La Arquitectura

Tuvo la ciudad sus grandes maestros de la arquitectura, algunos nombres figuran estampados en las fachadas a la manera de quien firma su obra.

Los de Américo Patriarca y de Luis Delfino aún pueden verse en algunas casas viejas de clásico estilo, pero en las más de ellas ya es poco probable saber de quién es la obra, salvo claro está, un paciente y rebuscado estudio en los archivos de la época, cual no es la finalidad de este trabajo.

Viajeros de la época en sus comentarios, sostenían que la ciudad configuraba un barrio de Buenos Aires, lo cual por aquellos días era todo un elogio.

Una mezcla de estilos, secuencia de las distintas corrientes inmigratorias dieron una fisonomía propia al pueblo, desde las viejas construcciones de neto corte colonial, pasando por los estilos romanos y franceses que culminaron en las estilizaciones de estos hasta llegar al que se diera en llamar " futurista" y que se convertiría más tarde en el arte de la arquitectura moderna y actual.

Enorme influencia en la ciudad tuvo esta nueva concepción estilista de la que fuese padre y pionero, el recordado arquitecto Paúl Tack.

La absoluta formalidad de los diseños de entonces, se vieron ganados por una concepción audaz, desenvuelta y liberada de los antiguos cánones revolucionaria en extremo y al principio resistida.

El advenimiento del nuevo estilo, no solamente en la edificación sino también en sus complementos y el enriquecimiento de sus interiores, aparte de la introducción de un nuevo sentido de confort, desconocidos hasta entonces, pusieron viviendas más al alcance, con una serie de detalles de funcionalidad y comodidad que dieron otra tónica al modo de vida ciudadana.

La revolución arquitectónica de Paúl Tack, adelantó en muchos años el progreso en este aspecto de la ciudad, que de otro modo hubiese demorado décadas en llegar debido al extraordinario conservadurismo lugareño.

Si bien el fuerte de este arquitecto fue el nuevo estilo propulsado por el padre de la arquitectura moderna, Le Corbusier, y que ya se imponía en todo el mundo, y a pesar de todos los obstáculos, Tack logró imponer rápidamente sus conceptos por entonces extremadamente modernistas y audaces y por ello luce hoy la ciudad muchos edificios debido al tablero de este extraordinario pionero.

Si bien el fuerte de Tack fue el nuevo estilo no fue ajeno a otras obras de estilo clásico y así tuvo directa intervención en el proyecto de la construcción del mayor edificio particular que se levanta en la esquina de 25 de mayo y España.

El modernísimo Hogar de Niñas, que serviría para trasladar el antiguo de calle Elias y Urquiza iniciado bajo los últimos gobiernos Conservadores, debió aguardar, casi en su mayor parte construido, que las distintas corrientes políticas dejarán de pugnar entre sí al sucederse en el poder y entendieran mejor las razones del orden social que les dieran origen, pues era costumbre que si una política determinada había comenzado una obra y no lograba terminarla en su mandato, la corriente que le sucedía en el manejo de la cosa pública la dejaba inconclusa y arruinándose en el tiempo , para no aportar méritos a la causa contraria.

También los hubo, aquellos que se vistieron con las plumas ajenas, terminando las obras pero cambiándoles el destino y la nomenclatura.

Pero este sentir y este proceso no fue privativo de la ciudad.

La ciudad lo sufrió como una consecuencia del juego politiquero de entonces y de siempre y de acuerdo al mayor o menor grado de decencia y honestidad de cada estrato actuante.

He mencionado una vasta edificación confiada a un solo arquitecto al igual que su dirección, no solo por su tamaño espectacular y líneas de avanzada, que aún hoy sirven perfectamente a su propósito ya que hasta funciona una escuela primaria, en la misma sino por que quizás por primera vez en la ciudad, que es una ciudad mal orientada, como casi todos lo saben, se contempló tal circunstancia que permite la racional distribución de luz y ventilación durante todas las horas del día.

Tack no vería terminada su obra en razón de los avatares socio políticos devinientes, pero lo que sí pudo ver fue la transformación que un estilo produjo en lo atinente al sentido de funcionalidad, de confort y de nuevos hábitos que introdujeron no solamente la alegría de la luz, el color, la forma y la ventilación, sinó que constituyeron al par de la revolución arquitectónica, un sentido nuevo de vivencia y consubstatación del individuo con un concepto de dinámica proyectada a planos futuros del tiempo y la plena conciencia de estarlos viviendo ya.

Este plan esbozado claramente en la remodelación de vetustos edificios mediante el aporte de nuevos enlucidos y materiales nobles, nuevos diseños de aberturas, nuevos colores, nuevo diseño de frentes e interiores, y finalmente el cierre de los grandes patios transformados en espaciosas salas de estar y de recibo, va ganando la aspiración popular en el deseo de una vida acorde a los nuevos tiempos.

Y es así que muy pronto aparecen las grandes obras.

El cambio de corriente continua por la alternada influye notablemente al permitir la instalación de ascensores que solucionan la edificación en altura.

Múltiples obras del revolucionario arquitecto francés, visten hoy la ciudad y detallarlas sería un capítulo aparte.

En honor de Paúl Tack solo basta agregar que fue un hito, pionero y transformador de estructuras perimidas en el concepto de hábitat de la época, al aportar un nuevo estilo, marcando con toda precisión el fin y el principio entre dos épocas, y no solo ediliciamente.

Y aquí también recordaremos a don David Angelini otro de los pioneros del nuevo estilo y a su hijo Oreste que adoptaron la nueva línea que se imponía rápidamente en la ciudad.

CRÓNICAS INFORMALES

Carlos Lisandro Daneri

Gualeguaychú – Año 1998