Me atrevo a decir que él hizo obras que los intendentes de la democracia no nos animamos a hacer. Lo aprecio porque fue un hombre que me enseñó mucho y demás está decir que pese a aquellos años de dictadura, en Balucho se da una condición que caracteriza a Gualeguaychú: como intendente tuvo legitimidad de toda la comunidad, sin excepción”.

Fue uno de los grandes intendentes

Por Ricardo Taffarel (*) 

“A Balucho lo tengo como uno de los grandes intendentes de Gualeguaychú. No solo se dio con todo el pueblo como un hombre democrático, sino que dejó historia en la municipalidad con sus cosas muy bien hechas. Basta preguntarles a los empleados y obreros para darse cuenta de que su gestión fue impecable en todo sentido. 

A Balucho y al ingeniero Bértora, los considero como los dos mejores intendentes de nuestra generación. 

Sin duda que Balucho fue un hombre democrático, eso está fuera de toda discusión. Cuando me tocó ser intendente, me basé en muchas cosas en cómo él trabajó y para mí fue un maestro. Otro aspecto que quiero resaltar de su personalidad, es que Balucho, por convicción democrática y por compromiso religioso, siempre estuvo en contacto con la gente humilde. 

Me atrevo a decir que él hizo obras que los intendentes de la democracia no nos animamos a hacer. Lo aprecio porque fue un hombre que me enseñó mucho y demás está decir que pese a aquellos años de dictadura, en Balucho se da una condición que caracteriza a Gualeguaychú: como intendente tuvo legitimidad de toda la comunidad, sin excepción”. 

(*) Ricardo Taffarel fue intendente de Gualeguaychú entre 1983 y 1987. #

Etchebarne es sinónimo de vocación de servicio 

Por Juan José Bahillo (*) 

“De Balucho hay muchas cualidades para destacar. Pero quiero referirme a una en especial, porque la considero clave para los tiempos que vivimos: su vocación de servicio. Creo que sin esa vocación de servicio es imposible plantearnos una sociedad más justa y solidaria y estoy convencido de que esa vocación de servicio derrota al individualismo. El otro aspecto que me parece importante decir es que Balucho como el ingeniero Bértora, han sido intendentes ejemplares. Y no es casual que en una comunidad como la de Gualeguaychú, a pesar del contexto de aquellos años de dictadura, Balucho sea respetado hoy en día por su calidad como ciudadano democrático, plural y con un alto sentido”. 

(*) Juan José Bahillo es el actual intendente de Gualeguaychú. # 

“La rectitud y la honradez fueron pilares de su accionar” 

Por Emilio Martínez Garbino (*) 

“El reconocimiento a Isidoro Etchebarne tal vez sea uno de los más justos y a la vez más postergados de nuestra historia local. 

´Balucho´, como lo conocemos todos, significa, sin duda, un antes y un después en las gestiones municipales de Gualeguaychú. 

“En ese paso, sobresalieron primordialmente dos grandes cualidades: la hombría de bien y su excelente capacidad como administrador. 

“En mi caso particular puedo hablar de que lo conocí en relación a la función pública, pero también tuve el gusto de estar frente a él en un aula como alumno. En ambos casos lo destaco como un maravilloso ser humano, con principios claros, donde la rectitud y la honradez fueron pilares de su accionar. 

“Pero esos preceptos que marcaron –y siguen marcando- su vida, no lo divorciaron del afecto y de la calidez; siempre dispuesto a escuchar y a ayudar, su mano amiga estaba disponible en todo momento. 

“En el plano político administrativo, ´Balucho´ ha quedado marcado a fuego como uno de los intendentes más activos y que más obras pudo concretar para Gualeguaychú. Si bien le tocaron años difíciles, creo que a nadie se le ocurriría hoy emparentarlo como un hombre de esos tiempos grises. “Y ello no es poca cosa. Significa que pudo trascender un momento y una coyuntura histórica en pos del bien común, de su querida ciudad. Tal es así, que fue impulsor de múltiples iniciativas que vienen dando frutos hace mucho tiempo. Hacedor como pocos, se encargó de conseguir y ejecutar obras de todo tipo para una Gualeguaychú que en ese tiempo comenzaba a despegarse de sus pares. 

“A la capacidad de gestión y de concreción, debemos adosarle la de excelente administrador de los fondos públicos. Honesto y puntilloso fue un firme guardián de los dineros de la comunidad. 

“Por último, sólo me resta recordar su espíritu dialoguista, su apertura para escuchar y para incorporar las ideas de todos. En un momento donde pareciera que el que tiene el poder hace oídos sordos casi como por norma, ejemplos como el de ´Balucho´ Etchebarne son un buen ejercicio para la memoria y para recordar algunos preceptos que nunca debieran estar lejos de quienes gobiernan”. 

(*) Emilio Martínez Garbino fue intendente de Gualeguaychú entre 1999 y 2003. 

"Feliz viaje a la Gloria, querido profesor"

Por Marta Ledri


Balucho Etchebarne fue de aquellos profesores que permitió el vínculo entre la Escuela Pública y la Escuela Privada. 

Profesor de Botánica. tenían sus clases un sello propio. Emanaba autoridad, pero no temor o sí, porque era de aquellos docentes que tomaba la lección que había dejado en un cuidadoso y prolijo cuadro durante su exposición en la clase anterior. Tenía la coherencia de evaluar lo que generosamente había entregado. Era el profesor de casi toda la población estudiantil de aquellos oscuros años...

Los alumnos de la década del 70 podíamos relacionarnos bajo su nombre. 

Nunca faltó el respeto y supo apreciar cada uno de los logros y esfuerzos en el proceso de aprendizaje de sus alumnos.

Racional, concreto, científico, de pocas palabras y mirada de frente, imponía el silencio que solo logra una persona respetada y admirada. 

Nunca se manchó su nombre por ser intendente de la época sombría de nuestro país, ya que siguió siendo una persona cercana, un vecino de la Plaza, un padre de compañeras de Colegio. 

En épocas de ingratitud y donde pareciera que la formación es innata y que nadie le debe nada a sus docentes; en épocas en que muchos se escudan en que ya no se puede dictar clases porque la adolescencia "está difícil" o es imposible la sanción, o que los padres, o que.... yo desde este lugar de adulta agradezco a Balucho haberme mostrado un tipo de docente que influyó en mi manera personal de pararme ante un curso. 

Agradezco sus manos sucias de tiza, su exigencia de ponernos de pie para exponer y darnos herramientas para estudios superiores. 

No lo conocí en otros ámbitos. Lo vi vencido por la edad en una farmacia. Habían pasado 40 años y me reconoció. Un profesor que no olvida a una adolescente que se convirtió en adulta da cuenta de una memoria cariñosa aunque nunca, por su personalidad, y en aquel tiempo, pudimos darnos cuenta de eso. 

Feliz viaje a la Gloria, querido profesor.

BALUCHO Y EL CARNAVAL


Tal vez a alguien le llame la atención, que ante la muerte de un vecino de prestigio como lo fue Isidoro Baldomero Etchebarne, lo venga a relacionar con algo tan festivo como el carnaval. 

Pero no hay otra: la fiesta que hoy denominamos con justicia "El Carnaval del País" no hubiera sido posible, si Gualeguaychú no hubiera tenido en 1978 con un Intendente tan amplio y visionario como fue Balucho. Y los más viejos tenemos la obligación de recordarlo a las nuevas generaciones.

Por aquel entonces, lo único novedoso de nuestro carnaval pueblerino, superado por los de las ciudades vecinas, era la comparsa Acorad, que con gran esfuerzo patrocinaba la empresa de Luis Enrique Daroca, Ike.

Pero el 20 de marzo de ese año, una gran creciente inundó su fábrica de chacinados (Acorad) y ahogó los sueños de continuar con su comparsa.

Pero como fuerte de espíritu -que lo era Ike hizo de la desgracia una virtud: en septiembre de 1978 lanzó a las autoridades y la comunidad, una propuesta-desafío. 

Para poder realizar espectáculos iguales o mejores al suyo, proponía que la Municipalidad, en lugar de organizar por sí la fiesta en forma gratuita, lo diera en concesión a los propios realizadores del espectáculo, con derecho a cobrar entrada.

Y al proyecto le agregó un ingrediente interesantísimo: para que no derivara en un mero negocio de particulares, sólo entidades de bien público sin fines de lucro podrían participar.

Otro visionario -Balucho- advirtió como Intendente las enormes posibilidades que la propuesta abría, y la recibió calurosamente. Contando con la entusiasma adhesión de su Director de Turismo, Alberto Flejas.

Y cuando la Municipalidad lanzó el convite, 16 entidades de la ciudad, se anotaron para fundar la Comisión del Carnaval Internacional del Río Uruguay, cuyo primer Presidente fue el mismo Ike.

Lo demás es sabido: a los recursos dinerarios que la nueva forma organizativa proporcionaba, más la tradición artístico-carrocera forjada en 20 años, produjeron al unirse, el mayor espectáculo artístico a cielo abierto del país, reconocido en el mundo.

Vaya pues nuestra gratitud a quien fuera uno de los grandes Intendentes del siglo pasado que ayudaron al desarrollo de la ciudad, con obras que se recuerdan, como la pavimentación de todas las transversales, el asfaltado del parque, el apoyo decidido a nuestro Parque Industrial.

También Balucho fue el Intendente que abrió las puertas al nuevo y brillante carnaval de Gualeguaychú.


Dr. Gustavo Rivas, 25 de Junio de 2019

"La educación es una de las herramientas clave para vivir en libertad"


Por Nahuel Maciel EL ARGENTINO 

Publicación del 25 de Abril de 2009

Isidoro “Balucho” Etchebarne fue intendente en la última dictadura militar.

Pero ha de ser el caso único en el país que se lo reconoce como un hombre cabal y democrático, íntegro y solidario.

Su gestión de gobierno –otro reconocimiento colectivo- tuvo como impronta una intensa obras públicas: asfaltó casi 500 cuadras, construyó barrios, asfaltó y puso en Valor el Parque Unzué, iluminó la noche de Gualeguaychú, dio las bases para que el Carnaval del País se consolidara, promovió la actitud desarrollista y jerarquizó el turismo y la industria, entre muchos otros ejemplos que se podrían decir sin titubear. 

Es indudable que Gualeguaychú bajo su gestión se enriqueció en términos de comunidad, porque no sólo fueron obras públicas sino también apoyo y fomento a la educación, la cultura, la integración social. Pero su mayor aporte tal vez sea el de haber probado que es posible mejorar la calidad de vida y esa ha sido su mayor obra de gobierno: haber sembrado la necesidad de que todo ciudadano debe ser ejemplo en su ámbito de actuación. Así lo reconocen propios y extraños. 

“Balucho” Etchebarne recibió a EL ARGENTINO en su hogar el miércoles pasado, a esa hora cuando el sol alarga las sombras de la tarde. A los 83 años sostiene que hoy la educación está amenazada por el divorcio que existe entre la familia y la escuela. “Escuela y hogar deben ser una unidad”. Pero fiel a sus convicciones, Etchebarne insistirá en la necesidad de abrazar la esperanza. “Porque la educación es una de las herramientas indispensables para vivir en libertad”. 

A sus 83 años la actualidad tiene las urgencias propias de lo cotidiano, pero la prioridad de lo trascendente. A los 83 años sigue imaginando el futuro:

Siempre tengo la esperanza que vamos a cambiar y que vendrá ese día en que todos nos miraremos siendo parte de una sociedad que expresa la potencia del país que tenemos”, dice con una mirada líquida… de luz. 

-¿Qué tema le preocupa en la actualidad? -

Muchos, pero si tuviera que elegir uno me preocupa especialmente la educación. Con respecto a la educación, observo que la participación de la familia está pasando por un momento muy delicado. Nos estamos olvidando como sociedad que una de las piedras fundamentales del sostén de la República es la educación. Y en estos momentos tiene falencias graves. El padre o la familia ha dejado de colaborar con la escuela y eso repercute negativamente en el aspecto social. En otras épocas, cuando yo era estudiante, muchos profesores cometían algunas injusticias. Eso ha ocurrido siempre. Pero las familias acompañaban la autoridad del docente. Y hoy es evidente que el docente está solo. Escuela y hogar debería ser una unidad, sin embargo, pareciera que hoy son cosas muy distintas. 

-¿Cómo se recupera ese vínculo? -

Creo que fundamentalmente es una tarea de las familias, sin despreciar el esfuerzo que tienen que hacer los maestros y las propias instituciones. Pero es evidente que al joven le está faltando en materia educativa una pierna: insisto, los hogares no acompañan la educación de los niños. Creo que se puede reencauzar y en ese sentido soy un hombre optimista. Los argentinos terminaremos tomando conciencia, como en otras épocas, de la importancia que debe tener la escuela y la necesidad de contar con una expectativa de movilidad social a partir de la educación.

Además, la educación es una de las herramientas indispensables para vivir en libertad y sin libertad evidentemente hay frustraciones. Por otro lado no puede haber libertad donde existen los rencores, por lo tanto el rencor es enemigo de  la democracia. 

- A veces las pasiones confunden rencores con memorias. -

Eso ocurre en muchos órdenes de la vida particular de los individuos, pero también en el cuerpo social donde se desarrolla esa persona. Sí, coincido que el rencor y la memoria son dos conceptos que se parecen pero son muy, pero muy diferentes. El rencor nos lleva a la venganza, la memoria a la justicia. El rencor busca el ojo por ojo y la memoria a no cometer los mismos errores. 

Aquellos años, Usted fue un intendente en la época de la dictadura. Sin embargo, todos lo rescatan como una persona ajena a ese proceso y lo reconocen como un hombre clave que marcó un antes y un después para el desarrollo de Gualeguaychú. 

-Le agradezco la deferencia, porque hasta ahora no he tenido una versión tan importante de lo que fue mi gestión. Usted, al referenciarme de esa manera, me obliga a ir al origen de mi rol como intendente. 

-Es interesante su invitación a recordar. ¿Cómo aparece al frente de la Municipalidad de Gualeguaychú? -

El origen mío es el fundamento de eso que acaba de señalar.

Yo no surjo como elección de un gobierno de turno que me pone de intendente, sino por la elección de las instituciones que conformaban la Corporación del Desarrollo. Y eso me crea una relación muy fuerte para no defraudar esa confianza que provenía de las entidades de la propia ciudad. El sustento de mi gestión de intendente lo dieron no sólo las entidades de la Corporación del Desarrollo sino todas las instituciones intermedias de la comunidad. 

-Soportó una de las peores inundaciones de la ciudad en 1978, permitió renovar la organización del Carnaval y consolidó las bases del turismo, además de una fuerte obra pública. Iremos por parte. ¿Qué recuerda de la inundación del ´78? -

-Fue terrible y fue una inundación que se produjo de golpe sin que nadie lo pudiera prever. Lo tuvimos que afrontar con los pocos elementos que teníamos, pero con un gran aporte: el apoyo incondicional de todas y cada una de las instituciones de Gualeguaychú. Esa inundación motivó algo que fue un proyecto municipal: establecer una cota de altura para edificación, justamente para evitar en el futuro los problemas de la inundación.

Sé que al principio se cumplió como toda cosa, pero luego se dejó de aplicar como muchas otras ordenanzas. 

-¿Y en el tema del Carnaval? -

-En esa época el Carnaval languidecía. El Carnaval estaba adjudicado a una organización de pesca y el corso se hacía en la avenida Luis N. Palma, entre la Plaza San Martín y la Avenida Costanera. En la Municipalidad formamos una comisión de Turismo con personas muy competentes e ideamos una forma de modificar ese esquema. Uno de esos integrantes, dueño de Acorad, propuso armar una comparsa. Por otro lado, la Municipalidad garantizaba la asistencia técnica necesaria y se invitó a los clubes a participar, colaborar y realizar los corsos. Y así se generó el nuevo Carnaval de Gualeguaychú con la participación de los clubes y luego con el paso del tiempo se afianzó una organización más profesional con respecto al espectáculo que es tal como lo conocemos y vivimos hoy. 

-¿Y cómo hizo tanta obra pública si se tiene en cuenta que usted no disponía de presupuesto para esos proyectos? -

-Hay algo muy interesante. Cuando nos hicimos cargo de la Municipalidad y confeccionamos el presupuesto tuvimos en claro dos o tres cosas: saber cuáles eran los ingresos y los egresos y no mezclar las cuentas, sacando de un lado para poner en otro.

Pero en aquella época me encuentro que Gualeguaychú tenía una coparticipación muy pobre en relación a otras localidades. Incluso Gualeguay tenía más coparticipación que Gualeguaychú y me di cuenta que se estaba cometiendo históricamente una injusticia. En aquellos años se confeccionaba el presupuesto y se debía inscribir las obras públicas, que luego eran incorporadas al régimen de coparticipación a través del Presupuesto Nacional y Provincial. Entonces, en la medida que los municipios iban terminando las etapas de sus obras públicas, recibían el dinero correspondiente. Y las comunas que no presentaban obras, no recibían fondos. Entonces fue cuando diseñé las obras que eran necesarias para la ciudad, con la salvedad de incluirlas en el presupuesto municipal por las dudas que “los de arriba” no me remitieran los fondos en tiempo y forma y así evitar que los trabajos se paralizaran. 

-Y así se asfaltaron casi quinientas cuadras… -

-Sí, así fue como se pavimentó. Por otro lado, los frentistas también hicieron su esfuerzo y aporte. Hasta llegamos a tener un superávit. Le voy a contar algo que hasta ahora no lo supo nadie, salvo mis colaboradores más cercanos: con el dinero que nos sobró, pavimentamos las calles internas del Parque Unzué hasta que llegara la coparticipación. 

-Usted fue formador de docentes… -

-Sí. Fui profesor en el Colegio Nacional, en el Colegio Nacional de Comercio, en la Normal, en la Villa Malvina y en el Profesorado. 

-En su época el título de profesor equivalía al de cualquier profesión liberal, abogado, médico. Hoy ya no es así. -

-Es parte del deterioro que atraviesa la educación. Quiero aclararle que soy ingeniero agrónomo y me incorporé a la docencia porque ese título me habilitó para dictar la materia de Biología. No tengo el título de profesor aunque estuve habilitado para ejercer. Por eso cuando en mi época terminamos de formar a los profesores, nuestros alumnos ganaron los correspondientes concursos y muchos como yo nos retiramos. Y está bien que así haya sido. 

-Insisto, el título de profesor tenía un “peso” social que hoy ya no lo tiene. -

-Antes los profesores eran maestros. No digo que tenían la suma del saber, pero sí compartían una cultura general que hoy sería envidiable. Esas calidades y cualidades se han perdido y es necesario recuperarla. En esa época hasta los argentinos estaban conceptualizados como personas con un importante caudal cultural y con una gran capacidad para innovar, justamente por esa cultura universal que se lograba impregnar en las escuelas. Y esta caracterización era reconocida no sólo en América Latina sino en Estados Unidos y en Europa. Esa era la educación que supimos tener. Luego, los sucesivos cambios de estudios hicieron perder esa condición. No sé si esos cambios fueron positivos o negativos, pero sé que la educación ya no fue la misma. Hoy, lamentablemente, hasta se egresa de la universidad sin siquiera haber leído un libro y apenas estudian con fotocopias. 

-Pero en la práctica hay más y mejor acceso a las tecnologías que llevan al conocimiento como internet. -

-Parece un despropósito, pero tenemos tantas posibilidades para comunicarnos y sin embargo muchas veces quedamos incomunicados. Entre los estudiantes el libro prácticamente no existe y apenas tienen algunos apuntes. 

-Bueno, pero el factor económico para acceder al libro es un obstáculo. -

-Eso ha sido así siempre. Reconozco ese obstáculo, pero hay que recordar que también existen las bibliotecas y que en Gualeguaychú hay muchas y muy accesibles. En nuestra época las bibliotecas estaban llenas de estudiantes e incluso hasta era un programa social concurrir a esos espacios. 

-¿Cómo lo está viendo al país? -

-Lo veo como hemos sido siempre los argentinos: con un ojo miramos para adelante y con el otro miramos para atrás. No estamos lanzados a la esperanza, al futuro, porque prevalece el rencor y no la memoria. Prevalece lo específico pero no lo integral.

Prevale la instrucción pero no la educación. No obstante siempre tengo la esperanza que vamos a cambiar y que vendrá ese día en que todos nos miraremos siendo parte de una sociedad que expresa la potencia del país que tenemos. Pero para que Argentina tenga ese futuro es indispensable mejorar la calidad educativa, no hay otro camino para consolidar la República. 

Ideas madres que orientaron su gestión


El 9 de julio de 1977, pronunció un meduloso discurso con motivo del trascendental hecho patriótico y entre otras afirmaciones expresó: "... la verdadera libertad, que nace de un vivir en unidad, teniendo en cuenta los derechos  ajenos. Busquemos esa Libertad que no es un fin en sí misma, sino, que mirando las exigencias del espíritu procura el bien total de los hombres". 

Y más adelante afirmó: "Es necesario entonces revitalizar nuestro acervo cultural y espiritual para que el adelanto tecnológico no actúe negativamente lacerando personas. Se hace más imprescindible que nunca, integrarse en instituciones de bien comunitario". 

Con responsabilidad descubramos que tenemos que cumplir a conciencia nuestros deberes ciudadanos, con total sentido solidario. Ya no es momento para éticas individualistas... Elaborar una planificación coherente en procura de un desarrollo integral mediante el cual el hombre pueda servirse del progreso y no a la inversa". 

Al inaugurar la primera etapa del Canal a Cielo Abierto de la calle Clavarino, manifestó: "Por eso la obra pública no debe evaluarse únicamente en sus aspectos específicamente técnicos, su trascendencia está dada, además de la suma de esfuerzo que concurren en su realización, por el lugar donde se ejecutan y la influencia que irradia al dar solución a viejos y profundos problemas de un amplio sector comunitario". 

Juzgaba como fundamental que: "un importante número de familias tengan la oportunidad, con su propio aporte en horas de trabajo, de tener acceso a un techo seguro y digno". 

Con respecto a otras inquietudes aseveró: "ha sido la renovación de maquinarias cuya finalidad es mejorar los servicios y el apoyo a la cultura, educación, deporte, turismo y toda inquietud ciudadana que busque enriquecer los valores del hombre y de la Comunidad en la cual convivimos".

La vida de la ciudad se enriquece en la medida que los miembros de la comunidad toman conciencia de que son constructores del destino común. 

Que es necesario aportar el esfuerzo personal para que la ciudad crezca en todas sus dimensiones, tanto desde el punto de vista edilicio, como desde el cultural, moral, económico, social y político. Por eso no hay ninguna obra tan importante como la de alentar en todos y cada uno esa disposición, que sin duda se logra en definitiva mediante el ejemplo.

Quien consiga desde su función, poniendo auténtica vocación de servicio y entregándose sin descanso al bien común, como respuesta, cada vez mayor interés entre sus miembros de participar en el quehacer de la sociedad, haciendo que se sumen voluntades para llevar a cabo realizaciones que satisfagan las necesidades de una ciudad en desarrollo, habrá alcanzado de sus conciudadanos la más alta consideración, estima y reconocimiento.

Recorriendo el contenido de esta publicación, que muestra en apretada síntesis lo realizado, se podrá apreciar por lo hecho y el modo de hacerlo que el gobierno del Ing. Isidoro B. Etchebarne tiene por sobre todo el carácter de ejemplar, y por lo tanto debe ser considerado y expuesto, porque con ello contribuiremos a que se reafirme la conciencia de que entre todos, y sin apartarnos de las formas esenciales de ser y de vivir de nuestro pueblo, debemos seguir adelante labrando el destino de grandeza, desafío al que Gualeguaychú no puede renunciar.

Esta Comisión de homenaje, que surgió de la expresión voluntaria de un gran número de instituciones, ha tomado en cuenta las consideraciones antes expuestas como fundamento y sentido de su cometido, cumpliendo un acto de justicia al concretar un programa de homenaje que incluye a esta publicación, como testimonio del agradecimiento de sus conciudadanos al Ing. Isidoro Baldomero Etchebarne.

Esta Comisión de homenaje, que surgió de la expresión voluntaria de un gran número de instituciones, ha tomado en cuenta las consideraciones antes expuestas como fundamento y sentido de su cometido, cumpliendo un acto de justicia al concretar un programa de homenaje que incluye a esta publicación, como testimonio del agradecimiento de sus conciudadanos al Ing. Isidoro Baldomero Etchebarne:

Obispado de Gualeguaychú; Colegio Nacional Luis Clavarino; Corporación del Desarrollo de Gualeguaychú; Instituto Profesorado Sedes Sapientiae; Círculo Médico Veterinario de Gualeguaychú; Banco Mesopotámico Coop. Ltdo.; Centro de Almaceneros Minoristas de Gualeguaychú; Escuela Normal O. V. Andrade; Jockey club Gualeguaychú; Centro de Estudio y Cultivo del Folklore Claudio Martínez Paiva; Cooperativa de Consumo de Electricidad y Afines de Gualeguaychú; Sociedad Rural Gualeguaychú; Club Black River; Cooperativa de Arroceros de Gualeguaychú Ltda.; I.S.P.E.D. Patronato de la Infancia; Escuela Superior de Bromatología; Cooperativa de Almaceneros Minoristas de Gualeguaychú; Club Tigre; Biblioteca Popular Sarmiento; Club Neptunia; Gualeguaychú Country Club; Cooperativa Tambera de Gualeguaychú; Club Central Entrerriano; Centro Mutual de Jubilados y Pensionados; Liga Departamental de Fútbol; Club de los Abuelos; Instituto Osvaldo Magnasco; Caja Forense Seccional Gualeguaychú; Sociedad de Bomberos Voluntarios; Escuela Nacional de Educación Técnica No 2; Club Independiente; Asociación de Bochas Gualeguaychú; Círculo Odontológico de Gualeguaychú; Comisión Vecinal Pueblo Nuevo; Frigorífico Gualeguaychú S.A.; Colegio Malvina Seguí de Clavarino; Centro de Suboficiales Retirados; Seminario Menor Pío XII; Instituto Privado Pío XII; Centro de Defensa Comercial e Industrial; Club Social Recreo Argentino; Supervisión. Frigorífico Gualeguaychú Mutual de Servicios Sociales; Automóvil Club Argentino; Tiro Federal Gualeguaychú; Círculo Farmacéutico de Gualeguaychú; Asociación de Básquetbol Gualeguaychú; Comisión Vecinal J. J. Franco y Zonas; Círculo Profesionales de la Ingeniería; Cooperativa de Artesanos de Gualeguaychú; Sindicato de Trabajadores del Frigorífico Gualeguaychú; Asociación Amigos del Arte; Aero Club Gualeguaychú; Asilo de Ancianos; Club La Vencedora; Alianza Francesa filial Gualeguaychú; Asociación Amigos de la Costa; Junta Vecinal Isla Libertad; Club Hípico Gualeguaychú; Comisión Pro Integración Mesopotámica; Club Náutico Gualeguaychú; Comisión Vecinal Amigos Calle San José; Cooperativa Escolar de Enseñanza Agropecuaria; Club Ciclista El Nacional; Asociación Turística Gualeguaychú; Instituto José León Torres; Club Juventud Unida; Instituto Agrotécnico Gualeguaychú; Colegio Médico de Gualeguaychú; Club Defensores del Oeste; Biblioteca Popular Francisco Hernández López Jordán; Escuela Nacional de Educación Técnica No 1; Jefatura de Zona Sanitaria 111 Gualeguaychú; Comisión Permanente Barrio Oeste; Asociación del Magisterio de Gualeguaychú; Comisión Vecinal Barrio La Milagrosa; Club Social y Deportivo Pueblo Nuevo; Escuela de Horticultura, Floricultura y Afines; Sociedad Española de Socorros Mutuos; Centro de Jubilados y Pensionados de Gualeguaychú; Comisión Central de Carrozas; Club Argentino del Perro Ovejero Alemán; Cáritas Gualeguaychú; Cooperadora Instituto José León Torres; Círculo Italiano; Cáritas Catedral San José; Comisión Vecinal Empedrado calle Santiago Díaz; Racing Club; Centro Industriales Panaderos; LALCEC; Cáritas Ntra. Sra. de Luján; Asociación Católica de Empleadas de Gualeguaychú; Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Entre Ríos; Asociación Amigos del Fútbol; CAPULLOS; El Hogar Obrero Cooperativa de Consumo, Edificación y Crédito; Iglesia Catedral San José de Gualeguaychú; Coro Santa Cecilia; Club Pescadores Gualeguaychú; Centro-Ex-alumnos Colegio Malvina Seguí de Clavarino; Club Sporting; Comisión Amigos de la calle San Juan; Comisión Vecinal Villa María; Cáritas Parroquia Cristo Rey; Dirección Departamental de Escuelas; Club Telefónico de Gualeguaychú; Asociación Tradicionalista del Gualeyán; Asociación Hoteles, Bares, Confiterías y Anexos; Asociación Cooperadora Escuela de Enseñanza Especial No 2"Francisco A. Rizzuto"; Club Ciclista Argentino; Comunidad Ntra. Señora de Fátima; Auto Club Gualeguaychú; Asociación Emanuel; Comunidad Educativa La Sagrada Familia; Parroquia Santa Teresita; Serpentario General José de San Martín; Consorcio Administración Barrio Oeste y Tomás de Rocamora; Liga de Madres de Familia. Rotary Club Gualeguaychú; Socorros Mutuos Unión Francesa; Centro de Investigaciones y Estudios Arqueológicos; Comisión Vecinal Calle San Lorenzo; Asociación Argentina de Alemanes del Volga; Biblioteca Popular Alfredo Villalba; Cámara de la Industria de Gualeguaychú y Círculo Policial Salvador Maciá. 

Gualepedia: Índice de la página