Don Pablo Daneri

En el Centenario de su Nacimiento 

Publicado el 14/08/1948

 En la fecha se cumple el centenario del nacimiento del Señor Pablo Tomás Daneri, caracterizado vecino de Gualeguaychú, que en vida constituyó un ejemplo de caballerosidad, hombría de bien y valor espiritual.

Hace poco más de un año -para ser más exactos en la edición del 16 de febrero del año anterior- nos ocupamos también del nacimiento de su hermano, Don Antonio Daneri: puede afirmarse que en su época, la actividad, el dinamismo y la amplitud de miras hacia el progreso de Gualeguaychú que evidenciaban estas dos vidas paralelas, hacen que las generaciones actuales y también las venideras guardarán un buen recuerdo sabiendo que dieron de lo mejor de su espíritu en procura del bienestar de la colectividad en su vida pública y privada.

Creíamos haber cometido un acto de justicia al ocuparnos en aquella ocasión de Don Antonio Daneri;  y con el mismo criterio hacemos hoy para recordar a su hermano don Pablo Daneri.

Don Pablo Daneri

Pablo Daneri

La genealogía de los Daneri, tiene su primer origen conocido en la lejana Italia. Don Francisco Daneri, con su esposa Juana Lavagna eran en la ciudad de Montevideo, en la República Oriental del Uruguay, un matrimonio apreciado entre sus conocidos allí, donde estaban radicados; él era un comerciante mayorista y la época no era de las mejores a juzgar por lo que nos dice la historia y por las mismas anécdotas que posteriormente se han narrado. En efecto, un Montevideo convulsionado bajo el sitio de las tropas de Manuel Oribe, por los acontecimientos que se desarrollaban en ambas márgenes del Plata, vió la luz del mundo don Pablo, al año y poco meses del nacimiento de su hermano: el 14 de Agosto de 1848.

El matrimonio Daneri resuelve hacer un viaje a Italia con sus dos pequeños y lo lleva a cabo en 1851; más la fatalidad destruyó sin mirar a quién y la señora Juana Lavagna de Daneri perece en plena travesía, víctima de la fiebre amarilla. Su cadáver recibió sepultura en el fondo del mar.

No podemos hacer consideraciones profundas acerca de este hecho. La sensibilidad del lector nos exime de destacar la magnitud de esta tragedia. Don Francisco Daneri y sus dos hijos pequeños regresan a Montevideo.

Y allá, por el año 1858 desembarca un dia en Gualeguaychú, donde resuelve radicarse. Era el 11 de marzo del citado año.

En 1860 fallece don Francisco en ésta, cuando don Pablo solo cumplía 12 de años de edad. Los huerfanitos quedaron en manos de distintas familias donde afortunadamente, según declaraciones que hemos recogido donde encontraron calor de hogar.

Don Pablo, desde muy joven, puso de manifiesto inquietudes espirituales elevadas, las que con valor fueron cultivadas, hasta que en plena juventud, el señor Pablo Daneri es una persona caracterizada y apreciada entre los jóvenes del pueblo; un progreso personal en una actividad laboriosa y honesta -fue Contador y Procurador- le granjearon la admiración general.

El 3 de junio de 1877, don Pablo Daneri constituye su hogar contrayendo enlace con doña Camila Marchini, virtuosa dama de Gualeguaychú, que fue la compañera ideal para aquel hombre de vigorosas aspiraciones; doña Camila le sobrevive aún, a los 91 años de edad, rodeada del cálido afecto y veneración de sus numerosos descendientes. El matrimonio Marchini - Daneri constituyeron un hogar virtuoso y ejemplar, en el que nacieron siete hijos, de los cuales viven en la actualidad don Camilo Daneri y doña Moraima Daneri de Carbone.  Tronco de familia hasta la actual generación, las directivas de Pablo Daneri en el orden espiritual y moral han construido la norma de sus sucesores.

Si la vida privada de don Pablo Daneri es interesante -aunque se nos tache de indiscretos- como ejemplo de voluntad viril y anhelo de prosperidad, no le es menos su vida pública en nuestro medio, donde en una oportunidad desempeñó el cargo de Concejal Municipal, destacándolo por iniciativas de gran valor para el progreso del pueblo. Recuérdese al respecto, el debate a que dio lugar en aquel cuerpo, en el año 1906, la concesión de los servicios eléctricos de la ciudad; si bien el edil auspicia calurosamente la idea de dotar de la "moderna" fuente de luz a Gualeguaychú, discrepo en aquel entonces acerca de la extensión considerable de dicha concesión, que era de veinte años. En aquella oportunidad, segun nos lo cuentan viejas crónicas, la palabra del Concejal Pablo Daneri, fue vibrante y entusiasmada.  En el año 1911 Daneri resultó nuevamente Concejal electo pero no pudo hacerse cargo de sus funciones por razones de la política de aquel entonces, en la que no hemos querido hacer análisis. Esta situación se planteó, al perecer, en relación a su condición de ciudadano uruguayo. Hoy con más amplitud de criterios, la Argentina recibe igualmente los bienes materiales y espirituales de cualquier ciudadano del mundo que tenga buena voluntad, no que ello constituya un impedimento para desempeñar las funciones públicas autorizadas por las leyes.

Fuera de la actividad política, el señor Pablo Daneri fue gerente de la empresa "La Colonizadora Entrerriana" y ejerció el cargo Contador en el Banco Territorial, institución bancaria particular que ejercía sus actividades en esta ciudad. También estuvo empleado en la "Casa Mariano Escalada" de la Capital Federal, y tuvo participación en la Guerra del Paraguay, en calidad de proveedor. Como comerciante explotó, en sociedad con su hermano Antonio, el negocio de la Joyería.

Don Pablo Daneri falleció el 21 de Septiembre de 1931. Aquel infausto acontecimiento, puso de manifiesto cuán arraigadas estaban entre que lo trataron y los que lo admiraron, la simpatía y el afecto que este ciudadano supo inspirar por sus dones y por sus obras. Y aún hoy, su recuerdo perdura con cariño y la evocación de su figura es el homenaje sincero a esas virtudes.

Descendientes de Pablo Daneri
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