- ¿De qué manera se comporta el hombre?
- Para quien tiene fe es un hermoso recuerdo de uno de los hechos más trascendentales de la historia de toda la humanidad: nos recuerda que Dios se hace hombre asumiendo nuestra pobre naturaleza humana; nadie más pobre y desvalido que un niño cuando nace.
Pero para el hombre que vive el vértigo de las cosas materiales y sumido en el consumismo de nuestros días, es muy difícil que el pesebre le diga algo porque "está en otra cosa". Para los cristianos la meditación de esta fecha es un motivo de recogimiento, de alegría y gratitud, pero para el que idolatra el dinero, el placer, las vanidades del mundo, es muy difícil que se postre ante el Dios-Niño.
(Cvadernos así conversó con Monseñor Juan Angel Fiorotto- diciembre de 1992)
Se sabe que Europa inventó símbolos propios y que cultivó un fuerte folclore navideño; incluso, se dice que cristianizó el árbol, de origen pagano en la Germania.
Sin embargo nuestro historiador Guillermo Furlong afirma que "el Árbol de Navidad es de Vetusta prosapia cristiana"... "siglos antes que San Francisco de Asís propagara los Belenes", era aquél más profundo y difundido. "Prevaleció su uso entre los sajones, pero eso no quita ni le resta un adarme de su origen cristiano y católico. Aún hoy día y en la misma Roma, no hay un Belén por cada mil árboles de Navidad".
LA NAVIDAD EN ENTRE RÍOS I
Bajo este título, el historiador nogoyaense Juan José Antonio Segura, entre otras cosas afirma: "La primera Misa de Navidad de que tenemos noticia se haya celebrado en el territorio es la que, antes de existir las primeras villas, fue oficiada por el jesuita Padre Policarpo Dufó, capellán de la expedición que contra los aborígenes dirigiera el maestro de campo Francisco de Piedrabuena en 1715. En la prolija crónica que dicho sacerdote presentó al Rector de las Misiones de la Compañía de Jesús hizo constar que, sobre la margen de un río que llaman "Aycan", celebró "las misas de la Natividad del Señor Dios recién nacido". El lugar en que esto ocurrió probablemente pertenezca al actual Departamento de Gualeguaychú
LA NAVIDAD EN ENTRE RÍOS II
Dice también en 1963 ese excelente historiador Segura: "...En los pesebres entrerrianos se cantan, desde luego, villancicos. Los más divulgados son aquellos de "Vamos a Belén", "Venid, venid cristiano" y "Entornen tiernos cánticos", melodías populares que, con otras expresiones de carácter religioso, reunió el musicólogo Presbítero José Zaninetti, en su "Antología de Cánticos Sagrados". Junto con ese aporte de Zaninetti puede mencionarse también, el denominado "Cancionero Argentino", publicado hace unos diez años atrás por el Presbítero Juan Angel Fiorotto, entrerriano, que ha agregado, a su vez, composiciones musicales de villancicos de las cuales es autor y que se cantan, al menos, en la ciudad de Concepción del Uruguay..."
FRAY MOCHO CUENTA LO SUYO
José S. Alvarez, Fray Mocho (1858-1903), en su artículo "Navidad, Recuerdos y Comentarios" (Caras y Caretas 24-12-1898), refiere: "No eran por cierto fastuosas las fiestas con que, en mi infancia, vi en mi provincia natal (Entre Ríos) cómo celebraba el pueblo la Pascua de Navidad; pero sí eran alegres y sentimentales y no quedaba rancho, por aislado y pobre que fuera que no se engalanara -aunque más no fuese que con yuyos verdes, donde las linternas venían a encender sus farolitos vistosos - y no hiciera, alumbrado por la luz titilante de los candiles, su pequeño Nacimiento, formado sobre un cuero estaqueado, si no había mesa disponible, cerrando la puerta del mojinete, cuyo frente, carpido y barrido -orlado por una fila de troncos rugosos y de cabezas de vaca, que servían de asientos, presididas a veces por un par de sillas rezongonas y desvencijadas...".