El Hotel del Vapor

La Hostería en Gualeguaychú

Por Nati Sarrot

Cuadernos de Gualeguaychú Nº 204

Frente a calle Mitre: Parapeto, veleta y farol en hierro. Contigua, la casa habitación de Pedro Urtazum (Dibujo Caras y Caretas, 1906)

Pasadas las primeras décadas del 1800, Gualeguaychú se fue transformando en un centro urbano y rural con motivos de interés para viajeros relacionados o no familiarmente con la zona. Surgió entonces, la necesidad de hallar casas con disposición de alojamiento, para personas solas o con familia, que ofrecieran además, pesebre para los animales y reparo para sus coches.

A estos establecimientos de muchas habitaciones y patios amplios, con austera disponibilidad de comodidad o lujo, en los que se servían las comidas diarias y hasta se podía encender un fogón para tomar el mate cotidiano, se las llamó fondas.

Ya para 1850 podemos ubicar varias en el casco de la Villa, cercanas a la Plaza Mayor, Comandancia, Iglesia, como La Fonda de la Figurita (en Bolívar y 3 de febrero, esquina S.O.); la de Don Pedro Pomar, en 25 de Mayo y Mitre (S.E.) de donde se busca un mozo para repartir portaviandas" y otros servicios; y la Fonda del Vapor, conocida después como Hotel del Vapor, la que comenzó en esa actividad por 1852 o 53, a cargo de D. Pedro Urtazúm, frente a la de Pomar (esquina N.E. de 25 y Mitre (24 de Enero e Independencia). 

Sin poder precisar por lo vago de los datos el sitio de otras, sabemos que las había en esa zona y también en los alrededores del casco urbano, en las que se albergaban por unos días, gente de la campaña del Departamento que llegaba al pueblo por diligencias oficiales, compra de provisiones, etc. a la que no alcanzaba el día solar para cumplirlas, máxime si consideramos las distancias y la lentitud de los medios de transporte.

En la vida de los pueblos, pequeños o populosos, la activa presencia de un determinado hotel, resulta ser algo así como el raro concilio de una rica y hasta extravagante diversidad. 

Sucedieron muchas cosas, aconteceres sociales, políticos, científicos, asistenciales, en el Gualeguaychú del siglo XIX y principio del XX, en el albergue escogido, sin mediar el azar, de los ámbitos del Hotel del Vapor. La edición de los periódicos nos permite, desde "El Progreso de Entre Ríos" (1849) seguir, por sus notas y avisos, parte de la actividad de este hospedaje que se iniciara como tal, en una sencilla construcción levantada por Don Pedro Urtazúm, en 24 de Enero e Independencia (cuarta manzana sobre el N.E., de 25 de Mayo y Mitre)

El Vasco Urtazum y su Barbería

D. Pedro, vasco-español, soltero de 40 años que arribó a Gualeguaychú por 1845, adquirió el sitio, una cuadra al sur de la Comandancia. Instaló, en esquina, su barbería y su casita contigua sobre Mitre. Contaba con un buen capital que, en 1857, declara de $ 4.000.

Corte de pelo, rasurado y moldeado de la barba... servicio que enriqueció con la aplicación de sanguijuelas a los clientes con presión arterial, cefaleas, fiebre, congestión, etc…

Exhibe Urtazúm, como es de uso, en una vidrierita, el cultivo de esos anélidos importados que, "sabiamente" prendidos detrás de las orejas, succionan la sangre con sus ventosas, hasta quedar rechonchos, soltándose entonces para caer hinchados y rojos. (Cvadernos Nº 68).

La eficiencia como profesional, la solvencia en las relaciones públicas de Don Pedro, respaldaron su decisión de ampliar el local con habitaciones para alojar huéspedes, brindando además, servicio de comedor.

ASÍ NACE LA FONDA Y LUEGO HOTEL DEL VAPOR, PARA CUMPLIR SU VIDA DE MÁS DE SEIS DÉCADAS, COMO ESCENARIO DE MÚLTIPLES HECHOS DE LA HISTORIA DE NUESTRA GUALEGUAYCHÚ.

El Hotel es punto de salida y arribo de las diligencias de Luis Carnero, a C. del Uruguay. El coche, transporte de pasajeros, encomiendas y "fletes de metálico", según lo anuncia "El Eco de Entre Ríos", pasa por la casa de Urtazúm con nueve frecuencias en enero de 1860. Allí se ajustan los precios. Lo hará, con iguales servicios, la diligencia de la cochería de Lorenzo Batto, para y desde Gualeguay.

Por tal actividad, el lugar se convierte en acogedor sitio de reunión para los que se van o llegan, y en centro obligado de atracción y concentración de la curiosidad ciudadana.

Haciendo cruz con lo de Urtazúm, abre antes de 1870, el Hotel de Londres

Preferido por la colonia inglesa e irlandesa, atendido por sus dueños, la nueva casa brinda atención más acorde con usos y costumbres de la colectividad. Debió, sin embargo no tener espacios para reuniones de número, pues cada vez que se producían, en especial por actividades hípicas, se daba cita en el Hotel del Vapor.

Hombre Comunitario

En 1868, en el trágico azote del cólera morbus, Don Pedro Urtazúm brinda su apoyo total, asistiendo directamente a los enfermos, donando dinero y elementos, por lo que se le confiere Mención Especial de la Comisión Central de Salud de Gualeguaychú. Tiene 62 años y una salud y voluntad a toda prueba. Se ha casado y continúa viviendo contiguo al Hotel.

En 1869, a su costa arma uno de los arcos triunfales que adornan el paso del Gral. J. J. Urquiza, desde el Puerto hasta su casa de 25 de Mayo y España.

Cuando se integran grupos para cuidado y control de las calles de la ciudad, en apoyo de la acción de la Guardia Nacional contra las fuerzas de López Jordán, Don Pedro es nombrado Teniente Alcalde del Segundo Cuartel, que encabeza el Alcalde Máximo Galeano. Es el tiempo en que instala en su hotel, la iluminación a gas, mucho antes de que la usina suministrara al pueblo ese servicio con fluido a carbón de piedra.

Para 1872, deja a la firma Butta y Testoni, el servicio de cocina y comedor. 

Elogios de "El Republicano" ponen al Hotel del Vapor a la altura de los mejores de Buenos Aires. Excelente trato y artículos de primera calidad, además de "la bondad de Nicolasa" la cocinera, hacen sentir bien servido al pasajero y llenar "los deseos de los apetitos más desordenados. Todo de "primo cartello" por eso lo recomienda a las personas de buen gusto. 

Máxime que para octubre, se agrega la magnífica cerveza alemana que acaban de recibir D. Luis Butta se emplea en la Municipalidad. Y, el buen hotel afloja los hilos de su atención.

Hotel del Vapor y la ciudad

Viene Lescá

En enero de 1878, D. Francisco Lescá se hace cargo de él, introduciendo reformas de importancia (La Fraternidad, mes 1 y 2 del 78). Los periódicos no ahorran calificativos para ponderar el comedor, la carta de comidas, los vinos, el aseo y la comodidad "de la única casa que está iluminada a gas" para hacer "ver con más claridad y esplendor, la alegre y festiva fisonomía de sus clientes". 

El honrado e inteligente dueño y su señora asisten a sus huéspedes en actitud paternal (La Situación, 6-8-1879) tanto, que es tema para la prensa, cómo han cuidado de la salud del malogrado Doctor Ballesteros, tanto "que no podría pedirse más de un padre o una madre". 

Pero en 1884 el dueño se ausenta del país y pone el negocio en venta. Empezando el siglo XX se lo ve a D. Francisco Lescá como propietario del "Deux Mondes" en calle San Martín 391 y 393 de Buenos Aires "gran casa para pasajeros", con habitaciones y departamentos bien amueblados, cuartos de baño, teléfono, ascensor eléctrico en todos los pisos...

El 9 de agosto de 1887 muere D. Pedro Urtazúm, primitivo dueño de la Fonda u Hotel del Vapor de 25 y Mitre. Sin sucesores directos, Marcelina F. de Errázquin casada con Olegario, reclama por sus derechos a la herencia. 

En estas diligencias vence el contrato con Marssó. El Hotel del Vapor es criticado por su deterioro y falta de aseo.


Cuadernos de Gualeguaychú Nº 204

Hotel del Vapor

Huéspedes, asistentes... vida en el hotel

Por Nati Sarrot

Cuadernos de Gualeguaychú Nº 205

Hoy, en el frente a calle Mitre, una placa en mármol, recuerda que Roberto Bontine Cunninghame Graham (1852-1936) se alojó muchas veces en el Hotel del Vapor, por 1870 y 1871.

Comenzamos con este huésped.

Venido de Europa con su compañero Mack, recala en Río de Janeiro. De allí pasa a Montevideo desde donde dice en carta a su madre:

Hay aquí una revolución y otra en Entre Ríos, por lo cual nos hallamos indecisos en cuanto a nuestros movimientos..."

Hotel del Vapor en calle 25 de Mayo esquina Mitre

A su destino se lo va trazando sobre los imprevistos que la vida le presenta. Sigue a Buenos Aires y, tras unos días, pasa a Entre Ríos, precisamente a Gualeguaychú, hospedándose en "un sucio hotelucho cuyo dueño era un vasco. Todas las habitaciones daban a un patio donde se reunían los forasteros, bebiendo y entonando canciones cómicas, o narrando anécdotas... (A. F. Tschiffely. Don Roberto, y obra de Cunninghame Graham, p.47). La versión de autor y de su biógrafo sirven a definir al Hotel del Vapor y a sus moradores, como a la ciudad, desde una visión ajena y distante a nuestros usos y costumbres de aquella época, importante sin embargo, a tener en consideración y sin la cual hubiésemos perdido detalles de interés, para fijar nuestra historia.

Cunningham Graham, continuó viaje a la Estancia Santa Ana, o Anita, (cercana a Gchú.) desde donde, la ansiedad de sus diecisiete años le incita a protagonizar una serie de aventuras capaces de satisfacer la imaginación y el interés más frondosos: El reclutamiento forzado por las fuerzas de la revolución entrerriana, de hombres y caballada, de un arreo que conducía a la Rca. Oriental del Uruguay; como inicio de una vida plena en aconteceres, en los que no cabe detenernos en atención a los límites de la nota.

Lugar donde se emplazó el Hotel del Vapor actualmente

Don Natalio Paggi

El Guardia Nacional del 8-8-1871 (N° 18, Año I), comenta que "Muchos amigos del Comandante Natalio Paggi le ofrecieron un almuerzo en el Hotel del Vapor ya que partió hacia Gualeguay "este benemérito compañero" el lunes siguiente.

"Veterano de la libertad, compañero de Garibaldi en las batallas que se libraron por la independencia de Italia, se halla entre nosotros... Desde la memorable fecha del 18 de noviembre del año p.pdo, hecho más y más acreedor a  la más sincera y noble simpatía del pueblo de Gualeguaychú..." (El G. N., 5-8-1871, N° 17, Año 1). El Comandante Paggi colaboró con la Guardia Nacional conduciendo sus fuerzas en su retirada de la Isla Libertad, después de la batalla contra las de R. López Jordán, acantonadas en la Aduana y alrededores. (CVADERNOS 144).

Primer orador del Río de la Plata

Héctor Florencio Varela, Orión; llega a Gualeguaychú el domingo 27-3- 1870, a la noche, y merece una recepción especial, "con banda filarmónica, el muelle iluminado de chinescos adornos de una manera no visada; estruendo de bombas cuando se hallaba a una legua del Puerto...pisando en tierra, el ansiado huésped, recibido en brazos de los amigos y aclamaciones y vivas ...terminadas expresamente en el Hotel del Vapor que se hallaba iluminado, con transparentes donde se leían otras inscripciones".

Allí ingresó la concurrencia. Algunos tomaron la palabra "con elocuencia y sentimiento de adhesión y simpatía"... Varela con testo "con maravillosa desenvoltura y elegancia, justificando el más alto renombre que ha sabido aquilatarse ante las sociedades del mundo".(El País, Gchú,31-3-1870).

H. F. Varela, nació en Montevideo en 1832, donde su padre, Florencio Varela, se había exiliado. Después de trabajar como empleado de comercio en Río de Janeiro, después de Caseros se radicó en Buenos Aires. Fundó con su hermano Mariano, La Tribuna, periódico de combate que se leía en las dos orillas del Río de la Plata. Fue Ministro de Estado en el Uruguay y Plenipotenciario del Uruguay en Europa. 

Hoy, en el frente a calle Mitre, una placa en mármol, recuerda que Roberto Bontine Cunninghame Graham 

Por 1870 los chasques de los agentes liberales, Legarreta y Varela recorren los pueblos al oeste del Gualeguay, con el bolsillo lleno de argumentos convincentes." dice Fermín Chávez, en Vida y muerte de López Jordán, y pregunta: "¿Qué hace don H. F. V. en Gualeguaychú?

La historia oficial nos lo pinta como haciendo de mediador pacifista, y hasta se permite escribir a L. J. una carta, el 23 de marzo, invocando su calidad de "ciudadano humanitario pidiéndole una entrevista a bordo de un vapor...". En tanto Aníbal Vásquez, en: Caudillos entrerrianos, López Jordán, dice "H. F. V. en Gualeguaychú asiste a la conferencia entre Onésimo Leguizamón y Clodomiro Cordero con el General Emilio Mitre, Jefe del denominado Ejército de Salvación... En esta ocasión el Gral. L. J. ofrecía la renuncia al cargo de Gobernador en caso de ser aceptadas las bases propuestas, de forma "de evitar el exterminio del pueblo entrerriano". Varela prometió hacer valer su influencia con el Presidente Sarmiento. No fueron aceptadas las bases, como es sabido, y se desencadenó una larga guerra en Entre Ríos. Leguizamón, Cordero y Varela fueron huéspedes del Hotel de D. Pedro Urtazúm.

En dicha oportunidad Don Orión habló de La idea de la libertad en el mundo, el 3 de abril, en un acto literario del Teatro 1º de Mayo, apoyando a la Biblioteca Popular, junto al Dr. Delfin Camejo, quién hizo la apertura, el legislador provincial Onésimo Leguizamón que disertó luego y Olegario V. Andrade, que cerró la velada con una pieza sobre La influencia de la educación de la mujer en la historia de la civilización humana. (comentarios en El País y La Regeneración, de Gchú)

H. F. Varela hizo viaje a Perú y Chile en 1872, fundó una sociedad anónima y publicó El Americano del 72 al 74. Pasó a Europa y en Turín redactó otro periódico. Escribió Elisa Linch, la famosa mujer del tirano de Paraguay... 

Fue tribuno ardoroso y elocuente, falleció en Río de Janeiro, el 2 10-1891, víctima de la fiebre amarilla.

Benigno Tejeiro Martínez

Don Miguel Cano y …

En marzo de 72, se halla alojado en el Hotel del Vapor el notable estadista español e inspector general de la Sociedad de Beneficios Mutuos y permanece por unos días asociando a la entidad "que ya tiene muchos suscriptos con ventajas seguras y positivas, y con garantía del Gobierno de la Pcia de Buenos Aires".

Para noviembre de 1877, ocupa la pieza 15 del Hotel el profesor e historiador Benigno Tejeiro Martínez, comisionado por el Gobierno de Entre Ríos para recoger los objetos que se deseen enviar a la próxima Exposición de Paris.

B.T.M. en 1900 editará su Historia de la Pcia, de Entre Ríos, en tres tomos, fuente insoslayable para estudiosos, apoyada en rica disposición de documentos de su archivo particular.

Familias enteras, en sus visitas a Gualeguaychú, como la de Don Desiderio Alvarez, padre de Fray Mocho; El mismo fundador de Caras y Caretas, e invitados, reservan habitaciones del Hotel del Va por, cada vez que frecuenta su terruño.

Onésimo Leguizamón

Hotel del Vapor

ONÉSIMO LEGUIZAMÓN LLEGÓ TAMBIÉN AL HOTEL, REPRESENTANDO A LÓPEZ JORDÁN

El Doctor Osvaldo Magnasco

Especialmente desde 1884 en adelante, hace más frecuentes las visitas a su ciudad natal. Su tío Manolin, sus primas, y gran cantidad de amigos que lo acompañan en recorridas por el campo, por el río, etc. le hacen agradables sus días aquí. 

Sus parientes viven aún, ocupando el rancho de Bolívar y Chalup, dos cuadras al Oeste de su casa natal.

Para el 25 de febrero de 1885, con el fin de asistir el jueves siguiente, al funeral que se oficiará en memoria de su madre, Adelaida Raffo de Magnasco, ha ocupado, con su esposa e hijos, habitaciones del antiguo Hotel.

Mucha vida, mucha historia.

Para esta época el establecimiento es lugar don de abogados, gestores de trámites, compra o venta de campos instalan su escritorio de atención al público según reza en los periódicos. 

Osvaldo Magnasco

Los abogados Benjamín Basualdo, Manuel Beretervide, Urquiza y Montero, en días prefija dos; la firma Juan Batmalle y Cía. toma encargos de tramitación rápida y despacho de guías ante Jefatura y Municipalidad, etc. y, así como de estos asuntos el Hotel del Vapor puede ser "buffet", también era allí donde se instaló por varios años, el afinador o compositor de pianos Santiago Marengo o Simonell y Paganini, José Alario, o Luis Draper que también enseñaba canto, "recibían órdenes" para su servicio de arreglo, venta o compra de pianos o cualquier otro instrumento... 

Que Gualeguaychú ha sido ciudad que gustaba y cultivaba el arte de la música. Tanto, que La Fraternidad del 29 de enero de 1878, comunica que, también en el Hotel del Vapor se hace y cobra la suscripción para la Escuela de Música.

Y repasando el archivo de notas y avisos de los periódicos, comprobamos que el hospedaje, el comedor o la casa del dueño del histórico Hotel, dieron cabida a toda actividad o inquietud que pulsara en Gualeguaychú. Así sirvieron de alojamiento y consultorio de doctores en medicina, de odontólogos, parteras; de centros de reunión de sociedades recreativas, mutuales, tanto para concretar la constitución de una entidad, como para preparar la celebración del Carnaval o construir un puente sobre el Arroyo El Cura. ¡Tan rica la historia de la Fonda u Hotel del Vapor!

Consultados: Archivo Sameghini-Sarrot.- Trabajo en preparación de María Mercedes Chaparro de Sameghini.

Comercios y Comerciantes

del Siglo pasado en Gualeguaychú

Hotel del Vapor

Por Elsa Beatriz Bachini

El movimiento de pasajeros que había en Gualeguaychú, estaba reflejado en los importantes establecimientos de hospedaje de aquella época.

Comencemos por el “Hotel del Vapor”, por se uno de los más antiguos e importantes y por haber pasado a la historia gracias a que en él se hospedaron, Fray Mocho y aquel gentleman, gaucho y socialista, de vida tan novelesca, que fue don Roberto Cunningahme Graham.

Estaba situado en el ángulo noreste formado por la intersección de las calles 24 de Enero y Comercio, hoy 25 de Mayo y Mitre.

No he podido averiguar exactamente la fecha de su inauguración, pero, el padre Borquez recuerda que cuando el General Urquiza vino por última vez a Gualeguaychú, en el año 1869, se dirigió a pie desde el puerto hasta su casa, que estaba situada donde está hoy el Banco de Entre Ríos.

Las instituciones de Gualeguaychú y algunos fuertes comerciantes, para rendirle honores, habían hecho construir en todo el trayecto veinte arcos de triunfo con leyendas alusivas.

Uno de esos arcos había sido levantado frente a su comercio, por el dueño del “Hotel del Vapor”, lo que significa, que ya en el año 1869, era uno de los más importantes que existían. 

Es posible que su instalación date de mediados del siglo pasado.

Su propietario fue don Pedro Urtazaún, un vasco navarro que se hizo muy popular, pues allí venían a hospedarse la mayoría de los inmigrantes.

En el Hotel del Vapor se hospedaban, transitoriamente, muchos profesionales, atendiendo allí sus consultorios, lo cual hizo que fuera punto de reunión de la élite intelectual de aquella época.

Tomo por ejemplo estos avisos:

Del periódico “El Telégrafo” de 1879: “Madame Profillet – Partera de 1º clase recibida en la Facultad de Paris. Ha ejercido su profesión en París, Brasil y Buenos Aires. Atiende en el Hotel del Vapor”.

Y este otro, muy curioso, de “La Situación” de 1880: “Severino Trilhe – Cirujano Dentista – Saco muelas sin dolor – En mi consultorio encontrarás: elixir para el dolor de muelas, para la vista, la sordera, los cortes, las heridas y el dolor de cabeza que hasta ahora no tiene competencia. Domicilio Hotel del Vapor”.

Este hotel pasó a ser propiedad de Don Francisco Lesca en el año 1888. 

Monsieur Lesca, según el periódico “La Fraternidad”, le devolvió el esplendor de sus antiguos tiempos, y tanto, que en ese momento es la única casa de Gualeguaychú que se alumbra con faroles de gas.


Comercio y Comerciantes del Siglo Pasado en Gualeguaychú por Elsa Beatriz Bachini

La enseña del “Hotel del Vapor”, donde se hospedó Fray Mocho, es un cazador disparando su escopeta y mirado por un perrito rengo y por un puñado de angelitos que salen de entre una bota…


Comercio y Comerciantes del Siglo Pasado en Gualeguaychú por Elsa Beatriz Bachini
Gualepedia: Índice de la página