Cuaderno Nº 24

Índice Temático


GUALEGUAYCHÚ, DOMINGO 19 DE SEPTIEMBRE DE 1993CVADERNOS DE GUALEGUAYCHÚ Nº 24
1845: GARIBALDI SAQUEA GUALEGUAYCHÚ.VISITANTES Y VIAJEROS QUE LLEGARON A GUALEGUAYCHÚ -XI-Cuyás y Sampere, el diplomático olvidado-SCHEMIZZÉRICO CRISTIANO -A 25 años de su muerte-.LOS INOLVIDABLES MEMBRETES AQUELLOS
LOS HABITANTES DE LA MANSION IVCONVERSACIÓN CON JUAN PABLO DOMINGOANOTADOSENTRE LETRAS Y PINTURASEL MUEBLE: ESE DESCONOCIDO

1845: Garibaldi saquea Gualeguaychú

Silvia Razzetto de Broggi

La recia estampa de Garibaldi. Retrato 

En los primeros años de la década de 1.840, Entre Ríos debe enfrentar la invasión del Ejército Unitario dirigido por el General José María Paz y sus aliados: el correntino Ferré y el uruguayo Fructuoso Rivera. Urquiza asume el gobierno de una provincia acechada por múltiples peligros. "Nadie ha sido colocado al frente de la provincia en circunstancias más difíciles. El mando desnudo de cuanto halaga, sólo me presenta sus azares",(1) expresa al aceptar el gobierno.

No puede ejercerlo por su actividad militar. En forma provisoria, lo desempeñan Vicente Zapata, luego su hermano, Cipriano de Urquiza y desde 1844 a 1846 don Antonio Crespo.

Las fuerzas de Urquiza y del uruguayo Manuel Oribe, derrotan ampliamente a Fructuoso Rivera en Arroyo Grande, cerca de Concordia. El régimen federal se afirma definitivamente en Entre Ríos, la que ostenta un sensible crecimiento económico al que no es ajena nuestra Gualeguaychú.

Entre tanto la Confederación vive momentos difíciles. A la guerra intestina entre unitarios y federales se suma, en 1845, el bloqueo Anglo-Francés contra la Argentina ante la negativa de Juan Manuel de Rosas de permitir la libre navegación de los Ríos Paraná y Uruguay a Inglaterra y Francia. Además, éstas reclaman el retiro de los diez mil argentinos que sitian Montevideo y el levantamiento del bloqueo que a esta ciudad había impuesto el Almirante Guillermo Brown.

Rosas explica que la Confederación no reconoce el gobierno usurpador de Fructuoso Rivera que desplazó violentamente al Presidente Manuel Oribe y que no descansará hasta que el gobernante legalmente elegido retorne al poder de la nación uruguaya. Sostiene también que los ríos Paraná y Uruguay están bajo la soberanía exclusiva de la Confederación y sólo a ella compete establecer o no la libre navegación de sus aguas.

Las pretensiones anglo-francesas son apoyadas incondicionalmente por los unitarios expatriados en Montevideo y sus aliados, los partidarios de Rivera.

El 2 de agosto de 1845 la escuadra argentina comandada por Brown es apresada por los Almirantes Lainé e Inglefield; los buques "San Martín" y "25 de Mayo" capturados por franceses que arriaron la bandera argentina e izaron la suya; el "General Echagüe", el "Maipú" y "9 de Julio" tomados por los ingleses en los que izaron su pabellón (2)

Los diplomáticos de Inglaterra y Francia hicieron enarbolar la bandera oriental en las naves apresadas y formaron una escuadrilla que pusieron a las órdenes del aventurero italiano José Garibaldi.

Inmediatamente se adoptaron medidas dé precaución en los puertos y costas entrerrianas.

El General Garzón, General en Jefe .del Ejército de Reserva, ubicado en Arroyo Grande (Concordia) dio instrucciones para defender los puertos litorales, "especialmente el de Gualeguaychú, en cuyo Comandante tenía poca confianza" (3).

El 1 de Setiembre Garibaldi asaltó la ciudad uruguaya de Colonia. Cinco días más tarde se apoderó de la indefensa Isla Martín García. Los Almirantes Anglo-Franceses le ordenaron se internara Uruguay arriba y atacara Gualeguaychú.

GUALEGUAYCHÚ ES SAQUEADA

El 18 de setiembre la escuadrilla formada por cinco buques de cruz y catorce entre lanchones y balleneras, pasó por la boca del Gualeguaychú y remontó el Uruguay seis millas para que nadie sospechara del inminente ataque. En la noche del 19 al 20 sorprendieron a los dos guardias que celaban la Boca en una nave ligera. Bernardino Gómez, vecino de Gualeguaychú y marinero de un buque mercante, sirvió de baqueano a Garibaldi para entrar en el Puerto.

En la madrugada del 20 los Legionarios desembarcaron en el Saladero de Gianello, distante una legua de la ciudad y atacaron la indefensa Gualeguaychú. Sorpresivamente llegaron a la casa del Comandante don Eduardo Villagra y lo encontraron dormido. El Comandante, las autoridades y Guardias nacionales cayeron inmediatamente en las manos del enemigo. Según Fray Mocho:

:: Garibaldi ordenó el fusilamiento de las Autoridades de Alto Rango. Villagra, el alcalde, el administrador y el Capitán Benítez fueron llevados a bordo. Los vecinos intervinieron rápidamente solicitando la libertad de los prisioneros. El italiano accedió al pedido. Se fortificaron los puntos más importantes y dominaron la ciudad. Inmediatamente se inició el saqueo. El soldado de Policía Mariano Robles y el vecino Pedro Chamorro condujeron a los Legionarios a las casas donde había más para robar (4).

Los vecinos de la tranquila ciudad vivieron dos días de pánico. Fueron saqueados 31 establecimientos comerciales y numerosas casas de familia. Los más perjudicados fueron comerciantes españoles, sardos, portugueses y franceses (5). Garibaldi se llevó un botín calculado en 30.000 libras esterlinas (6).

En la casa de la familia Haedo (esquina Rivadavia y San José), aprovechada como Cuartel general, los invasores colocaron un cañón, amenazando la Comandancia y apuntando en dirección a la residencia del Comandante Villagra, (Rivadavia casi Ángel Elias) (7).

GUALEGUAYCHÚ NO ERA OBJETIVO MILITAR, ENTONCES ¿POR QUE FUE ATACADA?

Garibaldi en sus Memorias expresa: "El pueblo de Gualeguaychú nos alentaba a la conquista por ser un verdadero emporio de riqueza, capaz de revestir a nuestros harapientos soldados y proveernos de arneses para los caballos y de otras cosas necesarias. Era preciso desembarcar en él". (8)

Los comerciantes damnificados suscribieron una protesta especificando los artículos y las sumas de dinero que les habían sido robadas.

Uno de los más perjudicados fue don José Benítez, fundador y propietario del primer Banco con facultad de emisión, establecido en Entre Ríos con sucursal en Gualeguaychú. Era además, comerciante, armador y saladerista. Los garibaldinos le sustrajeron cinco mil pesos y su goleta "Joven Emilia" que se encontraba en el puerto (9).

En los suburbios de la villa se levantaba la chacra de Don Francisco Lapalma (la Azotea de Lapalma, hoy Museo de la Ciudad), cuya quinta producía abundantes frutas que don Francisco industrializaba o enviaba a Buenos Aires por vía fluvial. Esta no fue ajena al saqueo.

Al marcharse de ese lugar, los garibaldinos se enfrentaron con ocho gauchos reunidos por el Alférez Jorge Neyra, mano derecha de Villagra. Según el parte enviado al General Garzón y al Comandante General Galán, dice Neyra que "en la mañana del 21 de setiembre al salir el sol, una partida de gente, como de treinta hombres, había salido de la Villa de Gualeguaychú y los avanzó con ocho soldados; tres de ellos murieron y él se escapó con cinco compañeros después de habérsele boleado el caballo. Es de presumir, añadía, que el Comandante Villagra ha sido víctima y el pueblo entregado al saqueo".(10)

Después de este encuentro, los salteadores retornaron a la casona de Lapalma conduciendo un herido grave, "con el rostro dividido por un certero sablazo". Se tomaron un momento de descanso y se retiraron "abatidos y maltrechos por la brava arremetida". (11)

Garibaldi, el héroe, según célebre retrato

En la noche del 21 de setiembre, Garibaldi ordenó la retirada porque se aproximaban las fuerzas de la división Nogoyá al mando del Comandante Reinoso y el escuadrón del Teniente don Rosendo Fraga.

¿GUALEGUAYCHÚ NO TENÍA DEFENSA?

:: Por la declaración del Comandante Villagra observamos que la Villa estaba desprotegida. Las fuerzas de Caballería del Departamento estaban bajo las órdenes del Alférez Jorge Neyra.

La fuerza de Milicias al mando del Comandante, constaba de 48 hombres , que en esos momentos se encontraban acarreando ganados. La Compañía Cívica Activa la dirigía el Capitán José Benítez; compuesta por 70 hombres pero sólo había fusiles para 60. La Compañía Cívica Pasiva bajo órdenes del Alcalde Mayor don Luis Paulino Acosta con 90 hombres, pero sin armas. La Comandancia sólo tenía diez paquetes de cartuchos que había dejado reservados Neyra para sus comisiones privadas. Las Compañías Cívicas no estaban acuarteladas en el momento del asalto ya que nadie sospechaba que el Departamento estuviese amenazado. (12)

:: En su poema "Asalto a Gualeguaychú", Amalia Villagra de Bustelo, descendiente del Coronel, señala a Urquiza como responsable de la indefensión de la Villa;

"...al saber que Garibaldi

se dedicaba a saquear

Mandó a Neyra que sacara

todos los hombres armados

que hubiera en Gualeguaychú

Urquiza tenía planeado

llevarlo a otro lugar

y dejó desprotegida

a la pequeña ciudad

sabiendo que en recorrida

por aguas del Uruguay

Garibaldi merodeaba

con un conjunto de barcos

toda defensa faltaba...". (13)

Finalmente, Villagra fue arrestado y como no había una "cárcel decente para cierta clase de arrestados se le dio por cárcel su propia casa" (14). El historiador Benigno Tejeiro Martínez afirma que "estos antecedentes son más que suficientes para confirmar la negligencia de las autoridades de Gualeguaychú que nunca olvidó el General Urquiza".

Villagra fue separado de su puesto. Urquiza olvidó los servicios de su compañero de armas, su lealtad, su carácter y le envió un sustituto.

En 1851, cuando se respiraba en Entre Ríos la atmósfera del Pronunciamiento contra Rosas, Urquiza visitó Gualeguaychú. Fray Mocho nos informa que el Comandante Villagra decidió saludar a su Jefe que al verlo exclamó:

"-Villagra...eh? ¡No merece mi amistad un perdonado de Garíbaldi!

-¡Ni merece este recibimiento quien como yo, cuando Vuestra Excelencia mamaba, ya estaba guerreando por la Patria!

Y el viejo Coronel se dio vuelta con presteza y se alejó con el entrecejo arrugado.

-¡Vení acá... tigre... Vení! -dijo el General, a quien jamás desagradó encontrar hombres que no temblaran en su presencia.

El viejo Coronel ni se dignó dar vuelta la cabeza...

-¡Toro el viejo, ¡eh! ¡Y primero lo he de quebrar, ¡eh!... lo he de quebrar... antes que doblarlo! (15).

FUENTES CONSULTADAS

(1) BOSCH, Beatriz (1978) "Historia de Entre Ríos"-

(2) ROSA, José María (1973) "Historia de la Argentina". T.V.

(3) MARTINEZ, Benigno T.(1919) "Historia de la Prov. de Entre Ríos". T.II .

(4) VILLAGRA, Eduardo J. (1942) "Palo a Pique" .

(5) SALDIAS, Adolfo (1919) "Historia de la Confederación Argentina". T.IV .

(6) ROSA, José María. op. cit.

(7) SAMEGHINI, Andrea (María de las Mercedes Chaparro) (1974). Página del Domingo. "El Argentino" de Gualeguaychú domingo 19 de mayo.

(8) GARIBALDI, José (1910) "Memorias" T.I.

(9) GRAS, Mario César (1946) "El pintor Gras y la iconografía histórica sudamericana".

(10) MARTINEZ, Benigno T. Op. Cit

(11) GRAS, Mario César Op. cit.

(12) PORTELA, Manuel (1945) "El asalto y saqueo de Gualeguaychú por Garibaldi".

(13) VILLAGRA DE BUSTELO, Amalia (1983). Página del Domingo."El Argentino" de Gualeguaychú, domingo 20 de noviembre.

(14) MARTINEZ, Benigno T. Op. cit.

(15) ALVAREZ, Jose S. (Fray Mocho) "Salero Criollo". 

DAMNIFICADOS EN EL ASALTO Y SAQUEO A GUALEGUAYCHÚ


Total 31 casas de negocios saqueadas en una población de 4.000 habitantes.

("Gaceta Mercantil", 23 de octubre de 1.845)

SIEMPRE CON SU PONCHO

Sir Auseley era Embajador de Inglaterra en Montevideo, tras abandonar Buenos Aires junto al Barón Deffaudis. En carta a Lord John Russell, tiempo después de los acontecimientos que nos interesan, escribía:

"Garibaldi tenía la costumbre de venir a verme por la tarde, siempre vestido con su poncho, que no se quitaba durante la conversación. Eso me parecía extraño. Supe también por qué no venía nunca sino después de entrada la noche.

No tenía suficiente dinero para comprarse velas. Escribía, preparaba sus cuentas y sus órdenes mientras estaba claro. Después venía en busca mía. Mantenía cerrado su poncho, para ocultar el estado mísero de su ropa, pues no tenía realmente los medios de comprarse un traje conveniente. El sueldo y las raciones que hubiera debido recibir del Gobierno de Montevideo, no le llegaron jamás o, al menos, sólo recibió una pequeña parte de los mismos".

FRISCHAUER, Paul (1944) "Garibaldi" Ed. Claridad. Bs.As.

NO PUEDE CONTENER LA GENTE QUE LLEVA

Bustamante escribe a Fructuoso Rivera el 2 de Noviembre, al enterarse de la acción garibaldina en el río Uruguay:

"Garibaldi saqueó la Colonia y Gualeguaychú escandalosamente: no puede contener la gente que lleva. Esta marcha nos desacreditará mucho y mientras no se vean al frente de esas operaciones Jefes del país, nada adelantaremos, la guerra será interminable".

IRAZUSTA, Julio - "Vida política de Juan M. de Rosas".T.V.

CAMISAS ROJAS

Al formarse en Montevideo la Legión Italiana bajo el mando de Garibaldi, una casa comercial ofreció al gobierno de Fructuoso Rivera, a reducidos precios, una partida de camisas de tela roja. Esta mercadería era enviada a Buenos Aires, pero no podía introducirse a causa del bloqueo. Las camisas, utilizadas por los trabajadores de los mataderos, habían sido teñidas de rojo para que las huellas de sangre no se destacaran después del trabajo.

Camisa roja y pantalón negro conformaban el uniforme de los Legionarios. La bandera que los protegía era de género negro con el Vesubio pintado.

FRISCHAUER, Paul (1944) "Garibaldi" Ed. Claridad. Bs.As.

VISITANTES Y VIAJEROS QUE LLEGARON A GUALEGUAYCHÚ -XI-

Cuyás y Sampere, el diplomático olvidado

Nati Sarrot

Don Antonio Cuyás y Sampere 

Así llamó Martiniano Leguizamón a don Antonio Cuyás y Sampere que vivió en Gualeguaychú por períodos en un lapso de muchos años.

Catalán, natural de Mataró, llegó a Buenos Aires en 1829 y en 1831 se traslada a Gualeguay (E.R.) donde se afincó.

El Doctor Ramón J. Cárcano nos dice que era hombre de cuerpo vigoroso, fortalecido por la intemperie, de carácter enérgico y audaz, espíritu de cierta instrucción y cultura social. Vino a América a buscar fortuna y logró consolidar importantes empresas: estancias, saladeros, casas de comercio que le permitieron alcanzar una suerte privilegiada, pasando de trotamundos a estanciero. (1)

Adquirió unas leguas de campo en la zona de Distrito Clé (Gualeguay) que llamó "Isabel-Fernando" en homenaje a los Reyes Católicos, establecimiento que administraba su hermano Jaime y era en 1845 uno de los más importantes de Entre Ríos.

Para 1849 vemos a Antonio Cuyás firmando contrato en Gualeguaychú con Ciriaco Etchenique, el 16 de julio, para que este último se haga cargo de la Estancia de Clé. En los 13 artículos de este documento sé describen las instalaciones y actividades: de graseria, fábrica de jabón, esquila de ovejas, quinta, etc. Construcciones importantes en el casco y puestos, galpones, cercados de postes labrados, dan idea del establecimiento. (2) 

Ya en 1842 vende a D. Manuel Gianello una máquina a vapor para obtención de grasa. (3).

En 1832 Cuyás conoce a Justo José de Urquiza, Coronel y Comandante de los Partidos de Entre Ríos al Este del Gualeguay. Nació entre ellos una amistad que se fortalecía en visitas que le hacía en el Campamento Militar y en San José donde se lo recibía familiarmente.

Mantenían conversaciones sobre negocios y asuntos políticos. En 1846, una denuncia ante el Comandante Militar sobre falta de cumplimiento legal en la compra de cueros por parte de Cuyás y Sampere, lo hacen pagar una multa de un peso por cuero introducido. Se enfría la relación entre ellos y don Antonio decide emigrar a Montevideo, previo pago de la multa.

En la capital uruguaya su sólida fortuna le permite vincularse fácilmente en su sociedad. Después de varios años vuelve a Gualeguaychú desde donde le comunica a Urquiza su voluntad de vender la estancia de Gualeguay y a la vez se despide por salir de Entre Ríos definitivamente.

Al día siguiente, una misiva de Urquiza le hace saber que su visita le sería grata.

De este reencuentro surgen gestiones importantes que realizará Cuyás y Sampere, colaborando con Urquiza en el proyecto de creación del Colegio del Uruguay para el que propone como Arquitecto a Pedro Renóm (planos y proyectos del frente). Bajo su supervisión se remitió material desde la costa oriental y Montevideo. Se permite recomendar a profesores como el médico belga Ackermann. Una frecuente correspondencia habla de la misión del catalán viajero cumplida a satisfacción de Urquiza.

La otra misión de Cuyás fue la de intermediario entre el Ministro de Brasil, Silva Ponte y el de Relaciones Exteriores de Uruguay para la alianza contra Juan Manuel. de Rosas.

Este hombre de España que residió en el Río de la Plata durante treinta y ocho años, amó profundamente a nuestra Entre Ríos. Diplomático olvidado, según Leguizamón, Gualeguaychú lo vio pasar por sus calles por períodos, mientras desplegaba su actividad de representante sin credenciales. (4)

Vuelto a España, anciano ya, escribió "Apuntes históricos sobre la provincia de Entre Rios, en la República Argentina" en la que cita a Mateo García de Zúñiga como ilustrado, noble y generoso... (5). Deja así importantes datos sobre nuestra historia.

Notas:

(1) Un diplomático olvidado por Martiniano Leguizamón, La Nación, Bs. As. 13-1-1929.

(2) Escritura de la Sociedad Rural entre A Cuyás y Sampere y Ciriaco Echenique. 16-7-1849. Registro de la Propiedad Inmueble de Gchú. Libro Nº 3.

(3) Reg. de la Prop. de Gchú. 17-5-1842. Libro Nº 4.

(4) Martín Ruiz Moreno. Un libro interesante. Revista de Derecho. Hist. y Letras. Bs. As. Año VIII. Tomo XXIII.. Cartas entre Urquiza y Cuyas y Sampere. Archivo Urquiza. Arch. Gral de la Nación.

(5) Beatriz Bosch, Historia de Entre Ríos, págs. 130 y 131. 

SCHEMIZZÉRICO CRISTIANO

-A 25 años de su muerte-

Nati Sarrot

El maestro Cristiano, sentado al piano de la Escuela Normal, principio de los años 30 

Había nacido en Nápoles (Italia). Desde ahí vino a nuestro país. Traía su título de Maestro de Música otorgado gracias a sus estudios académicos y su legítima vocación. Llegó a Río Cuarto (Córdoba) para desempeñarse como Director de Banda. Poco tiempo estuvo allí y pasó a Gualeguaychú en 1912.

Desde 1910 funcionaba la Escuela Normal de la Nación (luego "Olegario V. Andrade" por decreto fecha 28-11-1924 del Presidente Marcelo T. de Alvear y su Ministro Dr. Antonio Sagarna) de la que egresarían Maestros Normales.

Cristiano fue designado Profesor de Música de esta escuela y fue parte de su historia hasta 1944, año en que se jubiló. Paralelamente, fundó el "Conservatorio Cristiano" para el aprendizaje de la música y el canto; en él se formaron intérpretes de distintos instrumentos y cantantes. Ejerció además como maestro de piano en el Instituto Magnasco.

Al mismo tiempo, compuso música de género diverso. Cultivó la expresión europea, en la que venía formado y fue sensible a la de nuestra vena nativa. Romanzas, vals, preludios, como vidalas o canciones criollas merecieron su atención y el respeto de su creación. Conocidas figuras del medio gualeguaychuense pusieron letra a sus melodías. Así Anita Etchegoyen, Alberto Arigós de Elía, etc. Con Anita compusieron el Himno a la Escuela Normal.

Autógrafo del Padre Yñaqui de Aspiazu, una tarde en Gualeguaychú.

Su aspecto lozano, de pulcritud admirable y sobre todo su bonhomía, le lograron el entorno que mereciera. Parece que la imagen de Cristiano fue la propia a la del Maestro y Músico, así de cálido, así de profundo, así de alegre.

En la celebración del Día del Maestro iniciaba la fiesta con un vals que bailaba junto a su amiga y colega María América Barbosa, enfundado en un clásico traje con chaleco, camisa clara y corbata.

La obra musical de Schemizzérico Cristiano se completa en sus innumerables composiciones, en la formación de sus alumnos, en la observación crítica y constructiva de una expresión cultural que Gualeguaychú aprovechó con creces hasta su muerte (el 20 de setiembre de 1968) y que por acción multiplicadora se propaga en la solidez de su fundamento: la enseñanza de un Maestro por estudio y vocación.

EDICIÓN IMPRESAINVESTIGACIÓN Y TEXTOS: ANDREA SAMEGHINI NATI SARROTJEFE DE REDACCIÓN: MARCO AURELIO RODRÍGUEZ OTEROCOLUMNISTAS: CARLOS M. CASTIGLIONE - AURELIO GÓMEZ HERNÁNDEZ -DISEÑOS DEL SUPLEMENTO DE LA ÚLTIMA PÁGINA Y ROSTRO DE JUAN PABLO DOMINGO: RAÚL A. SARROT
TIPEO DE TEXTOS Y ESCANEO DE IMÁGENES: JOAQUÍN R. CARRERA Y ZULMA N. MENA 
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