Edificio Sociedad entre 

Argentinos y Orientales

UN EDIFICIO EMBLEMÁTICO

Fue el de la SOCIEDAD ENTRE ARGENTINOS Y ORIENTALES, entidad mutual que finalizó su existencia a mediados del siglo pasado.

Hay casi en ruinas, todavía se mantiene visible en calle Luis N. Palma entre Seguí y Santiago Díaz –que fue Intendente y médico de esa sociedad- y con su aspecto de tristeza, parece implorar que lo salven.

Pero ¿por qué emblemático? Por varios motivos que enraizan en su larga historia. En primer lugar, porque fue el primer edificio privado importante de la ciudad. Y por varios años, el único en su tamaño, al momento de su construcción, cuando finalizaba el siglo 19. 

Figuraba entre las construcciones más importantes de una ciudad todavía chata, ya que era excepcional levantar más de una planta. Por otra parte, tengamos en cuenta que los edificios públicos actuales (con excepción de la Policía -ex Comandancia- y la planta baja de la Aduana) recién se construyeron en la primera década del pasado siglo 20, como el Palacio Municipal, el de Tribunales, la Escuela Normal, el antiguo Banco de la Nación (actual Neptunia). Otros edificios importantes de entidades privadas, como el del Club Recreo y el Banco de Italia, también son esa época  de vacas gordas. Como también eran privados, el del Teatro Gualeguaychú y el Hospital Centenario (fundado por la Sociedad de Beneficencia), casi coetáneos en la segunda década, en que nacieron casi juntos entre 1913 y 1914.

En esa segunda década nacen también los clubes deportivos al son que marcaba el entusiasmo por el nuevo deporte: el foot ball, hoy castellanizado fútbol. 

¿Pero no había otras entidades importantes en la ciudad? ¡Si que lo había!

Eran las que formaron las distintas colectividades de inmigrantes extranjeros radicados en Gualeguaychú. Que mantenían entre sus socios la llama de sus tradiciones, idioma y costumbres. Pero ante todo, eran verdaderas agrupaciones de socorros mutuos. Con la contribución mensual de sus socios, prestaban diversos servicios a los que no se podía acceder en forma solitaria. Como el servicio médico, uno de cuyos más eficientes prestadores era el recordado Dr. Santiago Díaz, en cuya Intendencia, se construyó el Palacio Municipal y alentó la del Teatro Gualeguaychú. También brindaban atención de remedios, algunos tenían su farmacia, servicio fúnebre y contaban con panteones en el Cementerio.

Una de las más numerosas de esas entidades era la que fundaron los uruguayos radicados en Gualeguaychú. Se comprende su importancia, si se tiene en cuenta que por razones de cercanía y de historia común, nuestra vinculación con ese pueblo hermano era mucho más estrecha y paradojalmente vino a debilitarse con la habilitación del Puente General San Martín, en 1976.

Tan poderosa llegó a ser la Sociedad entre Argentinos y Orientales, que fue la primera en construir un edificio importante como el que estamos reseñando.

Fue construido en 1896, durante la prolongada presidencia de Don Máximo Chichizola (1896-1903), cuyo esfuerzo permitió llevar adelante la grandiosa obra, que no es la única que le debe Gualeguaychú. Don Máximo fue uno de los vecinos más progresistas de su época y entre otras funciones, desempeñó la de Intendente Municipal, desde 1889 a 1891. En sus proyectos figuraba uno muy ambicioso que no se concretó: la construcción del Teatro Politeama, con capacidad para 1.500 personas, que se iba a emplazar en los fondos de la Sociedad Entre Argentinos y Orientales. 

En los altos del palacio, se destacaba dos torretas que aún se conservan, y en cada una, el escudo a todo color de ambas naciones.

En el primer piso había un amplio y deslumbrante salón cerrado con salida a las galerías, donde hasta mediados del siglo pasado se realizaban los memorables bailes de la sociedad La Aurora. Tanto, que muchos hablaban de “el edificio de la Aurora”

A mediados del siglo pasado, convergieron dos factores que provocaron el declive de la entidad. Por una parte, apareció la  propalación de música por parlantes, lo que abrió el paso a los grandes bailes en pista abierta y el pase a retiro de los de salón cerrado. Por la otra, aparecen nuevas formas de atender colectivamente la salud, luego las obras sociales, todo lo cual marca la salida de escena de las recordadas mutuales.

Teatro Politeama, con capacidad para 1.500 personas, que se iba a emplazar en los fondos de la Sociedad Entre Argentinos y Orientales. 

En consecuencia, la entidad, ya sin bailes, sin servicios, y por ende, con menos socios, fue declinando hasta que perdió su personería. Por ello, sus  bienes, como el edificio, pasaron al Gobierno de la Provincia a mediados de siglo. 

En la década del 60 la Provincia lo adjudicó al Círculo Policial de nuestra ciudad, a instancias de aquel buen Jefe Departamental de Policía  que fue don Antonio Irigoytía. Que es actualmente la entidad propietaria del edificio y está procurando con gran ahínco, poder restaurarlo y devolverle la prestancia que tuvo en tiempos idos.





Autor: Dr. Gustavo Rivas

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