Calle Lavalle

Juan Lavalle

Juan Galo de Lavalle: (1797-1841). Soldado de la independencia.

No había cumplido 15 años todavía cuando se incorporó al Ejército de San Martín. Participó en las campañas de Chile, Perú y Ecuador, destacándose por su gran coraje y valentía. Posteriormente sirvió a la patria en la guerra con el Brasil. En la batalla de Ituzaingó fue ascendido a general.

Al regresar de la guerra se involucró de lleno en los conflictos civiles. Con las tropas a su mando se sublevó contra el gobierno de Buenos Aires. El gobernador de aquella Provincia, Manuel Dorrego fue fusilado por su orden.

Derrotado por el gobierno legítimo se refugió en el Uruguay. Al cabo de unos años regresó con 500 compañeros, trajo la guerra a nuestra zona, ocupó Gualeguaychú y avanzó por todo el litoral del río Uruguay pero no pudo sostenerse. En Corrientes encontró ayuda. Regresó a Entre Ríos. Rechazado en nuestra Provincia cruzó el río Paraná.

Sus siguientes etapas fueron la Provincia de Buenos Aires y Santa Fe. En ninguna parte conseguía adhesión de la población. Entonces empezó a retirarse hacia el Norte, donde -según sus propias palabras- se desató una guerra espantosa. 

Siempre en inferioridad numérica, a fuerza de coraje ganaba algunos combates y ocupaba ciudades pero se encontraba con que sólo era dueño del terreno que pisaba. Sus efectivos disminuían. Al final se retiró en busca de la frontera con Bolivia pero no llegó a aquél país; murió en un hecho confuso en Jujuy a la edad de 44 años.

La historia oficial ha presentado al general Lavalle como un héroe incomprendido. Otras historias lo presentan como "la Espada sin cabeza" señalando que sus correligionarios, aprovechándose de sus ansias de lucha, lo incitaban a hacer lo que ellos no se animaban. Lavalle, en ese sentido representa lo opuesto al pensamiento de San Martín. El Libertador cuidaba la vida de la gente. Nunca pudo aceptar ni justificar la guerra civil.

Por eso intercedió por la paz entre hermanos argentinos. Al mismo Lavalle le dijo: "Una vida que Ud. pueda salvar, le será de gran consuelo"... pero Lavalle quizás ya no podía escapar a la fatalidad de la guerra que él mismo había contribuido a encender y, en consecuencia, siguió su destino hasta su trágico final.


Fuente: Honorable Concejo Deliberante y Cartografía de Proyecto Mapear.